Blue, Deep and Yours |Louis T...

By CStephen

127K 6.6K 580

❝ - Literalmente, caí a tus pies cuando te conocí. - En realidad, fui yo quien te empujó. ¿Recuerdas? - Sí.❞ More

Sinopsis:
Carta.
Prólogo.
Capítulo 2.
Capítulo 3.
Capítulo 4.
Capítulo 5.
Capítulo 6.
Capítulo 7.
Capítulo 8.
Capítulo 9.
Capítulo 10.
Capítulo 11.
Capítulo 12.
Capítulo 13.
Capítulo 14.
Capítulo 15.
Capítulo 16.
Capítulo 17.
Capítulo 18.
Capítulo 19.
Capítulo 20.
Capítulo 21. Final.
Epílogo.

Capítulo 1.

6.4K 351 29
By CStephen

(Dos años después del primer encuentro).

-         ¿Juliet Jeannette Jaderson?

Mi nombre, lamentablemente, sería siempre mi punto débil. Desde hacía unos años había detestado que las personas utilizaran esas palabras para dirigirse a mí. Todo el mundo sabía que, aunque llevar el nombre de una chica mundialmente famosa podía llegar a ser una cosa genial, hacerlo usando el nombre de la protagonista de una de las tragedias más conocidas, no era muy genial, precisamente.

-         Presente –levanté mi mano perezosamente-. Pero, vamos sé que a mis padres, la idea de que su hija tuviera un ejército de jotas en su nombre les encantó. Sé que me quieren, pero mi nombre me da grima –le dije al profesor de francés, el cual, estaba al frente de la clase apunto de regalarme su sermón de cada día-.

Miré a mis lados. Todo el mundo tenía una mirada de aburrimiento. No los culpaba, esa conversación la habíamos tenido tantas veces, que pensaba dejarlo estar. No valía la pena discutir. Sobre todo si discutes por una cosa que no puedes cambiar. Pero, creo que algunos se alegraban de perder el tiempo de clase tontamente.

-         Juliet. ¿Cuántas veces tendremos que repetir esta conversación? –me preguntó esté arrugando su frente-.

-         Tendremos que repetirla hasta que me llame “July” –le dije sonriéndole con un punto de arrogancia e irritación en mi tono-. Además, tampoco es que Juliet acabara muy bien en la historia.

Esa era, ni más ni menos, que la pura y única verdad. No quería que mi nombre me maldijera, como lo hizo una vez con unos enamorados. Todo el mundo lo conocía, era un hecho el que, llamándome así, tuviera una especie de presentimiento de lo que pasaría en un futuro.

-         Bien, si quieres llamarte como el séptimo mes del año, esa es tu decisión, pero en mi clase serás Juliet. –dijo sonriéndome victorioso mientras yo solo alzaba una ceja en señal de escepticismo-.

Bien, debo reconocer que ese hombre era algo estricto. John Cromwell, ese era su nombre. Era un profesor francés que diez años antes había venido a enseñar a Gran Bretaña. De unos treinta y pocos años, era uno de esos profesores que las alumnas calificaban de “ardiente”, por el simple hecho de  sonreír coquetamente a cada estudiante que le prestaba la suficiente atención.

Hubo un tiempo en el que fui su alumna predilecta. Me arrepiento de hablarle cada vez que lo hago, pero no puedo parar de hacerlo. Es esa sensación de hacer algo malo sintiéndote poderosa al mismo tiempo.

A finales del curso pasado, las animadoras intentamos superarnos a nosotras mismas. Intentamos seducir levemente a un profesor cada una. En teoría, todo era inofensivo, hasta que, por razones que no quiero recordar, gané la apuesta.

El profesor que me tocó seducir fue John Cromwell.

Esa fue una de mis equivocaciones al seguir este juego.

Un mes y medio después del comienzo de las clases y todavía no me acostumbraba a que la gente me llamara por mi nombre. Podía jurar que la mitad de las animadoras no sabían cuál era en realidad. “July” era perfecto a su manera. Al principio penaba que sonaba como el nombre de stripper, pero luego que, después de un tiempo, el significado de cada cosa cambia.

Después de dos años en aquel infierno que parecía no acabarse nunca, mi idea de pasar un rato entretenido en clase, era sin duda discutir con los profesores sobre temas sin sentido todo el tiempo.

Las animadoras, aunque hasta a mí me costaba de creer, eran mi principal grupo de amigos, aunque no el único. Había cambiado tanto en los últimos dos años, que ni yo misma me reconocía en el espejo cada vez que miraba mi reflejo. Había cumplido los dieciséis medio año atrás, así que, definitivamente, era una de las posibles conquistas para los chicos del instituto.

Esos ojos azules que me acompañaron durante varios meses en mi primer año, ya no estaban, lo supe desde el primer instante. Una sensación fría me hizo darme cuenta el mismo día en el que me dejaron de observar.

Algo faltaba.

Algo de lo que no tenía constancia, pero sabía que no estaba.

Desaparecieron como por arte de magia.

Kitty y yo, por así decirlo, nos habíamos hecho más cercanas. Ella dijo que, al estar en último año, tenía que dejar el instituto en buenas manos y yo tuve la suerte de ser la elegida. Esa era la única rezón por la cual me había empezado a hablar. No había nada complicado en eso, era una relación de conveniencia mutua, aunque eso creí solo al principio.

Ella era la reina y yo lo sería muy pronto. Ella, ahora con casi veinte años, estaba en su último año después de repetir dos veces por no trabajar ni hacer caso a nadie. Sus padres no la dejaban irse a menos que acabara el instituto y, por lo menos, se graduara de éste.

Dejando aparte el pasado por unos instantes, las clases pasaron ante mis ojos y muy pronto fue la hora de ir a la cafetería para almorzar algo.

Ya allí, en la mesa donde me había sentado los últimos dos años, fui una de las pocas en probar bocado. Un sándwich vegetal, en concreto. Uno de los problemas que las animadoras tenían, era el tema de la comida. Cada una de ellas la miraba de una forma diferente, pero por miedo a que dijeran algo las demás, no comían delante de ellas.

Yo, al contrario, nunca tuve esos delirios de no comer nada. Hasta Kitty a veces comía comida de la cafetería, era algo que le dije que tenía que empezar a hacer. Nos llevaríamos bien, después de dos años, las personas pueden conocerse bastante y yo, al contrario que muchas de las chicas que la conocían desde hacía casi una década, era uno de sus puntos de apoyo. Uno de los más fuertes.

-         ¿Habéis visto al nuevo? –dijo Kitty alzando las cejas sugestivamente mientras miraba a todas las chicas de la mesa-.

Esa frase se repetía tres o cuatro veces cada curso, era una manera algo discreta de indicarnos que teníamos que empezar a jugar. Cada una tenía sus propias tácticas pero, sin duda, Kitty era la más directa de todas.

-         No. ¿Qué tiene de especial? Siempre hay gente nueva después de que empiecen las clases –preguntó Marie, una de las chicas de segundo año-.

-         Es el chico más mono que ha entrado éste año. –dijo mirando su comida un poco nerviosa, como siempre lo hacía-.

Le apreté la pierna un poco, en señal de que no tenía que sentirse mal ni asustada en ese momento.

Había secretos que era mejor no decir en voz alta…

-         ¿Cómo se llama? ¿Te has enterado de quién es? –preguntó otra chica, no me fijé muy bien en quién, tenía hambre-.

Kitty se aclaró la garganta, esa era una señal de que había estado investigando y que tenía información para contarnos. Suspiró y, luego de un par de segundos de intriga, sonrió con autosuficiencia.

Ese era el estilo de Kitty, le encantaba el drama.

-         Sí. Se llama Louis Tomlinson, se trasladó hace un par de años a otro instituto, pero iba a éste los primeros años. Está en último curso ahora y sé que repitió por no prestar mucha atención en clase el pasado año. Tiene los ojos azulados y el cabello castaño oscuro, no es deportista pero dicen que esta mañana tocaba entrenamiento y que tiene un cuerpo siete, eso debe de estar bien –dijo Kitty sorprendiéndonos a todas, la verdad, tres horas y ya sabía toda esa información. En una semana sabría su grupo sanguíneo-. Mierda. Allí viene, chicas –dijo mientras se mordía el labio sensualmente y caminaba hacia él mientras el susodicho la miraba un poco traumatizado-.

Lo miré bien. Era un chico bastante mono, pero no era del tipo de Kitty, a ella le gustaban los deportistas con músculos. Él era delgado, pero no tenía los músculos tan desarrollados como muchos de los chicos que conocía. También llevaba gafas, algo me solo a mí me gustaba y Kitty detestaba, decía que los ojos eran el camino más rápido a la seducción.

Ella se paró delante de él e hizo sus movimientos de seducción para conseguir engatusarlo, aunque por la cara del chico, parecía más que quisiera desaparecer del mapa.

-         Dios, Kitty no tiene nada que hacer con ese chico –dije riendo y caminando hacia Kitty, todos miraron la escena en ese momento, no era habitual que yo ayudara a Kitty en sus conquistas, mucho menos que intentara ser yo la conquistadora si ella era la que lo intentaba primero-.

Negué lentamente con la cabeza, esa chica no maduraría ni aunque la pusieran al sol. El pobre chico, el cual estaba mirando nerviosamente hacia todos los de la cafetería para que lo salvaran, no podría tener una mirada más grande de asco hacía ella. No era nada nuevo, lo hacía con todos, era el juego que todas jugábamos. El de parecer tontas y manipular a los chicos con palabras subidas de tono, una cosa divertida y fácil de hacer.

Aunque era divertido bromear sobre eso con los nuevos.

-         ¿No quieres follar una noche conmigo? –dijo Kitty a punto de echarse a reír, la chica estaba intentando mantener la compostura de todas las maneras humanamente posibles-.

-         No, la verdad. No me junto con putas. –dijo el tal Louis. Cosas peores le habían dicho como para reírse de su insulto-. Si por mí fuera, el VIH se mantendría fuera de mi espacio vital.

En ese momento me miró, tenía unos ojos azules que, literalmente, me quitaron la respiración de golpe. Me quedé allí parada, sin saber qué decir durante un segundo mientras él me miraba con una mueca de disgusto.

Yo solo le miré a los ojos y mi corazón empezó a latir descompasado por primera vez en mucho tiempo y, unos segundos después, recordé que tenía que respirar tarde o temprano. Kitty no se había dado cuenta de las piedras preciosas que se ocultaban detrás de esas gafas, aunque me alegraba de alguna forma.

Esa sensación de estar desconectada del mundo exterior, duró unos pocos segundos antes de darme cuenta que la mirada de Louis todavía estaba puesta en mí y, que yo, no había quitado la mirada de sus ojos.

Momento incómodo.

-         ¿Enserio? –dijo mirándolo como si, literalmente, tuviera tres cabezas. Entonces se percató de mi presencia, la cual estaba callada y sin dar ni un solo signo de vida. Sonrió maliciosamente, esa era una mala señal-. ¿Y con July?

En ese momento quería gritar algo como “¿Estas de coña? ¿Quieres que me acueste con él? ¿Se te han ido los implantes a la cabeza?”. En verdad, ni llevaba implantes, pero no me gustaba que me incluyera en sus intentos de emparejamiento espontáneos.

-         ¿Ella? –dijo él mirándome de pies a cabeza, yo le sonreí de lado y rodé los ojos, esa chica nunca pararía, aunque estuviera un poco bloqueada por el chico, lo podía notar-. No.

Te amo por decir eso, en serio. Pensé.

-         Que poco entretenido eres, en serio. –dijo Kitty riendo y dejándome sola con el chico, el cual me miraba intentando descifrar lado, lo sabía por su mirada-.

Manipular era una palabra muy fuerte para lo que yo hacía. En verdad, no me gustaba nada, solo jugaba a ser mala durante un rato. Era excitante. Ser una de las animadoras te obligaba a hacer este tipo de cosas.

-         Me tengo que ir de aquí –masculló Louis, me apresuré a cogerle del brazo y pararle, no quería que Kitty me diera una charla sobre “ser una animadora es ser sexy con todo el mundo”-.

-         Siento la espontaneidad de Kitty –dije en serio-. Es una tradición, creo. En realidad es buena chica, aunque un poco acosadora a veces –reí por la cara que puso-. Puede que no lo creas, pero pocos rechazan nuestras propuestas –dije mintiéndole, la verdad es que a Kitty no la rechazaba nadie-.

Había dicho “¿Quieres follar conmigo una noche?” dos veces en lo que llevaba en el juego, y ninguno de ellos me dijo que sí, seguramente fue porque me estaba riendo en su cara por lo que había dicho unos segundos atrás.

¿Quién sabe?

-         ¿Así que también eres una de esas putas? –dijo alzando una ceja-.

-         Solo digo que me gusta divertirme y sentirme libre todo el tiempo, es como si me gustara volar, es normal para mí –dije alzando un poco las manos en señal de que era inocente-.

Él bufó y rio un poco, no sé qué gracia tenía lo que había dicho, pero al parecer él la había encontrado. Cuando al fin dejó de reírse de mí (o eso creía que hacía), literalmente, empezó a negar con la cabeza.

Me estaba preocupando su estado mental en ese momento.

-         Me sorprendes –dijo sonando sincero-. No creí que una animadora supiera ni contar hasta diez. Me reconforta saber que este mundo no está totalmente perdido, ahora creo que si tu estado mental no empeora, estaremos bien –dijo empezándose a girar, pero lo volví a agarrar del brazo, lo que había dicho no  me había herido mucho, a veces hasta yo me preocupaba por eso-. A ver, “Miss Puta A Domicilio”. ¿Qué he hecho yo para que quieras hablarme? –dijo bufando otra vez en señal de cansancio. En ese momento, el hacerme la simpática fue una opción secundaria. Sentí como mi cara se empezaba a poner roja de la rabia. ¿Puta? ¿Yo? Sí, pero no de la manera que él se pensaba -.

-         Mira, Louis, sé que eres nuevo, pero, créeme, no te gustaría que precisamente yo decidiera darte la espalda –dije sonriéndole cínicamente-. No tienes ni idea de lo que puede pasar si esa situación pasara –le amenacé-.

-         No me importa si eres la Reina Isabel, no creo que seas tan importante como te piensas. Solo eres una animadora –me dijo moviéndose más cerca de mi cara, más de lo que me gustaría-.

-         No tienes ni idea.

Reí un poco por el chico. No tenía ni idea de quién era yo, aunque no me interesaba mucho que lo supiera, en realidad. ¿Destapar al mito del instituto sin siquiera acabar este? No, gracias. La mejor parte de ser animadora, era que podías ser lo que quisieras, aunque todas interpretaran el papel de “puta”. Yo solo quise ser la oveja negra del grupo.

¿Dónde estaba mi lado bueno ahora? ¿Dónde quedaba la chica que era un apoyo para sus amigas? Lejos. Muy lejos de donde la parte mal estaba reinando en ese momento.

Aunque sabía que mi parte buena recuperaría el control en algún momento, era cuestión de tiempo que ocurriera.

Me volví a sentar sin esperar ni una palabra de aquel chico. Miré a toda la cafetería cuando estuve sentada. Cada mirada, cada persona y cada palabra se centraban en mí y en mi última conversación, la cual, había sido en medio de una cafetería con decenas de ojos mirándonos a los dos.

Había  cosas que no entendía de ese extraño espécimen..

¿Desde cuándo no podía respirar al ver unos ojos azules? Había visto cientos de ellos. ¿Por qué había sido tan idiota en esa conversación? ¿En serio le había hablado de esa manera? ¿Dónde estaba mi inteligencia? Sí, era inteligente.

Hubo algo en él que me hizo recordar algo.

Algo que había olvidado mucho tiempo atrás, aunque solo fuera una suposición.

¿Quién e iba a decir que hoy sería un día interesante? Por lo menos tenía lo que quería: un poco de entretenimiento en el infierno, algo que no pasaba muy a menudo. Este era el infierno más aburrido del mundo, aunque dudaba que hubiera más de uno.

Tenía la certeza de que Louis estaría en mi vida más de lo que estaba dispuesta a apostar. Aunque algo en mi interior gritaba cosas que en ese momento no podía entender, pero sentía que lo que me decía era una cosa bastante importante en ese momento. Algo que tendría que saber urgentemente.

¿Por qué tenía que sentir eso al ver los ojos de un chico que acababa de conocer? Nuestros mundos eran completamente diferentes, por sus comentarios así que ¿cómo había pasado?

Él, se podía decir que odiaba a las animadoras por alguna razón, pero algo me decía que tenía que saber la razón. Tenía que saber algo que Louis no me diría así como así. Algo que, en mi mente, parecía que nos conectaba a mí y a él de una forma extraña y, a la vez, casi sin sentido aparente.

¿Ese chico había estado parte de mi pasado y solo mi subconsciente lo sabía? No lo creía muy posible, aunque una parte de mí, me hacía creer que sí.

Una sensación en mi interior me hizo estremecer.

¿Quién era Louis Tomlinson?

Continue Reading

You'll Also Like

232K 9.9K 60
Niall y (tn)_ son mejores amigos y vecinos desde la infancia, (tn)_ esta enamorada de su mejor amigo pero el la ve como una Hermana o no? espero le...
42.3K 3.5K 68
Donde Harry es acosado por una chica vía mensajes de textos en el autobús. Copyright © All Rights Reserved.
262K 31.3K 80
✮ « 🏁✺ °🏆 « . *🏎 ⊹ ⋆🚥 * ⭑ ° 🏎 𝙛1 𝙭 𝙘𝙖𝙥𝙧𝙞𝙥𝙚𝙧𝙨𝙨𝙤𝙣 ✨ 𝙚𝙣𝙚𝙢𝙞𝙚𝙨 𝙩𝙤 𝙡𝙤𝙫𝙚𝙧𝙨 ¿Y si el mejor piloto de l...
82.9K 3.4K 41
¿Se han preguntado alguna vez que sería de One Direction en lugar de ser 5 integrantes fueran 6? ¿Y que si ese sexto integrante fuera una chica? ¿Ser...