Todos estaban en la sala de espera mientras Elliot entraba a cirugía en el Hospital Mercy. Olivia no podía dejarse de culpar por lo sucedido.
"Debí ordenarle que saliera. ¿Qué haré sin él? No se puede ir de mi vida otra vez" se decía ella con lágrimas en los ojos.
—Hey Liv, toma —dijo Fin entregándole un té a su amiga—. No te hagas esto... no es tu culpa —agregó sentándose a su lado.
—Debí sacarlo de ahí. Todos tenían sus chalecos... yo... yo no debí permitir que siguiera sin uno.
—Él no querría que te culpes por sus actos.
—Va a estar bien. Se tiene que poner bien... él... él lo dijo —susurró tratando de calmar sus lágrimas y levantándose de la silla—. ¡Oh Dios! Tengo que llamar a sus hijos. Ellos tienen que saberlo —caminó de un lado a otro preocupada por la reacción de los Stabler.
—Nosotros nos encargamos teniente —ofreció Carisi. Liv vio a Fin y éste asintió, como forma de decirle que él hablaría ya que lo conoce de hace mucho más tiempo y conoce a los hijos de Elliot.
Los minutos se estaban haciendo eternos. Todos estaban preocupados por la salud de Elliot. Había perdido mucha sangre. Tenía mucho tiempo dentro y nadie salía para dar información sobre su estado.
Los hijos de Elliot llegaron 2 horas después y seguía sin haber noticias de él. Todo estaba pasando tan rápido. Kathy no había llegado con ellos. Al parecer llegaría después y sus hijos la mantendrían informada. Al llegar abrazaron a Liv y esta seguía llorando aún más. Minutos después apareció Tucker.
—Olivia, ¿cómo estás? —preguntó preocupado por su pareja.
—Yo... sólo... es mi culpa —terminó de decir. Sólo pudo abrazarla y decirle que todo iría bien, aunque se sentía incómodo por como ella estaba sufriendo. Sabía que eran cercanos, amigos, compañeros por 12 años pero al verla así tan destruida sólo podía imaginarse que no era solo cariño el que sentía por aquel hombre, era mucho más que eso.
—¿Familiares de Elliot Stabler? —preguntó por fin el doctor dirigiéndose a todos.
—Nosotros —dijeron sus hijos al mismo tiempo.
—¿Cómo está él? —preguntó Liv limpiando sus lágrimas y parándose nuevamente de la silla, librándose de los brazos de Tucker.
—No quiero mentirles...
"No, no, no, él dijo que estaría bien y así no empieza una buena noticia" pensaba Liv volviendo a soltar pequeñas lágrimas.
—Ha perdido mucha sangre. La bala estuvo a punto de rozar una arteria del corazón. Perforó el pulmón. Las 24 horas siguientes son decisivas. Realizaremos una nueva transfusión de sangre.
—Yo... Él es de mi tipo de sangre, puedo donar —dijo ella con voz inaudible y nerviosa.
—Tenemos su tipo de sangre disponible pero pueden donar si desean —dijo el doctor retirándose de la sala de espera.
—¡Espere! ¿Podemos verlo? —preguntó Maureen, la mayor de los Stabler.
—Por el momento no. Ya les avisaré.
Liv estaba tratando de ser fuerte, de no llorar más pero después de lo que dijo el doctor no lo logró. Se fue a un rincón del pasillo, lejos de todos a llorar. "Tienes que estar bien" repetía ella para sí misma. No quería que nadie la viera. Tenía que tranquilizarse para regresar con todos.
—Hola Liv —dijo Kathleen acercándose.
—Lo siento...
—Él estaba feliz. Está feliz de estar aquí —se corrigió el "estaba" porque su padre va a estar bien se repetía también.
—Lo sé. Él lo dijo.
—Tú has hecho que mi padre vuelva a ser feliz —afirmó Kathleen, ella no sabía cómo reaccionar con lo que decía—. Y ahora tus lágrimas me demuestran que si algo le pasara estarías destrozada.
—Él va a estar bien —Kathleen la abrazó.
—Mi padre va a salir de ésta y podrán ser felices juntos —susurró mientras la abrazaba. Dejó sorprendida y a la vez conmovida a Liv.
La chica se retiró con sus hermanos para seguir esperando noticias de su padre.
Fin, Carisi y Amanda se habían retirado a investigar la procedencia del arma con que había sido herido Elliot ya que su Teniente había sido tajante y ordenado que averiguaran quién le había facilitado un arma a un esquizofrénico recién salido de un hospital psiquiátrico.
Los hijos de Elliot habían entrado a verlo unos segundos en terapia intensiva. Olivia se les acercó.
—¿Cómo lo vieron?
Los gemelos movieron la cabeza de forma negativa. Eli lloraba y los gemelos lo abrazaban. Kathleen estaba calmada y unas cuentas lágrimas bajaban por sus mejillas. Maureen era la más serena. Estaba siendo tan fuerte por sus hermanos.
—No se lo ve bien. Tiene muchos tubos y máquinas a su alrededor pero él es fuerte y se va a recuperar.
Olivia asintió.
—Lo sé, él va a estar bien —repitió, ya no sabía si era para convencer a los demás o convencerse ella. Los chicos Stabler la abrazaron nuevamente.
—Podemos decirle al doctor para que lo veas tú también —le dijo Kathleen.
—Gracias pero no sé si sea buena idea... las visitas están restringidas para cualquier persona.
—No eres cualquier persona Olivia —aseguró Elizabeth.
—Voy a hablar con el doctor para que entres —dijo Dickie dejando a sus hermanos.
—Sí, ve y dile que Liv es de la familia —dijo Maureen.
—Gracias por eso —estaba tan agradecida. Quería ver a Elliot y decirle que tenía que estar bien, que no la podía dejar de nuevo. Nuna pensó que los hijos de Elliot se portarían de esa manera con ella.
Olivia entró a la habitación de Elliot. Sentía tanta impotencia al verlo en esa cama de hospital conectado con tantos aparatos.
—Ell... tienes que ponerte bien —dijo y empezó a llorar nuevamente—. Por tus hijos Ell, por... por tu trabajo, por... por... por mi —susurró esto último—. Me lo prometiste. Dijiste que todo estaría bien. Debes cumplir con tu palabra —tomó su mano y creyó sentir que su mano se movía. "Está inconsciente Olivia. No puede ser" se dijo y salió.
Carisi y Rollins ya habían ido a arrestar a la persona que le vendió un arma a aquel psicópata que le disparó a Elliot.
Al caer la noche Tucker había convencido a Olivia para ir a la cafetería para comer algo. Ella solo pidió más café y agradeció su apoyo. Compró sándwiches y jugos para los hijos de Elliot, quienes no se habían movido de la sala de espera.
—No han comido nada desde que llegaron —les dijo Liv entregando lo que había comprado.
—Gracias —dijeron en una sola voz.
Después de comer apareció el doctor nuevamente por la sala de espera con una mejor cara.
—Les tengo buenas noticias.
A Liv se le iluminaron los ojos y saltó de donde estaba sentada con una leve sonrisa formándose en su rostro.
—El paciente ha evolucionado de manera excelente, de forma milagrosa.
—¿Podemos verlo? ¿Ya despertó? —preguntó Olivia sin poder contener su emoción.
—No, aún no despierta. Esta noche estará en observación y sedado, es probable que despierte mañana a primera hora pero está fuera de peligro —dijo regalándoles una sonrisa para tranquilizarlos—. Pueden ir a sus casas a descansar.
—Yo me quedo aquí, ustedes vayan al departamento de papá a descansar —ordenó Maureen a sus hermanos.
—No nos iremos de aquí —dijeron todos.
—Vamos chicos. Vinieron de viaje, de clases, Tienen que descansar un poco.
—Te llevo a tu departamento Olivia — ofreció Ed ya que todos se despedían para volver en la mañana. Había sido un largo día para todos.
—No me iré —dijo ella de forma tajante. No quería que se lo volviera a preguntar, no estaba en discusión separarse de Elliot estando en el hospital.
—Ya escuchaste al doctor.
—Gracias por haber venido Ed pero en serio, me quedaré —dijo ella despidiéndolo. No quería ser grosera y desconsiderada pero no se iba a mover de esa sala de espera.
—Chicos, ¿Sucede algo? —preguntó Olivia acercándose a los hijos de Elliot que al parecer discutían.
—Kathleen llévatelos ahora —dijo la hija mayor de Elliot
—Maureen quiere que nos vayamos al departamento de mi padre para descansar —dijo Richard.
—Pero nos queremos quedar —añadió Elizabeth.
—Mañana vienen temprano.
—Perdón que me meta pero es buena idea. Yo me quedaré por cualquier cosa —dijo ella interrumpiendo la discusión de los Stabler.
—Es bueno que también descanses Liv. Todos necesitamos descansar pero no quiero irme al departamento de papá sin él ahí —dijo Kathleen dulcemente.
—Vayan a mi departamento. Es pequeño pero estarán bien aunque algo incómodos —dijo Maureen.
—¿Sin ti? Estás loca, ahí estará Bill. Nos agrada pero no eres tú —dijo Elizabeth.
—Todos iremos a descansar. ¡¿De acuerdo?! Kathleen y Elizabeth duermen en la habitación libre. Dickie en el sillón —dijo Maureen quedándose pensativa, no contaba con Eli.
—¿Me vas a dejar en una casa hogar a mi? Me voy con Liv.
—Eli ella también tiene que descansar —refutó Maureen.
—No queremos molestarte Olivia. Ve a descansar —dijo Richard amablemente.
—No es molestia. Si no me quedo aquí puedo cuidar a Eli esta noche. Además su padre va a despertar en la mañana y se pondrá muy molesto si se entera que pasamos la noche aquí.
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