Roommates

By lualvarezb

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(Continuación de "Brothers") Cassie Reed tiene el corazón roto, o parcialmente roto te diría ella. Cassandra... More

Sinopsis
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 42
Capítulo 43
Capítulo 44
Capítulo especial 1
Capítulo especial 2
Epílogo
Agradecimientos

Capítulo 30

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By lualvarezb

El lugar era acogedor, el color beige en las paredes le daba un ambiente cálido. Las mesas eran de madera con un  toque rústico, las sillas era del mismo material que las mesas, pero con una almohadilla color borgoña en el asiento. Había luces blancas colgando alrededor, era casi mágico y secreto.

—Wow — miré a Harry mientras este se detenía a mi lado —Es hermoso.

—Y no muy famoso aun, lo cual lo hace perfecto— me guiño un ojo, sonreí, solo él podía encontrar lugares como ese.

Puso su mano en mi espalda, envió una corriente eléctrica a través de mi cuerpo.

Tomé aire, sus caricias se sentían familiares y reconfortantes, pero a la misma vez eran nuevas, eran de un hombre sin título en mi vida y a quien traté de olvidar por meses.

Nos sentamos en una mesa cerca de la barra, solo habían dos personas sentadas en ella, el resto de los clientes parecían encantados de estar en las mesas, aunque estuvieran solos.

—¿Qué te apetece?

—¿Qué me aconseja, gran conocedor?— yo jugaba con las manos sobre la mesa, aunque lo miraba a él.

—Pues...— pensó por un momento —Los croissant son una delicia recién hechos y el chocolate caliente con queso es un manjar de dioses— se encogió de hombros —Pero lo que elijas está bien, igual estamos aquí para darle una oportunidad— me sonrió.

Sabía que con esa oportunidad se refería a más que la comida, pero no iba a decirlo, yo me negaba a reconocer que una parte de mí quería descubrir lo felices que pudimos ser juntos.

—Buenos días, bienvenido a Pequeño Edén, mi nombre es Mel y hoy los estaré atendiendo ¿en que puedo ayudarlos? ¿Desean ver el menú o están listos para ordenar?— una chica nos sonrió, llevaba una libreta y un lapicero en las manos, usaba un delantal verde oscuro con el logo del local.

—Buenos días, yo quiero un pastel hojaldrado de jamón y queso— Mel comenzó a escribir rápido la orden de Harry —Y un café negro bien cargado, por favor— lo miré con la cabeza ladeada ¿por qué querría un café cargado?

—¿No durmió anoche?— la mesera preguntó con tono amable, parecía hacerlo más por cordialidad que por realmente estar interesada, aunque su pregunta servía para saciar mi interés.

—No mucho, andaba cuidando otros sueños— los ojos de Mel se dirigieron a mí y sonrió.

—¿Y para usted, señorita?— me gusto ser llamada señorita en vez de señora, crecer causaba crisis de identidad.

—Un croissant y un chocolate caliente con queso— no tuve que mirar a Harry para saber de la sonrisa de satisfacción en su rostro.

—Perfecto para el clima— terminó de escribir —En un momento traigo el pedido, permiso.

La observé retirarse, su pelo rubio en una cola de caballo, lucía profesional sin dejar de lucir linda ¿será el trabajo? ¿Debería yo conseguir uno? No me faltaba nada, pero a veces quiero comprarme cosas, como zapatos y ropa, por las cuales casi tengo que rogarle a mis padres. Mamá me entiende más que papá, pero con la cara y palabras indicadas logró conseguir colaboración de ambos.

Tenía el codo sobre la mesa, apoyé la cabeza en mi mano, tendría que consultar la idea con ambos bancos, más conocidos como: progenitores.

—Un penique por tus pensamientos.

Parpadeé y enfoqué mi vista al frente. Harry tenía la cabeza ladeada, y sus ojos verdes brillaban con preocupación. Pasó la lengua por sus labios llevando mis ojos directamente allí, estaban húmedos, listos para ser secados por mis resecos labios.

—Que poco ofreces, deja de ser tacaño— sus labios se extendieron y las comisuras se alzaron hacia arriba.

—Depende de que tanto sea para ti un penique— tomó mis manos entre las suyas —Puedes comprar un castillo con él o un chicle, depende de la realidad en la que estés— sus dedos acariciaban los míos, los delineaba.

Cada pelo sobre mi piel se levantó y ni el grueso abrigo el cual llevaba puesto evitó el escalofrío que me recorrió la espalda.

—En esta realidad no me alcanza ni para un paquete de galletas, pero ve aumentando la cantidad y tal vez cambie de opinión— alcé ambas cejas.

—Interesada.

—Solo en la comida.

Mel dejó una pequeña canasta de mimbre con mi pedido mientras pronunciaba la palabra "comida".

—Es lo único que importa— ella me apoyó, solo por ello se merecía una buena propina. Me guiñó un ojo antes de poner el chocolate al lado de la canasta. Harry fue el siguiente en recibir su comida.

—Gracias— dijimos ambos a la misma vez.

—No hay de qué, buen provecho— ella sonrió brevemente antes de retirarse con la bandeja.

Di un mordisco a mi croissant, cerré los ojos. La masa era suave y esponjosa, el sabor salado del queso le daba un toco de brusquedad entre tanta delicadeza, toda una delicia.

—Me he enamorado— dije tomando el vaso de chocolate en mi mano, esperando la misma satisfacción que con el croissant.

—Haber sabido antes que la comida era todo lo que tomaba para enamorarte— Harry se burlo mientras me veía beber.

Estaba caliente, pero no quemaba mi lengua, además de los pequeños trozos de queso en el interior, no podía creer que realmente funcionara la combinación, probablemente si lo hacía en casa no saldría igual, porque le echaría más queso del necesario o más azúcar, aun no logaba poner la medida exacta.

—Estaba pensando...— traté de iniciar una conversación casual.

—Siempre es bueno— le saqué la lengua.

—Como decía, antes de ser interrumpida— aclaré mi garganta —¿Hace cuanto estás aquí?— él alzó una ceja mientras bebía un sorbo de su café —Me refiero a Vancouver, solo hace una semana nos vimos por primera vez aquí, y me preguntaba realmente desde cuando estabas aquí, en la ciudad— me encogí de hombros y tomé otro sorbo de mi chocolate.

No quería demostrar cuanto realmente me importaba saber su tiempo de estadía, además de a donde había llegado o cómo exactamente había ido a dar con Bradley Clark, era bastante extraño que conociéramos a la misma persona, era casi como si el destino se empeñara en empujarme hacia él.

—Bueno— mordió su pastel — Casi un mes, llegué unos días después de año nuevo, quería ajustarme al cambio y esas cosas antes de comenzar a trabajar— se encogió de hombros como si no fuera la gran cosa.

—¿Y dónde estabas antes?— alzó una ceja, de nuevo —Me refiero a que es casi un mes aquí, y solo dos semanas en la casa de el señor Clark, no sé tú, pero a mi no me dan las cuentas.

>>¿Dónde estuviste los primeros días?— un mordisco más.

Él suspiró y miró a la mesa, sus manos jugaron un poco con el pastel hojaldrado en sus manos, arrancó un pedazo y lo  metió en su boca, masticó unos segundos antes de mirarme y responder.

—Mi papá tiene un amigo, quien tiene una propiedad aquí— arrancó otro trozo de comida y de nuevo lo masticó, sus ojos no duraban mucho tiempo mirando a los míos —Llegué allí, un apartamento genial, dos alcobas, renta baja, servicios incluidos y todo cortesía del señor Sullivan—  la comisura de su labio se alzó.

>>Hace unos meses había logrado convencerlo de ayudarme con el hospedaje, nunca le pido nada y no voy a mentir, use la culpa de padre ausente para convencerlo, además de que hice un trato, odie hacer lo que hice, pero realmente necesitaba su apoyo— alzó sus hombros con la vista en sus manos.

>>Una semana después de mi llegada, el señor Sullivan me llamó y dijo que no podía seguir pagando mi estadía y que debía volver a Londres— otro sorbo  de café, parecía como si tratara de prolongar lo más posible su historia, tal vez quería que yo dijera que no quería saber, pero no iba darle ese gusto, yo realmente quería cada detalle.

—¿Y?— lo insté a continuar.

—Y yo sabía que algo había pasado— me miró a los ojos y esta vez sostuvo la mirada —Mi mamá lo había convencido de quitarme el apoyo para hacerme regresar, le dio una serie de excusas, las cuales no entiendo por qué creyó y me quito el apoyo.

—¿Excusas?

—Razones, así lo definió ella.

—¿Cuáles razones?

Sus ojos se apartaron y una vez más estaban en la mesa, jugaba con sus dedos. Traqueó sus manos, suspiró y retomó la historia.

—Definió mi amor como un capricho, clasificó mis sentimientos con la misma facilidad que organiza los alimentos en la alacena— bufó —Al parecer por ser joven y hombre no sé identificar que siento, no sé lo que realmente quiero y solo tomó decisiones imprudentes.

Quería estirar mi mano y ponerla sobre las suyas, decirle que estaba allí, que lo apoyaba y lo entendía, pero evitaba hacerlo porque aun no sabía en que lugar estábamos, si realmente lo quería cerca. Además, sentía que la de las decisiones imprudentes era yo, dejar todo atrás porque un hombre me rompió el corazón, muy madura.

—¿Qué fue lo que hiciste, que no querías hacer, para que el señor Sullivan aceptara pagar tu estadía aquí?— cambié de tema, tratando de aligerar el ambiente.

—Creo que prefiero hablar de las razones de mi mamá— hizo una mueca.

>>¿ Por donde empezar?— rascó su nuca —¿Recuerdas diciembre?— asentí, aunque no sabía si se refería a estar en el auto conmigo —No, no fue lo del carro, realmente ello lo hice queriendo, demasiado diría yo.

Tape mi rostro al sentir como se calentaba, no pude evitar reír, era como si me hubiera leído el pensamiento, además imágenes no aptas para todo publico comenzaban a aparecer en mi mente.

>>Bueno si recuerdas diciembre, en Londres, en una boda de dos personas con quienes compartimos ADN, yo parado al lado del novio ¿lo recuerdas?— asentí.

¿Cómo olvidarlo? Por un momento me sentí engañada, traicionada lo definiría mejor, además de que solo quería dormir y Luke no me dejaba.

—Acepté ser el padrino a cambio del pago de mi estadía aquí— sus manos se convirtieron en puños —El señor Sullivan ha incumplido el trato, pero mientras su princesa sea feliz no importa, además de que no quiere estar en el lado malo de la madre de su princesa— sus cejas estaban fruncidas y sus labios apretados.

>>Se siente como si me hubieran dado la espalda— agitó su cabeza —¿Quién diría que los primeros en clavarte el puñal son tu familia?

—¿Solo hablas con Ian?— él asintió — Lo siento, suena a que te he ocasionado muchos problemas.

Una parte de mí se sentía mal por él, por lo que le sucedía y por no tener un buen sistema de apoyo en el momento, pero no podía evitar tener una parte de mí, la cual realmente estaba feliz de que haya sido el padrino solo para conseguir algo, no porque realmente quería ser parte del día especial de esos dos. Sabía que no era bueno odiar o desear el mal, mi corazón aun no entendía las razones de quienes destruyeron mi relación amorosa, bueno, la verdad, ni siquiera mi cerebro las entendía.

—No lo has hecho, no puedes influenciar su decisión de no apoyarme— pasó una mano por su pelo —No, miento, eso no trataba de ser apoyado o no, eso trataba sobre el control que tenían sobre mí. Es una mierda, pero todos creen poseerte solo por tener dinero y darte un poco de él.

No pude resistirlo más. Estiré mi mano y la puse sobre una de las suyas, la apreté, quería que fuera consciente de que estaba allí para él, incluso si solo era alguien con quien podía hablar o sentarse en silencio y simplemente no hacer nada, necesitaba asegurarle que aunque estuviera enojado con su familia siempre había alguien para él.

Tomó mi mano entre las suyas, la apretó.

—¿Por eso terminaste con Bradley?

—Trabajo para él y se enteró que debía desalojar el apartamento, solo sabe a grandes rasgos que pasó, pero fue suficiente para ganar el ofrecimiento de un lugar en donde quedarme— se encogió de hombros —Es un buen hombre— podía sentir el peso de sus palabras.

—Si se le puede llamar así a ese imprudente y entrometido— hice mala cara —Pero me alegro de que sea tu jefe y te haya ayudado.

—Sí, además que es más económico y con más comodidades.

—¿Y cómo es eso?

—Solo me encargó de los alimentos, con la llegada de Ci ahora es más comida, pero ella también da dinero así que realmente no se siente el cambió.

—¿Y los demás gastos?

—Es su apartamento, así que solo paga impuestos y dijo que él se encargaría de los servicios, mientras nosotros llenemos la nevera y nos encarguemos de tener con que lavar, sin contar con su crema para afeitar especial— puso los ojos en blanco.

—Siempre supe que él debía tener algún secreto para ese cutis tan suave— Harry volvió a poner los ojos en blanco ante mi comentario.

 Acercó mi mano, la cual aun sostenía entre las suyas, a sus labios y la besó.

—Huele a queso— acercó la nariz a mi mano.

—¿Qué esperabas? Estoy comiendo queso.

—Pues esperaba el olor a chocolate si soy sincero.

—Tal vez la próxima vez— le saqué la lengua.

—Sí, me gusta la idea de una próxima vez— sonrió mostrando los hoyuelos en sus mejillas, se sentía como una eternidad desde que no los veía. Sus ojos brillaron y fueron más verde de lo normal, lucía casi pleno.

Terminamos de comer en un silencio cómodo, deje que pagara, no me iba a oponer a un desayuno gratis. Aunque di un poco de dinero para la propina de Mel, tal vez mi corazón no estaba tan frío en invierno.

Sostuvo la puerta dejándome pasar primero, dije un rápido gracias antes de salir. Estaba nevando, unos cuantos copos de nieve comenzaban a caer en mis hombros.

—Me voy a congelar.

—Exagerada, me tienes a mi para entrar en calor— mi respuesta fue poner los ojos en blanco y sonreír.

>>Vamos, te llevare a casa— me ofreció su mano.

La miré, movió los dedos rectificando su invitación. Suspiré y la tomé ¿Qué podía salir mal? Era solo tomarse las manos ¿no?


Entonces... ¿Pequeño Edén?.. peculiar

¿Harry contando todo?

¿Harry viviendo con Bradley por falta de apoyo?

¿Los sentimientos de Harry siendo clasificados como si solo fuera comida que se guarda en la alacena?

¿Harry y Cassie cogidos de la mano?

Recuerden los 7 comentarios de 7 personas diferentes para el siguiente capítulo, en el anterior se tardaron...

Lu fuera, Paz.

Instagram: deeplittlething

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