La entrevista de trabajo estaba pactada a las nueve, pero llevaba levantada una hora y recién el reloj marcaba las 7.30... Me di una ducha y me puse la ropa que Caro separó para mí... se resumía en un pantalón de vestir negro, zapatos de tacón medio, una camisa bordó con un pullover cuello V en color crudo.
Tomé un taxi porque no quería llegar tarde y esperar el colectivo era incierto. Cuando bajé contemplé el edificio que podría ser mi nuevo lugar de trabajo y suspiré hondo. Luego empujé la puerta para entrar. Había un escritorio con una joven sentada detrás, tenía un gafete con su nombre: Tamara Cristaldo.
- Buenos días, tengo una entrevista laboral, mi nombre es Clara Rigotzi – le dije con el tono de voz más tranquilo que me fue posible emitir.
- Tome asiento y espere un momento señorita – dijo luego de fijarse en una planilla donde había varios nombres subrayados con resaltador fucsia, buscó el mío y lo subrayó al igual que los otros. Luego llamó por teléfono y anunció mi llegada.
Me senté en una de las sillas que me había indicado, la sala estaba vacía y me pregunté dónde estarían todas las personas cuyos nombres estaban resaltados. Acomodé mi cartera con las cosas que había llevado en mi falda y esperé. El reloj de pared del lugar marcaba las 9.25.
Tamborileaba mis dedos sobre la cartera impaciente cuando una puerta cerrada delante de mí se abrió y apareció una mujer alta y esbelta, llevaba un pantalón acampanado de colores vivos, una camisa blanca y un collar de cuentas de colores. Un par de lentes con marco grueso y negro que ocultaban en parte unos brillantes ojos verdes.
- ¿Clara Rigotzi? – preguntó mirándome por encima de sus gafas, yo me puse de pie
- Sí, soy yo – dije caminando hasta ella.
- Adelante por favor.
Se hizo a un lado y me dio espacio para ingresar a una preciosa oficina, pequeña, cuyas paredes estaban pintadas de color verde manzana hasta la mitad y luego blanco, había cuadros con figuras geométricas, también un par de plantas y una ventana con cortinas también verdes. Digamos que se sentía como estar en un vivero o algo así, nada que ver con la decoración aburrida de la oficina donde solía trabajar la muchacha de Recursos Humanos de mi ex trabajo.
Señaló una silla para que tomara asiento y ella lo hizo en otra colocada del lado contrario al escritorio. Mis manos sudaban y ella sonreía.
- Bueno querida, tu currículum es fantástico. ¿Por qué te fuiste de tu trabajo anterior?
Si decía que había sido por problemas con el jefe sería jugarme en contra y no estaba dispuesta a que la sombra de Max arruinara mi futuro.
- Quería algo más que escribir columnas de moda y maquillaje... no es que fuera un mal trabajo, pero me he perfeccionado para poder escribir sobre economía....
- Pero en tu Currículum pones que habías comenzado en esa sección. – Asentí con la cabeza.
- Pero mi sitio oficial era la columna de moda y no me estaban pagando por el trabajo extra.
- Ah... ya veo...
Pareció satisfecha con mi respuesta, aunque sabía que no había sido justa con lo que había dicho. Luego de algunas preguntas más, la mujer me sonrió y me dio la típica promesa de que me llamarían. Entonces supe que quizás moriría esperando aquel llamado.
Volví a casa cansada y dejé todo sobre la mesa, me saqué la ropa y me desplomé en la cama. Abracé la almohada y sin darme cuenta me quedé dormida.
Cuando desperté eran las 3 de la tarde. Me levanté e improvisé un almuerzo con fideos y manteca. Sé que irán a parar directo a mi culo gordo pero en este momento no tengo ganas de pensar en nada más que boicotearme a mí misma por ser incapaz de salir airosa de una entrevista de trabajo.
Mi teléfono tenía tres llamadas perdidas y un mensaje en el buzón de voz que escuché de mala gana. Era de Lucas.
"Hola Clara, ¿cómo estás?, soy Lucas, te llamaba para recordarte la invitación que Ana y yo queríamos hacerte para cenar una noche de éstas, llámame y programamos la fecha."
Le devolví la llamada y acordamos que la cena sería ese sábado. Me preguntó cómo iba con la búsqueda de trabajo y le conté lo de la entrevista sin aclarar que no tenía esperanzas de que me llamaran, se alegró por mí y me dijo que cuando habláramos el viernes tenía algo bueno para proponer.
Cuando Rodri llegó de trabajar le dije que Gaspar había propuesto cocinar para los cuatro esa noche y al principio no le gustó mucho la idea, pero cuando le dije que Gaspar era chef y trabajaba en un restaurante cinco estrellas, se mostró más dispuesto a conocer al "cuñadito".
Llegó un poco antes de las nueve, me había dicho qué cosas necesitaría para cocinar y yo me había asegurado de que todo estuviera listo en la cocina para él.
- ¿Quieres que sea tu asistente de cocina? – le pregunté con una sonrisa mientras él examinaba las cosas en la heladera.
- Bueno... - contestó distraído y supuse que no había escuchado lo que le dije.
- ¿Estás seguro?
- Sí, puedes traer una silla y sentarte en ese rincón mientras yo cocino – lanzó una carcajada cuando le arrojé una planta de lechuga a la cara. – Está bien, puedes ayudarme a cocinar...
Lo dijo resignado pero me dispuse a sorprenderlo con mis dotes de cocinera. Convengamos que rallar zanahoria y picar verduras no es tan difícil.
- ¿Amor?
- ¿Sí? – me dijo mientras controlaba el horno.
- Lucas, mi ex compañero de trabajo, y su esposa me invitaron a una cena en su casa el sábado, ¿quieres venir conmigo? – Ya había cometido el error de no contarle sobre la cena anterior que gracias a Max había sido un completo desastre.
- ¿Este sábado? – me miró y yo asentí con la cabeza – No puedo... este fin de semana tengo que trabajar y me toca a la noche. Lo siento princesa, no puedo acompañarte.
Me encogí de hombros y le dije que no había problema, pero en realidad me hubiese encantado que fuera...
Durante la cena Victoria y Gaspar conversaron ávidamente bajo la mirada observadora de Rodrigo, que si bien le había dado el visto bueno a la carne de cordero que había preparado Gaspar, no lograba convencerse completamente de él. Ellos lavaron los platos mientras yo me despedía de mi rey mago que debía levantarse temprano para trabajar. Sabía que Rodrigo y Vicky dormirían en casa esta noche y aún no me acostumbraba a la idea de que mi hermano supiera a ciencia cierta que yo ya no era virgen.
Mientras esperábamos el ascensor para bajar, Gaspar me tomó entre sus brazos y me levantó unos centímetros del suelo.
- ¿Estás segura de que no quieres venir conmigo a casa? – me dio un beso en los labios y luego en el cuello, sabía que era mi punto débil.
- No seas injusto – le dije entre risas – debes irte y yo debo quedarme en casa... mañana prometo que...
No pude terminar la frase porque me calló con un beso en los labios, justo cuando el ascensor se detuvo, Gaspar conmigo aún en brazos y entre risas abrió la puerta. Ahí estaba Federico mirándonos.
- Hola Clara – dijo con una sonrisa en los labios y yo sentí mis mejillas arder. Le di un apretón a Gaspar en los hombros para que me bajara.
- Hola Fede... - Aún sentía el calor en mis mejillas – él es Gaspar, mi novio – dije en un susurro mientras apretaba los labios.
- Hola – dijo mi rey mago con una sonrisa y extendiendo la mano que Fede tomó de buena gana.
- Encantado Gaspar... soy vecino de Clara, del octavo.
- Igualmente.
Continuamos el viaje hasta abajo en completo silencio mientras nuestras manos estaban entrelazadas y al salir, cuando Gaspar se estaba subiendo a la moto para irse me miró a los ojos.
- ¿Por qué te pusiste tan nerviosa? – preguntó mientras se colocaba el casco.
- ¿A qué te refieres? – me hice la estúpida pero entendía exactamente a qué se refería.
- Cuando tu vecino nos saludó en el ascensor. Te pusiste roja como un tomate y no hacías más que mirar el suelo.
- Bueno.... Fue incómodo que nos viera besándonos y en medio de risas cómplices...
- Me encanta que seas tímida Clara – me dio un beso en la nariz. – Hasta mañana princesa.
Se despidió de mi que lo vi partir en su moto. Cuando regresé al edificio y entré para volver a tomar el ascensor, Fede estaba parado esperándolo con una bolsa que tenía una botella de cerveza que había bajado a comprar. Me miró y sonrió.
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Hola "Valeamigos" jijijijijiji cómo están?... estoy haciéndome el tiempo para publicar pero no se si pueda hacerlo todos los días... empiezan las clases de nuevo :(...
Les mando muchos besitos... No olviden dejar sus comentarios y su estrellita *.*
Val ♥