Por primera vez después de tanto tiempo volví a sentir la enorme pesadez de despertar e ir a la escuela. Últimamente me levantaba alegremente con la enorme motivación de ver esa hermosa sonrisa, pero ahora ya no había algo por lo cual despertar animadamente. No hay tiempo que no llegue ni plazo que no se cumpla y a pesar de que deseaba con todas mis fuerzas simplemente desaparecer de la faz de la tierra, tenía que enfrentarme con la realidad y los hechos.
Me aliste para en pocos minutos encontrarme frente al aula de clases. Cuando entre vi que la mayoría de alumnos ya se encontraban en sus respectivos asientos incluyendo a Steve, que en estos momentos se hallaba rodeado de varios alumnos platicando alegremente. Sentía los nervios a flor de piel, ya que la última vez que lo había visto le confesé abiertamente un montón de cursilerías completamente ridículas. La verdad es que no sé cómo es que fui capaz de hacer todo aquello, el simple recuerdo me traía mucha pena y vergüenza. Vi como sus ojos se posaban en mí y después de unos segundos fue que me dedico una sonrisa. No era una sonrisa como las que yo conocía, era una sonrisa un tanto forzada ¿incomoda? Probablemente. Sentía que me estaba saludando por simple compromiso y eso solo hacía que mi corazón se hiciera más pequeñito. Pero él no tiene la culpa de nada, yo fui bastante precipitado y no quería que él se sintiera mal por haberme rechazado. Fingiría delante de él que no me había afectado y seguiría como si nada, no volveremos a ser tan cercanos pero tampoco quería que este ambiente tan mas incomodo e intenso se presentara cada vez que nos veamos. Respondí su gesto con naturalidad y fui a sentarme a mi butaca. Pepper me veía un tanto curiosa por la situación, sin embargo, no me cuestiono absolutamente nada y me saludo casualmente sin siquiera tocar el tema.
El profesor al momento de entrar tomo asistencia para después llamar a cada una de las parejas al frente para que hablaran un poco sobre el tema que habían investigado. Era como una pequeña presentación en la que introducíamos nuestro proyecto final a la clase. La mayoría de la clase se pasó escuchando a los demás alumnos acerca de su trabajo y extrañamente nosotros fuimos los últimos nombrados. Sin expresión alguna me levanté para ir al frente junto con Steve y de una vez por todas terminar eso que nos había unido en un principio. El profesor hablo primero, dando una inesperada presentación.
—Primero que nada quiero que todos le dediquen un fuerte aplauso este par, ya que sin duda fue uno de los mejores proyectos que he tenido la dicha de calificar. A pesar de que escogieron un tema que probablemente no es muy bien visto en la sociedad, supieron como redactarlo a la perfección y abarcar todos y cada uno de los puntos que yo pedía e incluso se adentraron a mucho más al agregar datos bastante interesantes. Sin duda su trabajo fue el mejor de todos y gracias a ello no tendrán que hacer examen final ustedes dos, los felicito de verdad —expresó el profesor dirigiéndose a nosotros con orgullo, después se pudieron escuchar los aplausos que el profesor había pedido hace unos instantes. La verdad es que todo esto era bastante inesperado, sé que nuestro trabajo estaba en excelencia, pero no creí que el profesor lo reconociera enfrente de toda la clase. Volteé a ver a Steve que se encontraba con un notorio sonrojo en su cara, cosa que no me extrañaba gracias a su personalidad. "Adorable" pensé, pero inmediatamente me reprendí a mí mismo al pensar aquello ya que si quería dejar de amarlo debía de empezar por algo—. Tengo que confesar chicos que no pensaba que ustedes pudieran convivir armónicamente, pero aquí se encuentra la prueba de que estaba completamente equivocado —finalizó el profesor a la vez de que alzaba nuestro trabajo.
"Gracias profesor" fue lo único que dijo Steve sin dejar de lado sus mejillas rosadas. Yo me aclare la garganta para después comenzar la introducción a nuestro tema que eran los asesinos seriales. Aunque sea un tema algo sádico, es bastante impactante e interesante, ya que cuando mencioné el tema vi como todos dejaban de lado sus tareas y cuchicheo para ponerme atención, cosa que no había pasado con anteriores proyectos ya que algunos temas en si eran bastante aburridos. A veces hacia pausas para que Steve continuara hablando acerca de cómo habíamos investigado cada uno de los subtemas que se relacionaba con ello. Toda nuestra habladuría era improvisada, pero era sencillo, ya que nosotros ya nos habíamos vuelto unos expertos en el tema. Finalicé cerrando con uno de los perfiles más famosos que habíamos investigado, ya que era muy impactante toda la historia que llevaba atrás y quería dar a conocer lo que me había causado conmoción al momento de estar trabajando. Una vez acabando fue que pude escuchar nuevamente los aplausos. Justo cuando me dirigía a mi asiento sentí como Steve me tomaba por el brazo y se acercaba a mí.
—Buen trabajo Tony —susurró cerca de mí con ahora sí, una sincera sonrisa. Maldita sea este hombre es imposible. Yo me limité a asentir con mi cabeza a la vez de que me soltaba de su agarre rápidamente para poder sentarme en mi lugar.
La cercanía con él me abrumaba, nublaba mi mente y descontrolaba mis sentidos. Fue ahí que reafirme el mantener mi distancia hacia Steve por ahora, no era bueno para mi corazón tenerlo cerca y mucho menos después de lo ocurrido. Agradecí el que las cosas se hubieran dado en este tiempo, ya que el proyecto estaba terminado y no tenía por qué seguir quedándome con Steve después de clases a solas. Eso en estos momentos era algo bueno para mí, si no ni siquiera sé cómo hubiera lidiado con el asunto.
La clase termino y yo pude ver como Steve se levantaba para después salir del salón. Recordé el como antes a esta hora se acercaba a mi asiento a platicar. Con mi confesión y el proyecto terminado iban a cambiar bastantes cosas de ahora en adelante, de eso estaba seguro. Supongo que tenía una mirada algo triste en mi rostro ya que Pepper comenzó a sobarme un hombro con delicadeza a la vez de que me dedicaba una sonrisa un tanto noble. Yo simplemente sonreí forzadamente por su gesto, tenía que seguir adelante y no quería que mis amigos se siguieran preocupando por mí.
En todo el día no volví a ver a Steve y fue ya cuando finalizaron mis clases que escuche como mi celular sonaba, sin ver quien llamaba contesté con simpleza.
—¿Bueno?
—Hey Tony, soy Bucky ¿llevas prisa? —habló la voz al otro lado de forma un poco ansiosa.
—No ¿por? —pregunté sintiendo curiosidad al respecto.
—¿Me podría reunir contigo?
—Si está bien ¿te parece si te veo en las bancas circulares que están a lado del gran árbol? —pregunté a lo que escuche como el asentía para después cortar la llamada. Aprovecharía a disculparme apropiadamente con él, ya que era algo que tenía pendiente y sin querer lo había olvidado.
Cuando me aproxime al lugar acordado pude ver que él ya se encontraba ahí esperándome. Ya estando frente a él salude casualmente para después comenzar dar mi discurso de arrepentimiento. Me sentía algo comprometido ya que en si él no era tan cercano a mí y cuando alguien te cuida en estado de ebriedad, de verdad sientes que les debes la vida.
—Escucha Bucky, primero que nada quiero disculparme por la fiesta del viernes. Tú no tenías ninguna obligación y aun así dejaste de divertirte gracias a mí. Fui un completo irresponsable y me siento mal por ello —dije a la vez de que desviaba la mirada y me rascaba la nuca, definitivamente tenia cruda moral y no era tan fácil de quitar a comparación de la cruda física. Después volteé mi mirada y vi que el sostenía una sonrisa ladina junto con una satisfactoria expresión
—No hay de que Tony, a todos les puede pasar —respondió sin quitar su sonrisa ladina y divertida.
—Bueno el caso es que no me gusta deberle favores a NADIE y obviamente te quedo debiendo uno enorme a ti no solo por cuidarme sino también por hacerte cargo de Pepper y llevarme hasta mi casa. Así que te lo quiero compensar, dime si hay algo que necesites del grandioso Anthony Stark, aquí estoy — finalicé dándole a entender que podía pedirme lo que quisiera, al fin y acabo se lo debía. Ante mis palabras vi como su sonrisa se hacía aún más grande sin apartar su mirada ni un segundo de mis ojos
—En ese caso, si hay algo que quiero pedirte —comentó de forma divertida, con que no me ponga a hacer ninguna ridiculez está bien—. Veras por eso mismo te hable, últimamente se me está dando muy mal la materia de cálculo integral y por ahí escuche que tú eres muy bueno, así que te quería pedir si podías quedarte conmigo después de clases para que me ayudes a estudiar —mierda, pensé. No es como si fuera difícil enseñar ese tipo de cálculos, pero definitivamente el quedarme estudiando no estaba en mi lista de cosas favoritas por hacer. A pesar de todo se lo debía y me lo estaba pidiendo de buena gana así que no había mas que resignarse.
—¿Todos los días? —comenté con un tono de fastidio en mi voz, dejando en claro que no lo haría toda la semana.
—Jajaja no te preocupes, solo los martes y jueves. Los demás días entreno y pues el viernes es para relajarse —dijo con una sonrisa a la vez de que se encogía de hombros. Era cierto, el también entrenaba futbol americano con Steve, por un momento lo había olvidado.
—Está bien, ¿y que no se te hace tarde hoy? Digo porque se supone que entrenas —comenté restándole importancia a mis pensamientos que ahora estaba inundados con Steve.
—Sí, pero quería hablar contigo antes —dijo para después pararse de su asiento y acariciar un poco mi cabello de forma tierna—. Nos vemos —finalizó para después salir corriendo en dirección hacia la cancha de futbol. Ese tacto había sido algo extraño a mi parecer, pero decidí restarle importancia. Por lo menos ahora distraería un poco mi mente y dejaría de estar atormentándome con pensamientos de Steve. Supongo que una clave para superar un rechazo es el mantenerte distraído y esas sesiones me podrían servir como distracción.
Ese día ya estando en mi casa fue que decidí el no atormentarme con pensamientos deprimentes, como dijo Loki, voy a salir adelante y sobre todo demostrarle a Steve que no me dejo caer solo por él. Todo cambiaria y con ello mi actitud y pensamientos, ya era hora de comenzar a ver las cosas de diferente forma y dejar las lamentaciones para después. Y si llegaba a deprimirme y decaerme, no dejaría que absolutamente nadie se diera cuenta, quiero que vean que puedo con esto y mucho más, que soy fuerte, sobre todo por mí y por mis amigos.