Verdad o reto

8K 625 412
                                    

Por fin llegaba el día viernes, terminando así la horrible semana que había tenido que pasar, sin contar claramente el lunes que fue el día que Tony vino a recogerme y me sentí prácticamente en el cielo. Le había comentado a mi mamá que probablemente llegaría un poco más tarde a la casa, ya que saliendo iría a casa de Nat a pasar el rato como ella ya me había dicho hace poco y como normalmente lo hace, simplemente asintió diciendo que me cuidara mucho en el camino de regreso. Obviamente no iba a tener oportunidad de hablar con Natasha el día de hoy ya que todos estarían presentes y sería extraño el robármela un rato para secretearle todos mis pecados, así que lo mejor sería que nos viéramos después, estaba seguro de que ella pensaba lo mismo al respecto.

Me había levantado antes de que mi despertador pudiera sonar, recorriendo toda mi rutina a una hora más temprano. No pude dormir del todo bien después de todo, así que no me importaba el llegar antes que todos al salón. Como era de esperarse solo se encontraba un grupo de tres en la esquina del aula, platicando vanamente mientras esperaban la hora en la que el profesor llegara. A pesar de que normalmente yo me acercaría con ellos a perder el tiempo entre una que otra conversación mientras pasaban los minutos, esta vez simplemente los salude de lejos para irme a sentar a mi asiento donde todos los demás lugares estaban completamente vacíos. Se me quedaron viendo un poco extraño, ya que eso no era algo que yo acostumbrara hacer (aislarme de los demás) pero no me preguntaron nada respecto a mi actitud y yo internamente lo agradecí. No tenía ganas de lidiar con nadie en estos momentos.

Cuando Tony llego me saludo cordialmente mientras me platicaba el como Capitán le estaba dando últimamente más problemas de lo normal. Cuando lo vi acercarse me puse bastante nervioso y sentí que mis manos me comenzaban a sudar, estaba internamente feliz pero conforme iba apreciando su rostro fue que ese sentimiento de re confortación en mí se fue perdiendo poco a poco. Sería raro el decir que no me lo esperaba, ya que después de nuestra última conversación no dejo ninguna duda respecto a ello, pero aun así había algo, algo diferente. No podía decir a ciencia cierta de que era de lo que se trataba, pero simplemente sabía que faltaba algo, faltaba esa característica chispa, ese brillo que resplandecía alrededor de su sonrisa. Obviamente yo fingía que no notaba ese cambio en su aura y le seguía la conversación con una sonrisa. No platicamos mucho, solo cruzamos unas cuantas palabras hasta que Tony se despidió a los pocos minutos para ir a conversar con una chica de cabellos castaños que lo estaba llamando al otro lado del salón.

No lo había pensado antes pero comparando al Tony que yo conocí en un principio, este Tony era muchísimo mas social y abierto con los demás. No sabía si las sonrisas que les dedicaba a los demás eran del tono sinceras por parte de él, pero aun así, se veía que el había hecho un cambio en su interior para dejar de ser aquel amargado que no quería saber nada del mundo exterior. No sabía si realmente eso era algo bueno para mí, ya que sin la barrera que Tony ponía entre él y los demás, poco a poco las personas se comenzarían a dar cuenta de lo increíble y grandioso que es, y lamentablemente al final, ni siquiera podría obtener un poco de su atención sin que las demás personas me lo quitasen y entre aquellas personas se encontraba el mismísimo Bucky, de eso estaba plenamente consciente.

Cuando menos me di cuenta el tiempo había pasado tan rápido, que ya estaba en las últimas clases para la salida. Natasha me había mandado un mensaje diciendo que todos nos reuniríamos en el gran árbol (un árbol imponente sobre los demás, a lado del jardín) y que me dirigiera ahí lo más pronto posible para no perder tiempo esperando.

Fue raro el no ver para nada a Bucky en ese trascurso de tiempo, ya que estaba seguro de que el había venido a la escuela pero extrañamente se había saltado las ultimas clases, lo más seguro es que anduviera vagando por los pasillos sin nada que hacer realmente. Cuando sonó el timbre de salida, tomé mis libros y materiales rápidamente para poder ser puntual a la hora de llegar en el punto de reunión. A mí no me gustaba para nada el llegar tarde y mucho menos dejar esperando a los demás por mí así que entre más pronto mejor.

Finding true loveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora