Celebración

8.4K 582 430
                                    

TE AMO TONY

Me quede completamente inmóvil, en shock. Esto a simples palabras era una utopía, si es que era real. Estaba boquiabierto y pequeños temblores invadían todo mi cuerpo, posé mi mirada nuevamente en Steve, que se encontraba parado frente a todo esa declaración de amor, buscándome con la mirada con algo de ansias. Mi corazón explotó, sencillamente explotó, no tenía más palabras para todo lo demás, sentía que en cualquier momento me iba a dar un paro cardiaco. Recordé esa frase que usan a menudo acerca de que la realidad superaba la ficción y si esto era verdad, definitivamente había sobrepasado cualquier tipo de sueño que mi mente pudiera haber creado. No podía, simplemente no podía contener toda la felicidad que aquellas únicas palabras provocaban. Pequeñas lagrimas se escurrieron por mis ojos y por primera vez en toda mi vida pude experimentar lo que era llorar de felicidad. A pesar de que trate de reprimirme para no verme tan jodidamente ridículo, naturalmente no lo conseguí ¿así que así se siente? ¿Así se siente el amar? ¿El ser amado?... era algo celestial.

Tape mi rostro con ambas manos mientras trataba de parar las malditas gotas de agua salada que salían por mis ojos. Instantáneamente Loki me sacudió fuertemente despertándome de mi trance.

—¡¿Qué estas esperando imbécil?! ¡Ve ahí abajo! —gritó exasperado mientras que Pepper y Bruce asentían del todo enternecidos y con una amplia sonrisa.

Yo les eché una última mirada a los tres, eternamente agradecido, para ponerme en marcha y correr por las escaleras a todo lo que daban mis piernas para llegar a donde Steve me estaba esperando, aunque por haber estado tan concentrado en los pasos que daba en las escaleras para no caerme no me di cuenta que cuando llegué al campo Steve ya no se encontraba ahí. Rápidamente fui a donde Natasha mientras la bajaban en un salto que yo ni en toda mi vida podría hacer.

—¿¡Donde esta Steve?! —pregunté alterado mientras veía como la mascota también se acercaba a nosotros y se quitaba la cabeza con ambas manos dejando ver a nada más ni nada menos que—. ¡¿Clint?! ¡¿Qué estás haciendo ahí?!

—No es tiempo para preguntas sin importancia Stark, Steve se fue a buscarte, corrió para esa dirección —habló Clint dentro de aquella graciosa botarga y apunto a la entrada donde en un principio habían salido los equipos.

Les agradecí algo apurado para correr a donde me habían dicho. No fue tan difícil encontrarlo, había tenido muy poco de haberse retirado y estaba en uno de los corredores que se encontraban del todo solos a causa de que todos estaban en el estadio. Cuando menos sentí ya tenía la espalda de él en mi vista y al parecer sintió mi presencia, ya que detuvo su andar sin siquiera avisarle y lentamente se fue volteando para dejarme ver su magnífico rostro.

—Tony siento si te incomode, fue demasiado ¿cierto?, es mi culpa por ser tan ostentoso, ni siquiera pensé en que te sentirías obligado a resp...—se veía muy nervioso y con trabajos pude entender sus palabras ya que hablaba demasiado rápido, pero yo me encargué de detener todas esas frases sin sentido, colgándome de su cuello para alcanzar sus labios y depositar un deleitable beso que tardo solo un poco en ser correspondido.

Delicioso, era cierto que ya había probado los labios de Steve con anterioridad, pero esta era la primera vez que nos besábamos de verdad, porque por primera vez ambos nos correspondíamos y ambos movíamos nuestras bocas de tal forma que encajaban a la perfección, el uno con el otro, haciendo que todo a nuestro alrededor desapareciera enteramente y que a cada movimiento mi mente se vaciara por completo, solamente disfrutando el momento, en el presente. Sentí como el pasaba sus brazos alrededor de mi cintura y me pegaba a su cuerpo aún más, sin despegar nuestros labios ni un segundo pero tampoco convirtiéndolo en algo pasional. Yo Anthony Stark había probado sin fin de labios y experimentado varias clases de besos, algunos muy expertos y otros no tanto, sin embargo, ninguna clase de sabor ni ninguna clase de experiencia se comparaba a la de estos instantes. Ninguno de los dos nos queríamos separar, pero conforme pasaron los segundos fue algo necesario. Pausadamente fuimos deshaciendo nuestro contacto pero solo nos separamos un poco, sin mantener demasiada distancia entre nuestros rostros y conectando nuestras miradas anhelantes por el alma del otro.

Finding true loveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora