Las chicas que nos llamamos Clara Rigotzi este año cumplimos veintisiete años; mejor dicho, cumplimos veintisiete dentro de -déjenme pensar, no soy buena en matemáticas-... dieciséis días, lo que vendría a ser igual a 348 horas o 23.040 minutos o 1.382.400 segundos (o eso creo).
Las chicas que nos llamamos Clara Rigotzi amamos el chocolate. Pero no cualquier chocolate, el chocolate con leche, con ese brillo especial y ese olorcito delicioso que invade las fosas nasales de cualquiera; y también amamos el café por las mañanas, café negro con un chorrito de leche tibia, y el olor al pan recién hecho o la comida de mamá.
Las chicas que nos llamamos Clara Rigotzi, formamos parte del 0.00000000001% de la población femenina mundial que llega a los veintisiete años virgen. Porque seamos realistas, no voy a perder la virginidad dentro de 348 horas, 23.040 minutos o 1.382.400 segundos.
Además, las chicas que nos llamamos Clara Rigotzi nos enamoramos de idiotas. ¡Mierda!, ¿por qué tuve que formar parte de las «Clara Rigotzi»?