Me quede petrificado, si en algún momento había la más mínima duda de toda esta locura, ya no más. Era increíble, estaba presenciando todo lo que ocurrió un día antes.
Me vi tendido en el piso totalmente empapado y escuchaba como Kym tocaba a mí puerta tal y como ella lo había contado.
Según lo que ella me relato. Un día antes Kym escucho todos los ruidos que hice y nunca le abrí la puerta, aparentemente porque ella pensó que yo estaba molesto, ya sea por la bofetada que me propino o quizás por cerrarme la puerta en la cara después del empujón, esto cuando evite que la arroyara el automóvil.
Mientras Kym tocaba la puerta una idea comenzaba a seducirme. Modificar lo que Kym me contó. Ella dijo que después de tocar tanto tiempo la puerta se fue molesta ya que nadie abrió ¿Qué sucedería si yo le abro la puerta?, es decir, solo alterar un poco todo lo que me contó, es más, ni si quiera dejarla pasar, solo abrirle y charlar con ella, decirle que estoy bien y que ya no estaba molesto. Después de todo ¿Qué es lo peor que podría pasar?
Además, no quería sentirme como un títere a merced del destino. Quería ser yo quien decidiera qué y cómo hacerlo. Controlará al tiempo y no el tiempo a mí. ¿Por qué dejar que las cosas hubieran sucedido exactamente como lo contó Kym?
Trague la poca saliva que quedaba en mí boca. Las emociones eran ya demasiadas.
Avance poco a poco hacía la puerta, toc toc toc, - Seguían golpeando, revise por la mirilla una vez más. - A la mierda – Me dije.
Acto seguido abrí la puerta de par en par. Salí e inmediatamente y puse llave por fuera.
- Vaya, hasta que se te dio la gane abrirme y veo que no quieres que entre verdad Jonh. Eres el más tonto, presumido, y sobre todo engreído que he conocido- Dijo Kym, al tiempo que me daba pequeños golpecitos en el hombro.
- ¿Viniste hasta aquí solo para pelear Kym? - Pregunte en tono amable pero molesto.
- No, tienes razón lo siento, pero ¿por qué pones llave, acaso tengo cara de delincuente? Ni si quiera te iba a pedir que me invitaras a entrar, hummm.
- Vamos por una hamburguesa, te contaré en el camino- Le dije.
Además, sabía que ese tipo de comida chatarra le encantaba y era una buena oportunidad para alejarla de allí, de un Jonh Gleen que yacía inconsciente en el piso de mi cocina.
- Genial, hasta que dices algo sabio. Vamos, tenemos mucho de qué hablar
En el camino para cenar aun pasaban muchas cosas por mí cabeza, como es lógico no me creía que realmente estuviera viviendo una noche en el pasado. El solo hecho de pensar que lo que estaba viviendo, platicando y escuchando ya había sucedido, ponía mis emociones al límite. ¿Hasta dónde podía modificar las cosas? No pasaría mucho tiempo para descubrirlo, pero eso aún no lo sabía.
- Jonh ¡responde! - Grito Kym.
- Lo siento estaba pensando en algunos problemitas, iba un poco distraído.
- No me digas Jonh, sí que eres muy extraño.
- Lo siento Kym, ¿qué me decías?
- Te pregunte que ahora que tienes $ 10,000 dlls ¿en qué los gastarás?
- No lo sé realmente, además no son $ 10,000 dlls, son $ 8,000 dlls. Tú me ayudaste ese día lo olvidas. Así que en parte el reconocimiento también es tuyo. 2,000 dlls son tuyos.
- Jonh, no digas tonterías, además ellos eran tus clientes, yo solamente te ayude a agilizar un poquito todo. Lo más probable es que tarde o temprano terminarías vendiendo de igual forma.
- No lo sé Kym, ya no lo sé. Últimamente pienso que a veces el destino tiene todo planeado, aunque si no los quieres está bien.
- Ñuumm. Claro que los quiero, en especial ahora que estoy en la cuerda floja en la empresa. Si me quedo sin trabajo ese dinero me hará mucha falta.
- Uo, uo, uo. La condición para que te de $ 2,000 dlls es que regreses a trabajar. No quiero facilitarte tu salida de la empresa, tómalo o déjalo.
- Pero, pero, Jonh tendré que tirar los cubos de basura y ...
- Piénsalo así, serás la conserje mejor pagada del planeta, jajajaja.
- Ja, ja, ja y otro ja. No es nada gracioso Jonh, pero en parte tienes razón lo haré. No renunciare, mañana viernes me presento a trabajar y a propósito ¿tú no fuiste hoy a laborar verdad?
- No, además el jefe Soyer ya sabe la razón. No se molestó en absoluto, digamos que ahora que soy su empleado estrella puedo tomarme algunos privilegios. – Dije juguetonamente para provocarla.
- Modesto y sencillo Jonh Gleen- Dijo en tono sarcástica.
Llegamos al lugar habitual y pedimos dos hamburguesas. El ambiente en ese lugar no era lujoso, pero tampoco era un comedero para indigentes. La realidad es que era bueno bonito y barato. En cuanto cambiara el cheque podría invitarla a un lugar mejor.
Por ahora ya no debería preocuparme por el dinero. Con mí habilidad podría darme algunos privilegios. Saber el número ganador de lotería o quizás apostar en las carreras de caballos, o tomar algo de oro de algún barco pirata y volver a mí época actual, en fin, las posibilidades eran muchas.
- Sus hamburguesas, buen provecho. – Dijo el empleado.
- Gracias- Respondió Kym
Yo no tenía mucha hambre, había desayunado hace poco, aunque en teoría apenas iba a ocurrir eso mañana.
- ¿Por qué me besaste Jonh y también dime que pasó ese día con tu amigo del automóvil rojo?
Directo al grano. Así era ella, me tomo un poco por sorpresa, es decir, sabía que lo preguntaría tarde o temprano aun así me tomo por sorpresa como tema de plática inicial.
- Yo, am... lo siento, pero en realidad me gustas, no hay gran ciencia en eso. Pero te pido una disculpa, no debí besarte, espero me perdones, te juro que no se volverá a repetir.
Ya no había rodeos, le confesé que me gustaba. Debía de serle sincero y quizás por la confianza de saber que ella también sentía algo por mí se lo confesé tal cual.
El solo hecho de pensar que ella tuviera que morir me ponía la piel de gallina, una gallina muy nerviosa. Aun no sabía el por qué ella tenía que morir, así que esa idea de asesinarle quedo totalmente descartada, todo esto me sabía más a una película de fantasía que a la vida de un simple ejecutivo de bienes raíces, así que borre ese tema de mí mente.
¿Qué hacer? ¿Acaso contarle todo? Quizás aún no era buena idea decirle que en el auto rojo iba YO y que YO la salve de otro YO y que YO en ese momento estaba inconsciente en el piso de mí apartamento y que YO intentaba matarla y salvarla al mismo tiempo. YO, YO, YO, YO. Decido que lo mejor es guardar silencio hasta que yo mismo entienda todo.
De cualquier forma y en teoría está no es mí Kym de mí línea temporal. Quizás solo le hablaría a un reflejo o a una ilusión del tiempo de lo que fue o será. Quizás cuando vuelva a mí futuro, es decir, en 24 hrs adelante. Ella ni si quiera recordara nada de lo que le diga ó eso pensaba en ese instante. Por ahora me quedaría callado, todo a su tiempo. Pero si podría adelantarle algunos detalles.
- ¿Que yo te gustó? Lo dices en serio Jonh o ¿solo me vez como una conquista?
Sabes esa bofetada tal vez no la merecías, te ofrezco disculpas por ello. Me puse muy nerviosa. Aunque fuiste un poco atrevido, pero te diré un secreto, me gustó que me besaras.
Realmente no hubo sorpresa en su respuesta, normalmente me hubiera golpeado con una olla en la cabeza saltar de alegría o gritar como loco al escuchar eso, sin embargo, ya tenía cierta información, aun así, finjo un poco de sorpresa.
- Entonces te gustó mi beso, ¿por qué fue el golpe? Y dime algo ¿yo te gustó? Kym.
- Te lo acabo de decir tontito.
- Bueno si, pero en aquella ocasión yo...
En ese momento ella se acercó lentamente con sus característicos ojos castaños mirándome fijamente. Me puse muy nervioso, quizás solo quería quitarme alguna basura del cabello o quizás solo estaba acomodándose mejor.
Al verla tan cerca de mí me puse tenso y nervioso, incluso trague saliva, ya no lo recuerdo. No sólo eran sus rasgados y hermosos ojos felinos que me miraban fijamente, era más que eso. La perfección simétrica de su nariz que solo podría comparar con un pilar egipcio ó su cabello ondulante y suave como nube de otoño. Tal vez exagero ó quizás solo estaba enamorado.
- Continua Jonh, en aquella ocasión ¿tú qué? - Me dijo con una voz suave casi susurrando. Era casi parecido al ronroneo de una gatita.
- Las manos me temblaban nerviosas, no sabía si acercarme también e intentar besarla y posiblemente terminar nuevamente abofeteado o continuar hablando e ignorar el hecho de que ella fuese perfecta.
Me quede con mí torpe inexperiencia y cambie el tema.
- Tengo que contarte algo - Le dije.
Ella cambio su actitud y de estar melosa y romántica paso a estar sería y tal vez decepcionada.
- Dime Jonh que es eso que me tienes que decir - Respondió desganada y volteando los ojos hacia arriba.
- El día que te salve del auto rojo no fue planeado, pero si sabía que algunas cosas que iban a pasar.
- ¿De qué hablas? Deja de mentir Jonh lo tenías todo planeado.
Involuntariamente empecé a sudar un poco, ni si quiera hacía calor. De pronto un escalofrío me recorrió la columna vertebral, mire mí reloj, eran las 11:15 pm, el sudor comenzó a bañarme lentamente la frente.
- ¿Te sientes bien Jonh? Estas sudando y estas amarillo.
- Si estoy bien- Mentí - Disculpa tengo que ir al baño.
Gracias a Dios el baño estaba solo. Mis manos comenzaron a brillar de nuevo con ese característico azul intenso. Pequeñas chispas de luz entraban y salían de mis manos, la cabeza me dolía, me costaba respirar, era como si el mismo aire me quemara los pulmones.
Toc, Toc Toc. – Tocaban la puerta.
Maldición, Kym me había seguido hasta el baño.
- Jonh, ¿todo bien? – Pregunto Kym del otro lado de la puerta.
Me mire al espejo. Ahora el frío sudor inicial se convertía en una cascada de sudor caliente. Un agudo zumbido parecido al que un millar de mosquitos provocaría, comenzó a llenarme la cabeza.
De un momento a otro me encontraba rodeado de un halo de luz azul. - Recordé las palabras de uno de mis yo del futuro;
- Al principio solo podía viajar unas pocas horas al pasado y terminaba jadeando como si estuviera haciendo ejercicio.
Era algo que no podía controlar. Entendí de inmediato, comprendí lo que iba a suceder, involuntariamente era hora de regresar a casa, a mi tiempo.
Toc Toc Toc. - Kym seguía insistiendo.
- Jonh? Responde, voy a entrar. - Advirtió.
La perilla de la puerta comenzó a girar muy muy lentamente. Un pequeño insecto paso volando frente a mí a una velocidad exageradamente lenta. Nuevamente tuve esa visión de cámara lenta a mí alrededor. Calor, zumbidos, y una luz azul intensa parecían ser las nuevas constantes que ahora regían mí vida.
Inmediatamente y sin previo aviso, me encontraba nuevamente en mí departamento, en la fecha correcta, en la hora exacta, justo a las 2:48 pm del 25 de enero del 2015, exactamente la hora en que había logrado el viaje en el tiempo.
Nunca jamás en toda mi vida me atrevería a ponerte en mí lugar, no con esa incertidumbre de no saber lo que sucedía.
¿Qué consecuencias me habría traído el cambio tan radical de haber abierto la puerta a Kym e incluso salir a cenar en vez de haber hecho lo que el destino ya tenía preparado? Ó es que acaso ¿no había nada escrito aún?
Pronto lo averiguaría y no de la manera más agradable...