El Maestro Del Tiempo. ¿Y si?...

¿Que Esta Pasando?

Ya era tarde como para visitar a un tercer cliente más y todavía tenía que ir a la oficina a entregar los reportes y los dos cheques de las ventas cerradas ese día.

Dos ventas en un solo día, demasiada suerte. -Pensé (aun no sabía hasta qué punto) No lo podía creer, una buena comisión aguardaba a mí cartera.

Esa buena suerte solo se opacaba un poco por el hecho de haber estropeado mí reloj nuevo, aunque de regreso a la oficina le compre una pila y una extensión nueva y funcionaba a la perfección. Fue más el susto que me lleve con el incidente de mis manos, pero ahora ya estaba normal. Imagine que ese suceso se debía a un efecto parecido a las arrugas que salen cuando uno tiene las manos mucho tiempo bajo el agua. Que equivocado estaba...

Por ahora solo pensaba en mí buen tino con los dos compradores de ese día y por el otro lado en Kym, sobre cómo la había cagado al besarla.

Llegue a la oficina a eso de las 5:45 pm. Justo a tiempo para entregar el reporte y recibir un abrazo hipócrita por parte de los jefes. Claro, ellos estaban felices ya que también se llevarían una parte de las ganancias sin haber hecho absolutamente​ nada, que raro.

- Felicidades Gleen. - Me dijo Soyer, quien era el Gerente regional encargado en ese momento.

- Gracias señor Soyer. - Dije.

En ese momento entro Steve a la oficina donde las cacas grandes de la compañía me felicitaban, el jefe Soyer le dijo;

- Steve, llegas en buen momento, estamos felicitando a Jonh Gleen por su gran compromiso que tiene con la empresa, quizás pudieras aprender un poco de él ahora que estas a punto de ser supervisor.

Steve se puso blanco de coraje y dijo;

- Si ya me enteré, dos tratos cerrados el mismo día. Felicidades o ¿quizás debo de felicitar a Kym?

Se acercó para abrazarme, pero solo quería quedar bien con el jefe.

- Genial, un abrazo de judas. - Pensé.

Soyer salió de su oficina y comenzó a caminar hacia las estaciones de trabajo al tiempo que nos miró a Steve y a mí diciendo;

- Por favor, vengan conmigo.

Me imaginé lo que estaba a punto de suceder, solo quería que me tragara la tierra, pero ya era muy tarde para complacencias.

- Buenas tardes a todos, necesito un momento de su atención. - Pidió el jefe Soyer a todos los empleados.

Todos se giraron al instante hacia él. Era raro que Soyer hablara con los empleados comunes y corrientes, eso me incluía a mí. Normalmente Soyer usaba a los supervisores o gerentes locales para hacernos llegar cualquier tipo de información. A lo lejos Kym me miro por unos momentos, pero inmediatamente bajo la vista, luego el jefe continuo;

- El día de hoy quiero felicitar frente a todos ustedes a uno de sus compañeros, ya lo hice personalmente, pero quiero que sea un ejemplo para ustedes. Por favor den un gran aplauso a Jonh Gleen, quien no solo cerró dos tratos el día de hoy, sino que además vendió uno de los departamentos más caros y lujosos que disponía la compañía. Ustedes saben que ya de por si un departamento de ese precio no es nada fácil de vender y que además conlleva convencer al cliente a veces durante meses y que en ocasiones hay que volverse un maldito grano en el culo con el cliente para lograr la venta, pero Jonh Gleen señores, ¡consiguió hacerlo en una sola tarde! además claro de otro departamento que también vendió el mismo día. Así que, por su entrega y compromiso démosle un gran aplauso e invito a todos a que sean como Jonh Gleen. – Dijo el viejo Soyer mientras comenzó a aplaudir.