Un Pequeño Instante en el Tiempo.

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- ¿Qué... qué me sucedió? ¿Dónde estoy? - Pregunte.

Mientras cuestionaba acerca de lo que había sucedido el viejo Jonh Gleen traía hielo mientras revisaba el golpe de mi cabeza.

- Lo siento hijo, tuve que hacerlo, no estabas en tus cabales. - Dijo.

Recordé de inmediato lo sucedido. Estuve a punto de asesinar a mí propio anfitrión, a aquel que amablemente me había invitado a comer en su departamento, pero que de todos modos quiso ganar tiempo para que yo no pudiera ayudar a Kym. Baje la mirada sintiéndome desamparado, el viejo Gleen se percató de ello.

- Lo siento, lo siento mucho. - Dije.

- Vamos hijo, tranquilo, ya paso. Estoy seguro que no quisiste hacerlo. - Dijo mientras colocaba el hielo en mi cabeza, luego continuo - Recuerdo que alguna vez cuando joven, me prometí a mí mismo, que jamás asesinaría a nadie, y no es por echarlo en cara, pero hoy estuviste a punto de hacerlo. Con esto quiero demostrarte que al igual que los tiempos cambian, las personas lo hacen en igual medida. Las circunstancias son las causantes de ese cambio.

- ¿Pero cómo es que recuerdas esto, porque sabes tanto de mí? Se supone que el futuro cambio, es decir, tú y Jonh Gleen de esta línea temporal ¿Por qué me ayudan? ¿Qué quieren? – Pregunte.

En ese instante, en medio de la habitación y como la primera vez que apareció el viejo Jonh Gleen, se dejo sentir una ráfaga de aire cargada con partículas de energía azul y llegando de otro tiempo (no se dé cual) el Jonh Gleen más joven, arribaba, y mirándome directo a los ojos dijo;

- ¿En verdad ibas a hacerlo? ¿Me ibas a dejar eones de años atrás en el tiempo solo porque no quise hablar?

Me quedé mudo, y con toda la pena del mundo, asentí con la cabeza.

- No seas tan duro con el chico, ya hablé con él y recibió una fuerte reprimenda, ¿no es así hijo? - Dijo el viejo Jonh mientras me guiñaba un ojo.

- Sí, yo emm, bueno, lo siento. - Fue lo único que pude decir.

- Pues solo espero que ya estés más tranquilo y hayas pensado mejor las cosas.

Suspiré como lo hace un desdichado y rompí en llanto. Había tantas dudas en mí cabeza ¿Es que realmente no había nada que hacer?

- ¿De qué ha servido lo que hemos hecho? Por favor díganme ¿Todo ha sido en vano? - Insistí con mi ataque de preguntas.

El joven Jonh se acercó frente a mí y dijo;

- Escucha amigo. Ya es un milagro el solo hecho de que estés con vida, de que ahora mismo en este preciso instante hables conmigo. Deberías de valorar más las cosas, no llegarás muy lejos si sigues con esa actitud.

- Pee, Pero...

Me interrumpió.

- ¡Pero nada! ¿Acaso no te das cuenta de lo afortunado que eres? Abre los ojos Jonh, puedes viajar en el tiempo, puedes hacer lo que desees, pero eliges lamentarte, prefieres derrumbarte, la verdad es que no me recuerdo tan patético.

Sus palabras eran hirientes, pero con fuertes dosis de razón. Pareciera que realmente estaba muy molesto conmigo. El viejo Gleen esta vez no hizo nada por intentar detenerlo. Solo en un momento dado cuando nuestras miradas se encontraron bajo la mirada y nada más.

- Entonces ayúdenme a entenderlo. Ustedes están vivos gracias a que me salvaron y si es así, ¿cómo supieron que esto sucedería? en teoría yo y los otros Jonh morimos, ¿qué sucedió? – Pregunte mientras me limpiaba las ultimas lagrimas

El Maestro Del Tiempo. ¿Y si?...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora