El Maestro Del Tiempo. ¿Y si?...

Un vistazo al futuro.

Llegamos al Restaurante Don Asado, eran exactamente las 5:00 pm de la tarde.

- Qué curioso - Dije.

- ¿Por qué curioso Jonh? - Pregunto Kym.

- Es curioso que estemos en el mismo restaurante en el que me quede de ver contigo, justo a la misma hora, quiero decir, tu no sabías nada de esta cita y técnicamente la cita era con la otra tú, la Kym de otra línea temporal y, sin embargo, aquí estoy contigo, tal y como habíamos quedado. Digo, podríamos haber llegado a las 5:10 o a las 4:50 pm, pero no, justo son las 5:00 pm.

- Fue una simple coincidencia Jonh. - Respondió Kym.

- Me pregunto si todo ¿estará ya escrito? ¿Qué tal si solo somos simples títeres del destino? ¿Acaso ya estaba escrito que tu y yo tuviéramos una cita aquí, justo hoy, justo a las 5:00 pm? y ¿Qué tal si lo que ocurra a continuación ya es algo predestinado?

- Tienes ideas interesantes Jonh, mejor hay que comer. Ya sabes lo que dicen por allí. Dos cabezas piensan mejor que una, sobre todo con el estómago lleno.

Durante la comida Kym y yo seguíamos platicando acerca de todo lo que había pasado. Sobre el cómo adquirí mi habilidad y en menor medida de lo que ocurrió en la oficina con Soyer y Steve, además de la importancia que tenía el hecho de cumplir con su castigo de tirar los botes de basura.

- ¿Sigues con eso Jonh? jamás le pediré una disculpa a Steve, además, si lo vemos desde otro punto de vista tu tuviste la culpa.

- ¿Yo, pero, por qué yo? ¿Qué hice yo?

- Pues si te hubieras defendido tu solo cuando él te estaba atacando yo no hubiera tenido que interferir. - Dijo en tono soberbio.

- A sí que ¿por eso es mí culpa? Yo soy digamos pacifista, no creí que valiera la pena pelear con él, además para eso te tengo a ti.

- Jajaja eres un tonto. – Dijo al tiempo que me daba un golpecito en la frente

Las carcajadas de Kym se escuchaban por todo el restaurante, en ese momento un mesero se acercó a la mesa y ordenamos una botella de vino Pasión Chardonnay.

- Claro, como ahora eres millonario te das el lujo de gastar en caprichos. - Dijo Kym.

- Exacto, si soy millonario, pero no por el dinero sino porque tu estas aquí conmigo, justo en este momento que no quisiera que terminara nunca.

- Oh Jonh es muy dulce de tu parte. ¿Lo dices en serio?

Me acerque y la bese, ya no había la más mínima pizca de rechazo por parte de ella, al contrario, se remojaba los labios cada que me acercaba.

- Su vino señor - Dijo el amable mesero un poco apenado por interrumpir el apasionado beso.

La tarde comenzó a volverse noche. Bebíamos más y más y los besos aumentaban su intensidad y el ritmo al igual que mis sentidos. Le conté sobre como siempre estuve enamorado de ella también el cómo la miraba cuando no se daba cuenta y le explique porque nunca me acerque a ella.

- Creía que había más probabilidad matemática de que un meteoro cayera sobre Nueva York a que te fijaras en mí.

Ella parecía muy complacida y reía por todo lo que le contaba. Me miraba fijamente de una forma muy seductora.

De pronto Kym me tomo por sorpresa ya que de la nada me miro fijamente a los ojos y dijo:

- Jonh Gleen ¿Quieres ser mí novio?