Escapando del Efecto Mariposa

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Estoy seguro que, para cualquier persona medianamente cuerda, el viajar en el tiempo podría ser lo más increíble que les haya pasado en la vida, y así como tú, yo pensaba lo mismo en su momento, sin embargo, en mí caso a pesar de haber saldado grandes errores del pasado como lo fue el hecho de haber conversado con papá una última vez, también hubo muchas cosas que salieron mal. No me imagino despertando cada día de mi vida pensando que quizás pude haberlo hecho mejor y es que esto de viajar en el tiempo se vuelve adictivo, siempre pensando en cómo solucionar esta cosa o esta situación. Ahora es que me doy cuenta sobre cómo actúa la sabiduría del destino y pienso que lo mejor sería dejar que sea el mismo quien se encargue de guiarme en este tablero de ajedrez llamado vida.

Y fue así que una vez más salte hacia el pasado, intentando corregir esta vez con mucho cuidado pequeños errores para en el futuro no verme cara a cara con el despiadado efecto mariposa. Había dos factores muy importantes que debía resolver. En primera el factor Kym y en segunda el factor Mike. Me había dado cuenta que por más esfuerzos que hiciera yo o cualquier otro Jonh Gleen que compartiera mi ideal, Kym era la que siempre terminaba mal.

El primer pasó muy a mí pesar, tenía que evitar conocer a Kym a toda costa, me dolía en el alma esa decisión. No sabía que tanto afectaría el futuro en especial a mí propio destino. Dudaba si simplemente mí mente la eliminaría de mis recuerdos o si aún la recordaría, pero ella a mi no, de todos modos, en teoría cualquier otro Gleen no lo haría más. Si nos poníamos a analizar todo, teníamos que yo era el efecto mariposa de Kym. Si ella no me hubiese conocido ella jamás se hubiera ido a vivir conmigo, por lo tanto, ella no tendría que haber ido al súper mercado para prepárame la cena y como resultado la señora Margaret Hopkins no la hubiese arrollado esa tarde. Ningún Jonh Gleen de la línea de tiempo que sea la hubiera conocido jamás y por lo tanto nadie se metería con ella. A parte, si evitaba entrar a trabajar a la compañía de bienes raíces nunca me presentaría a la casa de Mike y jamás hubiera tenido ese altercado con el químico azul. Lo demás se deduce fácilmente. Esto nos conduce a la segunda parte de mi plan. El segundo paso; El líquido de taquiones, el líquido estaba totalmente conformado por partículas de taquiones, en si mismo aquel producto sólo serviría para acelerar los procesos químicos para los fines que Mike había pensado, es decir su negocio.

Un factor importante fue la tinta de mí pluma que se mezcló con aquel líquido y otro punto muy determinante fue la descarga eléctrica. En mí caso los resultados fueron mayores ya que según me había comentado el ahora finado Jonh Gleen 1, estaba muy reciente el contacto con aquel líquido azul, en cambio para él, los efectos fueron menores y los rastros de aquel químico azul prácticamente ya habían desaparecido de su organismo al cabo de casi un año, lo que volvió a activar su efecto, aparte de claro, terminar el proceso para que lograra viajar en el tiempo, fue el relámpago que lo golpeó aquella noche lluviosa en que Kym murió en aquella versión de línea de tiempo.

Como conclusión, son tres los factores determinantes:

1- El químico azul con taquiones.

2- El tiempo que actuó en el organismo.

3- Una fuerte descarga eléctrica.

Se debe de tener muy buena suerte o mala (según el punto de vista con el que se le vea) para que coincidan aquellos factores físico-químicos.
Aclarando esta situación me puse manos a la obra. Lo primero que hice fue alterar algunos hechos. Volví a aquel día en el parque donde Kym y yo hablamos por primera vez.

Ese día yo había salido a dar una caminata después de haber estado jugando varias horas con los videojuegos (que por cierto ya me hace falta una buena maratón de Star Craft II otra vez) ella estaba ahí, en el parque haciendo un poco de ejercicio en sus ajustadas licras negras. Mi objetivo era hacer que ella no quisiera dirigirme la palabra por si en algún momento nos viviéramos a encontrar. (Ya sabes, nunca se sabe que tan caprichoso puede resultar el destino). Así que me adelante cinco minutos a un ingenuo yo del pasado, a uno yo que ni si quiera tenía su habilidad. Elegí vestirme exactamente igual a ese día para evitar la más mínima sospecha. Ya estando en esa línea de tiempo puse en marcha mi plan. Estaba oscureciendo, ahí estaba Kym, ejercitándose como aquel día en que comenzó todo, me acerque a ella en forma libidinosa, fingí no reconocerla, y ya estando frente a ella lo dude mucho, pero al final pude articular palabra, trague saliva y dije;

El Maestro Del Tiempo. ¿Y si?...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora