-¿Que? Vas a llorar otra vez? - Cuestiono burlón, acariciando su cabello castaño.
-De-déjame... por favor. -Sollozo.
Varios alumnos de la clase los miraban, mejor dicho, lo miraban. Se obligó a retener sus lagrimas ante todos. El chico llamado Diego Lanel, acariciaba el pelo del castaño mientras susurraba cosas horribles en su oído. ; -Idiota, inservible, feo, asqueroso, tarado, no eres nada -Repetía en su oído, mientras el castaño miraba sus piernas apenado ya que todos reían al escuchar las horribles palabras de Diego.
Las lagrimas no tardaron en salir, comenzando a resbalar por sus sonrojadas mejillas. Todos comenzaron a reír mientras repetían :
-¡Bebé Llorón! ¡Bebé Llorón! -Carcajadas en todo el aula.
Como un chico de sólo 8 años de edad, podría hacerle cosas tan horribles a un niño de 7 años. Pues si, mientras las carcajadas por parte de sus compañeros de clases, se escuchaban al fondo, Rubén Doblas el "Bebé llorón" dejaba caer lagrima tras lagrima.
-¡Deja de llorar! ¡los niños no lloran bobo! -Risas.
Vaya que lo intentaba, hacia todo por no derramar una lágrima más, siempre que llegaba a aquella escuela del terror o como el la llamaba "La escuela del bebé llorón" donde todos se reían, de como iba vestido, que comia; o cuando escribía o intentaba poner atención a las clases de multiplicar numeros grandes con la maestra "Celia".
Rubén levantó la vista, y se encontró con el único chico que, jamás, había dicho nada ante los insultos, no reía, no abucheaba, no hacía nada. Sólo mantenerse alejado de la clase. Jamás le habían molestado a aquel chico ojos obscuros y cabello negro. Jamás, eso hacía que Rubén lo mirará como a los otros, como un agresor.
Miguel Ángel Rogel, o como le llamaban sus familiares, Mangel. Siempre miraba al chico. Miraba los horribles insultos de aquel chico llamado Diego. Jamás había querido involucrarse.
El timbre sonó.
Diego y sus amigos, salieron corriendo dejando a Rubén suspirar y hasta una pequeña sonrisa apareció en su rostro. Miguel lo miro, miro como limpeaba sus ojos con sus delgadas y delicadas manos. Éste lo miro, y rápidamente apartó la vista. Se levantó y salió directo al baño.
Corrió al baño, ocultando su mirada de todos. Al llegar sé encerró en un cubículo del baño, metió la mano a a bolsillo delantero de su sudadera gris, sacando su almuerzo. Comía oculto de todos, tenía miedo.
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Inspirado en la canción [Crybaby-Melanie Martinez]