cry baby ↮rubelangel™

C R Y B A B Y [3]

-Miguel, ¿ya has Llegado?

El pequeño Miguel fue recibido por su madre, Patricia Rogel. Había mandado a un chofer por su niño,ya que estaba ocupada trabajando en su catálogo. Los padres de Miguel eran realmente importantes en su empresa "Royels", donde se trabaja haciendo catálogos de moda española muy famosos. Es por eso que Miguel, era un niño callado.

Su mamá ordenó a ''Flora" su cocinera, que les sirviese la comida a ambos.

-Pero, Cuéntame ¿Como te ha ido? -Preguntó atenta a su móvil. Miguel suspiro, y una imagen de Rubén siendo humillado, apareció en su mente.

-Mamá... hay un chico de mi salón... amm... -Su mamá le miro- Bueno, hoy le han hecho algo horrible. -Dijo un poco mas seguro.

-¿Como?

-Le han dado a comer un emparedado podrido mamá, y él se lo comió todo. -Murmuró y su Mamá hizo una mueca de asco.

-Hugh! -Exclamó- No te juntes con el, seguro que es un pobreton muerto de hambre. -Dijo con arrogancia. Miguel negó.

-Le han obligado mamá, le han gritado que se lo comiera, mientras todos se burlaban.

-Pues es su problema ¿No?

Miguel asintió suspirando. Su mamá tenía razón, No tenia porqué importarse de lo que le hagan. Pero entonces, ¿porqué siempre le entraban ganas de correr y protegerlo? Algo que siempre se negó a hacer. No quería ganarse el odio de todos, sólo por ayudar a un niño que no conocía.

Tenía que sacarse de sus pensamientos al niño, o bueno, "Bebé lloron".

Terminó de comer y subió a su habitación, tomo su Nintendo y comenzó a jugar feliz. Pero se preguntó. ¿Que estará Haciendo ahora?.

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-¡Me las Pagarás llorón! -Salió corriendo de aquel callejón donde le habían metido Diego y sus amigos.

Corrió hasta la parada de autobuses. Jadeando miro hacía atrás, sonrió al no encontrarse con Diego siguiendole. Suspiro y miro el suelo. Se sentía mal, no sólo físicamente, si no, emocionalmente. porqué lo odiaban? -Se preguntó sintiendo sus ojos húmedos. -El no le habia hecho nada a nadie. Jamás se había liado con nadie.

Dolía, claro que dolía. Aún más cuando quería hablar con sus padres los cuales siempre estaban trabajando. Nunca estaban en casa. Su madre y su padrastro jamás se había enterado de los horribles tratos hacia el pequeño Rubén.

Jamás habló con su maestra o director. ¿Porqué? Por el miedo a recibir un trato mil veces peor. El trauma se había desarrollado ya. Sin detenerse, siguió, aguanto todo lo que pudo, pero ya estaba roto. Las lagrimas salian sin detenerse, convirtiendo a su ser en el "Bebé llorón" de la clase. El lo sabía, el se sentía así.

Se sentía una basura.

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