C R Y B A B Y [48] EF.

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(...)

—Y bueno... ¿Que pone? —preguntó mordiendo su labio y mirando a su amiga parada frente a ella.

—Salió... positivo—Beatriz cayó en la cama, sosteniendo aquella prueba de embarazo en sus manos, tocando su vientre con la otra.

Taylor chillo alegre, tocando con su mano el vientre (aún plano) de Bea, diciendo que sería su tía y que le compraría miles de cosas. Pero Beatriz pensaba en Miguel, en cómo había terminado con ella y él como la había rechazado. Tenía miedo, pues un embarazo a su edad, retrasaría sus estudios y más que eso... sería un martirio cargar una panza de los mil demonios. Su mente se encargaba de deprimirla, sacando cada uno de los defectos en el embarazo, acabando con su tranquilidad y comenzando a alterarse con facilidad. Taylor detuvo todo sus movimientos, mirando fijamente la mueca de tristeza en el rostro de su amiga, casi con las lágrimas saliendo. Tomó sus manos entre las suyas, susurrando que la apoyaría en lo que fuese, pero antes tendría que hablar con Miguel.

Se decidió, y prefirió hablar con Miguel antes, que con sus padres. Pero ese día no fue el mejor... ese día alguien despiadado y herido acabaría con su vida. Ese día se enteraría de que la persona que dormía con su ex-novio y que ahora sería padre de su hijo era nada más y nada menos, que un asesino.

(...)

Miguel sostenía en sus manos la foto que hace unos meses había tomado de Beatriz en el lago, ese día que viajaron a Málaga. Ambos tuvieron un día increíble, lleno de amor y caricias. Recordó que ese día habían hecho el amor, pero esa vez había sido sin condón, pues según Cristian se sentía mejor sin él. Ahí comprendió que ese día había embarazado a la chica. Pero, ¿Por qué no se lo había dicho? No tenía idea, pero ahora no le importaba eso, sólo quería tenerla a su lado. Una mano se posó en su hombro, haciendo que girase su rostro, encontrando la mirada cansada de Rubén.

— ¿Estás bien? —preguntó, inseguro de hablar realmente.

—No—apenas susurro, dejando la foto de lado. Rubén suspiro dejándose caer a su lado en el sofá. Tomó su mano entrelazándola con la contraria, manteniendo su cuerpo demasiado cerca de él. Tenía miedo del rechazo, nuevamente.

—No... No quiero verte triste....mucho menos llorar—murmuró mirando sus manos juntas. Miguel suspiro, dejando salir una lágrima. Se sentía inútil, pues la pérdida de Bea y su hijo lo tenían en el suelo, bastante abajo. El bello chico de orbes verdes le miro, y sonrió para que el pelinegro le imitase, pero nuevamente no funcionó.

—Saldré a la tienda...—camino con rapidez, pero antes de salir Miguel tomo su mano.

— ¿Te vas a perder otra vez? —preguntó con ironía, dejando confundido a Rubén.

—Solo quiero fumar... con permiso.

— ¿Ahora fumas? ¿De qué mierda me he perdido? —Rubén se giro sacado de quicio y sin importar que, salió por la puerta, azotándola; dejando a Miguel ahí, quieto mirando la puerta.

Se había rendido.

***

Guillermo tomo la mano de su pareja, preparándose para abordar en aquel hangar a su avión privado que el señor De Luque, había conseguido. La idea de escapar de alguien tan peligroso como Colmillo, era la sensación mas jodida que en algún momento se te podía ocurrir. Sentía miradas de todos lados, susurros fuertes que hacían que girará su cabeza con rapidez, casi como la niña del exorcista. Era cansado, y también podía notar el mismo miedo en los ojos del castaño, Samuel.

Un hombre mayor con canas relevantes en su cabellera les hizo una señal para que lo siguieran. Samuel tomo su mano y con la otra la maleta, llevándolo casi corriendo al avión que tenía su puerta abierta. Las esperanzas volvieron a Guillermo en sólo unos segundos, los cuales fueron parados por la ronca voz detrás de ellos.

—Pero... ¿A dónde vais tan apurados? —Guillermo no tuvo tiempo de girarse cuando escucho el fuerte sonido de la bala perforar sus oídos.

—¡¡Samuel!! —gritó tan alto que su garganta dolió al momento.

El cuerpo del castaño cayó al suelo, al recibir cuatro disparos a su pecho. Sus ojos se cerraron y su corazón se detuvo. Sólo pudo escuchar el fuerte grito de Guillermo a lo lejos. Este se tiro al suelo, llorando a berridos y apretando la camisa azul de Samuel. Sus ojos dejaban salir lágrimas gruesas, llenas de dolor, de arrepentimiento. Había perdido al chico que siempre lo ayudo en los momento que debía su vida. Ahora estaba ahí, en el suelo con la sangre esparcida alrededor.

Los de seguridad acudieron rápidamente al lugar, y Carlos se aseguró de tomar antes al chico que lloraba cual Magdalena perdiendo a su marido. Sus manos se aferraron al cuerpo de Samuel, zafándose del agarre de Carlos.

—¡¡Déjame maldito!! ¡Nooo! ¡¡Samuel tú no!!—gritoneaba, revolviéndose en los brazos musculosos de Carlos.

— ¡Traigan la camioneta! Es hora de irnos—el cuerpo de Guillermo fue sedado y con una rapidez impresionante metieron su cuerpo inconsciente en la camioneta, arrancando a toda velocidad y dejando el cuerpo muerto de Samuel en el suelo.

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Stitched you up, put you together
With cotton and feather
Gave you love, put my heart inside you
Oh what could I do
When you started talking in your sleep
Saying things you'd do to me
I didn't care
I wasn't scared
Now I'm fighting lives beneath the sheets
Crumbled photographs of me
I'm in despair
Should I be scared?

[Te cosí, te armé,
con algodón y plumas,
te di amor, puse mi corazón dentro de ti,
oh, ¿qué podría hacer?
cuando comenzaste a hablar en sueños,
diciendo coas que me harías,
no me importó,
no me asusté,
ahora estoy encontrando uñas bajo las sábanas,
fotografías destrozadas de mí,
estoy desesperado,
¿debería estar asustado?]

-Teddy Bear-

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¡NOO! ¡SAMUUU! DDD:

cry baby ↮rubelangel™Donde viven las historias. Descúbrelo ahora