C R Y B A B Y [47] EF.

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—Mangel—se giró encontrándose con la mirada aguada de Taylor, corrió a abrazarla, sintiendo ambos el dolor de haber perdido a Beatriz—, quería verte... saber cómo estabas, después de todo esto.

—Yo... estoy acabado... pero por lo menos trataré de hacer lo que sea para encontrarla... —susurraba; su última búsqueda había sido una tortura. Rubén miro a la chica en brazos de Miguel, trato de acercarse pero se detuvo al escuchar las roncas palabras de la chica.

—Supongo que perder a esa personita que venía en camino... debe ser difícil para ti... aún más que a mí—Taylor susurro con las lágrimas recorriendo sus mejillas. Miguel y Rubén abrieron los ojos totalmente impactados. El pelinegro tomo la muñeca de la chica, acercándose aún más a ella.

— ¿Que... personita? —titubeó, sintiendo sus ojos aguadarse.

—Beatriz... estaba embarazada... ¿No te le dijo?

Y ahí el mundo de Miguel se vino abajo... también el de su cruel asesino.

(...)

Beatriz se acurruco más en su cama, llorando, sintiéndose humillada y sobre todo molesta. Taylor su mejor amiga se sentó en la orilla, estirando su mano y acariciando su pierna con cuidado. Las actitudes que Bea tenía desde hace un mes le preocupaba, casi todo el tiempo quería estar acompañada y no solo eso, comía demasiado, algo que su amiga siempre le recordaba pero pareciera que a Beatriz le daba igual, comía demasiado para su edad. Realmente le preocupo, y trato de animarla hasta que un día llego totalmente destruida a su casa, diciendo que Mangel había terminado con ella por un chico, no lo pudo creer, pero al verla tan destrozada prefirió ayudarla. Vómito, si ese día había vomitado todo su desayuno, no era la primera que lo hacía, también tuvo fuertes mareos. Taylor insistió en llevarle al médico, puesto a que sus reacciones no eran normales. Tomó la iniciativa, hablando con Bea y convenciéndola de que esas reacciones no estaban del todo bien. Obviamente rechazó la propuesta, ignorándola y pasando de ella. Encerrándose en su habitación, preocupando a sus padres.

Una vez más la había encontrado en pésimas condiciones, y lo único que pudo hacer fue buscar en Internet sus síntomas... llevándose una no muy grata sorpresa. Concordando con los síntomas que tenía la castaña, todo indicaba que estaba embarazada. Ese mismo día llevo una muestra de Embarazo, hoy mismo quitaría las tontas dudas de su cabeza.

—Quiero... quiero que me hagas caso a lo que te pediré—su voz salió segura, mientras caminaba a un lado de la chica cubierta por las sábanas—. He traído una... prueba de embarazo...

Las sábanas volaron, y de ahí se asomó el nido de pájaros que ahora era el cabello castaño de la joven. Sus ojos se posaron en Taylor, quien mantenía su mirada fija, sin arrepentimiento, y mucho menos, algún indicio de Broma.

— ¿Qué? —habló por primera vez en la tarde—, ¿Que cojones dices, Tay?

Volvieron a unir miradas, una más sería que la otra, mostrando la seriedad del tema.

—He investigado sobre tus... raras actitudes... y acciones durante el mes... aún cuando salías con Mangel—suspiro sentándose nuevamente en el borde de la cama, sin despegar su vista de los ojos caramelo de Bea—. Creo que estas embarazada.

— ¿Pero estas loca? ¡Mangel y yo siempre nos hemos cuidado! —Gritó alto, haciendo que Taylor rodara los ojos—, tía, ¿Sabes lo que estás diciendo? ¡Sólo tengo dieciocho! ¡Eso no puede pasar!

Tay cerró los ojos dando un largo suspiro. Sabía perfectamente cómo reaccionaría su mejor amiga, y por eso, se mantenía tranquila. Apretó la caja blanca donde venía la prueba, y si tenía que hacérsela ella misma, lo haría.

—Yo que sé, tía. Seguro en uno de sus cachondeos, vosotros habéis descuidado eso... sólo necesito que te hagas esta jodida prueba... por favor—la mirada desconfiada de Beatriz, miro con sorpresa a su amiga y la caja que sostenía en su delgada mano, sosteniéndola frente a ella.

Beatriz suspiro, y con agresividad tomo la caja, metiéndose al baño.

(...)

>>Ella estaba embarazada<< no podía dejar de repetir eso en su mente. Dando vueltas en el baño en casa de Miguel. Una vez terminada la trágica historia de Taylor, el pelinegro parecía otro, con su rostro pensativo y acabado. En el camino no hablo, sólo se mantuvo con la mirada fija en el camino. No lo miro, mucho menos hablo sobre el tema.

Rubén se sintió acabado, destruido. Era un asesino, había asesinado a la novia de Miguel y no solo eso... había matado al pequeño niño inocente que crecía dentro del vientre de la chica.

— ¡Maldición porqué! —se maldijo tantas veces que se le hacía difícil encontrar una maldición nueva, golpeando con su puño su cabeza.

A veces nos preguntamos porque la vida puede ser todo, y, otras veces tan nada. Pues Rubén estaba teniendo ese todo... que lamentablemente se definía en nada. Toda su vida pensó en salir, conocer gente que no lo quisiera por su cuerpo, o susurrara en su oído cosas guarras y asquerosas. Pero... había obtenido algo, a Miguel, que literalmente era su todo... pero ahora sólo era un "Nada" en su vida.

Si, si te lo preguntas te responderé que sí. Rubén perdió su cordura, su forma de ser. Había perdido a la persona que quería en su vida, a la que le mostró amor y el cariño de la familia. Ahora estaba en un nada, en un nada patético, sólo... donde sentía que la estática lo llamaba.

Estaba loco, y eso... lo sabía muy bien.

__

We paint white roses red
Each shade from a different person's head
This dream, dream is the killer
Getting drunk with the blue Caterpillar

[Pintamos rosas blancas de rojo,
cada tono de la cabeza de una persona diferente,
y en este sueño hay un asesino,
que se está emborrachando con una oruga azul]

-Mad Hatter-

Me eliminaron Baby boy, por si nos os aparece.

Que tengan linda tarde<3

cry baby ↮rubelangel™Donde viven las historias. Descúbrelo ahora