C R Y B A B Y [28]

5.3K 731 366
                                    


Soltó su cuerpo lentamente y sus ojos lagrimosos se encontraron. Esos preciosos ojos verdes le miraron con una pizca de esperanza, esa que había perdido hace años.

—Vámonos. —Susurro acariciando con el pulgar su mejilla sonrosada.

— ¿Qué?

—Vendrás conmigo... ¿Crees que te dejare ir? —Su mano delgada fue tomada con cariño entre sus manos. Su sonrisa desapareció al ver el auto blanco frente a él. —Sube. —Ordeno soltando su mano y dando la vuelta al auto para meterse en el asiento del piloto.

Rubén observo el auto frente a él con una mueca nerviosa.

— ¿Qué pasa? —Pregunto al verlo serio.

—Yo... nunca me he subido a uno. —Susurro apenado bajando la mirada.

Miguel suspiro enamorado, porque eso era lo que tenía. Su corazón latió con tanta fuerza que sintió que saldría de su pecho. Pudo sentir la misma emoción, el mismo sentimiento que tuvo la primera vez que le sonrió.

—Entra, no te pasara nada. Yo te protegeré. —Rubén lo miro unos segundos por la ventana del auto. Asintió y con timidez abrió la puerta entrando lentamente.

Miguel encendió el auto mirando de reojo a Rubén acurrucado en el asiento de piel negro. Era precioso, hermoso. No pudo dejar de mirarlo en todo el camino, lo miraba de reojo sin que él se diera cuenta.

— ¿A dónde vamos? —Pregunto atrayendo la atención de Miguel.

—A un hotel.

Rubén lo miro con el entrecejo fruncido. — ¿Un hotel? —Miguel asintió sin despegar la mirada del camino. —Yo... no tengo dinero. —Se regaño mentalmente por no ver cogido nada de pasta. Después de lo que había hecho, no quiso pensar en nada más.

—Nadie te ha pedido dinero. —Hablo unos segundos después. —Yo pagare.

Mordió su labio acurrucándose aun mas al asiento y pegando la frente a la ventanilla. Mirando la luna fuera, sintiéndose libre de nuevo. Había olvidado los arboles, los pajarillos volando, la luna brillante y las estrellas acompañantes. Sus ojos se llenaron de lágrimas. Había deseado salir de ahí, pero, ¿Qué habría de hacer ahora?

Miro a Miguel concentrado en el camino. Le había encontrado, el había salvado lo único que había deseado por tanto tiempo. Salir del infierno.

*

El auto freno delante de la entrada curva del hotel "Cristal". Miguel bajo haciéndome una seña para que lo imitara. Al salir un joven con chaqueta roja y pantalones negros se acerco ofreciéndose a llevar nuestras maletas, las cuales no teníamos. Me miro fijamente unos momentos.

—Tu rostro se me hace conocido. —Murmuro. Trague saliva tomando la mano de Miguel atrás mío.

—No traemos maletas, solo queremos una habitación. —Asentí con rapidez al oír hablar a Miguel. Sus brazos se enrollaron en mi cintura detrás de mí.

El hombre camino hasta la recepción anotando algo en una libreta de pasta negra. Miguel empujo mi cuerpo hasta el joven que buscaba desesperado una habitación.

—Solo hay una individual. —Hablo mirando a Miguel.

—Está bien, denos la llave.

Ambos subimos por el ascensor siendo seguidos por el joven recepcionista. Mi corazón latió con fuerza al sentir como tomaba mi mano y entrelazaba mis dedos con los suyos. Al abrirse caminamos por el pasillo de alfombra oscura y varias puertas blancas con sus respectivos números.

—Adelante, instálense.

*

Ambos entraron a la habitación inseguros. Miguel encendió la luz y enseguida se ilumino la habitación, dejando ver una sola cama matrimonial, un ventanal que daba vista a la calle, una televisión y una pequeña sala de estar.

Rubén se puso nervioso al momento, aunque el moreno fuera jodidamente atractivo, aun no estaba del todo confiado.

—Yo... —Hizo una pausa aclarando su voz. —Yo dormiré en el suelo. —Suspiro caminando hasta la cama quitando las colchas.

—Ni lo pienses, Rubén. Yo dormiré en el suelo para que estés más tranquilo. —Se acerco a él besando su frente con cariño. —Vamos a dormir.

Miguel Camino hasta la cama quitando la colcha blanca para instalarse en el suelo. Rubén camino hasta la cama subiéndose de rodillas, gateando hasta las almohadas. Se giro justo en el momento que Miguel sacaba su camiseta. Bajo la mirada mordiendo su labio. Era atractivo y tenía un cuerpo bien trabajado. El pantalón resbalo por sus piernas hasta sacarlo con los pies.

— ¿No te quitaras la ropa? —Abrió los ojos terriblemente sonrojado. Negó tapándose con las sabanas hasta el cuello. —Vale, solo era una pregunta. —Se río negando con la cabeza.

Esta sería una larga noche...

_______


­­­­­­­­

¡WEEEHEEE! *la matan*

Lo siento por no actualizar D: he tenido una semana de ¡Rayos! Estoy por mudarme a México <[:{v

¡Si señor! <3 Gracias por Tooooodos los comentarios en el anterior capitulo y si, habrá mucho salseo al siguiente! :D ¡No dejes de Votar que si no, desaparezco! XD

HASTA LA PROXIMAAA!

cry baby ↮rubelangel™Donde viven las historias. Descúbrelo ahora