C R Y B A B Y [21]

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Salió del aula siendo seguido por Beatriz quien no dejaba de parlotear a un lado de Taylor su amiga. Miguel no podía dejar de pensar sobre Rubén, tantos años han pasado y su corazón todavía latía al solo pensar en su rostro relajado y a la vez tan asustado... tan inocente.

-¡Joder! –Grito espantando a Beatriz.

-¿Pasa algo? –Pregunto tomando su hombro. Se sorprendió al ver sus ojos lloros de Miguel. –Mangel, ¿Qué pasa, amor?

Miguel abrazo el delgado cuerpo de su novia con la esperanza de reconfortase y dejar de pensar. Cada pensamiento lo carcomía por dentro, tenía miedo de que le hayan hecho daño... no de esa manera.

-Tengo Miedo. –Susurro en el cuello de Beatriz.

-¿Miedo? –Pregunto confundida. –Mangel, me estas asustando.

-Le hicieron daño. –Las lágrimas salieron, comenzando a empapar el hombro de Beatriz. –No, No, NO. –Se aparto mirando la mirada confusa de Beatriz. –Ellos no le hicieron daño... ¿Verdad?

Miguel estaba actuando como el niño de hace 6 años, ese niño temeroso, angustiado. Ese niño que duro más de 8 años preguntando por Rubén. Ese niño que ahora estaba perdido. En manos de alguien, que no sabía si estaba bien o mal. Si lo habían, golpeado, insultado... Violado.

Negó volviendo en sí, Beatriz estaba agitando su mano frente a su rostro. Varios alumnos los miraban extrañados y Beatriz sonreía apenada.

-¿Qué Demonios te pasa? –Cuestiono tomando su muñeca y jalándolo hasta el pasillo fuera del baño. –Mangel, me has asustado. Tu rostro... te veías asustado, nervioso, preocupado. ¿Qué pasa?

La miro y por primera vez decidió no decirle como se sentía. –Estoy Bien. –Murmuro acomodando su mochila en el hombro y se obligo a mirar a los ojos a Beatriz sorprendida por su respuesta.

-¿Crees que te voy a creer? –Aparto los mechones castaños que obstruían su vista. –No soy tonta Mangel, tu mirada...

-Estoy Bien. –Hablo seco. –No necesito que te metas en todo lo que hago.

Abrió los ojos sorprendida. Jamás le había tratado de esa manera y sabía que algo muy extraño había pasado. El no estaba bien, su mirada lo decía.

-Vale, Como quieras. –Tomo su bolso y camino por el pasillo agitando su cabello.

-Eres un imbécil Miguel. –Se insulto mentalmente entrando al baño.

Tenía que sacar esos estúpidos pensamientos. Seguro el estaba bien. Tal vez encontró una familia que lo quisiera, no como la que tenía.

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Miraba tranquilo el humo que emanaba de su cigarro. Ya había terminado su turno, solo que alguien que tuviera verdadera plata podría atenderle, pero por ahora descansaba fuera, en la pequeña terraza arriba del lugar donde lo habían vendido un par de años atrás.

Se había resignado desde los 15 años a permanecer ahí adentro, siendo el juguete sexual de varios hombres y mujeres. Con solo pensarlo su estomago se revolvía por el asco.

¿Cómo pueden existir personas así? –Se pregunto negando con la cabeza.

Desde personas con familia, hasta hombres y mujeres de alta fama. Personas que se quedaron solas, como él.

-¿Rubén? –Escucho a Guillermo detrás suya. –Estas aquí, Camila quería que tu y yo... Ya sabes.

-¿Que nosotros tengamos sexo delante de una mujer, o que hagamos un trió con el cliente? –Pregunto con ironía. –Pensé que ya se te había quitado lo tímido Willy.

-Rubén, solo quería...

-Déjalo así Willy. –Boto el cigarro caminando hacia él. –El deber nos llama. –Hablo sonriente tomando la mano de Guillermo, entrelazando sus dedos. Guillermo asintió caminando junto a Rubén, su mejor amigo en ese Infierno.

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Hold those blind shutted eyes
Dip them in rising the lights
Forget my name at midnight
It's ok, I'm a mime.

-Night mime-

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cry baby ↮rubelangel™Donde viven las historias. Descúbrelo ahora