En busca de la felicidad

By Miriam0019

297K 15.2K 1K

Mel es una adolescente rebelde e incontrolable desde que su padre murió cuando ella tenía nueve años. Desde e... More

Capítulo 1
Capitulo 2.
Capítulo 3.
Capítulo 4.
Capítulo 5.
Capítulo 6.
Capítulo 7.
Capítulo 8.
Capítulo 9.
Capítulo 10.
Capítulo 11.
Capítulo 12.
Capítulo 13.
Capítulo 15.
Capítulo 16.
Capítulo 17.
Capítulo 18.
Capítulo 19.
Capítulo 20.
Capítulo 21.
Capítulo 22.
Capítulo 23.
Capítulo 24.
Capítulo 25.
Capítulo 26.
Capítulo 27.
Capítulo 28.
Capítulo 29.
Capítulo 30.
Capítulo 31.
Pido opinión.
Capítulo 32.
Capítulo 33.
Capítulo 34.
Capítulo 35.
Capítulo 36.
Capítulo 37.
Aviso, final.
Capítulo 38.
Capítulo 39.
Capítulo 40 (Final)
¡¡Trailer!!

Capítulo 14.

7.1K 365 7
By Miriam0019

Nunca me hubiera imaginado que un beso pudiera sentirse de esta manera, seré rara, pero cuando lo veo en las películas me da cierto asco, creyendo que es una estúpida mezcla de babas, por eso, entre otras cosas nunca me había atrevido a hacerlo yo misma, no sé... pero no tiene nada que ver con cómo lo imaginaba en mi cabeza.

Al separarse unos minutos después y con ambas manos todavía en mis mejillas, Hugo me mira a los ojos. Creo notar el deseo que corre por ellos, porque es justo lo que me sucede a mí. Incluso como si tuviera ganas de más.

— No sé qué me estás haciendo, Mel. Pero no pares. – No dice nada más, se encuentra como yo, sin palabras después de lo que acaba de pasar.

No puedo reaccionar aunque ya ha pasado un buen rato, ¿acaba de suceder eso entre nosotros? ¿Nos hemos besado?
Me ha gustado no lo puedo negar, cada parte de mi cuerpo ha experimentado una sensación nueva, especial.

¿Por qué me siento así? ¿Todos los besos te hacen sentir de la misma manera? No tengo la respuesta, solo sé que nunca he tenido ganas de besar a nadie, hasta que apareció Hugo.

Tampoco tengo ni idea de qué debo hacer ahora, se ha marchado después de decir sus últimas palabras, algo misteriosas. ¿Qué es lo que no tengo que parar de hacer si ni siquiera entiendo qué es lo que hago?

Cojo mi móvil con las manos aún temblorosas, de hecho, creo que todo mi cuerpo se encuentra en un continuo estremecimiento. Estas dudas solo puede aclarármelas mi mejor amiga.

Sara, ¿peli esta tarde en mi casa? — No quiero contarle todo a la ligera, necesito tenerla cara a cara — Y no me digas que tienes planes con Javi, no te funcionará. Tu queridísima amiga también merece tu tiempo.

— Ok. A las cinco estoy allí. Mi queridísima amiga es una payasa — Responde, haciéndome sacar una sonrisa.

Bien, reviso la lista de películas que tengo en el portátil, descarto las pasteladas y los dramas, con mi vida tengo suficiente. Terror, misterio... eso es, no estaría mal pegarnos algún que otro susto. Elijo una que parece tener buena pinta cuando escucho el timbre de la puerta, el tiempo se ha pasado volando.

Estoy poniéndome las zapatillas de estar por casa para bajar a abrir, pero la puerta de mi habitación se abre de par en par.

— ¡Pero si tenemos aquí a la amiga más payasa del mundo! – Exclama Sara, invadiendo de repente. — ¿Tantas ganas tenías de verme? — Deja su bolso en la silla de mi escritorio y se acomoda a mi lado.

— Estoy viendo que a partir de ahora voy a necesitar una cita cada vez que quiera hacerlo. — Le contesto seria, entornando los ojos y cruzándome de brazos, haciéndome la ofendida.

— ¡Ay, qué tonta eres! Sabes que me tienes aquí cada vez que quieras — Apoya su cabeza en mi hombro.

— Ya, ya... eso espero, o si no te partiré por la mitad — Asiento — Así Javi y yo podremos compartirte, no es mala idea, ¿verdad? — Concluyo.

Como no, es demasiado fácil hacerle reír y la dejo a lo suyo, poniéndole el ordenador portátil sobre las rodillas para que vea la película que he elegido.

— ¿Quieres palomitas? — Le pregunto cuando está acomodándose.

— Palomitas y Coca Cola — Me muestra todos sus dientes mientras pongo los ojos en blanco y voy hacia la cocina. — ¡Gracias!

Bajo las escaleras de dos en dos, ya en la cocina pongo las palomitas en el microondas y mientras se hacen saco las dos Coca colas de la nevera.

— ¿Qué película veréis?

Estoy a punto de tirar los dos botes cuando la voz de Hugo suena a mis espaldas.

— ¡Hugo! ¿No puedes ser menos sigiloso o avisar cuando vayas a acercarte? — Gruño con la mano en mi pecho — Me vas a matar de un susto.

— No era mi intención. – Sonríe, ladeando la cabeza. Todo mi enfado se esfuma en cuestión de segundos, ahora lo veo de otra manera. — ¿Y... bien? ¿La película?

— Veremos Regresión — Alzo ambas cejas — ¿acaso quieres apuntarte a una tarde de chicas?

— Mejor no, digamos que eso de pasar miedo no es lo mío — Apoya su cadera en la encimera de la cocina y me observa.

Siento sus ojos encima de mí a cada movimiento que hago, y, lo que antes me ponía nerviosa ahora me produce cierta calma.
Si, me encanta que Hugo me mire, aunque nunca lo admitiré.

— ¿Tengo monos en la cara? — Le digo cargada con los dos botes en una mano y el bol de palomitas en otro.

— No, simplemente unos ojos preciosos — Contesta sin inmutarse.

Vale, las piernas me tiemblan de una manera que va a acabar todo por el suelo, por lo que me apresuro a salir de ahí cuanto antes, pasando por su lado.

— Vaya, ¿no me vas a dar ni un beso antes de subir? — Hace un mohín, alzando los ojos.

Doy un par de pasos hasta llegar a él, me pongo un poco de puntillas para alcanzarle, y beso con suavidad su mejilla.

Él reacciona más rápido de lo que esperaba, cogiendo mi mentón y haciendo que nuestras bocas estén de nuevo demasiado cerca.
No me besa, esta vez no, solo pasa su pulgar lentamente por mi labio inferior, con dulzura.

Ahora sí, pienso, pero nada. Separa su contacto, dando un paso hacia atrás y dejándome como embobada, ahí de cosas en medio del salón.

— Después me cuentas como ha estado la película, aunque dudo que vaya a verla nunca — Me guiña el ojo y vuelve al sofá, donde tiene esparcidas fotos diversas por toda la pequeña mesa.

Por unos eternos segundos me quedo petrificada en el mismo sitio. Tengo que reaccionar ya si no quiero parecer estúpida, así que me aclaro la garganta con disimulo.

— Como quieras. — Siento que la voz me tiembla, solo espero que él no lo haya notado, no puedo permitir que sepa que me intimida de esa forma. Creo ver una leve sonrisa en su rostro antes de desaparecer para subir de nuevo.

Por el pasillo sacudo la cabeza, volviendo de nuevo al mundo real, ¿qué pretende haciendo cosas como esas? Va a volverme más loca de lo que estoy.

— ¿Has ido a comprar las palomitas a China? — Se queja Sara cuando vuelvo a mi habitación.

— No se calientan por arte de magia, ¿sabes? — Dejo las Coca colas en el suelo y el bol a su lado.

— Ya, claro. Con lo que has tardado, ya ni siquiera estarán calientes. — Mete la mano en ellas para corroborarlo — ¿Lo ves?

— Cómetelas igual, pesada. — Chasqueo la lengua, sentándome a su lado — Así también están buenas.

Pone los ojos en blanco, metiéndose un buen puñado de ellas en la boca y haciendo ruido al masticar para molestarme. Pero miro para otro lado, sigo pensando en lo que ha pasado con Hugo.

— ¿Qué hacías ahí abajo tanto tiempo? — Entorna los ojos, examinándome — He saludado a Hugo al venir y me ha dicho que se quedaría trabajando en el salón.

— Solo le decía qué película íbamos a ver — Digo rápidamente — No ha pasado nada más.

— Para algunas cosas eres demasiado inocente — Muestra una sonrisa maliciosa — ¿Quién ha dicho que haya pasado algo más?

— ¿Puedes dejar de interrogarme y poner la peli de una vez? — Alzo las cejas, señalando el ordenador – Nada, que no puedo con ella.

— Cuéntamelo — Cierra la tapa del portátil.

— Venga, Sara... — Suspiro, no sé explicar este tipo de cosas, nunca he tenido que hacerlo — Me ha besado esta mañana, no sé cómo pero ha pasado, y eso es todo.

— ¡Pero, Mel! ¡Eso es genial! — Exclama, gritando demasiado, seguro que hasta Hugo está al tanto de la conversación — ¿Habéis aclarado todo? ¿Cómo ha sido?

Pregunta eso y varias cosas más, pero me he perdido hace rato. Tampoco es que pueda detallarle mucho... no sé hacer esto.

— No lo sé, ayer estábamos discutiendo y de repente, pasó — Me encojo de hombros, no hay mucho más.

— ¿Quién eres tú y qué ha hecho Hugo con mi Mel? — Ríe, divertida y pegando botes en la cama.

— No seas tonta, anda. — Intento detenerla pero su modo locura ya está activado — ¡Estate quieta!

— No, ahora en serio Mel, me alegro que te guste Hugo y que tú le gustes a él, pero, ¿de qué va esto? — Me mira a los ojos — ¿No tiene nada que ver con tu madre, te ha aclarado ese tema?

— Desde el principio se ha mantenido en lo mismo, son amigos y necesitaba un sitio donde quedarse, eso es todo y he creído en sus palabras, solo espero no equivocarme al confiar en él.

— Mel... — Coge mi mano, haciendo que la mire, está buscando las palabras adecuadas y yo espero paciente a que las encuentre – No vuelvas a alejarte solo por el miedo a perderle, prométeme que intentarás ser feliz esta vez.

— Está bien, Sara — Muevo la cabeza arriba y abajo — Te lo prometo. 

Continue Reading

You'll Also Like

4.3K 219 7
Mark, un adolescente de 15 años ha tenido que verse afectado por el terrible y trágico fallecimiento de sus padres, Alan quien es el mejor amigo de s...
171K 6.8K 24
¿Lista para ser parte de esto? Segunda temporada de "Mafia Tentation" novela adaptada todos y cada uno de los créditos a la escritora original
49.6K 2.7K 68
No soy dueña de ninguno de los personajes que aparecen y pertenecen a la novela "Esperanza Mia" de Polka
436K 30.6K 87
Camille Galante, es hija de un mafioso, y no de cualquier mafioso, el jefe y líder de toda la mafia italiana, Dave Galante. Camille, como hija de uno...