En busca de la felicidad

By Miriam0019

299K 15.3K 1K

Mel es una adolescente rebelde e incontrolable desde que su padre murió cuando ella tenía nueve años. Desde e... More

Capítulo 1
Capitulo 2.
Capítulo 3.
Capítulo 4.
Capítulo 5.
Capítulo 6.
Capítulo 7.
Capítulo 8.
Capítulo 9.
Capítulo 10.
Capítulo 11.
Capítulo 12.
Capítulo 14.
Capítulo 15.
Capítulo 16.
Capítulo 17.
Capítulo 18.
Capítulo 19.
Capítulo 20.
Capítulo 21.
Capítulo 22.
Capítulo 23.
Capítulo 24.
Capítulo 25.
Capítulo 26.
Capítulo 27.
Capítulo 28.
Capítulo 29.
Capítulo 30.
Capítulo 31.
Pido opinión.
Capítulo 32.
Capítulo 33.
Capítulo 34.
Capítulo 35.
Capítulo 36.
Capítulo 37.
Aviso, final.
Capítulo 38.
Capítulo 39.
Capítulo 40 (Final)
¡¡Trailer!!

Capítulo 13.

7K 388 25
By Miriam0019

Disfruto de esta fiesta como de cualquier otra, como si fuera la última.
Hay gente del instituto y otra gente a la que no he visto en mi vida, pero da igual, cuando llevas cuatro o cinco copas, supongo que todo el mundo te cae bien.
Me muevo al ritmo de la música, digo moverme porque de bailar no tengo ni idea, cuando dos manos se aferran a mi cadera.

— ¿Hugo? — Pregunto en voz baja y algo ronca.

— ¿Quien es Hugo? Soy Leo, Mel, ¿tan borracha vas que ya no me reconoces? — Pregunta riendo y pegando mi cuerpo todavía más al suyo.

Me rodea la cintura por detrás y mete su cabeza por encima de mi hombro, Leo puede que me agrade, pero ahora mismo no sé que estoy haciendo, y siempre que estoy en esta situación, me detengo.

— ¿Vamos a otro lado? — Me susurra cerca del oído.

— No, aquí estamos bien. — Pego un codazo hacia atrás, le golpeo en el estómago pero eso no hace que se aleje.

— Aquí hay mucha gente, Mel.

— He dicho que no vamos a ningún lado, Leo — Me doy la vuelta para encararlo — Lo que sea que quieras hacer, será aquí te guste o no.

Asiente con una sonrisa que no entiendo muy bien y después coge mi mejilla con su mano, pronto me doy cuenta de qué es lo que quiere hacer ya que acerca su cara a la mía, está a punto de besarme cuando le pego un empujón.

— ¿Te pasa algo? — Pregunta desconcertado. Ahora sí, está a unos cuantos metros de mí.

— Sí, que he bebido demasiado, es hora de irme a casa — Lo aparto pero sujeta mi brazo.

— Un poco más, por favor, es pronto...

— No, me largo — Me suelto con un brusco movimiento, metiéndome entre la gente para que no pueda perseguirme.

Oigo como dice varias veces mi nombre, pero mi cabeza parece decirme que ya no estoy ahí, las voces se oyen cada vez más lejanas y siento que me voy a desmayar, por lo que tengo que apoyarme en el primer mueble que encuentro.

— ¿Estás bien? — Un chico con el pelo moreno y barba algo poblada me sujeta.

— Si, tranquilo. — Creo que eso es lo que digo, se me traba la lengua.

— ¿Has venido con alguien? Puedo avisarle para que te lleven a casa.

— No, me iré sola, vivo aquí al lado — Me suelto también de su agarre, no me gusta que me toquen, aunque haya sido amable.

Veo cómo mira a ambos lados, algo preocupado. Me acompaña hasta fuera, siguiendo mis pasos hasta que llego a un banco.

— Quédate ahí, enseguida vengo.

— ¡Claro, aquí te espero! — Gruño, soltando una carcajada — Que te lo has creído.

Aprovecho en cuanto lo pierdo de vista para escabullirme y salir de allí todo lo rápido que mi cuerpo me permite. Menos mal que no me he puesto tacones, porque no consigo caminar en línea recta dos metros seguidos.

No sé cómo, pero estoy en casa. Creo que tiro varias cosas intentando llegar a mi habitación, mañana veré el desastre, ahora solo quiero tumbarme en la cama.
Pero ahí todo, absolutamente todo, me da vueltas. Rebusco en mis bolsillos, algo se está clavando en mi pierna, es mi móvil y lo dejo en la mesita de noche, pero antes de apagarlo miro los últimos mensajes de WhatsApp, tengo a Hugo en las conversaciones recientes y le escribo, a pesar de que sean las cuatro y media de la madrugada, algo hace fuerza dentro de mí para hacerlo.

No sse conmo has conseguidoo enntrar en mii vidda pero no quiiro que te vayss.

Lo escribo a pesar de que las teclas todavía parecen moverme más que mi habitación, pero cuando apoyo la cabeza en mi almohada y parece que todo se calma, consigo dormir.

•••

— ¿Mel, estás bien? — Alguien me zarandea por los hombros para despertarme. — ¡Eh, pequeña!

Abro los ojos con cuidado y siento cómo la luz del sol me hace daño en ellos, por lo que vuelvo a cerrarlos.

— Vamos Mel, es hora de despertar.

— Déjame. — No sé quién es, creo oír a Hugo, pero mi cabeza quiere seguir descansando y por lo que noto, mi cuerpo también. Me doy la vuelta, dándole la espalda, pero él sigue sentado en mi cama.

— ¿Quieres una pastilla para el dolor de cabeza? Ayer debiste llegar bastante mal.

— ¡Venga ya, Hugo! ¿No entiendes que quiero dormir por eso mismo, por qué llegué hecha un asco?

— Son las tres, ni siquiera has comido — Me incorporo con furia, encontrándomelo justo en frente, y por un momento mi corazón se acelera, está sentado en mi cama — Te traeré algo, ¿vale?

— Haz lo que quieras — Me resigno. Me ha dado cuenta de por muy cabezona que sea, Hugo siempre saca esa parte de mí que termina cediendo.

Unos minutos después viene con una bandeja. Al echar un rápido vistazo veo un plato de macarrones, un vaso de agua y una pastilla.

— ¿Cómo me cuidas, no? — Le digo irónica, comenzando a comerme los macarrones. Mejor dicho, a devorarlos. No me había dado cuenta del hambre que tenía.

— Me preocupo por ti, pequeña. A ver cuándo te das cuenta — Sonríe divertido viéndome comer. — Y más después del mensaje de anoche.

— ¿Qué mensaje? — Pregunto con la boca llena.

— Imaginaba que no te acordarías. — Se hace hueco, hasta sentarse de nuevo en la cama. — Pero, ¿sabes lo que dicen? Que los niños y los borrachos siempre dicen la verdad.

— ¿Y qué verdad se supone que dije?

— Es un poco complicado de leer, pero prefiero que seas tú misma quien lo descubra.

Me apresuro a coger mi móvil y leerlo. No por favor, que no me esté pasando esto a mí.

— ¡Esto no lo he escrito yo! — Suelto sin querer.

— ¿Qué pasa? ¿Cómo no ibas a ser tú?

— Nada, no pasa nada. — Sacudo la cabeza, es tontería intentar mentirle — Tienes razón y siento el mensaje, como ya sabes, bebí demasiado.

— No me iré de tu vida si no quieres que lo haga, ¿de acuerdo? — Sus ojos, me dicen tantas cosas...

— Hugo, no te lo tomes en serio, no estaba en mis cabales después de todo lo que pasó en la fiesta. — ¿Cómo voy a salir de esta? — Mira, haz como si nada, podemos borrarlo y ya está, no ha pasado.

— No — Arruga la nariz, serio.

— ¿Cómo que no?

— Necesito que me expliques el mensaje y... — Su expresión cambia, pasa de estar ofendido al enfado — ¿Qué pasó en la fiesta?

— Nada que no haya sucedido antes — Bufo — Hoy en día parece que no puedes ser simpática con alguien, ¿sabes? Enseguida creen que pueden besarte o hacer contigo lo que les da la gana. — Suelto todo de carretilla, pero tengo toda la razón de mundo.

Frunce el ceño, como si ya supiera que sea lo que sea lo que tengo que decirle, no le va a gustar.

— Leo — No lo conoce pero da igual — Intentó besarme.

— ¿Quién es Leo? — Traga saliva, ¡vaya, si el amable Hugo también intenta contenerse!

— Un amigo — Me encojo de hombros, aunque llamarme así ahora me parece demasiado.

— ¿Te hizo algo que no quisieras? ¿Intento algo más? ¡Cuéntamelo, Mel! ¿Tú qué hiciste?

Se levanta, nada de control. Estalla y me fijo en su frente: una vena se marca en ella. Nunca lo he visto de esta manera.

— ¿Que estás queriendo decir con eso? ¿Crees que yo haría algo que no quisiera? ¿Por quién me tomas? — Lo imito, levantándome para ponerme a su altura.

— No, Mel, no vuelvas a poner palabras en mi boca que yo nunca he dicho. — Aprieta la mandíbula.

— ¿De qué vas, Hugo? No me hace falta que montes numeritos de protector, ya te lo dije, sé defenderme perfectamente y no, no pasó absolutamente nada. — Estoy gritando sin darme cuenta, ya no puedo contener las palabras que salen de mi boca — Me fui, me largué de allí en cuanto pude, llegué a casa y lo primero que hice fue mandarte ese estúpido mensaje.

Me mira sin decir nada, sus ojos brillan y al verlos una punzada atraviesa todo mi cuerpo, ¿qué le pasa?

— No puedo más, te prometo que no puedo más — Da dos pasos, lo justo para llegar hasta donde estoy — He estado luchando contra esto desde que te vi, Mel, pero soy incapaz de aguantarlo un minuto más.

Trago saliva cuando pone ambas manos sobre mis mejillas, no me alejo, es la primera vez que no quiero hacerlo cuando noto el contacto de alguien. Acerca su cara a la mía, ¿sigo borracha? Esta vez no, sé lo que viene a continuación y no quiero detenerlo.

Cierro los ojos y me inclino en el momento indicado, porque siento los labios de Hugo en los míos. Está besándome y mientras lo hace, comprendo muchas cosas, empiezo a entender porqué quería alejarlo, porque no deseaba estar a solas con él, justo por esto.

Hugo mete la mano por mi pelo hasta llegar a mi nuca y así presionarme contra su boca, me dejo llevar, es como si estuviera en un sueño del que nunca quiero despertar. 

Continue Reading

You'll Also Like

14.6K 1K 11
Cansados ya todos de sus estupideces de que bajen de nota por su culpa asen una reunión "secreta" sin saber que eso trairia consecuencias... y vaya q...
5.1M 425K 51
Nunca me había imaginado con un chico. Hasta que apareció él. [Basado en hechos reales]
265K 2.9K 50
Diversas historias de amor y mucho más..♡
136K 9.2K 42
Naruto Uzumaki vive enamorado en secreto ¿De quien? De Sasuke Uchiha. Naruto luchara por conseguir el amor de su amado compañero. En esta historia Sa...