Viernes, primera hora de la mañana y Stiles, como los demás adolescentes de Beacon Hills, iba al instituto aún con los ojos prácticamente cerrados. Sin embargo, eso no era un problema ya que, por primera vez en mucho tiempo, no conducía camino al edificio de secundaria, sino que había decidido coger el autobús.
Ya se había despedido de su padre la noche anterior, y mientras se despedían, logró convencer al adulto de que fuera Derek quien le llevara al aeropuerto. El sheriff cedió y por eso Stiles decidió llevar ya la maleta al instituto y coger el autobús para no tener que fiarle su preciado jeep a Scott para que se lo llevara a casa. Le quería, era su mejor amigo... pero no pensaba dejar que tocara el volante de su preciado amorcito de color azul.
En la última parada, Stiles bostezó, se estiró y salió del autobús algo más despierto que durante el trayecto, cargando sobre su hombro, el macuto preparado para toda una aventura en Londres... pero antes tendría que sobrevivir a la clase de química, economía, lengua, e inglés. Al menos, estaría con sus amigos.
-¡Stiles!
El jaguar se dio la vuelta aún atontado por el traqueteo del autobús y el sueño que ya tenía de por sí para encontrarse a un Danny muy sonriente frente a él.
-Demasiado despierto por la mañana. Danny, eso es malo para la salud. -dijo sonriendo de medio lado. El aludido sonrió aún más abiertamente y comenzó a caminar rodeando los brazos del jaguar con uno de los suyos (que estaba bastante musculado, por cierto) mientras arrastraba con él a Stiles, rumbo a la entrada del instituto.
-Scott me ha dicho que te vas a Londres.
-Sí. Después de clase me voy para allí.
-Vaya, qué envidia me das... yo iré en marzo unos días. Para ver a Jackson.
-¿Jackson? -preguntó Stiles sin entender.
-¿Pero tú en qué planeta estás? Jackson se fue a vivir a Londres. -concluyó Danny negando con la cabeza.
-Ah... pues sin que te parezca mal lo que diré ya que es amigo tuyo... espero no encontrármelo. -rió Stiles, pero vio algo en el gesto de Danny. -¡Oh, no! No, no, no... ¿me vas a pedir que le vea?
-Sí.
-No. -negó rotundo el jaguar.
-Stiles, por favor... es solo para que le des una cosa que me pidió... si no se lo llevaras tú, tendría que dejarme una pasta en enviárselo por correo y sé que eres buen tío.
-Soy buen tío, pero no tonto. -dijo Stiles parándose frente a su taquilla y embutiendo allí su maleta. Danny se paró con él y le miró con ojitos de cordero. -¡No!
-¿Qué pasa por aquí? -preguntó un sonriente y recién llegado Scott.
-Este tío loco quiere que quede con Jackson en Londres para darle no se qué mierdas de no se qué.
-Vamos, Stiles... sé que en el fondo Jackson no te parece tan mal tío. Sabes que es buena gente. Un chulo, pero buena gente.
-No. No cuela.
-Venga, Stiles. -intervino Scott encogiéndose de brazos. -Seguramente Jackson haya cambiado... además, no lo veas como un favor a Jackson, piensa que le haces un favor a Danny.
Stiles miró ceñudo a su mejor amigo, odiándole por convencerle tan fácilmente. Después miró a Danny que tenía rostro de inocente niño encantador y Stiles terminó suspirando, rendido.
-A la salida del instituto te busco y te lo doy. Eres el mejor, Stiles. -dijo Danny sonriente. Le dió medio abrazo (entiéndase que con un brazo) y se fue en busca de su clase.
-Esta me la pagas. -dijo con fingido odio a su mejor amigo.
-Venga, no será algo tan malo...
-Sí, sí... pero tú vas a tener que lidiar con Derek por esto. -dijo cerrando su taquilla y comenzando a caminar hacia la clase.
-¿Pero de qué hablas? -rió Scott yendo tras su mejor amigo. Stiles se paró y lo empujó al servicio, para comenzar a cuchichear.
-¿Te acuerdas de la lista esa que me hacía escribir Derek durante siglos?
-Sí. -asintió el alfa aún perdido.
-Jackson estuvo en ella. Durante... la verdad que no se cuanto tiempo. Pero estuvo en ella. Y desde que me dió por ir besuqueando a todo el mundo, está demasiado pendiente de los nombres que aparecían en ella... ya sabes, como un poco celoso. Y ahora, gracias a tí y a Danny, voy a estar en Londres con Jackson a solas para darle no sé qué demonios. Y por si no te has dado cuenta aún, Derek estará aquí contigo, yo estaré a miles de kilómetros con Jackson y ¡AH! ¡ESTARÉ EN CELO, CAPULLO!
Scott se quedó petrificado, con la boca abierta y los ojos como platos. Finalmente, pareció reaccionar, sacudió la cabeza y contestó hábilmente.
-Pero no le pondrás los cuernos a Derek porque le quieres.
-¡Cállate! -balbuceó Stiles sonrojándose. -El caso no es ese, ya sé que no le pondré los cuernos... ya he escarmentado... El caso es que tú vas a tener que lidiar con un lobo celoso y posesivo que, por mucho que me diga que no le preocupa que esté en la otra puta punta del mundo en pleno celo y que me diga que se fía de mí y que no estará preocupado, estará en tu manada, entrenando con tus lobos, banshees, zorros y leprechauns con un humor de los mil demonios y que, sobre todo, te culpará a tí de que yo esté, como ya he dicho, en la otra punta del mundo con uno de los que estuvo en mi lista, y en pleno celo. ¡Uuuuy, amigo! ¡Qué mal lo vas a pasar!
-¿Leprechauns? -preguntó de repente Scott.
-¿En serio? ¿Es eso todo lo que se te ha quedado grabado en esa cabeza de chorlito?
-No, idiota... -rió Scott. -Vamos o llegaremos tarde... y por Derek estate tranquilo, yo lo controlo.
Scott se dio la vuelta para salir del cuarto de baño. Stiles, tras rodar los ojos y reir malignamente al imaginarse a Scott siendo apaleado por un furioso Derek, salió tras él al tiempo que la campana que daba comienzo a las clases repicaba en sus oídos.
***
Scott, Kira y Ethan observaban cómo Lydia intentaba acomodarle el pelo a Stiles, que se dejaba por una simple razón: alguien le estaba tocando el pelo y eso a su jaguar (y al propio Stiles humano) le encantaba. Estaban esperando a la salida del instituto a que Derek llegara para llevarse a Stiles. Las clases ya habían terminado y en unas horas, el vuelo de Stiles despegaría.
Justo cuando Scott vio cómo Danny se acercaba con una caja envuelta en papel marrón, el Camaro de Derek hizo aparición. Unas cuantas cabezas curiosas se giraron en su dirección, pero la mirada de Danny hacia el moreno que salió del coche, fue algo más que un poema.
-¿Listo? -preguntó Derek nada más llegar a donde estaban los miembros adolescentes de la manada.
-Espera que ya casi está. -contestó Lydia terminando de atusarle el pelo al jaguar, que tenía los ojos cerrados en claro gesto de relajación total. -Ya. Ya te lo puedes llevar.
-¿Stiles? -llamó bajito Danny, que ya estaba al lado de todos. Derek lo miró y lo estudió a través de sus gafas de sol.
-¿Es eso? -contestó Stiles levantándose por fin del escalón donde le había obligado la pelirroja a sentarse y señalando el paquete. -Espero que coja dentro... -dijo mirando su maleta.
-No es nada que se pueda romper, así que por eso no te preocupes. -dijo agachándose junto con Stiles para meter el paquetito en la maleta.
Derek alzó una ceja y miró sin entender a Ethan, que se encogió de hombros y Scott se rió, aún a sabiendas de que se acercaba una tormenta.
-Espero que sea lo que me pidió... aunque conociendo a Jackson, jamás te dirá que "gracias" ni nada por el estilo... así que te doy las gracias yo, por los dos. -rió Danny. -Bueno, pues... buen viaje. -dijo dándole a Stiles de nuevo un medio abrazo como despedida y yendo al aparcamiento en busca de su novio.
-¿Jackson? -preguntó Derek cuando Danny ya se había ido.
-Te lo dije. -refunfuñó Stiles señalando a Scott. -Sí, al parecer vive en Londres... y Danny me ha pedido que le dé una cosa y bueno, pues me usa de baliza diplomática, mensajero o como lo quieras llamar.
-Te queda genial el uniforme, sargento. -dijo Kira mirando al lobo, que la miró con las cejas alzadas.
-Sí, sí... qué morbazo. -continuó Lydia sonriendo.
-Si intentáis sonrojarle, no lo lograréis... se lo tiene muy creído. -rió Stiles agradecido. Sabía que las chicas tan sólo intentaban distraer al lobo para que, al menos, su despedida fuera tranquila, sin celos de por medio.
-No creo que nos lo vayas a dejar tan solito durante este tiempo... -se unió Ethan haciendo que los demás, excepto Derek, riera.
-Le dejo en buenas manos. -sonrió Stiles mirando a Derek, que estaba de brazos cruzados, decidido a no sonreír ni un ápice. -Bueno, chicos... nos vemos pronto, espero.
Uno por uno, fueron abrazando a Stiles y, cuando terminó la ronda, se despidió yendo hacia el Camaro, donde Derek llevaba sin ningún esfuerzo la maleta, para meterla en el maletero del coche. Subieron en el deportivo y ya dentro, Stiles le dio un dulce y rápido beso en los labios.
-La verdad es que estás muy guapo en uniforme.
Derek bufó, por fin sonriendo de medio lado, y arrancó el motor camino del aeropuerto. Durante el camino, Stiles puso la emisora de siempre y comenzó a canturrear la típica canción estúpida que suena por todos lados y Derek le miraba de reojo en ocasiones para negar con la cabeza acto seguido como si se preguntara "¿En qué momento me empezó a gustar este idiota?".
Aparcaron el coche y entraron en el aeropuerto. Aún tenían mucho tiempo y Stiles rugía del hambre, así que se metieron en el primer bar que encontraron y pidieron algo de comer y beber.
-Si sigues hablando tanto, me explotará la cabeza. -dijo súbitamente Stiles, mirando para Derek, que llevaba callado todo el tiempo.
-No quiero decir nada de lo que después me arrepienta.
-Venga, suéltalo... -sonrió de medio lado resignado. -Sé lo que me vas a decir... y en mi defensa diré que fui coaccionado. Yo no quería quedar con Jackson pero... -Stiles pensó en dejar al descubierto a Scott, pero se apiadó de su alma y decidió omitir el detalle. -...Danny es muy buen tío y yo qué sé... pensé que ayudarle no sería tan malo... además, me voy a pasar tooodo el tiempo con mi tío, haciendo turismo y esas cosas, así que no hay de qué preocuparse. Y llevo las pastillitas que me dio Deaton, me meteré unas cuantas cuando tenga que ver a Jackson aunque no me hará falta porque tengo un lobo sargento sexy esperándome en casa. -dijo casi sin respirar.
-Vale. -asintió Derek, aunque aún tenía algo de mal genio atrapado en su interior. -Pero debo saber de ti a diario. Un mensaje, una llamada, lo que sea. Pero quiero saber de ti.
-Lo mismo te digo.
-Bien.
-Además, llevo el portátil y he calculado la diferencia horaria... así que creo que incluso podremos hacer videollamada. En mi madrugada será tu tarde, más o menos, así que podremos arreglarlo. -Derek bufó con su habitual sonrisa (habitual sólo cuando está a solas con Stiles) -En serio, Derek... si pudiera elegir entre quedarme aquí o irme, me quedaría. Pero como tú dijiste, recuérdalo, tengo que dejar de ser tan respondón con mi padre y empezar a revelarme menos... y él decidió que me fuera.
-Ya, pero aceptaste demasiado fácil.
-¡Porque es Londres! ¡Si me lo comparas con una acampada cutre con Deaton en Utah, pues Londres, que ya de por sí es genial, pues es fantabuloso! Y por si aún tienes dudas, hoy mismo me he enterado de que Jackson vive en Londres.
-Vale, Stiles... deja de defenderte... no te estoy culpando de nada ni...
-Pero estás enfadado.
-No lo estoy.
-Sí que lo estás. Te noto extraño, como... no sé, no es que te note enfadado de rabioso, echando espuma por la boca y con los ojos azules... simplemente no te noto como siempre. -concluyó con el ceño fruncido, Stiles. Derek bufó y se echó para adelante, cogió un nugget de pollo y se lo llevó a la boca.
-Simplemente no quiero que te vayas. -dijo después de tragar. -Me da igual donde, pero Londres está lejos. Si te pasa algo, no podré ir a ayudarte.
-Eres un tierno. -se rió Stiles. Derek bufó de nuevo y se tiró contra el respaldo. -Yo también te echaré de menos. -dijo levantándose de su sitio y poniéndose en la silla vacía de al lado del lobo para apoyar su cabeza contra el hombro del moreno. -Mucho.
-Eres como un grano en el culo.
-Calla, amargado. -dijo recibiendo un beso del moreno.
***
-Nos vemos pronto. -sonrió tristemente Stiles, despidiéndose al borde del escáner que daría el pistoletazo de salida de un largo viaje.
-Échame de menos.
-No tengo duda de que tú lo harás. -se burló el jaguar antes de darse la vuelta para pasar a través del arco.
-Stiles. -le llamó el lobo cogiéndole de la chaqueta. Stiles se dio la vuelta y unos suave labios rozaron los suyos. -Te echaré de menos. -dijo Derek al separarse.
-Señor, tiene que pasar. -urgió la chica joven que controlaba el acceso.
-Voy. -dijo sonriendo el joven y, despues de darle otro beso a Derek, pasó a través del sensor.
Stiles pasó, recogió su equipaje de mano y se giró para mirar al lobo, que estaba con las mano en sus bolsillos, observando cómo se iba alejando por el pasillo que daría a la zona de embarque. Se despidió con la mano y vio cómo Derek sonreía y alzaba la suya en respuesta.