Tres meses antes (Octubre)
Cassie
—Mirarte tanto en el espejo no te hará más bonita— Luke está parado en el marco de la puerta con los brazos cruzados, está completamente vestido de negro, desde la punta de sus vans hasta el cuello de su camisa de botones.
—Idiota— le dije y solo lo escuché reír —Ya me había acostumbrado a esos hermosos zapatos de vestir que sueles usar— hice una mueca, se veía más atractivo con ellos, amaba sus vans, pero no eran comparación con sus zapatos negros o incluso las botas negras que últimamente lo veía usando.
—Quiero lucir joven y no tan estirada como tú— se acercó hasta ponerse tras de mí.
—Claro ¿tu definición de "juventud" es usar vans?— acomodé el pelo con mis manos para darle más volumen, solo me concentraba en terminar de arreglarme.
—No desprestigies mis zapatos— puso sus manos en mis hombros, me estremecí por la impresión, me había asustado.
—Mi padre tiene unos, y el sujeto tiene como 47 ¿eso lo hace joven?— me giré para mirarlo a la cara y apartar sus manos de mi cuerpo, extrañamente el contacto se sintió diferente a otras veces y no estaba segura del por qué.
—Eso lo hace cool— negué con la cabeza mientras me ponía de pie.
—Solo lo dices porque es tu jefe, no está aquí para escucharte, quiero informarte— lo golpeé un par de veces en el pecho.
—Cierto, eso me recuerda...— me tendió el teléfono, lo miré sin entender hasta que me insistió en tomarlo.
Miré que la pantalla seguía contando tiempo, como si alguien estuviera hablando, alguien estaba en la línea alrededor de quince minutos atrás. Miré con desconfianza al aparato y a mi amigo, era extraño aquello.
—¿Hola?— dije sin estar muy convencida de que eso era lo que debía hacer.
—¿Así que no soy lo suficientemente bueno para ser llamado "cool"? ¿El sujeto? ¿Enserio, Cassandra?— la voz de mi padre me reclamaba, no pude evitar reír ante su tono y golpear a Luke antes de contestar, él no me había advertido, estaría de parte de Ed la próxima vez que pensara en molestar al dichoso amigo que tenía.
—Lo siento, pa, no es algo contra ti, es contra Luke, solo quería mostrar el punto de que su ropa no la hacía mejor que el resto y que enserio amo los zapatos que lo hacen ver más serio, digo hay hombres con fetiche sobre los tacones ¿no puedo yo tenerlo sobre los zapatos clásicos?— termine mi pequeño discurso dirigiéndome a la orilla de la cama para ponerme mis tacones negros, la primer prenda de vestir que había comprado en Vancouver.
—Así que ¿solo era para molestar a Hilton?— su tono había cambiado, sonaba menos indignado.
—Ese siempre es mi objetivo— acomodé la correa alrededor de mi tobillo.
—Esa es mi niña— casi podía sentir la palmadita de aprobación que suele darnos en la espalda.
No era un padre muy afectivo, pero siempre trataba de apoyarnos, por eso de alguna manera aunque no quisiera que viviría sin él o mamá, había estado de acuerdo, quería que creciera como persona y tal vez fingir de nuevo que una lagrima no se le había escapado en mi graduación mientras yo fingía no haberla visto.
—Lo sé, pa— nos quedamos en silencio un momento, tal vez perdidos en los recuerdos —Debo irme, Héctor— reí cuando lo escuché gruñir, amaba molestarlo, siempre era bueno recordarle que él era mi chofer de vez en cuando, y utilizar ese nombre como referencia me gustaba.
—Lo tendré en cuenta la próxima vez que me llames— su tono era osco, aunque solo bromeaba.
—¿Sabías que te quiero mucho?— alargué la "o" al final y hablé como si fuera una niña chiquita, siempre funcionaba con él.
—Cuando te conviene— bufó, siempre era raro escucharlo haciéndolo.
—Pero al menos lo hago— golpeé la espinilla de Luke al ver que estaba a punto de reír a carcajadas—–Chao, pa, te quiero— y finalmente colgué y deje que un adolorido hombre se riera mientras se sostenía la pierna —Aprende a controlar tus chacras— él rió más, en realidad el sonido que sus labios emitían era agradable, me hacía compartir su sentimiento y empezar a reír con él.
Luke y yo habíamos alcanzado cierto grado de unión, leíamos más fáciles las reacciones del otro, no teníamos que hablar para estar de acuerdo en algo, en el tiempo que llevamos conviviendo algo había cambiado, para bien esperaba.
La relación con mis padres estaba mejor que cuando vivía con ellos, mamá me hacía llamarla todos los días aunque fuera para saber que estaba viva y una vez por semana hablábamos por skype, a mi padre lo veía más seguido, sacaba tiempo de su agitado horario para llevarme a donde necesitara y no tuviera que tomar transporte público, aunque me estaba presionando para que aprendiera a manejar.
—Tus clases de manejo empiezan la próxima semana— me recordó Luke, casi parecía leer mi mente, solía ser algo tétrico al principio, pero como él no se veía mortificado por el asunto, lo olvidaba rápidamente.
—Lo sé, profesor Hilton— me puse de pie y lo enfrente, me gustaba que en tacones le llegaba a la boca, él era más alto que Harry, así que no importa que tan alta fuera, Luke siempre me hacía sentir como una enana, menos cuando estaba en mis hermosos zapatos altos, a veces sentía que solo los compraba para no dejarme opacar por él.
Harry... había conseguido pensar en su nombre sin tener un nudo instalado en mi garganta y la vista borrosa, no podía decir lo mismo de decirlo en voz alta, aun así lo consideraba un gran paso, estaba esperando con ansias que el tiempo se llevara todo lo que pude sentir por él, espera que el tiempo curara todo.
—Te odio— dijo haciéndome fruncir el ceño, luego reí, así de extraño se comportaba a veces.
—El sentimiento es mutuo, ahora muévete— lo empuje y casi se cae —Ya sabes lo que dicen: "entre más alto se está, más larga es la caída"— recordé al pensar que algo tan grande se iba a caer e iba a hacer temblar el piso.
—¿Qué?— recupero el equilibrio y me miró desconcertado.
Lo observe un momento analizando si debía decirle que lavar sus oídos de vez en cuando no era tan malo, al final decidí que era solo una pérdida de tiempo, así que lo empuje y agarré su brazo, lo último que quería es que cayera, o tal vez no.
Tomé mi bolso con todo lo que necesitaba para la noche y salí a la sala seguida de Luke, estaba casi llegando a la puerta cuando él me detuvo.
—¡Espera!— ladeé la cabeza —Falta lo más importante— lo vi correr hasta su habitación y entrar, escuché algunos ruidos antes de verlo salir con las manos atrás —No sería una fiesta de disfraces si no vamos disfrazados— miré mi atuendo, un vestido blanco con tacones negros, no estaba disfrazada, pero yo me veía lista para una fiesta.
—¿Entonces qué sugieres, genio?—me crucé de brazos esperando su increíble solución.
—Mira ángel, hoy vas a lucir como uno— un par de alas negras son sostenidas por su mano —Date la vuelta— demanda, riéndome por lo serio que suena, lo hago.
Él toma mi mano derecha y desliza por ella una cuerda, hace lo mismo con la izquierda, lo hace con mucho cuidado, como si el más mínimo movimiento fuera a herirme, tal vez esa era una de las cosas que me gustaban de Luke, podía parecer un idiota o un cavernícola, pero a la hora de tratarme siempre era muy cuidadoso, como si fuera algo precioso que no se puede permitir herir, y la verdad me gustaba ser tratada así al menos por alguien, porque podía ser un idiota, pero siempre me trataba bien y me decía la verdad. Levantó mi pelo con cuidado y sentí como lo acomodo sobre las alas.
—Un perfecto ángel caído, lamento lo de tu cara— me alarme y corrí al baño para mirarme en el espejo ¿qué me había pasado en la cara?
Mi reflejo me mostraba la misma imagen que había visto en mi habitación, no me veía nada extraño.
—No veo nada en mi cara— acomodé las alas para que quedaran algo visibles sobre mis hombros.
—¡Oh! ¡lo siento! ¿Ya naciste así?— lo miré sin expresión mientras comenzaba a reírse de su propio mal chiste, y esa era una de las cosas que no me gustaban de Luke, su talento para arruinar los tiernos momentos que creaba, a veces pensaba que era un ser humano con sentimientos y a veces un idiota que no sabía el significado de la palabra sensibilidad.
Sin decir nada regresé a la sala y tomé el bolso para dirigirme a la puerta, esta vez no lo iba a esperar, podría irme sola, no iba a esperarlo.
—¡Cassie!— gritó tras de mí —¡Falta lo mejor!— estaba en el primer espacio de descanso en la escalera mientras él apenas iba a comenzar a bajarlas.
—¿Sí?— pregunté con duda —¿Y eso que sería?— me crucé de brazos y espere su respuesta.
—Tu maestro, cariño— se colocó unos cachos rojos en la cabeza, y no iba a negarlo, parecía toda una tentación, una capaz de corromper.
Caminamos hasta el bar, había una fila considerable de personas esperando entrar que no íbamos a hacer, esa era la ventaja de que tener contactos en el interior. Saludamos a Raymond y Ronald, los gemelos y guardias del lugar.
—¡Te estamos viendo, Hilton!— le gritaron a mi acompañante cuando estábamos a punto de abrir la puerta de donde provenía la música,
—¡Por favor, solo fue una vez!— reí mientras Luke se quejaba, era lindo ver como lo molestaban, me podría acostumbrar a ello.
—¡Y será la última!— fue la respuesta de Raymond, había aprendido a diferenciarlos, me había tomado un mes, pero lo había conseguido, con la ayuda de Ed, obviamente.
Deje que la música que retumbaba por todo el lugar, Cool for the summer de Demi Lovato sonaba, era extraño escuchar una canción como esa en el lugar, no es que tuviera algo en contra de la canción o la cantante, solo era raro, supuse que el DJ estaba complaciendo al público.
—¿Sabrán que ya estamos en otoño?— reí ante el comentario de Luke, lo tuvo que gritar así que no era la única que lo había escuchado, y a diferencia de mí, ellos parecieron preguntarse lo mismo que mi amigo.
—¡Oye! ¡Al menos no es Summer de Calvin Harris!— por alguna extraña razón cada vez que entrabamos esa era la canción que se estaba reproduciendo, no sabía si era destino o coincidencia, pero solo la ponían una vez en toda la noche y era justo cuando entrabamos, y eso que habíamos ido a diferentes horas.
—Pensé que era el único que lo había notado!— negué mientras intentaba caminar hasta la barra, la gente me estaba empujando y aplastando mis alas, incluso algunas personas se quejaban de que las golpeaba con ellas, no me importaba, solo porque no había decidido usar un disfraz revelador no quería decir que el mío no merecía ser apreciado.
Luke logró ponerse delante de mí y arrastrarme por un camino seguro hasta la barra donde Ed parecía muy ocupado como para notar nuestra presencia, la gente gritaba por todas sus bebidas, y el grupo de personas detrás de la barra trataba de actuar lo más rápido que podía, el lugar estaba más lleno de lo normal, algunas veces en semana iba a leer mis trabajos de español allí, tal vez por eso no lo entendía del todo y mi profesor me odiaba tanto, la única razón por la que lo soportaba era porque estaba estudiando idiomas y enserio quería hablar español, francés y alemán.
—¡Edward, hidrátame!— Luke demandó haciendo que Pierce mirara, y lo aniquilara con sus ojos.
—¡Hazlo por ti mismo!— maldije en mi mente en el momento en que sus palabras salieron de su boca, la sonrisa en la cara de Luke solo indicaba que lo haría.
—¡Cómo digas!— me guiño un ojo y coloco sus manos en la barra para saltarla, una vez al otro lado le palmeo la espalda a Ed y pasó tras de él hasta tomar un par de botellas de la nevera, camino hasta la cajera y le pasó un par de billetes antes de caminar hasta mí y entregarme una botella de Smirnoff luego de destaparlas.
—Gracias— le dije mientras comenzaba a beber.
—No tan rápido si quieres recordar tu nombre para el final de la noche— advirtió Luke mientras volvía a saltar la barra y a ponerse a mi lado.
Observamos con curiosidad a las personas, era increíble como había hombres hasta en pañales y con un biberón gigante saltando en mitad del lugar, las mujeres no se quedaban muy atrás, el lema parecía ser "entre menos ropa, mejor" quería verlos decir eso una vez que salieran al frio de Vancouver, el clima no iba a ser tan bueno con ellos.
—¡Cassie!— Ed gritó tras nosotros, giramos a verlo, Luke y yo parecíamos sincronizado como mis hermanos alguna vez estuvieron, dio miedo —Te tengo un regalo para que estudies algo mientras te diviertes— alcé una ceja en incredulidad ¿qué cosa podría hacer eso? Habló por un radio que tenía en su delantal y sonrió antes de que la canción cambiara.
Back it up comienza a sonar, niego con la cabeza mientras comienzo a reír, ¿desde cuándo 'papi chulo' era algo que le diría a mi profesor o que me preguntarían en un examen? Luke bailaba a mi lado, incluso me hizo enfrentarlo y se pego a mí haciéndome moverme.
Era divertido moverse y saltar, milagrosamente Luke era el que me guiaba, me alejó de la barra y me obligo a seguirlo a la pista de baile, me cantó la canción mientras hacía extraños movimientos de baile y me incluía haciéndome girar, incluso puso sus manos en mis caderas y las movió, me dejé llevar con él, estaba consiguiendo lo que quería, divertirme y no pensar en nada ni en nadie más. Su pierna estaba en medio de las mías y me obligaba a moverme y menearme con él, incluso me hizo bajar un poco.
De repente la canción cambio, un tono más bajo y lento se escuchó, Luke se puso derecho, pero no me alejo de él, me hizo levantar la cabeza y conectar nuestras frentes mientras nos movíamos al ritmo de Powerful de Major Lazer, tal vez no le ponía mucha atención a las palabras de la canción que Ellie Goulding y Tarrus Riley entonaban, pero sí a mi ritmo cardiaco.
Mi corazón parecía querer salirse de mi pecho, tenía sed y mis labios se sentían secos de repente, sentía su respiración chocando con mi piel y enviando escalofríos a través de mi cuerpo, mi respiración era irregular, me obligue a sostenerme con más fuerza del cuello de Luke, pero eso solo ocasiono que nos acercáramos y que la sensación empeorara. Bajo su cabeza hasta mi cuello y besó justo en la unión entre mi hombro y mi cuello, eso solo empeoró todo, me hice más sensible a sus movimientos, y aunque se sintiera bien sentía la necesidad de detenerlo, pero no esa noche, me dejaría llevar por una vez y disfrutar de una fiesta.
Sus manos se fueron hasta el final de mi espalda y unió nuestros torsos más, la tela era lo único que nos separaba. Siguiendo el camino de mi espalda llegó hasta la cuerda de las alas que él mismo me había colocado, tomo las finas líneas ubicadas en mis hombros y muy despacio las fue bajando hasta que las alas cayeron al piso, no hice ningún movimiento para recogerlas, solo lo miraba, parecía hipnotizada por sus ojos azules, él me sonrió y alejó sus manos de mí haciéndome fruncir el ceño, hasta que tomó los cachos sobre su cabeza, los guio hasta la mía y acomodo la diadema en ella.
Me acercó una vez más a él y me hizo girar para que mi espalda estuviera en contacto con su pecho, sus labios en mi oído besando justo detrás de mi lóbulo, parecíamos aun más cerca que en la posición anterior, y de una forma mucho más intima, los dedos de mis pies se encogieron al recibir la descarga de electricidad que me él me mandaba, su respiración, su calor corporal, el movimiento de sus manos, todo estaba jugando con mis sensaciones.
—Bienvenida al otro lado— murmuro en mi oído, me mordí el labio, al fin estaba en casa.
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Denle amor para que mañana les publique otro, así sea un comentario que me motive jajajaja
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