Siete meses antes (Junio)
Cassie
Termine de doblar el papel, el sobre estaba debidamente marcado y listo para enviar, tome un poco de agua del vaso a mi lado, humedecí el borde del sobre para que se adhiriera al papel.
—La gente normal usa la lengua, o ¿es que no has visto películas?— se burló Jacob, mi hermano, constantemente en el día debía recordarme a mi misma por qué lo amaba.
—No te importa, además me gusta ser diferente— le alegué.
—Yo no te llamaría diferente, más bien, extraña, pero ¿Quién soy yo para cuestionar la creación del señor?— lo miré extraño, ¿Quién era ese sujeto que utilizaba bien el lenguaje? Yo diría un buen empleo del idioma.
—Es bueno que leas, aunque no sabía que la biblia era tu clase de libro, aunque es interesante, son buenas historias— me encogí de hombros ante su mirada.
—No he estado leyendo, simplemente la televisión me ha estado educando— me sonrió de lado —Deberías ver algunos programas, te enseñaran algunas cosas— su cara se transformo en una siniestra mueca.
—Ya entiendo por qué mamá no te dejaba salir de casa tan seguido, eres un peligro para la sociedad— me puse de pie con el sobre entre mis manos, lo deje sobre la canasta que mi papá me había indicado esa mañana, finalmente había tomado una decisión, era tiempo de asumirla y comenzar a trazarme un futuro.
—Eso es ofensivo— se quejó, lo miré de nuevo, estaba usando palabras como 'ofensivo', definitivamente su novia estaba haciendo un buen trabajo, al menos había ampliado su vocabulario.
—Eso es la verdad— le respondí antes de tomar el vaso y caminar hasta la cocina con él pisándome los talones, literalmente, me estaba pisando la parte trasera de mis pies descalzos, me estaba tocando con sus asquerosos pies —Aléjate— lo empujé lejos de mí, la sonrisa maliciosa de sus labios me hizo entrar en alerta.
—Pero madame, yo considero que a usted le falta algo— él daba un paso al frente y yo dos atrás, no un movimiento muy efectivo, considerando que era la cocina de un apartamento y no la de nuestra casa en Londres, papá vivía solo, así que no necesitaba mucho, solo tenía dos habitaciones más que la suya para nosotros, pero el resto del inmobiliario era innecesario para él, además de que no mantenía mucho en casa, gajes del oficio.
—Aléjate, vago— la sonrisa del gato de Cheshire se apodero de su cara, dio miedo, mi espalda se puso derecha por instinto, estaba en guardia, no estaba muy segura de cuál sería su siguiente movimiento hasta que vi algo volando hacia mí.
El frío se adueño de mí, las gotas de agua mojaban mi cara y mi ropa, algo de pelo húmedo había caído por mi frente llegando a mis ojos. Todo se quedó en silencio, y para contradicción de todos, en vez de gritar, simplemente comencé a reír.
—Que el juego comience— dije retirando el pelo de mi cara, Jake me miró como si fuera un bicho raro, uno que estaba a punto de poner las cosas mejor.
Sin dudarlo me dirigí hasta el fregadero, tome la manguera que normalmente era destina a lavar los platos sucios, esta vez estaba destinada a lavar a mi sucio hermano.
Abrí la canilla y apunté, el grito que dio fácilmente podía confundirse con el de una película de terror, tal vez el agua estaba un poco fría, pero él era un exagerado.
Yo disfrutaba mientras lo veía poner sus manos frente a él, tratando débilmente de escudarse, cuando al fin se dio por vencido corrió hasta mi lado y tomó el recipiente con jabón líquido, comenzó a tirarlo en mi ropa.
Con una mano traté de apartarlo mientras con la otra todavía le tiraba agua, el agarro la manguera y desde ahí todo se descontrolo, jabón y agua volaron por todo el lugar, estábamos teniendo un extraño baile que solo me hacía reír, incluso Jacob reía, pero sin la más mínima intención de bajar la intensidad de la lucha.
Lo vi perder el equilibrio, probablemente su pie había pisado el jabón en el piso; reí por la cara de pánico que puso, reí hasta dejar ir el jabón y la manguera para que cayera solo, pero no lo conseguí, a medio camino él me tomó de la mano y me llevó consigo. Caí a su lado y sobre mi pierna derecha, el dolor no tardo en esparcirse por toda mi extremidad, haciendo que un leve grito escapara de mis labios, Jake solo gritó una grosería, muy su estilo.
Ambos nos miramos con los ojos abiertos y bastante asustados, luego empezamos a reír sin ningún sentido, no era gracioso haber terminado en el suelo y heridos, pero su cara de pánico lo fue todo.
—Justo cuando crees que tus hijos son lo suficientemente maduros para dejarlos solos en casa te encuentras con algo como esto— mi papá estaba parado en la puerta, de brazos cruzados y analizándonos con la mirada.
No podía decir si estaba enojado o estaba escondiendo muy bien su risa, lo único que sabía es que de repente Jake empezó a reír como desquiciado y yo solo ponía mi mayor cara de inocente.
—Hola, pa— dije con voz tierna, casi como la de una niña de cinco años.
Finalmente empezó a reír mientras negaba con la cabeza, a mi parecer no podía tener mejores hijos, éramos lindos, divertidos, inteligentes, tiernos, buenos estudiantes, luego recordé que Jake venía en el paquete y deseche la idea, solo tenía una buena hija.
—Nada de "hola, pa", van a limpiar todo esto y a ponerse presentables, no causaban tantos problemas cuando tenían cinco— miró a Jake un momento —Bueno, Cassie no causaba tanto problema— tres risas se escucharon, todos reíamos menos mi hermano, incluso se había cruzado de brazos y quedado sentado en el piso.
Yo me puse de pie con calma para no volver a caer, sosteniéndome de la encimera, debía cerrar la llave. Mientras movía mi mano sobre la canilla, noté que fueron tres risas, miré más allá del cuerpo de mi padre y me encontré con Luke Hilton, en traje y sonriéndome.
¿Qué hacía él allí?
—Y luego se quejan del calentamiento global— casi tropiezo de la impresión, no era un espejismo, hablaba, él en verdad estaba aquí —Parece que hubieras visto un fantasma— me dijo, yo asentí, básicamente él era eso.
Salté y corrí hacia él, o lo intenté, casi vuelvo a tocar el piso gracias a las piernas de Jake, cortárselas no sonaba tan mal en el momento.
—Detente ahí, no me vas a tocar así como estás— fruncí el ceño ¿Cómo estaba? —Mojada, enjabonada, hecha un desastre, señor Reed, creo que ella necesita gafas— se dirigió a mi padre con una mueca en el rostro, lo miré mal.
—Yo vengo pensando lo mismo desde hace un tiempo— habló Jake desde el piso —Digo, se fijo en un Sullivan ¿Qué tan mal de la vista está?— quería que desapareciera, había evitado hablar del tema por un tiempo, no creía que era conveniente traerlo a colación y en la menor oportunidad el protozoario que tenía como hermano lo mencionaba. Lo pateé ya que estaba tirado en el piso e indefenso.
—Tal vez sea como Nina y me guste hacer obras de caridad— mi papá rio al igual que Luke, por parte de mi hermano recibí una mala mirada, me encogí de hombros —Al que le caiga el guante, que se lo Jake— reí, le envié un beso para hacer todo dramático.
—Te detesto— rodé los ojos.
—El sentimiento es mutuo ¿Cuándo lo vas a entender?— lo oí gruñir, no me importó, seguí caminando e intentando llegar a Luke, cada paso ponía una expresión de pánico más grande en mi amigo —Ven aquí, niño bonito— él dio un paso atrás.
Era lindo cuando actuaban así, solo hacía que el final fuera más gratificante, mi piel resbalo un poco, era incomodo y extremadamente peligroso andar con los pies enjabonados, culpaba a mi hermano.
Cuando estaba a punto de tocarlo una mano fue puesta en mi hombro, mi papá me miraba y negaba con la cabeza, intenté hablar, pero lanzó una mirada de 'No lo hagas'.
Creo que es el momento en que cada hijo que respete a su padre se desinfla, la sensación de estar decepcionando a alguien inconscientemente te detiene, al menos conmigo funcionaba así. Suspiré, aun no me acostumbraba a las reglas de mi padre, mi mamá se hubiera reído y me hubiera hecho limpiar todo y disculparme con Luke, pero no me hubiera detenido, ella siempre dejaba que tomara la responsabilidad de lo que hacía, a veces me preguntaba si tenía autorización de hacer algo más que respirar en ese lugar.
—Limpien todo, incluyéndolos, tengo un anunció que hacerles— asentí y caminé más allá de Luke, no lo miré, honestamente era triste estar rodeado de tanto aguafiestas.
Entendía que se supone que por ser mayor debía comportarme mejor, pero delante de los extraños. Quería gritar. Si no podía ser yo misma delante de las personas que me conocen ¿delante de quien podría?
Luego pensé que él era mi padre, acostumbrado a tenernos solo durante el verano y en una casa que alquilaba, no en su apartamento, y menos en un verano donde éramos entes libres. Seguro que su habita natural fuera perturbada lo alteraba, era como si movieran algo que te aseguraste de poner en un sitio por alguna razón.
Nunca habíamos tenido roces, pero últimamente venía mordiéndome la lengua más de lo normal, ya no era una niña, incluso estaba consciente de que iba a hacer algo muy infantil, pero así era yo, así funcionaba, era muy molesto ser obligada a cambiar.
Tuve que darme una buena ducha y volver a lavar mi pelo, incluso aplicar acondicionador, el jabón liquido de lavar platos no era muy buen hidratante si me lo preguntaban.
Ropa cómoda, pies descalzos y, un pelo desenredado y mojado fue lo mejor que pude conseguir para estar presentable rápidamente, Jake no lo hizo mucho mejor, incluso aun llevaba la toalla sobre sus hombros. Me dio un encogimiento de hombros antes de dirigirse hacia una puerta al lado de la puerta de entrada, era un armario con los productos de limpieza.
No veía ni a Luke ni a mi padre, me pareció raro, no había tardado más de media hora, además no había escuchado la puerta de entrada cerrarse, pero tampoco la había escuchado cuando llegaron, tal vez debía pedir que me revisaran los oídos.
Limpiamos el desastre, era más grande de lo que pensaba, el suelo estaba resbaloso, la encimera, todo, incluso había jabón seco en una parte del piso, no sabía que podía secarse tan rápido. El oxigeno siempre hacía su trabajo y oxidaba todo, incluso a nosotros.
Exhaustos en el sofá, uno tirado al lado del otro, esperábamos una señal de vida que nos indicara que es lo siguiente en la lista de 'cosas por hacer'.
—Quiero ver a Nina— se quejó mi hermano.
—Yo quiero ser rica, no siempre se tiene lo que se quiere— Jake rio un poco, antes de suspirar —Siento no poder conocerla bien, creo que no tuvo una muy buena impresión de mí, ya sabes, ojos rojos, algunos mocos— él me sonrió.
—En realidad eso te hizo más humana y menos muñeca feliz— alcé una ceja —Está bien, en realidad, solo se preocupo, no pensó nada malo, solo esperaba que te mejores y poder conocer la real tu, en realidad aun me pregunta si estás mejor o si has vuelto a llorar— hizo una pequeña pausa y me miró haciendo una mueca —En realidad se extraña de que no llores— fruncí el ceño.
—Dijiste "en realidad" demasiadas veces para tomarte enserio, pequeño Jake— el sacó su labio inferior —¿También estás preocupado por eso?— fui muy cuidadosa al hablar.
—¿Por qué no has llorado?— preguntó, asentí —Sí— admitió —Lo estoy, bastante diría yo, digo, recuerdo cuando llegaste a casa, parecía que habías llorado un poco, pensé que no querías que nadie te viera llorar, y lo entiendo, no me gusta que me vean débil, pero luego llegó la noche y simplemente dormías, no había ni una sola lagrima, ni un solo quejido, nada, hasta pensé que estabas muerte— pareció recordar algo —Incluso mamá estuvo parada en el marco de tu puerta por dos horas esperando algo ¿un punto de ruptura? ¿Una pesadilla? Sinceramente no lo sé, pero cada minuto se veía más preocupada, y aun así lograste tener unos horrorosos ojos rojos e hinchados— nos quedamos en silencio, esa era información nueva para mí, no sabía eso de mamá y mucho menos que les preocupaba que no llorara.
Pensaba que era todo lo contrario y no llorar era una forma de mostrar que podía seguir adelante, no veía nada malo, no me sentía devastada, tal vez no lo había registrado, tal vez simplemente mi mente escapaba, no estaba segura, simplemente no pasaba cada minuto del día viendo las fotos que alguna vez nos tomamos, ni siquiera hablaba muy a menudo con Ian por la misma razón, no quería recordarlo, no quería llorar por alguien que no me apreció, además, no todas las perdidas lo eran, tal vez solo fue un episodio de mi vida, un choque con la realidad, no todos son lo que parecen.
Abrí la boca para hablar varias veces, no tenía respuesta ¿Cómo contestar algo de lo que no estaba segura?
—¡Wow, Jake! Cuando te pones sentimental me dejas sin palabras— fue lo que salió de mi boca, una sonrisa torcida se formo en la suya.
—Supongo que no me dirás nada— más silencioso —¡Mierda, Cassie!— pasó sus manos por su pelo —¡Me frustras! Ahora mismo estoy impotente, apiádate de mí— dejos las palmas de sus manos sobre su cara.
—La palabra soez era innecesaria— él rio sin ganas —No lo sé— retiró la barrera que ocultaba sus ojos de los míos, podría jurar que estaba a punto de llorar —Te juro que no lo sé, simplemente no siento la necesidad de hacerlo, no me siento asustada, puedo decir que simplemente eso no pasó, no sé como describirlo, pero las lágrimas simplemente no quieren salir, estaban allí, las sentía, mi vista no era clara además de que no podía hablar bien con el nudo que tenía en la garganta, no sé si es malo o bueno, no sé nada, Jake— me encogí de hombros, últimamente parecía hacerlo mucho.
—Dijiste "no sé" demasiadas veces para tomarte enserio— dijo haciéndome reír, una cucharada de mi propia medicina le llamaría yo a esas palabras —Prométeme que me lo dirás— lo miré sin entender —Cuando ese "no sé" se convierta en un "sé"—aclaró.
—Es muy extraño, tú no eras profundo, creo que debo alejarte de Nina— él no rio como pensé que haría.
—No es eso, solo que antes no tenía que preocuparme de estas cosas, no contigo— wow, pensé, el idiota de mi hermano tenía más por decir de lo que mostraba.
—Lo prometo— le dije antes de golpearlo, había que romper la extraña atmósfera que se había creado entre nosotros, ya no parecía tan fácil respirar.
Jacob Reed solo se quejó antes de empezar a reír, él había entendido mis intenciones sin problemas y acató todo a la perfección, después de todo sí teníamos un vínculo.
—Bueno, chicos— fruncí el ceño, mi papá venía caminando por el corredor, pero Luke ya estaba parado tras nosotros, sonriéndonos.
—¿Quién llama a sus hijos "chicos"?— murmuró mi hermano.
—El hombre que dio el espermatozoide, además de que no considera que soy una chica— dije con pesar.
—Lo de chica es cuestionable— le di un codazo a Jake por abrir su boca.
—Les tengo noticias— arrastró a Luke con él, se sentaron frente a nosotros, en sofás individuales.
—Aburrido— dijo medio cantando Jake, vi que Luke quería reír, yo quería hacerlo.
—Jacob— advirtió el señor Colton Reed —Como dije, tengo noticias que involucran a Luke—con su mano señalo al aludido, como si no supiéramos quien era —Tal vez el único afectado sea Jake— comentó papá —Debido a que compartirán habitación— soltó despacio, dejando que cada palabra llegara a mi hermano.
—¿Qué?— dijo treinta y dos segundos después, los conté, Jake se paró agitado —¿Por qué yo?— hizo énfasis en el "yo".
—Eras tú o tu hermana, no creo que quieras que duerman en la misma habitación— rodé los ojos, por favor, no es como si algo fuera a pasar entre nosotros.
—No, es cierto— lo meditó un poco y se volvió a sentar —Igual también está tu cuarto, no hay mucho problema que duerma contigo— reí, eso no iba pasar nunca.
—Soñar no cuesta nada— dije poniendo mi mano en su hombro.
—Ni cobran impuesto— agregó Luke.
—Ya está decidido, Jacob— Colton Reed se puso de pie —Solo venía a decirles eso y a dejar que Luke se instale, nos vemos en la noche— arregló su saco como si algo estuviera fuera de lugar y camino hasta la salida, lo vimos hacer todo el proceso de abrir la puerta, pasar por ella y cerrarla, lo hicimos en total silencio.
—Dormirás en el suelo, Hilton, y espero que no gustarte, a mi no me van los tipos como tú— dictaminó abruptamente Jacob, comenzando su camino hacia su cuarto, el que no era solo suyo ahora.
—Tranquilo, no me gustan tan femeninos— reí, iba a ser divertido tenerlos en casa a los dos. Una puerta fue cerrada con fuerza —Ahora— llamó mi atención —¿Qué estabas a punto de hacer cuando me viste?— ladeé la cabeza, no recordaba —Jabón sobre tu cuerpo, un pelo desastroso, suelo resbaloso, protozoario en el piso— solo tuvo que decir eso para que recordara.
Me levanté y corrí hacia él, tirándome sobre él, abrazándolo, y dejando que él me abrazara
—Te extrañe— le dije con la cabeza hundida en su cuello, olía bien.
—Pero si hablamos todos los días— me acarició la cabeza con delicadeza.
—No es lo mismo, Luke, no es lo mismo— le dije antes de suspirar —Hueles bien— salió sin querer de mis labios —El traje te queda genial, deberías usarlo diariamente— le sugerí.
—Bueno, no tienes que pedirlo, eso ya es un hecho— me alejé y lo miré a los ojos.
—No me dijiste que venías— le reproché.
—Era una sorpresa, además de una larga historia— hizo una mueca.
—¿En la historia explicas por qué el traje?— pregunté, él asintió —Bien, comienza— lo corrí un poco para no quedar por completo sentada en él, no quería volver las cosas incomodas entre nosotros.
—Es larga ¿tienes tiempo?— se medio giró para verme directamente a la cara.
—¿Todo un verano te parece suficiente?— me crucé de brazos y recosté mi cabeza en el respaldo del asiento.
—Lo haremos funcionar— me guiño un ojo.
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