Mi contrato, mis reglas [En p...

By Simi_butterfly

2K 157 17

Eda Sorni, una exitosa empresaria, soltera, independiente y ardiente. Ahora tiene que volverse a involucrada... More

1. La oferta inesperada
2. Un día en el club
3. Un lugar hecho para el amor y cariño
4. Un día agitado
5. No iras a ningún lado
6. Hola mariposita
7. ¿Y ahora qué sientes?
8. Eres como la noche, callada y constelada
9. Henry...
10. Noche de celos
11. Lujuria
12. Un día negro
13. Terminemos con el contrato
14. Sanar heridas
15. Luka
16. La piscina
17. Las fotos
18. El anillo
19. El juicio
20. El picnic
21. El secreto
22. Nuestra última noche
23. Somos un equipo
24. Fuego interior
25. La unión
26. Te Amo
27. La confesión
28. Ella no está aquí
29. No Te Vayas
30. No se lo diga
31. Eres lo más importante para mí
32. Todo se paga
33. Te amo pequeña ardillita
34. El gran día
35. Está aquí
36. Bienvenido
37. Me volví a enamorar de ti
38. ¿Qué le paso?
39. La gala
40. Vendido
41. Nuestro camino
42. Retroceso

43. Perdón

7 2 0
By Simi_butterfly


Han pasado algún par de semanas para ser exacta dos semanas y media. Ninguna llamada, ningún mensaje, nada de parte de los dos. Estando en mi apartamento me ha ayudado a aclarar muchos puntos de mi vida.

Durante estas semanas estuve centrada en dos cosas, mi trabajo y buscar pruebas que demuestren mi inocencia ante él. Mateo me confesó todo, dijo que había mandado a un chico de limpieza para sacar esos documentos y que desde hace un tiempo lo venía planeando, me dio otras pruebas, todo lo reuní en un sobre. Ahora estoy frente a María.

—¿Desea hablar con él? —dice en voz baja

—No, dale este sobre, dile que dentro hay un USB con una grabación y unos papeles —toma el sobre con cuidado y lo guarda en un cajón—. Gracias

—¿No quiere quedarse a dárselo usted misma? —la miro en silencio—. Estaba bien, no insistiré

—Gracias 

Doy media vuelta, miro salir de su oficina a Sahara con una sonrisa, ella me mira y ríe, siguiendo su camino. Antes de cerrarse la puerta veo a Henry por unos instantes, sus manos sobre su escritorio, con una mirada fija en la puerta, más bien una mirada perdida. Nuestras miradas se cruzan provocando que acelere mi corazón y mi estómago siente algo extraño; regreso rápidamente la mirada a María despidiéndome rápidamente y me voy rápido a mi auto.

—Regresaron... ellos regresaron —me quedo en silencio y lágrimas empiezan a rodar por mis mejillas— ¿Por qué me duele? Ya sabia desde hace meses que pasaría

Con los ojos llenos de lágrimas, enciendo el auto manejado sin un rumbo al parar, me encuentro frente mi apartamento, miro fijamente el edificio, vuelvo a encender el auto.

Llego a mi lugar seguro, al entrar siento unos escalofríos, observo por un tiempo el suelo, no hay ninguna mancha de sangre, pero mi cerebro recrea esa mancha, me siento en el sofá, cierro los ojos, no puedo evitar llorar, paso un largo tiempo así, hasta que una voz me hace abrirlos.

—Perdón —está frente a mí

Lo noto tan cambiado, ahora tiene más barba de lo común, los ojos apagados, incluyendo su rostro y su cabello despeinado.

—Perdón, fui una mierda de persona, mi enojo, me cejo completamente —se arrodilla ante mí— te ruego que me perdones, te necesito —noto desesperación y melancólica en su voz.

—Sahara, ella... —toma mis manos con delicadeza sin apartar la mirada

—No estoy con ella, ni nada por el estilo —noto sus ojos llorosos—. Te necesito, Eda, regresa por favor —rogo entre lágrimas, su cabeza cae sobre mis rodillas— Perdón

Nunca lo he llegado a ver de esta manera, con cierto temor acarició su cabello.

—Tengo miedo, mucho miedo. No quiero perderte —alza la cabeza, miro sus ojos llenos de lágrimas por salir, la tristeza cubrió su rostro—. Eda, tengo miedo

—¿Qué hacía ahí? —observo esa mirada sombría

—Está embarazada de mí, yo no recuerdo tocarla desde que ella se fue

Siento una presión en el pecho, el aire me falta. ¿Qué debería de decirle? ¿Cómo paso? ¿Qué hago? 

—Tengo miedo de perderte, tengo miedo de ser padre, simplemente tengo miedo

—Yo... —se queda callado—. Estoy aquí para ti, Henry. No sé qué efecto tendrán mis palabras —tomo su rostroentre mis manos para que me mire—. Tienes que darle amor a ese bebe, dale todo lo que te falto, dale todo lo que deseaste de niño, cuídalo. Sé qué serás un buen padre, lo note en aquellas palabras que una vez dijiste.

—¿Y si arruinó todo, como contigo? —limpio sus lágrimas con las yemas de mis dedos— ¿qué hago?

—No podemos comparar, son situaciones distintas, yo soy una relación amorosa y lo que pasara en unos meses será una relación paternal. Te equivocaste al hablar, eres impulsivo, un poco temperamental, pero sé que con ese bebe no será así, lo cuidaras muy bien.

—Nosotros... Yo...

—Yo deseo seguir contigo, porque te amo, esto tal vez cambie las cosas, pero aún deseo estar contigo 

—¿Ya no quieres casarte conmigo? —su pregunta me tomo desprevenida, veo su rostro rojizo— Dejaste el anillo sobre el tocador, al verlo sentía que no volverías, también me percate que el anillo de mariposa no lo dejaste.

—No lo sé, esto cambia todo —regresa su rostro a mis rodillas—. Prometí nunca quitármelo pasara lo que pasara —doy un suspiro profundo—. Deberías hablar con tu familia

—Mi padre ya ha tenido suficiente de mí y esto ocasionará muchos más problemas en la familia. Me siento solo —siento como se humedece la tela del patalon— Quiero darle todo lo que necesita, deseo darle una familia feliz y deseo que tú estés a mi lado —dice con dificultad

—No te voy a dejar —él me abalanza sobre mí como un niño pequeño abrazándome— Me quedaré hasta el último anochecer 

No sé cómo he podido ocultar todos lo que siento, me siento furiosa, pero eso no le gana a mi profunda tristeza, tengo todas las emociones revueltas, no quiero desmoronarme cuando él está así. 


Ahora ya en casa me observo frente al espejo del baño, toco mi vientre con melancolía. 

Fue mi culpa no cuidar bien, si solo lo hubiera sabido antes todo hubiera sido muy distinto. Ella ahora es su futuro junto con el bebe que está en camino, tal vez yo quede en segundo plano, no lo culparía por ello. No sabe que es amor paternal, no puede pedirle consejos a la persona que siempre destruyo su amor con unas palabras o agresión.

—Puedo pasar —su voz me hace regresar 

—Claro —entra con cuidado mirando por el espejo

Debo de ser mantenerme bien para él, ya tiene un peso sobre él, no quiero causarle otro.

—¿Dormirás en casa? —niego con la cabeza— Quédate... te necesito —súplica, recostando su menton sobre mi cabeza

—No puedo, debo de hacer algo importante 

Miento, solo quiero estar sola. Necesito gestionar bien mis emociones y sentimientos.

—¿Volverás? —asiento, me muevo con delicadeza para salir de ahí, me detiene de la mano suavemente— Espera. Sé que esto este tema es delicado, si quieres hablarlo estoy aquí.

—Ya paso meses de eso —sonrió—. Fue un accidente 

Le doy un beso en la mejilla, despidiéndome, bajo y noto a Luka. Estas semanas él ha sido una gran ayuda y verlo me alegra el alma.

—¿Te vas? Recién llego —asiento— ¿Por qué estás callada? ¿Te hizo algo? 

Cuando el señor Dylan nos vio discutir se enojó demasiado por el actuar de Henry, él no quiso hablar con Henry. Se lo contó a Luka, lo que provoco una reacción grave. Luka se fue contra Henry, lo golpeo hasta dejarlo casi inconsciente.

—No, solo fui a mi lugar seguro, él me encontró ahí y hablamos. 

—Tu rostro esta apgado, te hizo algo. Espera que lo arreglo

—No lo hagas, es tu hermano, deben de estar ahí apoyándose —camino hasta él abrazándolo antes de separarme, le digo algo al oído— Quédate con él, te necesita. No lo critiques solo escúchalo —le doy un beso en la mejilla en forma de despedida.

Lo miro por última vez, regalándole una sonrisa; cierro la puerta de casa con delicadeza, ya es de noche, veo al cielo viendo las estrellas, llevo mi mano a mi pecho.

Desearía no sentir esto.

Despierto con grito, la respiración me falta y lágrimas están rodando por mis mejillas. 

—¿Señorita Eda? —me toma de la mano— ¿Volvieron las pesadillas?

—S- sí —empiezo a temblar 

—Le haré un té de valeriana —asiento, Valentina se retira rápidamente

Todas casi todas las noches, mis sueños me hacen regresar al día de mi accidente, me recuerda sobre el bebe que perdí, mi sueño son invadidos por la angustia y lágrimas junto con el color rojo. 

No quería decírmelo, pero... todo dos días me echo la maldita culpa de no haber cuidado a ese bebe. Me siento tan culpable de ello, no puede cuidar bien de esa personita.

—Señorita, Eda, no llore. Ya paso —me abraza cálidamente mientras me habla— Es hora de cerrar con ello, usted misma tiene que perdonarse. No sabía de ese bebe, no fue su culpa

—Debí... yo debí —se aparta de mí, juntando sus manos con las mías

—Usted en el hospital lucho hasta el último momento, usted quería que él se quedara, los doctores mismos dijeron ello —suspira profundamente—. Aunque usted no era consiente de ello, pero su cuerpo si, de alguna manera, usted quiso luchar por la vida, el ese bebe en veces de su propia vida.

—¿De verdad... paso eso? —asiente con delicadeza— Me hubiera gustado al menos oír su corazón

Una melancolía azota mi corazón. 

—Es hora de dejarlo ir. Necesita ayuda, debe ir a terapia —asiento con cierto temor—. Mañana iremos temprano —la abrazo con fuerza 

—Gracias, Valentina —sus abrazos se siente paternales iguales a mi madre

—Siempre la cuidaré

--

Henry

Cuando Luka apareció en la habitación, supe que era momento de ayudarme y dejar esa rivalidad con él. Somos hermanos y eso no va a cambiar nunca. Por primera vez en mucho tiempo tuvimos ese tipo de hermanos, aunque fue para hablar sobre Sahara.

Ese gesto conmigo fue mucho para mí, me escuchó, y yo mismo me di cuenta de lo que debía de hacer. Esta vez tenía que decir muchas cosas que me las había tragado, pero ya no será así.

—Si es de la empresa, hablamos en la noche, tengo una reunión en unos minutos, declaro, sin quitar la mira del móvil, mi padre.

—Es algo muy importante, padre, solo te pido que te sientes —ordenó, a regañadientes se sienta frente a mí.

He estado esperando toda la mañana para esto para decirle la verdad, esta vez estoy dispuesto a hablar con calma sin terminar discutiendo por estupideces.

—Vas a ser abuelo —pronuncio con seriedad sin quitarle la mirada. Él sonríe con un brillo en sus ojos.

—¿Por qué no organizaron una reunión familiar para anunciarlo?

—Eda no está embarazada, es Sahara —su rostro cambia rápidamente, mantuvo un gesto de confusión—. Me enteré ayer. Cuidare de mi hijo y estare con Sahara para que mi hijo tenga una familia unida

—Esta vez yo no haré ni diré nada, esto es tu responsabilidad —dice con un tono amable—. Sé que estas palabras no serían creíbles y lo entiendo —suspira profundamente, se desajusta la corbata—. Soy consciente de que mi rol como padre no ha sido el mejor...

—Por ello ahora tengo temores, n-no sé cómo hacerlo.

—De pequeño mi padre era igual que yo decía que trabajar era lo más importante, para tu abuelo era importa el dinero para poder tener una buena vida para toda su familia yo en mi inocencia pensaba que estaba bien ello, trabajar para que no falte nada era lo fundamental y que con ello se demostraba amor a tu familia. Al criarte a ti de alguna manera me vi reflejado, eras rebelde al igual que yo y eso me gustaba de ti. Traté de educarte al igual que Luka, pero fue en vano. Estás aquí trabajando con la familia, pero sé que esto no es lo que quieres. Tú no quieres estar bajo mi apellido, ni mi sombra; estás aquí por obligación. Todo este tiempo he arreglado tus desastres porque yo he querido, no quería que te pasara algo tras esa rebeldía que tienes conmigo.

Es la primera vez que mi padre se abre conmigo. Siempre pensaba que yo era el hijo que odiaba, ya que le he causado muchos problemas. Me cuesta creer que es un hombre impulsivo, mandón, orgulloso, que está frente a mí sacando un lado más amable.

—Esta vez serás tú quien limpia sus errores, yo no haré nada desde aquí en adelante. Te apoyaré como debía de hacerlo hace años. Perdón por ser un mal padre, te amo, hijo, y estoy orgulloso de ti —se levanta del asiento viniendo hacia mí, abrazándome.

No recuerdo ninguna vez que él me haya abrazado, con los ojos húmedos. Correspondo a su abrazo, provocando que mi niño se sienta aceptado por su padre. Mi corazón se llena de alegría.

—Te perdono, gracias por todo lo que me has dado.


Continue Reading

You'll Also Like

3.7K 207 24
-Amor, vámonos a la habitación ya-hago un puchero-estoy cansada, y esto ¡no le hace bien al bebe! -touche. Me tocó la barriga que está más vacía que...
282K 34.3K 32
Alfonso estaba cansado de considerarse un peón en cada una de las jugadas de su padre, siempre cumpliendo con sus caprichos y cerrando la boca para n...
650K 47.8K 26
Tercer libro de la Saga Amor Incontrolable (SAI) ¿Qué es el amor? Cuando me preguntan eso lo primero que viene a mi cabeza son mis padres, ese amor q...
17.7K 1.8K 23
Mía y Angelo son amigos desde niños, pero por un desastroso suceso, Angelo debe regresar a su país natal, Italia. Seis años después, el reencuentro e...