Soy una reverenda tonta... me torture por nada. Como bien dijeron todos, Damián no tenía nada con Salma, no era más que su corredora de bienes raíces que estaba buscando la casa perfecta para nosotros y sí que la había encontrado... era un sueño.
Después que le diera el sí y celebráramos de la mejor forma que conocíamos, demostrándonos todo el amor que sentíamos por el otro... recorrimos la casa y él me contó todo lo que hizo para conseguirla. Resulta que las llamadas nocturnas, reuniones con ella y todo eso, eran para las negociaciones, ya que justamente esta casa estaba muy solicitada y tuvieron que hacer varias ofertas antes de conseguirla. Le pregunte sobre aquel mensaje que alcance a ver y riendo me dijo que así hablaba comúnmente la chica, quien por cierto, tenía novia. No pude evitar reírme ante eso, era una tonta, desconfiando de él por nada...
—Cuando Sonia me dijo que estuviste en la oficina y pensabas que tenía algo con Salma, no podía creerlo, no de ti... eres lo opuesto a alguien celosa—Comenta divertido.
—Lo sé... pero me deje llevar por las hormonas—Murmuro justificándome.
—Échales la culpa—Ruedo los ojos, golpeándolo con suavidad. Dios, era increíble estar en sus brazos, viviendo un momento tan mágico como este...
Era un sueño estar en la que sería en un futuro demasiado próximo nuestra casa, nuestro hogar, donde nuestro bebé nacería y estaríamos juntos como familia. Era perfecta para comenzar una vida juntos; tenía cuatro habitaciones, una cocina completamente equipada y moderna, sala, comedor, una oficina y un enorme jardín trasero con piscina y terraza para barbacoas... Damián tenía razón, esta era la casa perfecta para nosotros y me alegro mucho que haya podido obtenerla.
Hablamos también sobre nuestros planes de boda, se nos metió en la cabeza casarnos ese mismo verano... tenía el tiempo justo para organizar una hermosa boda, como siempre quise. 22 de agosto, ese sería nuestro día especial... Estábamos ansiosos por dar la noticia a todos, por anunciar nuestro compromiso. Moría por comenzar con los preparativos, por enfrascarme en todo eso y compartirlo con mi madre, mi hermana, mamá Tina y por supuesto, mi suegra y mi cuñada, sabía que se pondrían felices. Al parecer todos sabían ya sobre la casa, pero Damián oculto la propuesta, quería que quedara entre los dos y juntos anunciar nuestros planes.
Envueltos en una nube, reunimos de improvisto a nuestras familias, todos nos esperaban en casa de mis suegros, estábamos demasiado impacientes como para esperar un día más. Apenas nos vieron entrar juntos, nos felicitaron por la casa y me bombardearon de preguntas sobre que me pareció, lo único que dije fue... Es perfecta. Y lo era, la ame desde el primer momento que la vi, incluso antes de saber que era nuestra.
—Tenemos una noticia que darles—Dice Damián en cuanto se presenta un silencio. Todos nos observan expectantes, mientras nosotros nos mirábamos con complicidad y sonriendo como nunca. —Ya les había comentado mis planes, tanto a ustedes—refiriéndose a sus padres—Como a usted, suegro y me alegra que puedan estar junto a nosotros en estos momentos, que puedan darnos su apoyo y espero de todo corazón que aprueben lo que hemos decidido...—
—Ya hombre, deja de darle tantas vueltas—Murmura Alexa con impaciencia, haciéndonos reír.
—Por favor, dime que es lo que estamos pensando...—Pide mi hermana emocionada.
—Sí, Damián y yo vamos a casarnos—Murmure con la voz contenida, presa de la conmoción, de la incredulidad de que por fin este anhelo de unir mi vida a la de Damián esté más cerca de nunca.
—¡Oh por dios! —La cara mamá mostraba sorpresa, felicidad, preocupación, miedo... pude ver una cantidad de sentimientos pasando por su rostro. Mi hermana y la suya, gritaron de júbilo, envolviéndonos en un abrazo.
—Mi princesa aceptó casarse conmigo y estoy tan feliz que apenas puedo hablar pero queríamos compartir esto con ustedes—Dice mi novio, cuando ninguno de nuestros padres habla. De un momento a otro la tensión en la habitación era tan palpable que puede incluso cortarse, la felicidad que momentos antes me embriagaba ahora se ha convertido en preocupación, miedo... ¿Qué si ellos no lo aceptan? ¿Si se oponen?
Después de un exasperante silencio que para mí tardo una eternidad, Alexa habló.
—Oh por favor, ¿Por qué se quedan callados? Deberían estar felices, por ellos, por mi sobrino que está por nacer... están siendo responsables, es lo mejor para el bebé, que merece nacer en una familia unida... además esto es algo que veíamos venir, tarde o temprano este par iban a terminar casados... deberíamos estar felices y compartir con ellos este momento—A modo de reprimenda.
—Es una increíble noticia y no entendiendo porque les sorprende tanto, después del embarazo era lógico que esto iba a ocurrir—Agrega mi hermana.
—Las niñas tienen razón, esta es una muy buena noticia y deberíamos estar felices por los muchachos. —Mamá Tina sonríe y alcanza mi mano por sobre la mesa, apretándola con cariño—Muchas felicidades, estoy segura que sabrán sobrellevar esta nueva aventura y formaran una bonita familia, tal vez nos hubiera gustado que no fuera tan pronto pero nosotros no decidimos sobre los designios de Dios, si él quería que las cosas salieran de esta manera es por algo y les deseo toda la felicidad del mundo, que su unión siempre este bendecida—No puedo evitar derramar un par de lágrimas, sintiendo la emoción recorrer todo mi cuerpo, sintiéndome querida por mi abue.
—Gracias...—Suelto apenas audible.
El largo suspiro de mi padre me alerta, esperando una explosión de rabia, de decepción nuevamente... pero pasa totalmente lo opuesto, sonríe y se para tomándome entre sus brazos.
—Mi niña... no cometeré el mismo error dos veces, te abandone una vez y eso no pasara de nuevo... si esta es su decisión, cuenten conmigo para lo que necesiten, y aunque siento que estoy perdiéndote, sé que no podrías estar mejor que con Damián, que ha demostrado merecerte y saber amarte...—Y las hormonas hicieron su trabajo... me desborde en un mar de llanto escondiendo mi rostro en el pecho de papá—Tienen mi apoyo y mi bendición—Murmura hacia Damián.
—No tiene lo idea lo que eso significa para nosotros y más para ella—Dice mi novio, agradeciéndole.
Lo siguiente fue historia... finalmente sus padres y mamá salieron el shock dándonos su apoyo, compartiendo nuestra felicidad, trayéndome de nuevo esa emoción por lo que pronto viviría. Está de más mencionar que enseguida todas se unieron a los planes, emocionadas por comenzar con la organización. Aunque mi suegra y mi madre pegaron el grito en el cielo cuando supieron que tenemos poco más de un mes para tener todo listo.
—Pero ustedes están locos, ¿Cómo pretenden que organicemos una fiesta en tan poco tiempo? —La señora Susan negaba riendo, no dando crédito a lo que oía.
—Deberían considerar esperar algo más de tiempo, para hace una fiesta en forma—Propone mamá y con Damián negamos enseguida.
—No, queremos casarnos en verano y mudarnos cuanto antes—Dice mi novio.
—Sé que ya no tiene caso pero... de aquí a la boda, Valeria regresara a la casa con nosotros, es lo correcto—Con algo de renuencia aceptamos lo que dice mi padre, ya estábamos acostumbrados a vivir prácticamente juntos, pero éramos conscientes que era lo mejor y una forma de agradecerles su apoyo en esto.
—Sirve que mientras van decorando la casa, así después de la boda ya estará lista para que puedan mudarse—Comenta el señor León.
Y a partir de ese día de lo único que se hablaba era de nuestra boda... cuando se los conté a las chicas, no paraban de mirar mi anillo de compromiso y de hacer miles de planes para el gran día. Entre mi suegra, mamá, Teffie, Alexa, mamá Tina y las chicas, estaba asoleada con tanta cosa... todas teníamos ideas distintas y nunca nos poníamos de acuerdo, tuvimos que llamar a Paul para que nos ayudara como en mi fiesta de cumpleaños.
—Siempre supe que más pronto que tarde, estaría organizando tu boda—Murmura emocionado cuando llegamos a su oficina.
Con todos los problemas con papá, la universidad y eso, había olvidado por completo decirles sobre el embarazo a mi abue Eleonor, a mis primos... fue un shock para todos cuando les dimos la noticia. Y como había vaticinado se enojaron más por no haberles dicho antes, que por el hecho en sí... después del enojo inicial, todo fue felicitaciones y palabras de apoyo. Supongo que fue más fácil aceptarlo habiendo pasado por eso antes con Johana, el segundo bisnieto venía en camino...
—Tengo ganas de golpear a tu novio, pero veo tu cara de felicidad y se me pasa—Dice Sebastián riendo. A él y a Isabel se los había contado por video llamada, sabía que no me juzgarían y me apoyarían incondicionalmente.
Otra de las razones por la que la boda era perfecta en verano, era porque todos podrían venir, toda la familia estaría acompañándonos en este día especial. Estaba nerviosa porque eso significaba que conocería a los abuelos, tíos, primos y demás familia de Damián, hasta ahora solo conocía a una de sus abuelas, mamá Rosario, quien es una dulce abuelita a quien no puedes evitar querer de inmediato, madre del señor León. Solo esperaba caerles bien a los demás.
**
Habían pasado ya varias semanas, solo nos quedan poco menos de tres para tener todo listo. Entre la boda y la decoración de la nueva casa, estaba por demás, exhausta. Por supuesto en el proceso, Damián y yo habíamos tenido nuestras diferencias y los primeros conflictos aparecieron.
Se negaba a dejarme pagar nada y eso me ponía furiosa. Era el lugar de ambos, ambos teníamos que aportar de la misma manera, suficiente tuvo con comprar el solo la casa, era necio y no había forma de hacérselo entender. Tuvimos una fuerte discusión el día que le ofrecí ayudarle, se puso histérico diciendo que eso era su parte y no que no tenía que preocuparme por nada. Por supuesto en mi estado, me pongo sulfúrica de inmediato y le grite un par de cosas bien dichas, finalmente después de varios dimes y diretes, termino aceptando que pagara parte de los muebles. Con un Damián refunfuñando y no muy contento, anduvimos viendo las cosas para la sala y el comedor, decidiéndonos por unos modernos color chocolate, que armonizaban a la perfección con el resto de la casa. Lo único que ya venía completo era la cocina, así que combinamos todo basándonos en ella. Me iba gustando como quedaba todo, el pintor hizo un trabajo increíble con las aplicaciones en las paredes y poco a poco agarraba forma.
—¿Ya tienes una idea de cómo quieres nuestra habitación? —Pregunto Damián, estábamos en mi cuarto con el recostado sobre mis piernas, acariciándome el vientre. Recién llegamos de una reunión con Paul sobre algunos detalles de la boda, si bien las chicas me ayudaban con la mayoría de las cosas, trataba de incluirlo en la toma de decisiones, quería que se sintiera parte del proceso.
—Aún no, tenemos que ir viendo opciones... nos falta eso y la habitación del bebé—Comente, creo que estaba más impaciente por decorar la habitación de mi pequeña mancha que la nuestra.
—Te pican las manos por hacer la del bebé, ¿verdad? —Me conocía demasiado bien, reí asintiendo.
—Muero por tenerlo en mis brazos...—El suspiro de alegría que solté, lo hizo sonreír con ternura.
—Y yo me muero por verte con él o ella, mis dos amores—Me incline para posar mis labios sobre los suyos, más enamorada que nunca.
**
Ya teníamos el lugar para la boda, sería en el mismo hotel donde fue mi fiesta solo que en el salón con vista al mar y parte al aire libre. Todo estaba quedando perfecto, como siempre soñé, una boda de princesa. Y todo esto era posible gracias a nuestros padres, papá se ofreció, bueno esa no es la palabra, anunció sin posibilidad a réplica, que él pagaría todo, quería que su princesa, tenga una boda de ensueño y el señor León se apuntó para ayudar con los gastos, así que ahora el presupuesto era lo suficiente para tener todo lo que quería. Al principio Damián y yo, habíamos decidido hacer solo una pequeña fiesta con nuestras familias y amigos cercanos, porque nosotros íbamos a costear todo y con tanto gasto que hemos tenido en la remodelación de la casa, no nos iba a alcanzar, fue bueno tener el apoyo de nuestros padres.
Cuando las cosa con papá se arreglaron, le comente sobre mi idea de trabajar para ayudarle a Damián con los gastos, por supuesto al igual que mi novio, se negó. En cambio hizo arreglamos para que pudiera acceder al fideicomiso que había destinado para Teffie y para mí, años atrás. La idea era dejarnos protegidas por cualquier problema que pueda presentarse o cuando lo necesitáramos en un futuro, me costó aceptarlo en un principio pero finalmente me termino convenciendo, diciendo que en algún momento ese dinero iba a terminar siendo mío y que mejor que ahora cuando lo necesitaba para comenzar mi nueva familia. De esa forma es como he podido ayudarle a Damián con los gastos de la nueva casa.
Hoy teníamos cita en una boutique de novias, buscaríamos el vestido. Decir que estaba emocionada, era quedarse corto... todas me acompañaban, y cuando digo todas, es TODAS; Teffie, Alexa, mamá, abue Tina, la señora Susan, Xime, Ana y Lee... nadie se quiso quedar fuera y para que mentir, me encantaba tenerlas a todas aquí.
—¿Quién es la novia? —Pregunto la señorita que nos atendería esa tarde.
—Yo...—Murmure sonriendo con timidez.
—Bienvenida, que comité tan grande traes—Comenta sonriendo—¿Quién te acompaña hoy? —Presente a toda mi corte, y enseguida nos pasaron a una sala especial con espejos de 180° y sillones de espera. —Novia, ven conmigo vamos a buscar un par de vestidos—Emocionada voy con la chica a buscar entre los cientos de hermosos vestidos que hay en la tienda, para encontrar el que será perfecto para mí.
Después de recorrer varios estantes, vamos al probador con tres vestidos estilo princesa, porque por supuesto quiero ponerme uno así. Estaba demasiado impaciente por verme en él, no cabía en mí la emoción.
El primero, era de color champagne con encaje, de escote en forma de corazón, ajustado hasta la cintura y con caída pomposa... me encanto, era romántico, dulce, sofisticado... precioso. No podía apartar mi mirada del espejo, era como un sueño estarme viendo vestida así tan pronto...
—¿Te gusta? —Pregunto la señorita, asentí sin poder articular palabra—¿Te encanta? —Volví a asentir riendo nerviosamente—Anda vamos a enseñárselo a demás, para ver que opinan ellas—Y volví a asentir, pareciera que me comió la lengua el ratón pero es que eran tantos los sentimientos encontrados que tenía...
—Oh por dios...—Murmuro mamá, secundado por un leve suspiro de todas.
—Te ves preciosa, hija—Dice mamá Tina, limpiándose un par de lágrimas.
—Sé que es el primero... pero es tan perfecto—Alexa estaba pasmada.
—Totalmente de acuerdo—Comenta mi hermana. Y las chicas no se quedaron atrás, opinando al respecto.
—¿Tú qué opinas hija? —Pregunto la señora Susan.
—Es perfecto...—Murmure con voz ahogada.
Aunque a todas nos encantó el vestido, había que seguir viendo opciones.
—Pruébate uno que resáltate tu figura—Insiste Ana.
—Con muchos brillos—Agrega Teffie.
Volví al probador, poniéndome el siguiente... uno blanco corte sirena de hombros caídos, con una linda cola. Era muy bonito, sofisticado, y favorecía mucho mi figura, no tenía idea como le iba a hacer para decidirme por uno... todos me enamoraban de alguna forma.
—Me encantan los hombros—Comente a la señorita.
—Te favorecen mucho—
Cundo salimos, todas amaron el vestido y quedaron encantadas con él...
—¿Te gusta? —Pregunta la señorita.
—Sí, pero no tiene el factor asombroso que busco—
—Hasta que no quedes sin palabras y llores, es que no es el indicado—Dice Xime, y todas asientes de acuerdo.
—Anda princesita, el siguiente—Apremia Lee.
El tercero, era escote de corazón también con encaje que cubría hasta el cuello sin mangas, un cinturón que enmarcaba mi figura y una falta de tul con volados, la ame si he ser sincera...
—Te queda precioso—Murmura mamá que desde hace rato había comenzado a llorar, igual que mi abue.
—Luces como una verdadera princesa—Xime no paraba de hacerme fotos.
—¿Qué opinas de este? —Era tan difícil...
—Me encanta—Murmure.
—¿De los tres cuál te gusta más? —Pregunta la señorita.
—Los tres son preciosos y tiene cosas que me gusta... no lo sé, es tan difícil decidirme por uno—Todas rieron y comenzaron a compararlos, para ver si llegábamos a algo.
—Haber... para que sea más fácil ¿Con cuál te ves caminando hacia al altar? ¿Con cuál te quedaste sin aliento? —Pregunto mi suegra sonriendo.
Ni siquiera lo pensé, la respuesta salió de mí sin más...
—El primero...—
—Ni siquiera pudo hablar cuando se vio por primera vez con él—Cuenta la chica.
—Póntelo de nuevo—Sugiere mamá y regreso al probador de nuevo.
Definitivamente era este... sentía un estremecimiento en todo el cuerpo, las mariposas se alborotaban dentro de mí y las imágenes proyectadas en mi mente, de Damián viéndome con él me lo corroboraron.
—Este es...—La voz de Xime, me trajo a la realidad de nuevo.
—Es perfecto—Murmuraron Alexa y Teffie al mismo tiempo, todas reímos por lo graciosos que sonó.
—Mi bebé... te ves tan hermosa—No pude evitar llorar esta vez, viendo a mi madre así de emocionada.
—¿Entonces Val, este es el vestido? —Pregunto la chica.
—Sí—Dije con solemnidad y todas celebramos.
—Te queda hermoso, Val—Comento mi suegra—Mi hijo quedará aún más enamorado cuando te vea—Me sonroje ante eso, imaginando el momento de caminar hacia el altar con Damián esperando al final del pasillo... sería maravilloso, estaba ansiosa porque llegara el día.
—Es perfecto para ti, no hubiera imaginado algo mejor—Abrazo a mi abue, que tampoco paraba de llorar. Fue un momento tan lindo, siempre soñé con hacer esto y no pudo haber salido mejor. Ya tenía mi vestido de ensueño, perfecto para mi día especial con mi persona especial... ansiaba que llegara el día, caminar del brazo de mi padre quien me entregará oficialmente a mi alma gemela.
Me asuste por un momento cuando la diseñadora dijo que era muy pronto, que no podría hacerlo para la fecha programada... pero después de buscar opciones, nos quedamos con el de muestra, solo iban a arreglarlo y hacerle un par de ajustes para que me quedara perfecto, bendito dios. Mis tres meses y medio de embarazo casi no se notan, así que no será problema, el vestido se verá radiante.
—La niña se ve como una princesa, te quedarás sin aliento—Cuenta mamá a mi padre que nos interrogaba sobre la cita.
—Muero por verte de blanco—Dice mientras me envuelve en sus brazos.
Desde que estoy de regreso a la casa, estaba detrás de mí todo el tiempo, pendiente de cualquier malestar que tenga... las náuseas ya casi habían desaparecido y los antojos ya eran más seguidos, papá se desvivía por cumplírmelos cuando Damián no estaba cerca, incluso en ocasiones parecía competencia para ver quién era más rápido consiguiendo lo que quería. Nos divertíamos mucho con ellos y confieso que a veces me aprovecho de la situación para pedir uno que otro deseo.
Nunca hubiera imaginado que sería así de maravilloso planear nuestro gran día, lo estaba disfrutando tanto y ni que decir de la decoración de la casa... era como si estuviera viviendo un sueño y rogaba porque nunca despertará, tenía un futuro tan increíble que hasta miedo daba que solo fuera una ilusión, un espejismo... pero no, tenía a una persona maravillosa a mi lado, una hermosa familia y amigos entrañables que me recordaban día con día cuan afortunada era... y no me cansaba de darle gracias a Dios por tantas bendiciones, por tanta dicha que me daba, que en unos meses se materializara con la llega de mi pequeño bebé...