Josh tuvo que volver a Londres por los sangrados que por lo visto tenía a menudo y nadie se había enterado. Estaba preocupada por él, el día siguiente de llegar a Londres se hizo varias pruebas médicas para ver lo que tenía, ya era sábado y seguía sin haber una respuesta de esos sangrados.
— ¿Josh te ha dicho algo? —le pregunté a Florence que se acercaba a mí con el teléfono en la mano.
— Nada —dijo apagando su teléfono y metiéndoselo en el bolsillo del pantalón—, le conozco poco, pero me preocupa que le pase algo.
— Josh estará bien —le abracé, no sabía lo que había entre ellos dos o como estaba Addie, pero nunca venía mal un abrazo reconfortante.
Miré a la pantalla gigante que donde estaban pasando las últimas pruebas antes de las clasificaciones, la posible ganadora de Fórmula dos estaba arrasando con los tiempos, sin duda era de los más rápidos. Eso le ayudaría conseguir el sitio en Alpine el año que viene cuando se jubile su segundo piloto que ya llevaba varios años corriendo.
— Cuando Mark acabe los libres le pregunto.
— Gracias —dijo en un suspiro.
Los libres terminaron minutos después de mi encuentro con Flor, estaba esperando el momento exacto para hablar con Mark, cuando no tuviera a todo un equipo de gente detrás de él para hacerle entrevistas.
Iba caminando tranquilamente por el Paddock, más bien daba vueltas en las mismas direcciones para ver si Mark ya estaba libre.
— Perdón —se disculpó Sebastián que acababa de chocar conmigo.
— No pasa nada —Me fijé en que se le había caído la caja diminuta que debía llevar en la mano. Me agaché para recogérsela y leí la etiqueta que ponía claramente "Algo bello para alguien bella"
— Vaya —le dije entregándole la caja—, debe de ser una persona muy especial.
— Estoy intentando que lo sea —explicó metiéndose la caja en el bolsillo—. Si me disculpas, tengo que dárselo.
— Seb ¿Qué haces hablando con ella? —apareció Meredith de la nada.
— Éramos viejos amigos cuando estaba en Mercedes.
— Hola —saludé a su hermana, pero me ignoró completamente, casi pude escuchar a Flor preguntándome qué hacía siendo agradable con ella. Ella de verdad la odiaba.
— No digo con Amelia, tonto —estaba bastante indignada por lo que parecía y yo estaba en el medio de la pelea.
— No sé de qué me hablas.
— Por qué hablas con Addie —aquí están pasando demasiadas cosas y yo no me estoy enterando.
— Oye Black —nos giramos todos hacia Mark—, creo que están teniendo una conversación privada a la que no estás invitada.
— Gracias Mark —le dijo Meredith.
— A mí no me importa que esté aquí —dijo Sebastián.
— Pero a mí sí, ya le he dicho varias veces que no se acerque a nosotros.
Estuve a punto de responderle mal, pero se acercó a mí y me dijo al oído:
— Espérame detrás de Mercedes, estoy en dos minutos.
— Meredith, creo que en mitad del Paddock no es el lugar para hablar de eso —le dijo Mark cuando terminó de hablarme.
— Sabes que me gusta más que la gente me llame Mer, sobre todo tú —eso no sonó muy amistoso.
Una pena que tenga novia, que sea yo y que justamente esté delante de ti.
— Creo que me da igual —le dijo Mark con una sonrisa y ella puso los ojos en blanco.
— Yo me voy a ir yendo.
— Es que ya estabas tardando en hacerlo —¿De verdad le caía tan mal a Meredith?
Me fui de allí para la parte trasera de Mercedes, un sitio inaccesible para cualquier cámara y esperé a que Mark viniera.
— No te acerques a mí, me lo has prohibido —le dije de broma.
— Las normas nunca fueron lo mío, deja que me las salte yo por ti.
Le envolví el cuello con los brazos y él puso sus manos en mis caderas.
— ¿Cómo está Josh?
— Me tienes a dos milímetros ¿Y lo primero que hacer es preguntarme por Josh?
Hundí mis manos en su pelo y pegué sus labios a los míos y me acercó más a él.
— Para que dejes de quejarte —le dije con una sonrisa.
—No sé, creo que me sigue pareciendo mal.
Le miré seriamente.
— Aun no sabe nada, pero no va a ir a la próxima carrera —vaya, ahora que Josh se estaba volviendo a acostumbrar a estar entre garajes y coches—. Han atrasado Brasil para dos semanas así que la que viene será Sudáfrica.
Pues nada, seguíamos teniendo la misma información que antes.
— ¿Por qué yo no sabía eso?
— Porque me lo acaban de comunicar —dijo Mark que ahora jugaba con un mechón de mi pelo que estaba suelto—, así que eres de las primeras en saberlo.
— Entonces me funcionó estar contigo solo por los cotilleos —le dije de broma.
— Así que solo me quieres por eso —soltó mi pelo—, lo sabía.
Puse los ojos en blanco y le desordené el pelo de broma.
—Vete de aquí antes de que alguien nos vea.
— Y aun encima de interesada, me echas.
—Sabes que me amas —dije utilizando sus frases en su contra.
— Plus que ce que tu crois.
"Más de lo que crees"
El poco francés que sabía de verdad se había oxidado, Mark y yo tendríamos que retomar las clases de francés.
Cuando se fue empecé a escuchar pasos y mi padre se asomó por la única ventana que había allí.
— ¿Con quién hablas?
— Estaba buscando mis llaves —excusa simple y rápida—, a veces hablo sola.
Me echó una última mirada y cerró la ventana.
Esperaba que no hubiese escuchado nuestra conversaciones o que no nos viera porque si no iba a estar metida en un lío muy, muy grande.
***
Florence había terminado sus entrevistas y estábamos las dos solas viendo las clasificaciones que ya iban por la Q2.
Por el momento Harry tenía la pole provisional, algo que no era nada bueno para Mark por los puntos que le llevaba en el campeonato, solo quedaban seis carreras y no se podía permitir agrandar esa ventaja.
— Me encanta como brillan los coches de noche. —dijo Florence mirando a la pantalla fascinada.
En la tele eran una pasada, pero en la vida real, eran lo mejor del mundo.
— A mí me encantó siempre como brillaban los Ferrari.
— Tienes suerte, acaban de pasar por los pelos.
Tenía razón, Friedick y Angelo habían estado muy cerca de ser eliminados, pero lo raro fue que Amaia por primera vez se quedó fuera de la Q3.
El primero en salir fue justamente el piloto de Alpine que estaba para retirarse, era gracioso que estuviera en la Q3 habiéndose perdido las últimas prácticas y varios pilotos con buenos tiempos no, me encantaba lo impredecible que era este deporte.
Empezó la última fase de las clasificaciones y todo apuntaba a que Mercedes se iba a llevar tanto la pole como el segundo puesto en la parrilla de salida.
A Mark le quedaban ocho minutos exactos para superar los tiempos que hacían Harry y Andrew, o tendría una carrera difícil mañana.
— Seguro que lo consigue. —dijo Florence acomodándose en el sillón.
Estábamos en una habitación a parte viendo la carrera, a ninguna le apetecía conocer a la nueva novia de Andrew, no por ser su novia, sino porque al enterarse que las dos éramos las ex de Andrew casi nos escupe al vernos.
—Te lo dije.
Mark empezó a marcar sectores en morado.
—Nunca dudé de él.
— Qué bonito y qué asco, que sola estoy —se empezó a quejar a lo que yo respondí con una pequeña risa.
Mark se llevó la pole provisional cuando quedaban poco menos de tres minutos, pero no le duró mucho porque Lucas el compañero de Amaia empezó a superar su tiempo.
— Hemos quedado como unas payasas —dijo Florence riendo por no llorar.
— Al menos quedó de segundo y por encima de Harry y Andrew.
— Mark tiene que ganar el campeonato, lo siento por tu hermano, pero no lo veo coronándose como el mejor del mundo.
Maurice Laurent tenía el potencial para ser el mejor del mundo y estoy segura de que Mark heredó todo su talento.
Mi novio se bajó del coche y me fijé en que no se paraba de tocar la muñeca. Como si de algún modo le estuviera doliendo y no un simple dolor, si no algo grave.
Esto no era señal de nada bueno.
— ¿Tú también lo estás viendo? —preguntó Florence a mi lado.
— Sí. Yo también lo veo.
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¿Podemos hablar de Amelia llamándole a Mark "mi novio"? Me siento solísima 🥲🥲🥲
Voy a ir rezando para que Markie esté bien para la carrera, no puede permitir que Harry le vuelva a ganar.
El próximo capítulo va a estar lleno de drama, no es por asustar pero...
Mónica ❤️