Mark
Estábamos en el hotel de Barcelona, no podía evitar pensar en que Amelia y yo empezamos a hablar desde nuestro accidente en el mismo aeropuerto en el que desembarqué ayer.
Antes tenía la pequeña esperanza de que Amelia no hubiese hecho nada malo a nuestro equipo, ahora mi tía me había mostrado su diario con apuntes de las cosas, las estrategias y los tipos de entreno que seguíamos en McLaren, no quería volver a verla ni en pintura.
— ¿Cuáles son los planes para mañana? —dijo Meredith, la psicóloga que estaba ayudando a Josh con sus problemas de memoria, se había venido con nosotros porque nunca había estado en un gran premio a pesar de que su hermano es mi nuevo compañero—. Tengo ganas de ver la Sagrada familia.
— Está sin terminar y voy a estar demasiado ocupado entrenando como para visitar la ciudad.
Meredith me caía bien y era una gran persona, pero se parecía a una persona con el pelo negro y los ojos marrones tirando a verde, su hermano Sebastián se parecía a ella solo en esos dos aspectos.
— Tío —Apareció su hermano —¿Qué tanto tienes que entrenar?
— Estoy empatado a puntos con Harry Black —los dos se cruzaron de brazos esperando más motivos que no existían—, simplemente quiero ganar.
— Tres semanas juntos y sigues siendo un muermo.
— Piensa lo que quieras de mí Sebastián, no va a afectar en mi vida.
— Seb, no seas duro con él.
— Ha quedado de primero en todos los libres —le respondió su hermano haciéndose la victima—
¿De verdad crees que necesita entrenar?
— Sí en su interior siente la necesidad de hacerlo, sí.
Estaba odiando mi existencia, voy a abrir esa puerta y voy a oirme, lo prometo.
— Solo quiere librarse se nosotros.
Contuve una risa, su comentario era del todo cierto, Meredith me miró como si me estuviera psicoanalizando siempre observaba a las personas como si las estuviera analizando. No había conseguido muchas cosas con Josh, solo porque se comporta como un completo idiota.
Y esto me recordaba que tenía que llamar cada cinco horas para comprobar que estuviera bien, la excusa perfecta para no tener que lidiar con estos dos ahora mismo.
— Tengo que llamar a Josh.
Salí por la puerta como dije antes y saqué el teléfono. Llevaba solo desde el jueves, Addie se había marchado a Moscú a visitar a su abuela y Josh seguía sin recordar quien era, solo hacía que Addie sufriera.
— Hola Markie.
— ¿Cómo estás?
— Mal —contestó a mi pregunta mientras se escuchaba de fondo a París ladrando—, pero mi vida puede mejorar si me traes comida de España cuando vuelvas.
— Hablo enserio Josh.
— Yo también Mark.
De repente se escuchó como sonaba el timbre de mi casa.
— ¿Esperas algún paquete? —le pregunté, no respondió a mi pregunta, pero sí se escuchó como abría la puerta.
— Nope, nada de nada
Si no era un paquete debía de estar esperando a alguien, no había más posibilidades.
— ¿A quién mierda le has abierto? —me apoyé en la pared que tenía detrás, Josh no me respondía, hasta parecía que hablaba con alguien— ¿Josh?
— Timbraron, pero no era nadie.
— ¿Me estás mintiendo?
— ¿Por qué te mentiría?
— ¿Saber qué? — me despegué de la pared—. Me da igual, haz lo que quieras.
Le colgué y cogí el coche para llegar al circuito, tenía un mal presentimiento encima después de esa rara conversación con Josh, por el Paddock me crucé con Ángelo y Friedick, habían estado todas las vacaciones con Amelia, no les iba ni a saludar.
Ahora tenía los libres tres y por la tarde serían las clasificaciones, suspiré al llegar a McLaren.
Qué gran día me esperaba.
— Mark —me saludó mi tía—, qué bien que ya has llegado.
— En algún momento tenía que llegar ¿no?
— Estas irascible desde que llegamos a Barcelona.
— Muchos recuerdos.
"Oye, esa es mi maleta" me había dicho aquella chica pelinegra de ojos azules.
— Dime que no son recuerdos de esa tipa —puso cara de asco y yo agarré el traje que me trajo un trabajador — ¿Dónde está Mery?
— Eres demasiado pesada con Meredith.
— Porque ella es buena para ti, por qué no intent...
No le dejé acabar.
— No busco pareja gracias, no pienso volver a tener nada serio con nadie.
Solo pasan cosas malas y hay mucho dolor de por medio, en algún momento me volverían las ganas de relacionarme con la gente, pero, aunque me doliese admitirlo no había superado a Amelia.
Muchas veces me ponía a pensar en qué estaría haciendo.
Amelia.
Ahora mismo estaba enfrente de la que había sido mi casa.
Mi excusa para volver a la ciudad donde nací y me crie era que había decidido ir a la universidad, la verdad es que sí, venía a hacer un examen para estudiar una ingeniería en Oxford, pero la verdad es que venía a ver a Josh para reunir pruebas incriminatorias de mi padre y Leonor, y recuperar esas fotos para denunciar a Andrew, se lo merece por idiota.
Había encontrado esa motivación que me hacía falta este último mes, que Josh me fuera a ayudar con esto me hacía sentir un poquito mejor.
Sigo dolida por como terminó todo y al estar aquí tenía las emociones a flor de piel, toqué el timbre, Josh me había contado que Addie no iba a estar y obviamente Mark tampoco, además dentro de poco iban a ser los últimos libres.
Josh me abrió la puerta, pasé rápido para que no me reconociera el portero y subí por las escaleras, el ascensor tenía cámaras.
Lo primero que vi fue a Josh que se quedó asombrado al verme y antes de que pudiera hablar me señaló su teléfono.
— ¿Por qué te mentiría?
Dijo y no tardó poco en guardar su teléfono.
— Princesa.
Vino a abrazarme.
—Josh.
Nuestro abrazo estuvo lleno de lágrimas tanto de alegría como de tristeza, las muletas lo hacían un tanto incómodo pero seguía sintiendo que volvía estar en casa de nuevo, pudimos haber durado así horas hasta que se separó de mí para besarme.
Me aparté enseguida.
— ¿Pero qué?
— Lo siento, es que al principio de mi amnesia creía que eras mi novia —dijo tan tranquilo—, no he sentido nada al besarte así que supongo que todos tenían razón.
— ¿Qué?
Siento que me estoy perdiendo algo.
— Te iba a preguntar pero no me habrías dejado, solo quería comprobar eso.
No estaba preparada para besar a alguien de nuevo.
— Que no vuelva a pasar —le advertí dejando mi maleta a un lado —. Ha sido muy incómodo.
— Yo también lo sentí incómodo.
Espera, si ha dicho que yo era su novia.
— ¿ Y Addie?
— Todo el mundo me dice lo mucho que la quería— fue a sentarse a la cocina—, pero no me acuerdo de nada con ella.
— Esto son demasiadas cosas para asimilar ahora mismo.
Estaba... sin palabras.
— Ahora eres rubia —dijo Josh al ver que estaba intentando procesar que no se acordara de Addie o que yo fuera su novia—. Sabías que a Mark le gusta el pelo rubio.
Bueno recordáis las lágrimas de antes por el abrazo con Josh, pues volvieron. Tenía muchas preguntas sobre como estaba Mark y no sabía que le gustaba el rubio, de haberlo sabido me habría quedado con mi color natural y le habría pedido que no me tiñeran el pelo.
Josh se volvió a acercar para abrazarme de nuevo.
— ¿Cómo está Mark?
Pregunté y en ese momento entró París en la habitación corriendo, la había escuchado antes ladrar pero no la había visto.
— Mal aunque lo intenta disimular —no era la respuesta que quería oír pero sí la que me esperaba— Leonor tampoco ayuda en eso, le está intentando juntar con mi psicóloga.
Así que Meredith ayuda a Josh y no a Mark.
— y... ¿Lo está consiguiendo?
— Mark no quiere volver a tener ninguna relación con nadie y supongo que Meredith entiende eso.
— ¿Pero?
La frase se sintió como si le faltara una parte.
— No hay peros.
— ¿Podemos cambiar de tema? —dije limpiándome las lágrimas—. Estos temas son demasiado sensibles para mí.
— El plan que tengo es simple. —le miré expectante— Yo voy a volver a McLaren y voy a buscar cosas de Leonor.
— ¿Y yo?
— Tú vas a volver a Mercedes y vas a buscar cosas de tu padre.
— ¿Cómo se supone que voy a hacer eso?
Mark y Addie me odiarían más de lo que lo hacen ahora y yo no quiero volver a ver a mi padre, mucho menos a Andrew.
— Princesa lo tengo todo planeado— fue con sus muletas hasta la nevera y se sirvió un vaso de agua, se estaba tomando todo el tiempo del mundo para decirme una simple frase, como se nota que le encanta el dramatismo—, tu madre nos va a ayudar.
Una simple frase que no era tan simple como parecía.
--------------------------------------------------------------
Mónica y sus dramas.
¿Sabéis qué? Pienso que debería poner unos días fijos para subir capítulos, igual subir tres capítulos por semana estaría bien.
Poco se habla de que Línea de salida está cerca de las 100k de lecturas, muchísimas gracias por leer mi libro, nunca esperé que alguien lo fuera a leer.
moni ❤️