Bienvenue chez Paul Ricard.
Supuse que el cartel que estaba colgado en la entrada ponía bienvenidos a Paul Ricard, conocido por ser el maravilloso circuito colorido de Le Castellet.
Tenía puesto un chubasquero naranja y negro de Goldenwheels, esta semana era importante para Mark y según mi teléfono iba a llover como nunca, esperemos que eso no ocurra. De repente nos llegó a todos un mensaje.
— ¿Han cambiado los horarios de la rueda de prensa? —preguntó Josh sorprendido mirando su teléfono, estábamos los cuatro sentados en una mesa redonda tomando un café enfrente del edificio de Goldenwheels.
— ¿Para cuándo? —pregunté yo
— Mañana después de la clasificación —nos respondió Addie que también estaba alucinando con las noticias.
— Qué raro —dijo Mark, nunca cambian el día o las horas de la rueda de prensa.
— Todo pinta a que quieren juntar la rueda de prensa con las entrevistas que se hacían después de las clasificaciones —miré mi teléfono, mi padre me había enviado un correo de la FIA, decidí no indagar más en el tema, miré la hora que era.
— Se acabó el descanso, los segundos libres comienzan dentro de un tiempo —anunció Addie y nos levantamos de la mesa para volver al trabajo.
— Voy un momento al baño —les dije mientras ellos se dirigieron hacia el interior del garaje y entonces fue como escuché a alguien que estaba llorando, miré a todos lados para averiguar la procedencia del llanto. Era un chico, de... Leone.
Me acerqué a mirar, detrás de un muro estaba apoyado de cabeza a la pared Friedrich Nilsen. Creo recordar que ese era el nombre que salía en la pantalla cada vez que lo enfocan, no estaba teniendo un buen comienzo de temporada para ser justos.
— Hola —le saludé y se sobresaltó.
— ¿Qué haces aquí? — preguntó él, me fijé en la bandera que estaba en su traje, era de Noruega.
— Te escuché llorar —tampoco era un llanto exagerado, pero aun así se escuchaba de lejos.
— No estaba llorando —aún tenía la cara roja e hinchada por las lágrimas, Mark decía que se notaba cuando yo mentía, espero mentir mejor que él. Saqué un paquete de pañuelos de mi bolsillo y le tendí uno.
— Gracias.
— Me puedes decir lo que te pasa, no se lo voy a contar a nadie —su pelo rubio ondulado, era casi blanco y estaba despeinado. Sus ojos marrones se clavaron en mí.
— ¿Por qué debería contarte a ti algo?, ¿Tú no eres la que le dio la espalda a Black Racing porque le estaba siendo infiel a King con uno de Goldenwheels? —que dijera eso me dolió.
— ¿Quién te dijo eso?
— Las noticias vuelan en el Stars Club, preciosa.
— Pues tus noticias son falsas, pero me da igual lo que creas, yo solo quería ayudar a alguien.
— Me quieren echar de Leone —soltó—, ¿Contenta?
Eso no me lo esperaba, tendría como unos veintitrés años, era demasiado joven como para que Leone quisiera echarlo, además de que el año pasado ya estuvo con ellos, aunque no le fue muy bien tampoco.
— Lo siento mucho.
— Dicen que no tengo el nivel como para seguir trabajando con ellos, pero tu puto exnovio siempre está tocándome los cojones en la pista, si no estoy corriendo no puedo demostrarle a mi equipo que soy capaz de ganar.
Estaba claro que a todos los que estábamos en este recinto nos caía mal Andrew.
— Vuelve ahí dentro —señalé su garaje—, aprovecha al máximo los libres que quedan, e intenta hacer una buena clasificación para demostrarles a los de tu equipo que eres bueno.
Amelia Black motivando a una persona, irónico. Consejos vendo, pero para mí no tengo, debería de empezar a aplicarme mis cuentos.
— Eso es lo que intento todas las semanas, ya te dije lo que hace tu ex.
Ahora que me fijaba, él tenía razón, el año pasado siempre estaban hablando de molestar a la competencia y los más perjudicados eran los Leone.
— Pues que lo haga, le empujas devuelta y lo sacas de la pista si así no te molesta más.
— El CIC me penalizará —que conste que no estoy incitando a nadie a que sea violento con Andrew.
— Por un pequeño contacto no te dirán nada —repito, no estoy incitando a nadie a ser violento con Andrew—. Él molesta a todo el mundo y nadie le dice nada nunca.
— La próxima vez que se me acerque se lo devolveré —en qué momento estaba ayudando a una persona de otro equipo que no conozco de nada. Se acercó para abrazarme, pero retrocedió antes de hacerlo—. Gracias por todo —continuó—. Me tengo que ir, perdón por lo de antes —se disculpó.
Vi cómo se metía dentro del túnel para acceder al garaje. Esto podía ser lo más raro que me iba a pasar hoy. Cuando llegué a mi garaje Addie me preguntó por lo que había pasado, ella me contó que algunos de los pilotos antiguos criticaban a Friedrich ya que su tío antiguamente hacía trampas en las carreras. Pues creo que no se parece en nada a su familia, más bien lo contrario.
Empezaron los libres, comenzaron a salir los coches. Dieron varias vueltas, lo normal, sin presiones, de eso se trataban los libres: ver cómo estaba el circuito, practicar para la carrera, el rendimiento del coche y demás cosas relacionadas.
No solían dar muchas batallas, menos el libre de hoy. Friedrich le había enseñado su dedo del medio a Andrew en el momento en que pasó por su lado, no se acercó a él, pero fue un momento gracioso, para los que no son de Black Racing.
No se habló de otra cosa durante esos minutos de los libres, Friedrich de verdad se había puesto en tendencia y para ponerle la guinda al pastel hizo la tercera vuelta más rápida. Mientras que Mark y Josh estaban quinto y sexto y parecía que la FIA no iba a hacer nada al respecto hablando del gesto de Friedrich.
Esperamos a que metieran sus coches en el garaje para ir a verlos.
— Los colores del circuito son muy bonitos y todo eso —empezó a hablar Josh—, pero cuando los tocas es el mismísimo infierno.
El color de la pista se usaba para hacer que las ruedas frenen. Precioso pero peligroso, podía hacerte perder bastante tiempo si no eras cuidadoso.
— No seas exagerado —habló Mark.
— Fue a hablar el que no tocó ni un solo límite de la pista —dijo Addie.
— Yo vi cómo se salía varias veces —aporté a la conversación de broma.
— Sabes que no, Jolie —puse los ojos en blanco.
Idiota egocéntrico, subido de humos, pero sobre todo enamorado.
El pelo lo tenía desordenado y mojado por el sudor, le quedaba bien el pelo desordenado y se lo desordené aún más. Después de eso Addie y yo nos fuimos a dar paseos por todo el circuito, ya que ellos tenían varías cosas que hacer.
— ¡¡Son Amelia y Addison!! —Gritaron varias adolescentes que estaban en la grada, tenían encima todo lo que pudiera estar disponible en la tienda de Goldenwheels— ¿¡Nos firmáis las gorras!?
Nos pidieron al mismo tiempo que todos nos extendían sus gorras y alguna que otra sudadera y camiseta.
— Sí, claro —dije yo mirando a Addie que también estaba alucinando.
— ¿Tenéis un rotulador? —Addie y yo les firmamos todo lo que nos tendieron, nunca antes me había pasado que me pidieran un autógrafo en las pistas. Se me hizo demasiado raro firmar algo que no fuera de Black Racing, supongo que aún no me había acostumbrado de todo. Normalmente solo lo hacían en los eventos donde había demasiada gente.
Volvieron a pedirnos autógrafos más adelante, acabamos volviendo al hotel, se estaba haciendo de noche y los chicos se demoraban mucho, hasta me estaba empezando a doler la mano de firmar tanto.
Al final tanto Mark como Josh llegaron tarde, no fue hasta las dos de la madrugada que sentí que Mark abría la puerta y encendía las luces.
Los últimos libres habían ido bastante bien tanto como para Mark, Josh y Friedrich.
Desayunamos una especie de postre francés que nunca había probado, y que se volvería mi nueva obsesión.
Hoy era la rueda de prensa, estaba programada para varios minutos después de las clasificaciones. Las cuales estaban por comenzar.
— Espero que Mark consiga la pole, tiene que ser demasiado especial para él —Me dijo Addie con una sonrisa al ver que me había puesto la sudadera de Mark de la colección especial del gran premio, era toda blanca con detalles en azul y rojo por la bandera francesa—. También espero que Josh consiga un buen puesto en la parrilla de salida.
— Yo también, estas últimas horas se le veía un poco distraído.
Tenía el presentimiento de que algo malo iba a pasar, por algún motivo. Estaba casi todo listo para que comenzara el espectáculo y empezó la cuenta atrás, salió un Leone dando inicio a las Clasificaciones del Gran Premio de Francia.
Le siguieron Amaia, los dos Black Racing y el monegasco que conducía para Majesteux. Enseguida salieron Mark y Josh, para intentar evitar salir detrás de todo el resto de coches que faltaban por entrar en la pista.
Harry estaba primero por ahora y no sabía si alegrarme porque mi hermano, el cual no me hablaba desde hace días, iba de primero. Cómo era de esperar a Mark solo le costó unas vueltas ponerse por encima de él, pero lo más sorprendente fue que Josh a pesar de parecer distraído desde el momento en el que se subió al coche consiguió ponerse por encima de los dos y Andrew se posicionó segundo nada más cruzar por la salida.
Pusieron la radio de Josh.
— Josh, son órdenes de equipo, déjale vía libre a Mark, necesitamos que empiece lo más arriba posible.
— Entendido —Josh sonó triste.
En ese momento miré a Leonor que estaba en la cabina con los cascos puestos y se escuchó el audio de Mark también.
— Si él es más rápido que no se aparte por mí, no es justo, yo voy a quedar en el puesto que gane.
— Mark te necesitamos arriba.
Le dijo el ingeniero y ahí cortaron la retransmisión, pero los que teníamos los cascos puestos en Goldenwheels pudimos escuchar como Mark se negó a hacerle parar, por muy poco que fuese, a Josh. Estaba orgullosa de cómo había decidido no perjudicar a Josh, esto en Black Racing no pasaba.
Volvieron al garaje para calentar las ruedas, mientras que los pilotos eliminados se quedaban en sus garajes viendo la carrera desde allí por la extraña decisión de cambiar el horario de la rueda de prensa.
Comenzó la Q2.
Los cinco coches más rezagados habían quedado eliminados y en cabeza estaban los Black Racing, Goldenwheels y el Leone de Friedrich. Mientras que los otros puestos estaban repartidos con el resto de equipos. Friedrich estaba haciendo un buen trabajo, había molestado a Andrew en alguna que otra ocasión y estaba quinto. En la Q2 no pasó gran cosa, las cosas quedaron casi igual, menos por que habían retirado a Lucas Hernández de Roosters por unos fallos en el motor.
Bienvenida querida Q3.
Ya solo quedaban diez coches en la pista, ¿Quién se llevaría la pole?
Los dos Black Racing en cabeza, los dos Goldenwheels que les seguían, un Leone con ansias de ganar, un Roosters, el sorprendente Capulets de John Smith, otro Leone, un Majesteux, o el Mattschwarz que había llegado hasta ahí de milagro.
Todo iba fenomenalmente bien, Josh había conseguido volver a ponerse primero y esto podría significar si no me equivoco la primera pole de su carrera. Mark también iba bien, una tercera posición no iba a estar nada mal.
Quedaban los minutos exactos para dar una vuelta, o dos como mucho.
Josh se mantenía firme, pero uno de los Black Racing impactó contra el costado de su coche sin que nadie se lo esperase haciendo que se fuera de la pista. Pusieron su radio y no fue nada bonito de escuchar, se notaba el dolor en su voz al ver cómo le pasaban todos los coches y perdía demasiado tiempo como para conseguir remontar.
— ¡Mierda! — exclamé.
— Sí, mierda — repitió Addie.
Mark comenzó a marcar todo en morado, casi podía notar lo enfadado que estaría al ver como su compañero y su mejor amigo había sido perjudicado por culpa de Black Racing una vez más. Se posicionó primero e hizo un tiempo récord en el circuito.
Mientras que el Black Racing de Andrew que había impactado con Josh había salido dañado también y no clasificó bien. Friedrich nos dio una grata sorpresa clasificándose como segundo dejando de tercero a Andrew.
Josh volvió al circuito finalmente y aparcó su coche. Lo sentía mucho por él.
Ellos volvieron, pero no pudimos verlos hasta dentro de un largo rato ya que las personas que enviaron de la CIC estaban investigando el accidente de Josh, simplemente porque había salido otro coche dañado de ese contacto. Era totalmente injusto que le fueran a penalizar por algo de lo que no tuvo la culpa, se había visto claramente como Andrew chocó con él y no al revés.
Addie y yo pusimos la rueda de prensa en una de las televisiones que había por el garaje, ya iba a comenzar. Los primeros en salir serían Andrew, Mark, Harry y Josh, los grupos parecían hasta hechos a posta y la tensión se sentía desde la sala donde estábamos viendo la rueda de prensa. Comenzaron con las preguntas normales y después un periodista les empezó a hacer más personales y cuando llegó el turno de Mark pasó lo que me temía.
— Mark, hemos oído que ahora estás con la hija del director de Black Racing ¿hay algo que quieras decir?
En ese momento tanto mi hermano cómo Andrew parecía que estaban a punto de levantarse para pegar a alguien.
— Es totalmente cierto, y seguro que ahora es más feliz que antes —Mark los miró con una sonrisa falsa y sin miedo alguno, al contrario que yo, yo sí que tendría miedo de cómo iba a reaccionar mi padre, no dijo nada que fuera mentira.
Harry le susurró algo a Andrew que no se escuchó, en ese momento deseé saber que era.
— ¿Qué opinas de que te quieran sancionar con tres puestos, Andrew? —parece ser que Josh se había librado de su penalización, menos mal.
— Creo que yo no hice nada para merecerlo, fue un simple accidente de carrera.
— Desde el lado que me chocaste era imposible que fuera un accidente —le contestó Josh.
— Creo que nadie te estaba preguntando a ti —contraatacó Andrew, seguro que después iba a tener una larga charla con la gente que le dice como ser cara al público, o sea Lisa.
— Y justo fue a hablar la persona que no le importa a nadie —Mark estaba enfadado ya.
— ¿Por qué no vas a llorarle a tus padres, Mark? —le contestó Andrew y tanto Addie como yo nos quedamos con la boca abierta cuando soltó un cubo de agua fría encima de él al decirle eso.
Mark le susurró algo de lo cual solo entendí que le daba igual que hubiera mil cámaras grabándoles, no entendí más. En ese momento Mark se levantó y se fue junto con Josh. Al ver esto Harry y Andrew también salieron y dieron paso al siguiente grupo.
— Amelia —me llamó una ingeniera—, tu padre te está buscando... Yo no sé nada del tema, pero le puedo decir que no estás si te sientes incómoda.
Lo único malo de ser un personaje público, todo el mundo sabía tu vida, a veces desearía que no ya que solo había desastres por todos lados y ya se había expandido la gran noticia de que Mark y yo estábamos juntos.
— Ahora voy con él —cuando me levanté Addie me agarró de la mano para detenerme.
— ¿Quieres que te acompañe? Tu padre es... —me ofreció eligiendo sus palabras cuidadosamente—, un poco maniático.
— No, no hace falta gracias.
Yo tenía que aprender a enfrentarme a mis demonios sola, ya iba siendo hora por mucho que me asustara. Fui hasta el despacho de mi padre en el hospitality de Black Racing donde seguro estaba él.
— Amelia, pasa —me saludó cuando me vio entrar— ¿Sabes lo que has hecho hoy?
— No puedo seguir con Andrew si eso es lo que quieres —le dije sentándome delante de él.
—Me gustaría saber por qué ese chico dijo lo que dijo.
— Era todo verdad —contesté tranquilamente.
— Tienes suerte de que sus padres no hayan visto nada, para ellos sigues siendo su pareja.
—Sus padres me vieron con Mark, lo ignoraron.
—Puede que ellos lo ignoraran, pero yo no lo voy a hacer —continuó—, cuando padre vino a hablar conmigo solo me dijo que te controlase más, no sabía a lo que se refería y ahora veo porqué.
— No soy de tu propiedad, no puedes controlarme.
—Hija, yo solo te doy consejos.
—Me obligaste a ir a todas esas citas con Andrew, me puso los cuernos y hasta me pegó.
— Cariño, un error lo comete cualquiera.
— Ya veo —mascullé—, no debería de haber venido
— Pasé por alto que Mark le pegase a Andrew, esto no lo pienso hacer.
— ¡¡DEJA DE METERTE EN MI VIDA!! —le grité y me levanté bruscamente de la silla.
— Me pregunto qué pasaría si tu novio y sus amigos se enteraran de que solo estás allí para pasarnos información.
—Yo no os pasé nada.
— Es tu palabra contra la mía.
— A ti no te creerían nada —estaba más que enfadada ahora mismo, no podía ni creer que se hiciera llamar mi padre—, no soy capaz ni de mirarte.
— No sé ni cómo eres capaz de mirar a ese al que llamas novio a la cara, ¿no te acuerdas de aquel día?, Tú ibas conmigo en el coche, tú me ayudaste a matar a sus padres, tú también eres culpable de lo que pasó.
No llores Amelia, no llores, no llores, no llores, tú no le hiciste nada a los Laurent.
— Tenía cinco años.
— ¿Sabes por qué estás en Goldenwheels?
Me quedé callada.
— Yo te mandé ahí para que nos pasaras información, no para que socializaras con ellos, ahora vete de aquí, no eres más que una decepción, ni siquiera fuiste capaz de descubrir un solo plan.
No quería sentirme culpable por la muerte de los Laurent.
Yo solo quería ser feliz, feliz con Goldenwheels, feliz con Addie y con Josh y con Mark.
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Perdón por tardar, tuve un examen de lengua este viernes :(
Aquí odiamos a Matthew Black🔪🔪🔪
Mónica :)