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"Segundo juego: Suicidio y sangre"
Me sorprendí al leer el mensaje de D.
Ni siquiera sabía muy bien cómo tomar aquella información, ¿por qué de repente sentía que aquel número escondía algo bastante grave entre sus manos? Ese presentimiento lo tenía desde aquella noche que intercambiamos mensajes, pero después de leer aquello aquel sentimiento se hizo aún más grande.
—¿Qué escondes, D? —hablé en alto para mi misma.
Inconscientemente desvíe la mirada hacia la ventana de mi habitación, la noche estaba bastante tranquila y a penas se movían las hojas de los árboles con la suave brisa.
El invierno estaba llegando y aquello se hizo presente en mi cuerpo cuando un pequeño escalofrío envolvió mi espina dorsal.
Mi móvil terminó captando toda mi atención cuando un pequeño sonido se hizo presente en toda la habitación. Mis ojos grises terminaron observando la brillante pantalla que aún seguía en el chat con aquel número y entonces noté que D había mandando otros mensajes.
D: "Dejemos aquellos en el olvido."
D: "Ahora vamos a empezar con el segundo juego. Por lo tanto quiero que abras tu mente y te mantengas alerta."
Kayden: "¿Alerta? ¿Por qué?"
D: "Esta noche saldrás de tu habitación."
D: "Empecemos. ¿Estás lista?"
Tragué en seco.
Mis manos empezaron a temblar al saber que esta noche tendría que escaparme de casa, el miedo corría a flor de piel y la adrenalina empezaba a apoderarse de mi mente.
¿Cómo podría reunir el valor de caminar por las desoladas calles después de lo que sucedió? Ni siquiera lo entendía.
De solo pensar en qué podría pasar por la misma situación hizo que por un momento quisiera dejar el móvil y encerrarme en mi habitación lejos de todas las personas.
Tragué en seco mientras trataba de blanquear mi mente, de alejar todos aquellos pensamientos negativos que pasaban por mi cabeza y me hacían sentir peor en cada momento.
Tenía que reunir valor para ir.
Tenía que... dejar de tener miedo.
Y carajo, ¿cómo dejar de tener miedo cuando naciste con ello? ¿Cómo empezar a ser valientes sin tener aquel sentimiento de cobardía en nuestras venas?
De algo estaba segura, no podía echarme atrás en esto. Yo decidí quedarme y seguir adelante, fue mi propia decisión querer averiguar lo que estaba ocurriendo en este lugar y tenía que afrontar las consecuencias.
Si eso era... exponerme al peligro una vez más.
Sin embargo tenía que hacerlo, sea cuál sea la razón, yo elegí seguir en esto.
Además presentía que alguien estaría en peligro, y no podría vivir con esta sensación en el pecho de que pude haber salvado a un inocente y no lo hice por cobardía.
Kayden: "Lo estoy"
D: "Perfecto."
D: "Eres alguien que pasa por desapercibido entre tantas personas."
D: "Tu presencia no se hace de notar a menos que hables, no eres introvertido, pero tampoco te interesa demasiado socializar con las demás personas."
D: "Nadie sospecharía que entre tus labios escondes un gran secreto."
D: "Las personas calladas esconden sigilos agudos y arcanos que podrían enterrarte vivo."
D: "Los últimos días has notado que alguien te viene siguiendo, vigilando tus pasos y siguiendo tu sombra desde cerca. Decides mantenerte con la guardia alta."
D: "La información que escondes es bastante sagrada, y no es simplemente un secreto entre armas."
Kayden: "¿A qué te refieres?"
D: "Una noche decides salir de tu hogar, aquellos pasos vacíos y sombra invisible te sigue hasta el fin de tu tiempo. No te dejará en paz."
D: "Finalmente te termina acorralando en un orfanato vacío. Un arma apuntando en tu cien y las palabras 'revela el contenido oculto' se hacen presente en la habitación deshabitada."
D: "Lo que aquella sombra no sabe, es que tu también llevas el arma homicida entre tus manos oculta."
D: "La información que escondes, no lo puedes decir en voz alta."
D: "Tienes dos opciones..."
D: "Suicidarte, o dejar que alguien más acabe con tu vida."
D: "¿Qué eliges?"
—Demonios —dije mientras rascaba mi cien al no saber que responder a aquella pregunta.
Junté un poco mis cejas al notar que sus mensajes últimamente eran bastantes raros, ya no iban demasiado al punto como antes y aveces mezclaba palabras o metáforas en el medio.
De repente en mi cabeza noté la situación, alguien estaba en peligro. Aquella persona la que D nombraba en sus mensajes está entre la espalda y la pared.
Una persona en el pueblo estaba por acabar con su vida o dejar que alguien más lo haga.
¿Pero cómo estábamos seguros que aquella persona lo mataría si no decía la información? Existía millones de posibilidades donde lo podría torturar o incluso secuestrarlo, pero si la persona que oculta el secreto es fiel a mantenerlo oculto entonces terminaría muriendo.
Pero... ¿qué clase de información oculta entre sus labios? ¿Qué tan peligroso podrían ser para que alguien esté vigilando tu cuerpo por días?
¿Qué clase de persona podría levantarse todas las mañanas con algo crucial que oculta en su cabeza?
Kayden: "¿Qué clase de información no puedo decir?"
D: "Eso estamos tratando de averiguar."
D: "Juega conmigo, Blue. Y responde la pregunta."
Kayden: "Esta bien"
Dejé el móvil en el mismo lugar y entonces sin pensarlo alcé mi mano derecha fingiendo que tenía un arma entre mis manos, visualice a la persona frente a mi apoyando su arma en mi cabeza y entonces por un momento mi cuerpo reaccionó a ello.
Kayden: "Decido que la otra persona acabe con mi vida"
D: "Una muerte mezclada de cobardía y valentía. Quién lo diría, ¿en verdad dijiste la respuesta acertada?"
—¿Acaso es una broma? —hablé un poco ofendida.
¡Es claro que aquello era mi respuesta! No siempre iba a acercar a sus preguntas.
Kayden: "¿Tú qué hubieras elegido?"
Observé el chat. D había dejado de escribir y entonces formé una línea en mis labios sin saber muy bien como tomar aquella acción, ¿acaso estaba pensando que responder? Era la la primera vez que le pedía su opinión con uno de sus perturbantes juegos.
Los pequeños puntos indicando que estaba escribiendo nuevamente llamaron mi atención, al parecer D ya había hecho una elección.
D: "Suicidarme."
Segundos después, apareció un mapa bajo su respuesta.
Me había mandando una ubicación.
Y quedaba a tres calles de donde vivía.
[...]
Traté de reconfortar las bajas temperaturas que hacia en aquel momento entrelazando mis brazos para darme un poco de calor.
D me había pedido que fuese rápida, tenía que irme de mi habitación en aquel momento y entonces lo hice. Seguí sus reglas al pie de la letra y ahora me encontraba en las desoladas calles del pueblo con mi móvil en mano yendo hacia aquella dirección.
Mis manos temblaban, no sabía si era por el frío o por mis nervios que llevaba encima. Me había olvidado la cantidad de veces que observaba a mis alrededores algo paranoica para no encontrar a otra persona que estuviese cerca de mi en un ambiente desolado o que siguiera mis pasos.
De repente pare en seco al caer en la realidad.
¿Cómo demonios podría defenderme si aquellas dos personas portan un arma? ¿Qué carajos podría hacer aquel momento? ¿A quién tendría que salvar? De pronto mordi mi labio inferior ante los nervios.
Me sentía tan inútil al saber aquello, ni siquiera traía el maldito gas pimienta conmigo para defenderme.
—Maldición —dije mientras salía del mapa y entraba nuevamente al chat con D—. Voy a acabar muerta esta noche.
Kayden: "¿Qué demonios tengo que hacer? Ni siquiera sé defenderme cuerpo a cuerpo"
D: "No necesitarás defenderte, Blue."
Kayden: "¿Entonces qué tengo que hacer?"
D: "Salvar a una persona."
Bufe un poco, la ansiedad seguía invadiendo mi cuerpo ya que aquella respuesta no me dejaba tranquila para nada. ¿Cómo esperaba que salvara a una persona si era completamente inútil? Salvar a alguien requiere defender una vida.
Y yo ni siquiera puedo abrir un paquete de golosinas sola.
Desvíe mi mirada hacia la calle vacía que tenía en frente y entonces noté que estaba demasiado cerca a donde D me había mandando.
Mis pasos eran el único sonido resonando en aquel lugar, de vez en cuando las hojas chocacandose entre sí en los árboles hacían presencia pero la sensación de estar en peligro constantemente hacia que me mantuviese alerta en todo momento.
Cuando noté que ya me encontraba en aquel lugar donde señalaba el mapa en mi teléfono, alcé la mirada para encontrarme con un orfanato totalmente abandonado. Habían arbustos bastante enormes tapando la entrada y varios sectores de allí. Las ventanas estaban rotas y ni siquiera había una puerta en aquel lugar.
Tragué en seco y entonces encamine mi cuerpo hacia allí. Mis manos empezaron a temblar sin poder controlarlo y entonces empecé a alumbrar con la pantalla la zona mientras me acercaba.
Ya que la entrada estaba totalmente repleta de arbustos y algunos de ellos con espinas, decidí que tenía que entrar por otra manera. Además, si estaban aquellas dos personas las cuáles D había nombrado en sus mensajes, ese lugar estaría sin arbustos, o al menos se notaría que alguien habría corrido aquello para entrar al lugar.
Caminé por un estrecho lugar y en las paredes se notaban varios graffitis e insectos caminando, mi cuerpo a penas entraba en aquel pequeño lugar y entonces noté a lo lejos que aquel lugar tenía un patio trasero.
Gemi de dolor cuando mi pie se dobló gracias a un mal movimiento y entonces frunci el ceño, el tobillo me estaba empezando a latir indicando que aquel dolor era bastante fuerte.
Traté de ignorar aquello a pesar de que era algo imposible ya que era una molestia bastante grande.
Seguí caminando con el dolor latiente en mi pie izquierdo y entonces cuando salí de aquel estrecho lugar me encontré con el patio trasero. Había una enorme piscina vacía y llena de hojas marchitas, habían varios arbustos y árboles bastantes grandes en aquel lugar. Habían señales de que los antiguos dueños estaban plantando flores que ya se encontraban dañadas.
Detrás de aquel patio pude observar como el bosque estaba haciendo presencia y entonces junté las cejas algo confundida, pensé que ya habían eliminado la mayor parte del bosque en el pueblo pero al parecer estaba equivocada, ya que aquel lugar se veía totalmente oscuro y repleto de enormes troncos y hojas que seguro tapaban el cielo de aquella noche.
De inmediato desvíe mi mirada hacia la derecha cuando caí en la realidad que había una pequeña luz titilante que provenía desde adentro de aquel lugar.
Caminé varios pasos hasta que noté que había otra entrada, la puerta estaba entre abierta y entonces con mi mano derecha movi un poco aquello para así notar que habían tres personas.
Entrecerre un poco mis ojos, D había dicho que solo se encontrarían dos personas aquí.
Habían dos cuerpos tirados en el suelo, la luz provenía de un móvil que se encontraba alumbrando boca arriba con el flash. La tercera persona se encontraba al lado de uno de los cuerpos mientras movía su brazo derecho con desesperación, esperando que de alguna forma reaccionara.
Me quedé estática en mi lugar sin saber qué demonios hacer en ese momento, ¿quién era? Por su contextura supe de inmediato que se trataba de otro hombre.
Cuando di un paso hacia atrás el sonido de la puerta de madera moviéndose hizo presencia en toda la habitación llamando la atención de aquella persona que se encontraba al lado de los cuerpos.
Maldición.
Giró su cabeza hacia donde me encontraba y entonces abrí mis ojos sorprendida al notar que conocía aquellos ojos.
—¿Kayden? —habló esa persona aún más confundido—. ¿Qué demonios haces aquí?
Era Ash.
Terminé soltando un suspiro de alivio y entonces caminé rápidamente hacia donde se encontraba, noté de inmediato que su rostro y ropa estaban repletos de sangre y en su mano izquierda llevaba un arma sosteniendo con firmeza.
Nuestras miradas se cruzaron.
¿Por qué... estaba sosteniendo aquello?
—¿Qué paso? —pregunté titubeando.
Ash soltó el arma dejando aquello en el piso.
—D me mandó un mensaje y llegué cuando todo estaba sucediendo —respondió—. El idiota decidió suicidarse, pero escuché que la información oculta que llevaba encima era de No Stranger.
Miré al hombre que estaba tendido el suelo, el líquido espeso provenía del lado lateral de su cabeza, al parecer se había dado un balazo en aquel lugar. Aparentaba de unos veinte casi treinta años, estaba vestido con una sudadera y unos jeans bastantes viejos y sus manos estaban completamente negras hasta sus antebrazos.
Junte mis cejas confundida y de inmediato me acordé del hombre que asesinaron en aquel callejón. Tenía esas mismas manchas.
De inmediato hice un mueca de asco al olor que estaba empezando a salir.
—¿Entonces él era parte de eso? —pregunté confundida.
Ash asintió a mi pregunta.
—La persona que lo seguía quería información respecto a unos... ¿hermanos? No sé muy bien —explicó—. Todo sucedió demasiado rápido cuando acabó con su vida y entonces por mi maldito móvil terminé al descubierto.
—Y decidiste asesinar a la otra persona —completé la frase observando al hombre en traje que estaba tendido del otro lado y llevaba una máscara blanca en su rostro.
Tenía dos balazos en su pecho.
—Sí —contestó el peliblanco—. No tuve opción —suspiró—. Traté de salvarlo —indicó señalando con la mirada a la persona que era parte de No Stranger—. Pero fue en vano, ya está muerto.
—Entonces no conseguimos nada.
Ambos nos quedamos en un rotundo silencio hasta Ash decidió hablar nuevamente:
—¿Tú que haces aquí?
—D me pidió venir aquí.
El mayor frunció el ceño algo confundido ante mi respuesta ya que él estaba por la misma razón en este lugar.
—¿Qué te pidió hacer? —preguntó.
Suspire.
—Salvar a una persona...
Y entonces, el sonido de las sirenas indicando que la policía estaba cerca, hizo presencia en aquella habitación.