Comenzando De Nuevo ©

By MarianB04

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•••BORRADOR••• Libro 1. Segundas Oportunidades. Damián y Valeria se enamoraron a primera vista. Unos cuantos... More

1. Mi realidad.
2. Donde todo comenzó.
3.La playa.
4. Quiero, quiero hacerlo.
5. Celos y un te quiero.
6. Primer mes juntos.
7. Fuegos artificiales.
8. Te amo.
10. Mía.
11. Pequeño olvido que puede cambiarlo todo.
12. Desconfianza.
13. Reconciliación.
14. Una bendición.
15. Todo estará bien.
16. El principio de una vida juntos.
17. Sí, quiero casarme contigo.
18. Un sueño...
19. Promesas.
20. El mejor día de nuestras vidas.
21. Melanie.
22. Accidente.
23. ¿Quién soy?
24. No pierdas la fe.
25. Mi ancla.
26. Nube de humo.
27. Lobo con piel de cordero.
28. Te creen muerta.
29. Penetrantes ojos azules.
30. Un milagro.
31. Una familia, mi familia.
32. Secuencia fotográfica.
33. La decisión.
34. Let her go.
35. Divorcio.
36. Mi hogar.
37. Comenzando de nuevo.
38. Cerrando círculos.
39. Ella, siempre ella.
Epílogo: Nuestra vida, un sueño.
Especial de Navidad
Historia de Iker y Estefanía
Volver a ti
Fuerza México e Islas del Caribe!!

9. La fiesta.

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By MarianB04

Valeria

Por fin llegó el día de mi cumpleaños, estaba muy emocionada. Esa mañana mis papás me despertaron con una caja de cupcakes y un regalo precioso, un juego de joyería de oro blanco que iba perfecto con el vestido que usaría.

-Muchísimas felicidades, princesa-dijo mi padre, abrazándome-no puedo creer que ya tienes 19 años...-cuando la voz se le corto me conmovió mucho, sabia cuán difícil era para él ver a sus pequeñas crecer.

-Gracias papá, te quiero mucho-murmure, sentí como depositó un beso en mi cabello.

-Hija, muchas felicidades. Espero que este sea un hermoso día para ti-dijo mi madre mientras depositaba un beso en mi frente.

-Gracias ma’ por todo-estaba segura que mi fiesta sería increíble gracias a ella, puso mucho esfuerzo y me consintió en todo lo que quería. 

-De que, hija. Ya que ninguna quiso fiesta de quince años, al menos me dejaste organizar esta-dice divertida y todos reímos. Ni a Teff ni a mí nos gusta mucho eso de las enormes fiestas de quince años, ambas pedimos viaje por lo que mi madre se quedó con las ganas de organizar una.

-Ya supéralo, madre-dice mi hermana para molestarla-Sista, ¡Felicidades!- grita mi hermana y se lanza sobre mí, haciendo que las dos cayéramos sobre la cama.

-Cuidado con los pastelillos, niñas-dice papá.

-¡Cupcakes, papá! ¡cupcakes!- corrige Teffie con fastidio, seguro es la milésima vez que lo hace.

-Es lo mismo-las tres rodamos los ojos, nunca le haríamos cambiar de idea.

Después de platicar un rato con ellos en mi habitación, juntos bajamos a desayunar. Mi madre había preparado, chilaquiles verdes, amaba comer eso.

-Gracias, gracias-dice besándola repetidas veces cuando lo vi y todos rieron.

-Sabía que te pondrías así-dice Teff riendo.

-Al menos a ustedes las consciente, no que a mí ya no me prepara nada especial-dice mi padre haciéndose el sufrido y todas reímos por su exageración.

-¿Estás seguro de lo que dices, Marcos?-pregunta mamá enarcando una ceja. 

-Sí-dice con seguridad.

-Está bien, para que la próxima vez que lo digas sea cierto,  este viernes ni me pidas ceviche con salsa especial-amenaza.

-¡uh!-decimos Teff y yo divertidas, picándolos más. Todos los viernes de cuaresma papá pedía su ceviche de mariscos, pero no comía cualquiera solo el que mamá solía preparar con una salsa picante de habanero.

-Demonios…-suelta papá por lo bajo dándose cuenta que la rego, miro de reojo a mamá y sé que está tratando de contener una risa, pero sigue fingiendo enojo. Mi hermana y yo sí que no podemos contenernos y estallamos en risas.

-Pero si lo harás para nosotras, ¿verdad mami?-dice Teff con demasiada amabilidad.

-Por supuesto, hija. Es más hare hasta para los Navarro, y vamos a comer a su casa-la cara de mi padre es todo un espectáculo. No sabía cómo hacerle para componer lo que había dicho, conocía lo suficiente a mamá como para saber que enserio lo haría.

-Por cierto, esto esta delicioso-murmure cambiando un poco el tema y dándole un respiro a mi padre, pobre ya nos reímos mucho a su costa por un rato.

-Gracias-dice sonriendo, su sonrisa era igual a la mía y a la de mi hermana. Si algo habíamos heredado de ella, era eso.-apúrale, porque Paul debe estar por llegar con las masajistas-asiento rodando los ojos. Se les había ocurrido que necesitaba un masaje y tratamientos faciales para la noche, tenía que estar perfecta según Paul.

-Válgame, hasta masaje incluido. ¿Cuándo se ha visto eso?-pregunta mi padre negando y reímos.

No sé si estaba muy estresada con todo el asunto de la fiesta, pero el masaje me resulto a gloria. Lo disfrute como nunca, incluso me dormí un rato, lo que según la masajista estuvo de maravilla para poder aguantar mejor en la noche.

Mi hermana y mi madre habían ido a recoger nuestros vestidos y ver los últimos detalles en el club. Para cuando llegaron, la maquilladora había comenzado con el tratamiento en mi cutis y cabello. Parecía un gran monstro verde, por la mascarilla de aguacate que traía y mi cabello enrollado en una toalla.

-Ni se te ocurra-digo a Teff en cuanto veo que saca su celular, adivinando lo que hará.

-Amargada, seguro Damián hubiera querido ver esta foto-dice con fastidio tirándose a mi cama.

-Estás loca-murmuro riendo y me saca la lengua de manera infantil.

De ahí en adelante lo que abundo en la casa fue el caos, demasiadas personas corriendo de  un lado a otro arreglándonos, viendo detalles de la fiesta… en fin, papá tuvo que encerrarse en su estudio hasta la hora porque le exasperaba tanto movimiento.

De mi novio no había sabido nada desde ayer, mi mamá me retiro el teléfono después de desayunar con el pretexto de mantener el efecto sorpresa hasta la noche. Estaba más que desesperada por hablar con él, oír su voz, verlo… dios nunca me había sucedido algo similar, y en los ocho meses que llevamos juntos no había pasado un día sin que supiéramos uno del otro. Esperaba que las dos siguientes horas pasarán deprisa, estaría toda la noche con él.

Para las nueve, todas ya estábamos casi listas y como siempre mi padre impaciente esperando en la sala.

-¿Qué ni un día pueden estar listas a tiempo?-dice con impaciencia desde abajo.

-Mamá calma a tu esposo, es demasiado impaciente-murmura Teff con fastidio mientras se coloca los zapatos. Mi madre después de ponerse los aretes baja para calmarlo, antes que nos vuelva locas.

-¿Cómo me veo?-pregunto a mi hermana, una enorme sonrisa de forma en su rostro.

-Por dios, Val. Te ves hermosa, seguro deslumbras a mi cuñado esta noche. Enserio que ese vestido te queda perfecto, ni mandado a hacer-dice emocionada.

-Gracias, tú tampoco te ves nada mal. Mira que aún no me creo que te hayan dejado usar ese escote-ríe y se mira en el espejo. Después de suplicas, mi papá aprobó que se pusiera un hermoso vestido verde bandera con un escote de corazón algo pronunciado y una abertura en la pierna izquierda.

-Lo sé, así de genial es mi poder de convencimiento-murmura victoriosa, sacándose una selfie.-ven-me acerco a ella y posamos juntas a la cámara.

Para esta noche yo elegí un vestido morado. De un solo un hombre, la parte de arriba ajustada con detalles plata y la parte baja suelta con capaz de chiffon. Desde que lo vi me enamoré de él, era perfecto. Como todas fuimos el mismo día por los vestidos, ningún color se repetía, regla número uno de las chicas.

Llegamos justo a tiempo, los invitados comenzaban a llegar. Al entrar al salón por primera vez no puede más que maravillarme. Todo quedo precioso, elegante y sofisticado pero con un toque informal y propio de la playa que asombraba, definitivamente Paul y mi madre hicieron un trabajo increíble.

 Las mesas estaban decoradas con tonos perla, azules grisáceos y plata, las flores del centro blancas y azules sobre cristal que reflejaba todo de manera asombrosa…todo estaba en armonía, incluso los globos que rodeaban la pista y los delicadas telas que decoraban el techo y caían con suavidad.

Mi padre comenzó a recibir a los invitados, que en su mayoría eran amigos suyos o clientes y socios de la empresa. Yo saludaba con cortesía para enseguida pasar a otros y así estuve por un buen rato, todos elogiaban a mi padre por lo hermosas que nos veíamos y él estaba encantado presumiendo de sus tres chicas. Porque hasta mi madre se veía hermosa en ese vestido negro con incrustaciones plateadas y una abertura en la pierna.

-Mira nada más, Marcos. La suerte que tienes, rodeado de pura belleza-dijo uno de sus amigos, no recordaba su nombre pero si su rostro. Lo he de haber visto en alguna de las reuniones a las que acudíamos.

-Por supuesto, soy el hombre más afortunado-decía con orgullo y nosotros solo reímos. Cuando comenzó a platicar con él, Teff y yo nos escapamos para ir a la mesa de nuestros primos.

-¡Prima! Te ves preciosa-dijo Sebastián, mi primo mayor, apenas me vio, levantándome del suelo y girando.

-Bájame, que me arrugas el vestido- dije en broma. Y me giró con más fuerza.

-Vaya, pero que princesita te has vuelto- menciono igual en broma, le di un pequeño golpe en el brazo juguetonamente y reímos- Enserio te ves muy bien, Val. Muchísimas felicidades, esta es tu noche bebé y tienes que disfrutarla, hoy tu eres la estrella. Sé que no te gusta ser el centro de atención pero por hoy eso quedará a un lado y dejarás que todos te concitamos como nunca, ¿entendiste?- me dijo entre serio y divertido, ya que el mejor que nadie sabe cómo me incomoda ser el centro de atención.

-Gracias, Seb. Te prometo que lo intentare- dije y le di un beso en la mejilla.

-Mira nada más, la pequeña Teff lista para matar esta noche-murmuro al ver a mi hermana-no sé cómo le hiciste para convencer al tío Marcos de dejarte usar ese vestido- mi hermana río y presumió de sus dotes de convencimiento.

Me acerque a mis tíos a saludarlos y cuando estaba a punto de preguntar por las mujeres de la familia ellas se aparecieron luciendo más que preciosas.

-Pero míralas nada más que preciosas se ven- dije saludándolas.

-Nada, hoy es tu noche y la única preciosa aquí eres tú- dijo Johana, la tercera mayor, abrazándome- felicidades bebé, enserio te ves increíble. Disfruta tu noche-Me llevaba tan bien con mi prima, ya la extrañaba. Desde que tuvo a su bebé hace dos años se fue a vivir a otra ciudad, dos horas lejos de aquí, por lo que no solía verla muy seguido. Mi familia se había puesto muy ruda con ella cuando se enteraron que se embarazó sin casarse, encima su novio la dejo. Fue muy difícil pero mis padres la ayudaron económicamente cuando mi tía, su madre, le dio la espalda. No le ha perdonado que haya dejado que la historia se repita. De hecho esta noche sería la primera vez que se veían desde entonces, esperemos que mi tía no se ponga pesada.

-Justo eso acabo de decirle- dice Sebastián pasando sus brazos por nuestros hombros.- ¿Dónde está mi sobrina?-pregunta, buscando a la pequeña Alice.

-Se quedó con mi tío Marcos afuera, ya sabes cómo es- mi padre y la niña eran inseparables cuando se encontraban, la adoraba en sobre manera. Era como la nieta que aún no tenía, cuando Teff y yo tengo hijos mi padre será el mejor abuelo que pueda haber. Le encantan los niños.

Mi tía Lorena y Lucía, hermanas de mi madre se veían espectaculares. Incluso mi abuelita Eleonora, estaba esplendida. Con sus 75 años, era todo un personaje y la que mantenía unida a nuestra familia, mi madre se parecía un montón a ella y por consiguiente nosotras.

-Valeria, mira que preciosa te ves. Igualita a tu abuela-dice elogiándome y elogiándose a ella misma, haciéndonos reír a todos.

-Gracias abu, obviamente heredamos tu belleza-digo depositándome un beso en su mejilla. Después de la muerte de mi abuelo, pensamos que se deprimiría y aislaría pero nada más lejos de eso, si bien aún lo extraña, decía que solo se vivía una vez y tenía que disfrutar mientras pudiera, que de todas maneras mi abuelo Pablo la esperaba del otro lado y cuando murieran estarían, siempre juntos. Me encantaba esa filosofía suya.

-Claro, quieres más a Val y Teff porque se parece a ti-dice Isabela fingiendo estar ofendida, la segunda mayor y hermana de Sebas.

-Sabes que las quiero a todas por igual-dice mi abue en forma conciliadora.-aunque te diré que si no supiera que eres hija de mi hija dudaría de tu procedencia-agrega para molestarla y todos estallamos en risas, amaba su sentido del humor. Además el aspecto de mi prima siempre ha sido motivo de bromas familiares, todos éramos de piel clara y cabello claro, sin embargo ella era de piel y cabellos morenos. Se parecía a la familia de su padre.

-Cero y van veinte, abue-dice ofendida  y reímos más. Dios cuanto los había extrañado. Teníamos que juntarnos más seguido.

De reojo veo como mi tía Licy se acerca a Joha, estaba lista para intervenir por si le hacia algún desplante o algo pero fue gratamente sorprendente ver como la abrazo diciéndole cuanto la extrañaba. Ojala por fin se reconciliaran.

-Por cierto, estamos ofendidos-dice Sebastián y parece que todo recuerdan algo porque me miran de manera acusatoria.

-Yo sé porque-dice Teff riendo-muy mal, hermanita-

-¿Y ahora que hice?-pregunte confundida. No tenía idea de que hablaban.

-Hace más de seis meses que tienes novio, Valeria y no te has dignado a presentárnoslo-murmura Isa negando, la abue Eleonor ríe.

-A ustedes, que yo ya conozco a mi nieto. Déjenme decirles que esta guapísimo, mira que se aplicó la Val. Uno así deben conseguirse ustedes-comento y todos reímos. Con Damián habíamos ido varias veces a casa de mi abue a comer, se caían de maravilla.

-Ni se quejen, ustedes que no vienen a visitarnos-dije antes que Isa replicara. Ellos vivían a dos estados de distancia y solo nos veíamos en ocasiones especiales y vacaciones pero este año no nos habíamos visitado como los anteriores por nuestras múltiples ocupaciones.

-Tengo que darle mi aprobación-dice Sebastián-no cualquier carita bonita va a venir a quitarme a mi prima-ruedo los ojos divertida, seguro le haría pasar momento incómodos a mis novio solo para molestar.

Después de platicar un rato más con mi familia, busque a Damián con la mirada. Ya eran más de las nueve y el lugar estaba casi lleno. La mayoría de los invitados habían venido, me extrañaba que aún no llegaran. Tampoco las chicas había llegado pero de ellas no me sorprendía en lo absoluto solían llegar tarde a todos lados, tardaban las horas de la vida arreglándose.

Salí un momento en las puertas del salón, justo en el momento que llegaban las chicas con Alex, Uriel y los hermanos de ambos, Mario y Landon. En cuanto me vieron corrieron a abrazarme.

-Peque, te ves preciosa-murmuro Lee.

-Y muy sexy, Damián morirá cuando te vea-dice Ana.

-La bebé está creciendo, no puedo creerlo-dice Xime fingiendo secarse las lágrimas, ruedo los ojos por sus exageraciones.

-Dramáticas-murmuro y reímos-mira que ustedes también se ven espectaculares, chicos más les vale cuidarlas-digo y ellos asienten de acuerdo. Después ellos también me adularon hasta hartarse y me hicieron sonrojar terriblemente, su hobby favorito.

-Te tenemos una sorpresa, enana-Dijo Uriel de repente y todos se miraron con complicidad.

-¿Sorpresa? ¿Cuál?- pregunte curiosa e intrigada.

-¿Adivina quién está de regreso en la ciudad y se auto invitó a tu fiesta?- pregunto moviendo las cejas rápidamente, lo cual me hizo reír porque se veía gracioso haciendo eso.

-¿Quién?-pregunte y sentí que alguien cubría mis ojos desde atrás.

-¿Me extrañaste?- pregunto una conocida voz. Pegue un grito emocionada y me gire de inmediato lanzándome a sus brazos.

-Vaya, yo que pensé que me habías olvidado-murmuro Ricardo, mi mejor amigo desde preescolar. Dios cuanto lo había extrañado estos dos años, se había ido de intercambio a Estados Unidos y no tenía idea que estaba de regreso. Él fue mi primer enamoramiento, en algún momento pensamos que había más que amistad entre nosotros pero no funciono, nuestro cariño era de hermanos más que nada-Estoy ofendido por no ser invitado-dice fingiendo estar herido.

-Tonto,  porque no me dijiste que regresabas- dije reclamándole alejándome un poco de él, sin embargo continuamos muy cerca uno del otro.

-Porque era sorpresa enana, que chiste tenía si te lo decía- dice divertido. Me lancé de nuevo a sus brazos y el solo río al igual que todos mis amigos, bien escondidito se lo tenían.- muchas felicidades, Val estoy feliz de verte mira que estás más bella que nunca. Por cierto lo mejor será que te suelte antes que venga a golpearme.-me separé de él confundida, no entendiendo a que se refería. .

-¿De qué hablas dramático?- pregunte divertida.

-Detrás hay alguien que me está matando con la mirada y en cualquier momento viene a arrancarte de mis brazos-murmuro entre serio y divertido. Todos volteamos intrigados para ver de quien se trataba.  Era Damián con su familia y como bien dijo Ricky, mi novio lanzaba dagas con la mirada. Me acerqué de inmediato hasta donde estaban.

-Buenas noches-salude, pero solo sus padres, Ale y Andrés sonrieron.

-Felicidades hija, te ves preciosa- dijo su mamá mientras me daba un beso en la mejía, lo mismo hizo el señor Tomas junto con Ale y Andy; sin embargo Damián seguía parado ahí sin hablar y muy serio alternando su mirada entre Ricardo y yo.

-Nosotros iremos a saludar a tu padre-dice el señor León, dándose cuenta de la actitud de su hijo y huyendo de lo que se avecinaba.

-Claro, nos vemos adentro en un momento-comente como sin nada, no iba a seguirle el juego a Damián. No hice nada de lo que pudiera arrepentirme.  

-Ven, quiero presentarte a alguien- dije tomando su mano y jalándolo hasta donde estaban los chicos, que lo saludaron con temor al ver su seriedad. Durante esos meses se habían hecho buenos amigos y lo conocían ya lo suficiente para saber que cuando se enojaba era mejor mantenerse alejado.

-Ricky, este es mi novio Damián.-murmure- Damián este es Ricardo, un amigo-Rick extendió la mano y mi novio a regañadientes lo hizo también. Se podía sentir la tensión en el ambiente, los chicos no sabían para donde mirar, incluso las chicas que siempre tienen algo que decir no sabían que hacer.

-Mucho gusto, Damián-murmuro mi amigo con tranquilidad, lo cierto es que no había motivo para la hostilidad de mi novio.

-igualmente- dijo con sequedad.

-Nosotros vamos a entrar ya,  enana. Te vemos en un rato-asentí y se fueron dejándome sola con mi novio que traía un humor de los mil demonios.

-¿Qué sucede?- dije acercándome a él,

-¿Enserio lo preguntas?-dijo con ironía, nunca lo había visto actuar así.-Vengo emocionado queriendo ver a mi novia y lo primero que me encuentro al llegar es a ella en brazos de otro y muy feliz, diría yo-sabía que estaba celoso, pero no podía creer que pensará que yo le haría algo así. Su desconfianza en mi me lastimó más que de lo que siquiera pude imaginar.

-¿Enserio piensas que puedo hacerte algo así? ¿Qué puedo engañarte? ¿Tanto dudas de mi amor?-pregunte, no pude evitar que la voz se me quebrara.-Sinceramente no sé qué haces conmigo si tanto desconfías…-negué tratando de evitar que las lágrimas que comenzaban a formarse en mis ojos cayeran- Ricardo es mi mejor amigo de toda la vida y no lo había visto en dos años, por si te interesa-explique antes de darme la vuelta y entrara al salón, no pensaba quedarme con él si desconfiaba de esa manera.

Estaba tan ilusionada por disfrutar mi fiesta con él esta noche que ni ganas tengo de volver, pero había puesto demasiado esfuerzo mi madre en ella  como para arruinarla. Iba a tratar de disfrutarla aunque por dentro este rompiéndome. No había logrado dar ni tres pasos cuando unos brazos me rodearon por la cintura, no tenía que voltear para saber quién era. Su olor, su forma de tocarme, la manera de reaccionar que tiene mi cuerpo a su cercanía… lo reconocería a kilómetros.  

-Lo siento, lo siento amor….-murmuro con arrepentimiento en mi oído-por favor, Val no me dejes. Sé que soy un idiota celoso, pero te amo y el miedo a perderte me hace decir estupideces… por favor, por favor amor, perdóname-suplico. Cerré los ojos disfrutando de tacto, absorbiendo sus palabras. Aún dolía su desconfianza pero a estas alturas no sabía vivir sin él, lo amaba y no dejaría que una estupidez así nos separará. Me giré y enrede mis manos en cuello.

-Te amo y nos vas a perderme, entiéndelo de una vez. Pero no puedo soportar que estés dudando siempre-dije con seriedad, tenía que hacerle entender que el único que me importaba era él.

-Sé que mi actitud no lo demuestra pero te juro que no desconfío de ti, sé que me amas y que nunca me fallarías… mis celos me hacen hacer y decir estupideces, te prometo que no sucederá más, mi amor. Nunca más haré nada que pueda herirte, no quiero ver nunca esa mirada de desilusión en tu rostro…-murmuro estremeciéndose.

-Olvidemos esto ¿sí? Vamos a dentro-asintió y acercó sus labios a los míos, saboreándolos de manera suave, delicada. Olvide en ese momento donde estaba, lo que había sucedido momentos antes… solo podía ser consciente de él y de la necesidad casi convulsa que sentía de tenerlo junto a mí, de sentir sus labios sobre los míos, su piel bajo mi manos.

-¿Estoy perdonado entonces?-murmuro sobre mis labios con la voz agitada, sonreí y lo bese de nuevo en respuesta.-Te amo tanto, Valeria-

-Yo también te amo, demasiado mi chico celoso-río por mis palabras y me rodeo con sus brazos.

-No son celos, solo cuido lo que es mío-comento riendo mientras caminábamos así hacia adentro. Rodé los ojos y sonreí.

-Por supuesto, soy tuya y tú mío-

-Tuyo por siempre, mi amor.-dijo en oído-ahora vamos adentro que quiero disfrutar de tu noche contigo, este día tu eres la estrella y brillarás como solo tú lo sabes hacer… por cierto, que descortés de mi parte.-dice deteniéndose y girándome de nuevo frente a él-Muchísimas felicidades, este es el primer cumpleaños de muchos que pasaremos juntos, estoy completamente seguro de eso-el aplomo en sus palabras me estremecieron, no tenía duda de ello. Si la vida nos lo permitía este sería el primero de muchos.-Y ni que decir de lo hermosa que te ves, dios… deslumbras, Valeria. Luego porque me pongo como un jodido celoso, seguro todos estarán mirándote esta noche, tendré mucho que hacer alejando a los buitres de ti-dice en broma, río y me acercó de nuevo a sus labios.

Cuando regresamos al salón ya habían parejas bailando en la pista y todos parecían estársela pasando excelente. En cuanto Paul nos vio entrar, me arrastro hasta el escenario, alejándome de Damián que puso cara de tortura y se fue a la mesa con sus padres.

Era hora del brindis y mis padres ya estaban en medio listos con su copa. Me entregaron la mía y un vaso de jugo para Teff.

-Buenas noches a todos, les agradezco el que nos acompañen en esta noche tan especial para mí y mi familia. Mi preciosa hija, Valeria está cumpliendo sus 19 años y si he de admitir estoy tan feliz como asustado de ver en lo que se esta convirtiendo; una preciosa mujer, noble y de principios. Tanto mi esposa como yo, estamos muy orgullosos de ella, y de nuestra pequeña Teffie. Es un privilegio ser sus padres, sabes que siempre contarán con nosotros y estaremos para ustedes, siendo su soporte y ayudándolas a levantarse de las caídas que la vida pueda ocasionarles… duele verlas crecer, saber que ya no son más las pequeñas de papá pero así es la ley de la vida, no podemos hacer nada al respecto. Solo espero que las personas que elijan en un futuro sean merecedoras de este tesoro que es lo más importante para Clara y para mí…Las queremos hijas, y Val feliz cumpleaños. Te deseamos todo lo mejor del mundo, que todos sueños e ilusiones se hagan realidad. Vive y disfruta de los pequeños momentos, esos que hacen que la vida valga la pena… Lo siento si me pongo algo cursi pero ellas son mi motivo y lo más valioso que tengo, nunca terminaría si siguiera, tengo tantas cosas por decirles a mis pequeñas pero esta noche queridos amigos solo quiero que me acompañen en un brindis en honor a mi pequeña princesa, Valeria-termino, las lágrimas en mi ojos no paraban de salir. Abrace a mi padre y este depósito un beso en mi frente.

-Te amo-murmure con la voz cargada de emoción.

-Y yo te amo a ti, mi pequeña niña-dice y levanta su copa, todos los invitados lo imitan y brindaron con nosotros.

-Te amo, mami-dije a ella que también lloraba, se secó las lágrimas y me dio un beso en la mejilla,

-Esta noche, además de celebrar a mi princesa también quiero invitar aquí al frente a mi gran amigo y socio León Navarro y su familia- la familia de mi novio se levanta y camina hacia nosotros. Damián enseguida de posiciona a mi lado y me rodea por la cintura con un brazo mientras que sostiene su copa con el otro. Dios ese traje negro lo hacía ver tan jodidamente sexi, varonil, elegante… todo un príncipe.-Mi socio y yo queremos compartir con ustedes un acontecimiento que para nosotros es muy importante, hemos trabajado duro para conseguirlo y finalmente lo logramos… A mediados de este año nuestra empresa de exportaciones abrirá una sede en Latinoamérica, En Santiago de Chile con la oportunidad de expandir nuestro mercado.-anunció mi padre y todos en la sala aplaudieron-amigo, ¿quieres decir algunas palabras?-pregunto al señor León y este asintió tomando el micrófono.

-Como dice Marcos hemos trabajado muy duro para esto y estamos felices de aventurarnos en esta nueva oportunidad, creo que cuando comenzamos esta empresa en la universidad nunca imaginamos que fuera a darnos tantos frutos como ha sucedido. Es una maravilla trabajar junto a tu mejor amigo y hermano, creo que ha sido lo mejor que pudimos haber hecho… Ahora el objetivo es incorporar a nuestros hijos, que sean parte de esta empresa familiar, que trabajen junto a nosotros como un equipo para sacarla adelante en el futuro. Mi hijo Damián ya está junto a nosotros y esperemos que en poco tiempo, Valeria puedo unirse. Son jóvenes brillantes y no dudo que en un futuro ambos hagan crecer la empresa a niveles que nosotros no creíamos posible...-

-También espero que un futuro no muy lejano las familias puedan unirse, ya no solo a nivel empresarial sino también en lo personal-agrega mi padre y todos reímos.

-Por supuesto, la próxima fiesta será la boda de nuestros hijos eso tenlo por seguro amigo, seremos consuegros-dice el señor León, sus palabras hacen que me ruborice y esconda mi rostro en el pecho de mi novio que tenía una enorme sonrisa en su rostro.-Quiero hacer un brindis por el futuro de esta empresa familiar en crecimiento y por la futuro unión de nuestras familias-todos nos unimos al brindis y mi padre y el señor Tomas nos miran divertidos.

Después del emotivo brindis, tuve el tradicional primer baile con mi padre, para después pasar de brazo en brazo bailando con mis primos, mis amigos y finalmente con mi novio, que en cuanto me rodeo presiono sus labios con los míos con urgencia

-Al fin en mi brazos-dijo sonriendo- Ya te compartí con todos, ahora si cumpliré mi promesa de acapararte el resto de la noche-reí recordando eso.

-Soy tota tuya-murmure besándolo de nuevo. Bailamos un rato solos y después se nos unieron Alexa, Teff y mis amigos. Damián y Ricardo finalmente congeniaron y el pequeño incidente del principio quedo olvidado.

Mis padres y los de mi novio, bailan como si no hubiera nadie más en la pista. Parecían adolescentes enamorados, me dio mucha ternura observarlos.

-¿Crees que cuando tengamos su edad sigamos así de enamorados como ellos?-pregunte a mi novio.

-Por supuesto, no pienso soltarte nunca y estoy seguro que mi amor por ti crecerá cada día por el resto de nuestras vidas-me perdí en su mirada azulada, absorbiendo la intensidad de sus palabras, la promesas que encerraban y que esperaba fuera así. Nada desearía más que vivir mi vida a su lado.

Después de la cena me vi envuelta en flashes por todos lados, la sesión de fotos fue divertidísima y pose con todo mundo pero por supuesto las mejores fotos fueron con mi novio.

Ya eran pasadas las 3 de la mañana cuando la fiesta casi estaba llegando a su fin solo quedaba mi familia y algunos amigos de mi papa y los padres de Damián. Los chicos recién se habían despedido, Damián y yo los veíamos irse. Habíamos hecho planes para mañana, Ricky no estaría muchos días en la ciudad y teníamos que aprovechar el tiempo.

-Creo que después de todo Ricardo, no me cayó tan mal- comento con una sonrisa.

-Pues no tendría porque mi chico celoso, él es solo un amigo como Uri y Axel-murmure divertida. Me alegraba que el problema no haya pasado a más.

-Ya se, ya se- dijo poniendo los ojos en blanco, lo que me causo gracia y solté una carcajada. Me giré y quedamos justo frente a frente.

-¿Te he dicho que te amo hoy?- pregunte con voz tierna. Se hizo el que lo estaba pensado y al final dijo.

-No lo suficiente- mientras pasaba sus manos por mi cintura hasta mi espalda y yo me colgaba de su cuello.

-Pues te amo, te amo, te amo, te amo- repetí varias veces, lo que causo que me pegara a él y devorara mis labios con urgencia.

-Yo también te amo, así infinitamente infinito-murmuro sobre mis labios.-Mi amor, tengo una sorpresa para ti. ¿Me dejas raptarte el resto de la noche?-pregunto con emoción, dios por supuesto que me iría con él,  hasta el fin del mundo si es necesario.

-Sí, quiero terminar contigo esta noche-dije sin pensarlo mucho.

-Te prometo que será especial-

-Lo sé, todo a tu lado lo es-me beso con ternura por un momento, cuando comenzaba a volverse más urgente nos separamos recobrando el aliento.

-Le avisare a Ale-saco el celular y le hablo a su hermana para decirle que nos escaparíamos esta noche. Que les avisara a nuestros papás que no llegaríamos a  dormir. Seguro mi padre se volverá loco, pero eso ya lo resolveríamos luego. Ahora solo moría por tenerlo para mí a solas, un rato.

-¿A dónde vamos? – pregunte mientras nos adentrábamos a la solitaria avenida.

-Paciencia, mi amor.- dijo regalándome una de sus hermosas sonrisas que hacía mi corazón latir con locura. Guardándome mi curiosidad me quede callada durante el resto del camino, que si mi ubicación es correcta, todo apuntaba al camino hacia la playa… 

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