Ren>Tan
Giyuu<Shino
Acciones y Decisiones
Desde la muerte de sus padres, y posteriormente la de su hermana. Giyuu a vivido sumido en una depresión que aunque no lo demuestra, lo hace cuestionarse si de verdad merece ser feliz.
Desde que cumplió 15 a vivido junto a su abuelo, Urokodaki, en una modesta casa en un barrio del sector 8 de Tokio. Dedicó su vida a estudiar sin distraerse como cualquier otro joven de su edad, como su amigo Sabito, que salía a divertirse con su novia Makomo al parque, centro comercial o al cine.
En más de una ocasión la novia de su amigo le decía que si él quería podía presentarle a una amiga y salir los cuatro a una doble cita, aunque siempre de forma respetuosa negaba a la propuesta de la chica.
No quería y no tenía tiempo para pensar en una pareja, tampoco es como si el sintiera merecer tener a alguien a su lado.
Por eso, para Giyuu, estar sentado en la sala de su departamento, mientras su mirada se posaba en el movimiento de esas deliciosas caderas del pelirrojo que se movían de un lado a otro en la cocina, mientras el menor felizmente preparaba la cena, lo hacían dar gracias a Dios por tener a alguien como Kamado a su lado.
Ese chico llegó a su vida en el momento que más lo necesitaba, y sabía que para el pelirrojo era lo mismo. Él pasó por una tragedia familiar y necesitaba el apoyo de alguien, pese a ser el mayor y tener que mostrarse fuerte, siempre es necesario permitirse ser débil y llorar en el hombro de alguien para aligerar la carga, mientras que Giyuu luchaba con sus demonios interiores y su poca autoestima, necesitaba a alguien a su lado que le dijera que todo estaría bien, que tenía a alguien que nunca lo dejaría y que lo ayudaría a levantarse todas las veces que el cayera.
Ambos fueron el pilar del otro, se apoyaron en momentos difíciles, y por cosas del destino terminaron desarrollando sentimientos profundos por el otro que los hicieron estar juntos y demostrarse todo el amor que tenían guardado en sus corazones.
"La cena está lista, Giyuu." llamó el menor desde la cocina.
Giyuu lo quedó mirando por un momento mientras una sonrisa se formaba en ese rostro habitualmente serio.
"Voy." dijo antes de levantarse e ir al baño a lavarse las manos, para después volver y sentarse para disfrutar de la rica comida de su chico.
"Hoy hice tu favorito Giyuu." dijo el pelirrojo poniendo una olla mediana en la mesa para después destaparla.
Los ojos del azabache brillaron enormemente, sus fosas nasales se inundaron de un delicioso olor.
Daikon de salmón con rábano.
Sus manos temblaron al momento de tomar los palillos, ansioso miró como el pelirrojo servía una considerable porción en un plato para después ponerlo frente a él.
Giyuu pasó saliva, anticipando la explosión de sabor de tan magnífico platillo.
Sí, hace un par de horas comió lo mismo, pero aquello fue echo por su cuñada, y aunque estaba rico, nada ni nadie puede igualar el sazon de Tanjirou. Mentalmente se disculpó con su madre y hermana, antes creía que la comida de ellas era insuperable, pero desde aquella primera cena que le preparó el menor el día que le pidió ser su pareja, con todo el dolor de su corazón tuvo que aceptar, su novio cocinaba mejor.
Tomó con los palillos un pedazo de salmón para llevarlo a su boca, cerró sus ojos sintiendo como sus mejillas hormigeaban por tan rico sabor.
Sonrió complacido para seguir devorando aquel delicioso manjar bajo la atenta mirada del pelirrojo que lo veía con ternura, mientras acariciaba el cabello de su novio con devoción.
Giyuu no podía sentirse más afortunado, teniendo a alguien tan especial como Kamado junto a él.
Tanjirou es todo lo que podría desear de una pareja, sería estúpido si lo perdiera o lo dejara ir.
Recordó lo de hace unas horas, como su compañero de trabajo le dijo que estaba enamorado de su pareja, claro que Rengoku no sabía que Tanjirou es su novio, pero aún así, eso no quita que sienta incomodidad al saber que otro está detrás de su amor.
Lo siento Rengoku, pero no pienso dejar que me quites a Tanjirou.
Antes muerto...
"¿Qué te parece? Senjurou." preguntó el rubio con una sonrisa.
"Es... hermoso, oni-chan." respondió el menor mientras admiraba la argolla en sus manos." Estoy seguro que a él le encantará, ya verás"
"Eso espero, Senjurou, eso espero." suspiró con ilusión el mayor.
'Mañana sera el día más feliz de mi vida. Mañana en la fiesta le pediré a mi chico que sea formalmente mi pareja, con todo lo que eh preparado para él estoy seguro que aceptará.' pensaba animado el rubio, admirando contra luz el hermoso anillo imaginando totalmente enamorado ese día.
lector@s: debo decirle, tengo que decirle.
autora: Ni lo pienses >:^v
"Eso es lo que dijo nemi"
"Asi que planea declarsele." susurró el azabache apretando su puño.
"¿Qué piensa hacer Tomioka-san?" preguntó la oji-rosa mientras les servía un poco de té a ambos.
"No sé." suspiró.
"No se preocupe Tomioka-san. Estoy segura que mi hermano únicamente lo quiere a usted." animó la azabache.
"Nunca eh dudado de eso, Nezuko." dijo el mayor terminando su té." Será mejor que adelante la sorpresa que había preparado."
"¿Sorpresa?." preguntó Genya.
"Tenía planeado llevar a Tanjirou a una cena en la playa después de la propuesta en su fiesta." suspiró dejando el vaso en la mesa para luego levantarse y tomar su abrigo." Cambio de planes." murmuró despidiéndose de la joven pareja.
"Me preocupa.." musitó la azabache.
"¿mm?"
"Lo que dijo Sanemi-san. No quiero que mi hermano pase un mal momento en su cumpleaños."
"Creo que el que pasará un mal momento será otro." musitó Genya." Vamos a dormir, ya es tarde.
<< Sábado>>
Giyuu se despertó por los rayos de luz que se colaban por las rendijas de la ventana. Parpadeó un par de veces para tratar de enfocar su cansada vista, después de no haber podido dormir durante toda la noche a causa de los nervios. Saber que alguien más está detrás de su pareja no es algo que le agrade, menos sintiendo que aquel rubio de mechas rojas puede arrebatarle el amor de su pelirrojo, porque aún sin querer reconocerlo sabe que Kyoujurou es mucho mejor que él, empezando por el aura animada que rodea al hombre, mientras que el parece ser seguido por una nube gris y deprimente.
Estiró sus brazos al aire escuchando el crujir de sus huesos, dejando escapar un suspiro de satisfacción.
Giró su rostro encontrando una hermosa y sensual imagen; Tanjirou completamente desnudo, con una sábana cubriendo únicamente sus caderas, dejando ver su delicada espalda llena de mordidas y chupetones.
Una sonrisa ladina se formó en su rostro, acariciando lenta y tiernamente la piel acanelada del menor, sintiéndo el cuerpo contrario estremecerse con sus caricias.
Se inclinó un poco dejando un camino de besos a lo largo de la espalda, hombros y cuello del joven.
Lo amaba tanto, ama cada parte de él y no está dispuesto a dejarlo ir, ni permitir que alguien le quite lo que tanta felicidad le a dado durante estos años.
Tomó otra sábana y cubrió el delicioso cuerpo de su amante, para después dirigirse hacia el baño y darse una ducha, no sin antes mirar su celular dándose cuenta que aún era temprano. Rápidamente escribió un mensaje a su amigo para después enviarlo y dejar el aparato sobre el Buró e ir a la ducha.
El sonido de un mensaje interrumpió el momento romántico de una pareja.
Sabito gruñó molestó mientras estiraba su brazo tratando de alcanzar el infernal aparato que lo distraía de seguir haciendo el amor con aquella bella chica.
"Maldición." gruñó molesto el peli-damasco una vez con el teléfono en mano.
"¿Quién es?" preguntó una sonrojada Makomo mientras continuaba apresada bajo el cuerpo del mayor.
"El idiota de Giyuu." respondió mientras leía el mensaje que le había llegado. Dejó escapar un suspiro cansado mientras respondía al mismo tiempo que salía del interior de su novia.
"Debe ser importante, ¿verdad?." Se quejó la chica al no sentir más ese pedazo de carne que minutos antes le hacía ver el cosmos.
"Lo es." dijo en un suspiro." si no lo ayudo capaz se mata este idiota." siguió tecleando su respuesta.
"Entonces es serio." dijo levantándose también." ¿Qué pasa?.
"En resumen, Kyo, el compañero de giyuu anda tras su novio, y parece que ambos compartían la idea de declarsele en la fiesta de cumpleaños del chico.
"Pero Tanjirou ya es novio de Giyuu, ¿no?.
"Si, pero Giyuu quería pedirle matrimonio al frentón, y por lo que me dice el idiota de mi amigo, parece que Kyo también planea declararle su amor.
"Oh...."
"Si... pobre imbécil.." murmuró Sabito.
"Si, pobre Kyo." concordó la azabache
"No me refiero a él..
"Entonces.
"A Giyuu, por fin el idiota consigue pareja y ya se lo quieren bajar. Perra suerta la de él.
"Sabito." reprendió la mujer.
"Bueno, vamos a darnos un baño, debemos ayudarle a un idiota a no perder lo único que le da sentido a su vida." dijo caminando hacia el baño siendo seguido por una desnuda chica.
Nezuko iba de arriba a abajo checando que todo estuviera en orden en aquel salón.
Los arreglos estaban puestos y la mesa de postres se veía hermosa.
El escenario había sido colocado a primera hora con un par de pantallas atrás para trasmitir imagenes y vídeos.
Los invitados fueron llegando al lugar con regalo en mano, y estos siendo depositados en una mesa elegantemente arreglada al fondo.
Nezuko miró maravillada todo el salón. Giyuu sin duda se había esmerado en pagar todo aquello para que el cumpleaños de su hermano fuera inolvidable.
Desde la mañana había intentado comunicarse con su hermano pero el teléfono la manda a buzón, ni siquiera su cuñado le contesta las llamadas.
"¿Aún no llegan?." preguntó Genya a sus espaldas.
"No. Ya les marqué y ninguno me contesta." respondió la azabache, marcando una vez más a su hermano.
"Deben estar "ocupados" por ahí." comentó el de cicatriz en la nariz, haciendo comillas con los dedos.
"Pero son las 8 de la noche".
"Bueno, una vez que empiezas no paras, menos ese par. Para como son mínimo ya tendríamos 20 sobrinos corriendo por todo el lugar." dijo burlón el mayor.
La ojirosa sonrió por lo dicho, volvió su vista al celular marcando de nuevo al móvil de su hermano cuando su novio la tomó por los hombros, haciendo que girara en dirección a la entrada del salón. Su hermano venía llegando y detrás de él venía un azabache con rostro serio e imperturbable.
La joven quiso preguntarle a su hermano que pasaba, pero éste pasó de largo directo al pasillo que da a los baños del salón principal.
Miró a su cuñado y éste con un movimiento de cabeza la instó a ir con el pelirrojo, asintió sin saber que ocurría, talvez tuvieron una pelea.
Esperaba que no, no ahora en el día de su cumpleaños que se supone debería ser un día feliz.
Caminó hacia los baños, divisando los cabellos rojos de su hermano.
Logró alcanzarlo antes de que entrará al baño de hombres, no podría hablar cómodamente si entraba ahí. Afianzó a un pelirrojo que tiritaba del brazo, llevándolo hacia otro pasillo que deba a un salón diferente.
En cuanto estuvieron lejos de la vista de su cuñado y su novio, colocó al mayor frente a ella, tomándolo por los hombros, tratando de conectar sus ojos rosas con los carmín.
"Onii-chan...." llamó la menor con un nudo en la garganta al reparar en el rostro de su hermano, el cual mantenía la mirada clavada en el suelo, con algunos mechones rojos cubriendo sus ojos, mientras unas cuantas lágrimas recorrían las mejillas del joven." nii-cha-.
Fue interrumpida por su hermano quien se lanzó a abrazarla mientras sollozaba más fuerte. La joven correspondió como pudo al abrazo, aún sin entender que era lo que le pasaba a su hermano. Sintió el cuerpo del mayor temblar, mientras hipeaba a la par que sollozaba.
Afianzó más el abrazo, mientras brindaba caricias a la espalda de su hermanito.
Mientras lo hacía y sin apartarse del abrazo, procedió a cuestionarle a su hermano el porqué de su actitud.
"Nii-chan ¿Qué fue lo que pasó?." preguntó la ojirosa, sintiendo como su hermano la apretaba más en el abrazo." ¿Te peleaste con Tomioka-san?." volvió a preguntar, de nuevo no recibió respuesta, simplemente sentía a su hermano temblar.
Tanjirou hipeaba quedito, mientras se mantenía abrazado a su hermana.
Quería contarle la razón de porque llegó llorando, pero las ganas de volver a llorar volvían y de ese modo Nezuko no le iba a entender.
Las caricias en su espalda continuaron.
Mientras Giyuu era cuestionado por un enojado Genya.
"¿Y ahora? ¿Qué hiciste?." cuestionó el menor
"Nada." respondió Giyuu sin emoción alguna, pese a que por dentro estaba que lloraba.
"¿Cómo que nada? Tanjirou llegó llorando."
"Te aseguro que no le hice nada." aseguró el moreno.
"¿Entonces?." volvió a cuestionar.
"Bueno... Lo que pasó fue que...
Nezuko parpadeó confundida, aún sin entender lo que había escuchado.
Según logró captar en medio de los balbuceos de su hermano fue que su cuñado, Giyuu, lo llevó a una cita romantica en la playa, en un lujoso restaurante cuyas vistas tienen como protagonista el inmenso mar en todo su esplendor.
Al parecer la reservación fue echa por el mejor amigo del azabache, Sabito, como un regalo de bodas anticipado.
.....................7 horas antes.............
Después de haber disfrutado de las delicias que aquel lujoso lugar servía, mientras apreciaban la maravillosa vista que tenían frente a ellos, fue cuando Giyuu, aprovechando que su lindo pelirrojo estaba embobado admirando el paisaje y disfrutando la brisa que golpeaba delicadamente su rostro, meciendo sus burdeos cabellos, dándole una exquisita vista a un azabache que cada vez más caía rendido de amor por el oji-carmín.
Giyuu rebuscó en su saco hasta dar con una de las dos cajitas de terciopelo, justo la que contenía el anillo solitario.
Sigilosamente se levantó y rodeó la mesa hasta llegar a lado de su pareja, se arrodilló con cuidado, tomó la mano del pelirrojo mientras éste seguía admirando el mar.
Sacó el anillo de la cajita y despacio lo fue insertando en el dedo anular del menor.
Kamado que mantenía su vista fija hacia el frente, viendo el bello paisaje que le regala su pareja al haberlo llevado a ese lujoso restaurante, sintiéndose mal al pensar en todo lo que debió haber gastado su novio en la reservación. Pensando en la manera de devolverle un poco de lo que gastó en esa cita, fue que se dio cuenta que algo era deslizado en su mano, específicamente en su dedo.
Parpadeó afectado, despegando su vista del mar, para bajarla y ver a su pareja sonriendole tiernamente, mientras sostenía su mano delicadamente para después dejar un beso en ella.
Fue en ese momento que se dio cuenta de algo, un hermoso anillo, bañado en oro blanco, con un diamante incrustado reposaba en su dedo. Sintió sus orbes humedecerse, su vista se tornó borrosa, un nudo se formó en su garganta y su respiración se volvió errática. Miró a su novio y éste le sonrió volviendo a besar el dorso de su mano.
"Desde hace mucho quería hacer esto." dijo besando de nuevo su mano." Desde que aceptaste a éste pobre imbécil como tu pareja, me has echo el hombre más feliz del mundo.
Porque siento que no merezco tener a alguien como tú a mi lado.
"Giyuu...
"Desde la muerte de mis padres y de la de mi hermana sentía que realmente la felicidad no era para mi, porque siempre que creía ser feliz, la vida se encargaba de arrebatarme lo que más amó."
Tanjirou escuchaba atentamente lo que su pareja decía, sintiendo tristeza al saber que su novio pensara que no merecía ser feliz. Por supuesto que merecía ser feliz, todos lo merecemos, incluso él, quien habiendo perdido a casi toda su familia, en medio de la tragedia conoció a quien años más tarde se volvería en su pilar y el amor de su vida, talvez sin Giyuu no hubiera afrontado de la misma manera la muerte de su madre y sus hermanos menores.
"Entonces, sin esperarlo apareciste tú, y le diste sentido a mi aburrida vida, iluminaste mis días y llenaste de esperanza mi corazón. Talvez pienses que yo fui quien te dío fuerza para seguir adelante, pero déjame decirte que fue todo lo contrario. Tú me ayudaste en muchos aspectos, sobre todo, me hiciste darme cuenta que realmente puedo ser feliz.
Kamado era un manojo de mocos y lágrimas, y no gritó de felicidad sólo porque tenía su boca tapada con su mano, esperando pacientemente y escuchando con atención lo que su pareja le decía.
"Por eso." Sin despegar su mirada de la contraria se levantó." Kamado Tanjirou. ¿Aceptas casarte con este pobre diablo, que no tiene más que ofrecerte que su su amor?.
"Giyuu-san..." El pelirrojo miró al azabache sin parpadear, esos orbes azules que lo enamoraron desde el primer momento en que se vieron, aquel día trágico donde perdió a casi toda su familia, pero que también le hicieron conocer al amor de su vida.
Lo amaba, más que su vida.
"¡¡Sí!! Acepto."
"Tanjirou...
Sin poder contenerse se abalanzó para capturar esos rosados y suaves belfos que lo enloquecen y lo hacen sentir en las nubes.
Con ansias besaba esa linda boca, mientras apretaba el cuerpo del menor entre sus brazos, sintiendo la calidez de éste, aspirando su dulce aroma, ese mismo con el que despierta todos los días y espera seguir haciéndolo el resto de su vida.
No te voy a dejar ir, Tanjirou.
Te amo, te amo tanto, que no imagino una vida sin ti.
......................Hora Actual...............
"Nii-chan, realmente pensé que Tomioka-san te había echo algo." reprochó la menor" estaba a punto de ir a golpearlo.
"Lo siento, Nezuko." Se disculpó el pelirrojo, separándose del abrazo para mirar a su hermana." Es que todo fue tan derrepente, no me lo esperaba, yo... ¡¡ESTOY TAN FELIZ!!." gritó por fin el mayor lleno de felicidad.
"Me alegro tanto por ti, nii-chan.
Después de todo lo que has echo por mi, mereces ser feliz."
"Gracias hermanita. Pero tu también te estás tardando, no sabes como me gustaría verte de blanco, aunque ya sea demasiado tarde." bromeó el oji-carmín.
"Nii-chan." Nezuko se sonrojo, sabiendo a lo que se refería." Como sea, Genya y yo estamos bien así, ambos somos felices.
"Lo sé. Y me alegra que hayas encontrado a alguien bueno que cuide de ti, Genya es un buen hombre, y un buen amigo."
Nezuko abrazó a su hermano, siendo correspondida por éste.
Tanto sufrimiento por la pérdida de su familia en el pasado, era recompensado habiendo encontrado la felicidad ambos.
"Será mejor regresar para explicarle a Genya, antes que le suelte un golpe a Tomioka-san por hacerte llorar, nii-chan." sugirió la oji-rosa.
"Tienes razón.
Ambos hermanos caminaron de nuevo al salón principal donde la fiesta sería.
"Vaya, así que era eso."
"Si, ahora sueltame." gruño el oji-azul al estar alzado en el aire por el de cicatriz.
"Calmate." dijo bajando al contrario." sólo me aseguraba.
"Como sea." Tomioka se acomodó el traje." ¿Y tú?.
"¿Yo qué?.
"¿Cuándo le pedirás matrimonio a Nezuko? ¿No pensarás seguir viviendo en unión libre, o si?" cuestionó seriamente el mayor.
"Por supuesto que no." suspiro cansado." De echo..." rebuscó en su chaqueta aquel objeto, sonrió al encontrarlo." Mira.
Giyuu observó la pequeña cajita que Genya le extendió. La abrió dejando ver un hermoso anillo con un diamente rosa, igual a los ojos de la mujer que próximamente lo portaría.
"Estoy seguro que le encantará." dijo con una pequeña sonrisa, volviendo a cerrar la cajita y devolviendola al menor." ¿Cuándo se lo darás?.
"En una semana, estoy preparando una cena para proponérselo.
De echo te iba a pedir que ese día tú y Tanjirou cuidaran a Hiroshi hasta el día siguiente.
"Sabes que encantado cuido del enano, lo quiero como un hijo.
"Lo sé, y te lo agrdez...." Genya enmudecio al ver llegar a su hermano, pero no sólo por eso, sino que detrás de éste venía la perdición del azabache.
Un atractivo y bien vestido rubio de mechas rojas, con un costoso y enorme ramo de rosas llegaba completamente emocionado al salón.
"Hoy es tu día, Kyojurou." ánimo Sanemi.
"Lo es, ciertamente Sanemi." habló enérgicamente el rubio." Hoy Tanjirou sabra lo mucho que lo amo.