Adrienne Lively:
—Hey ¿Te encuentras bien? —me preguntaría Landon mirándome fijamente desde el otro balcón.
Mi vecino de mi nuevo departamento es el playboy millonario Landon Downey, ¡El chico del que media ciudad está enamorado!
—Y..yo...ahmm.... —las palabras no saldrían de mi boca con ningún tipo de éxito debido al nerviosismo que estaba sintiendo ante su atenta mirada.
—Lo siento, no es mi intención entrometerme solamente te vi llorar y quiero saber si te encuentras bien. —me lo expresaría con una mirada amable.
—Yo no . . . bueno no, en realidad si lo estoy pero estaré mejor en unos segundos —diría tratando de recuperar mi postura, algo que sería difícil tomando en cuenta que mis manos están sosteniendo una botella de champagne y en un intento fallido trataría de secar las lagrimas restantes con la palma de mi mano.
Con destreza, Landon extendería su mano por el divisor y suavemente tomaría la botella entre sus manos, para que pudiera recuperar mi postura de una manera más tranquila y siendo así, se daría la media vuelta y comenzaría a examinar la etiqueta de la botella, concentrándose intensamente en el delgado papel cubierto con letra cursiva.
El está tratando de darme privacidad, desviando su mirada a otra parte.
Landon asentiría con aprobación y sostendría la botella en lo alto, leyendo bien cada detalle de la botella, todavía sin mirarme del todo.
—Realmente es una buena bebida, tienes un buen gusto —me lo diría segundos después, volteando su rostro y viéndome con una sonrisa totalmente sincera y brillante.
—Hola, chico del balcón. Bonitos uhm jeans... —diría con un toque de nerviosismo —disculpa mi balbuceo, estoy teniendo un día infernal.
—Está bien, no hay problema, yo balbuceo todos los días, específicamente los fines de semana —expresaría con un gesto gracioso señalándose así mismo.
—¿De verdad? En serio lo dudo. Pero muchas gracias por admitirlo —le comunicaría dándole una sonrisa amable, sintiendo como mis nervios se irían alejando poco a poco.
—Tu maquillaje ha manchado un poco tus ojos pero no te preocupes, se ve muy chic. Una especie de ojos a la moda.
Dios mío, soy un desastre, hasta en estos momentos Landon Downey lo puede ver.
Puedo percibir que Landon tiene una sonrisa verdadera en su rostro, sin ningún tipo de prejuicio o comentario negativo hacia mi.
—Parece un vino demasiado bueno como para regalarlo a tus vecinos. —admitiría Landon.
—Lo sé, es demasiado bueno, yo no bebo, bueno no regularmente, yo ni siquiera bebo. Bueno difícilmente bebo, bueno no tan difícil o al menos no a menudo. —diría de manera confusa.
Adrienne estas estropeando todo, toma un pequeño respiro.
Tomaría una pequeña bocanada de aire, dejando que mi pecho se elevase hacia arriba con el esfuerzo de mi respiración, luego exhalaría por mi boca con un suave resoplido.
Agradable y zen. Mi cuerpo es un templo, un templo muy inestable, en medio de un terremoto.
Aclararía mi garganta y continuaría, viendo que mis nervios ya están bajo control.
—Mi amiga trajo la champagne para celebrar mi nuevo apartamento, es por eso que aún no nos habíamos conocido, terminé de desempacar hace algunas horas.
—¡Hola! Nueva vecina eres bienvenida, sin embargo, la botella todavía sigue llena, así que supongo que no tuviste mucha celebración. ¿Acaso algo salió mal con tu fiesta de bienvenida? —me preguntaría con una mueca confundida en su bello rostro.
—Oh no, solamente tuve que terminar la fiesta por el trabajo, ya sabes los plazos que te dan. —trataría de sonar lo más relajada posible.
—Bueno si es así, supongo que no debería de monopolizar tu tiempo de trabajo entonces. —lo diría con una gesto afligido.
—Quiero decir que puedes monopolizarme en cualquier momento que gustes. —lo expresaría sin razonar de manera obvia.
Santo dios, ¿Qué sucede el día de hoy con mi boca?
—Mi tiempo, quiero decir después a mi conveniencia. Yo... —sería interrumpida por su voz de dios griego.
—Bien entonces, nueva vecina, antes de que te escapes corriendo, me presento mi nombre es Landon.
Ignorando el hecho que todos en la ciudad saben saben su nombre, tomo sutilmente su mano que me ofrece como presentación, incluso al estrecharle su mano parece que la electricidad entre su brazo y el mío incrementa y me hace sentir cierto cosquilleo que no quisiera dejar de sentir nunca.
—Soy Adrienne.
Sus hermosos ojos azules recorren ambos balcones, trazando un camino desde su puerta hasta la mía, dándome una mirada pensativa antes de dirigirme nuevamente la palabra.
—Bueno Adrienne, nos veremos pronto —antes de darse la vuelta por completo, levanta una ceja mirándome de manera sugestiva —a no ser que...
Cielos, creo que me está insinuando algo...
—Oh..uhm...¿Quieres compartir una copa conmigo? podríamos llamarlo como un agradecimiento. —le preguntaría con un poco de pena.
—Pensé que nunca lo preguntarías. —lo declararía con una sonrisa brillante, mostrándome una vez más su dentadura perfecta.
Se daría una media vuelta y entraría a su pent-house para después regresar con dos copas de champagne entre sus manos, bajo su brazo traería una segunda botella de champagne y me ofrecería ambas. Levantaría una ceja en señal de confusión propia.
—Tu champagne es buena, solamente que la mía es un poquito mejor y no es que quiera presumir pero creo que esta queda un poco más para este tipo de celebraciones.
—Vale, muchas gracias, estoy emocionada por probarla. La abriré justo ahora...a menos que... — Haría una pausa y me quedaría con la mente en blanco ya que nunca he abierto una botella.— uhm..
El silencio entre nosotros se prolongaría y me reiría tímidamente mientras sostengo la botella con torpeza pensando de que manera podría abrirla. Landon me daría una sonrisa comprensible y abriría la botella haciendo el corcho saliera volando con una explosión y soltaría una pequeña carcajada debido al momento.
Notaría que sus ojos son completamente azules cuando se encuentran con los míos y sentiría una inminente atracción por ellos, después de servirnos dos copas dejaría su botella en el suelo a un lado del balcón.
—¿Por qué deberíamos brindar?—me preguntaría de una manera casual.
—Que tal si brindamos por los nuevos comienzos y por los nuevos vecinos...
—Que así sea entonces ¡Salud!
Brindaría con el soltero más codiciado de Nueva York, disfrutando simplemente de su compañía observando la hermosa vista para después de unos cuantos sorbos despedirnos con un simple "adiós".
Antes de que pueda pronunciar otra palabra estúpida, entraría a mi hogar y cerraría las cortinas, y me quedaría tambaleándome con un sonrojo mientras intento superar el hecho de que soy vecina del soltero más encantador y codiciado de toda Nueva York.
Días después me preparo para llegar puntual a mi oficina y en cuanto entro recibo una llamada de mi jefa Mery para ir a verla a su oficina, al instante que entro me lanza un sobre.
—Esta es tu invitación, cubrirás esta noche el evento. —diría sin dejar de escribir algo en su computadora.
Una carta ornamentada, que tendría dentro un sobre que tiene como título en letras grandes: "Forever:Una experiencia que jamás olvidarás" .
—¿Qué es esto? —preguntaría en un tono confuso.
—Un nuevo club nocturno o un bar de jóvenes o lo que sea, estoy segura que cerrarán en un mes, pero de cualquier manera vas a escribir una reseña así que trata de no divertirte demasiado.
—¿Parezco alguien a quien le gusta ir a bares? —alzaría una ceja de manera sugestiva.
—No cariño, pareces la estrella de una película de televisión sobre una chica incomprendida que por alguna extraña razón tiene un vínculo con un caballo indomable pero adivina vas a ir de todas formas y esa es mi decisión final. —lo diría con una sonrisa sarcástica en su rostro.
—Con todo respeto Mery quiero hacerlo pero no sé si podré hacerlo.
—¿No acabas de comprar un departamento de lujo en un último piso por aquí en Manhattan?
—Uh..si, pero...
—Sé que no son baratos, así que si quieres seguir manteniendo el trabajo bien pagado que te ayudó a comprarlo, tienes que hacer lo que yo te diga —me miraría directamente a los ojos sin una chispa de diversión.
—No es mi fuerte pero haré lo que pueda, de verdad Mery este proyecto es horrible para mi. No puedo prometerte que sea algo de muy buena calidad, no te decepcionaré si realmente esto es lo que quieres pero ¿Estás segura de que no hay alguien más capacitado para esto?
—Créeme, si lo hubiera, los habría elegido a ellos antes que tú. Ahora como esta es una reseña como "invitada" tienes que vivir la experiencia como tal sabes y eso implica que solamente tú tienes que ir, no puedes invitar a nadie más. —me miraría con suma cautela.
—Bueno conozco a alguien, es cierto que no lo conozco tan bien como para invitarlo a una cita platónica de investigación pero si podría...—me interrumpiría en ese instante.
—Esto no es una negociación Adrienne, no lleves invitados ni celebridades inventadas, no me importa que tengas al maldito Landon Downey en tu radar, no va a pasar. —haría énfasis en las últimas cuatro palabras.
—De acuerdo Mery, ya comprendí lo que es mi trabajo en ese lugar. —le daría una mirada seria, colocando mis manos sobre mis antebrazos.
—Por cierto por una vez ponte algo de labial, arréglate el cabello, quítate esos lentes y consíguete un par de tacones dignos para ti. No seas Adrienne por una noche pero lo más importante es que te diviertas. —me daría un pequeño guiño para después guiarme hacia la salida de su oficina.
Parece que realmente será una noche que jamás olvidaré...