Una Novia Para Max (BG.5 libr...

بواسطة darlis_steff

6.3M 842K 1.2M

Maximiliano Greene es conocido en la industria del entretenimiento por ser uno de los mejores agentes, repres... المزيد

Una Novia para Max
De Maximiliano Greene a Papi Max
Capítulo Uno
Capítulo Dos
Capítulo Tres
Capítulo Cuatro
Capítulo Cinco
Capítulos Seis
Capítulo Siete
Capítulo Ocho
Capítulo Nueve
Capítulo Diez
Capítulo Once
Capítulo Doce
Capítulo Trece
Capítulo Catorce
Capítulo Dieciséis
Capítulo Diecisiete
Capítulo Dieciocho
Capítulo Diecinueve
Capítulo Veinte
Capítulo Veintiuno
Capítulo Veintidós
Capítulo Veintitrés
Capítulo Veinticuatro
Capítulo Veinticinco
Capítulo Veintiséis
Capítulo Veintisiete
Capítulo Veintiocho
Capítulo Veintinueve
Capítulo Treinta
Capítulo Treinta y Uno
Capítulo Treinta y dos
Capítulo Treinta y tres
Capítulo Treinta y Cuatro
Capítulo Treinta y Cinco
Capítulo Treinta y Seis
Capítulo Treinta y Siete (FINAL)
BG.5 Más que un grupo

Capítulo Quince

174K 23.1K 45.1K
بواسطة darlis_steff


Capítulo quince.

Maximiliano.


Han sido sin duda alguna unos días de locos, pero no puedo negar que han sido increíbles, lo que hace que tener que despedirme de papá, Thomas y Theo no sea fácil.

Sus equipajes ya se encuentran en el auto, pero creo que todos estamos alargando las despedidas porque somos muy conscientes de que pasará al menos un par de meses antes de que volvamos a vernos.

—Ya debemos irnos —dice Thomas y papá suspira dando unos pasos hacia mí.

su ceño está fruncido, pero poco a poco se relaja antes de darme una pequeña sonrisa y abrir los brazos, como si esperara que corriera sus brazos y por supuesto que lo hago. Cuando era niño papá se sentía cómo el hombre más fuerte, me parecía tan grande... Ahora soy más alto que él, perdió sus músculos, está algo encorvado por la edad y a veces lo siento frágil pese a que sé que es de los hombres más fuertes que conozco.

—Cuídate hijo, sé el mejor en tu trabajo, pero no te pierdas y olvides de ti, tampoco te olvides de nosotros.

—Papá, nunca los olvidaría.

—Ven a vernos —retrocede—. No te vuelvas un extraño y trae a tu amiga con beneficios contigo.

—Papá, ya te dije que es solo una amiga.

—Con beneficios —agrega Theo y tengo que admitir que termino sonriendo hacia el pequeño.

—Haz algo más que trabajar, llámame, ejercítate, toma un respiro y recuérdate que eres más que una máquina de trabajo —Hace una pequeña pausa—. Seré lo suficientemente considerado para no pedirte nietos...Todavía.

—Qué gesto tan amable de tu parte, papá.

—Pura bondad en mi corazón —Me planta un beso en la mejilla antes de subirse al asiento de copiloto en el auto.

Clavo la vista en mi sobrino, quien suspira, es bastante claro que no quiere irse, pero tiene un dilema porque extraña a su mamá y la escuela. Agachandome le pido que se acerque y no duda en hacerlo deteniéndose frente a mí.

—Me da pena dejarte solo, tío M.

—No me dejas solo, sobrino.

—Ah, cierto que tienes a tu amiga con beneficios —Hace un gesto pensativo—. Recuerdale que prometió venir por mí si muere, aunque no quiero que muera, mantenla viva.

—Lo haré —Lo atraigo para un abrazo—. Sigue siendo el gran niño que eres, prometo que nos veremos pronto.

—Y los que no cumplen sus promesas van al infierno.

—Theo —dice mi hermano aunque puedo ver que está conteniendo la risa.

—No querrás ir al infierno, tío M. Leí que ahí hace mucho calor y es ruidoso para dormir.

Theo puede ser extraño, asustarnos un poco y desconectarnos, pero es un niño único e increíble del que me enorgullezco que sea mi sobrino. Lo abrazo, asegurándole que lo llamaré tanto cómo pueda y que espero verlo muy pronto. Mi sobrino me da una sonrisita, se acomoda los lentes sobre el tabique de la nariz antes de subir atrás y dejarme abrochar su cinturón de seguridad aun cuando sabe hacerlo solo.

No me he dado la vuelta cuando Thomas ya se encuentra abrazándome desde atrás de una manera exagerada que me hace reir.

—Espero que tu cara no se vuelva desconocida y también espero que tu amiga Meredith no salga de la ecuación. No seas terco, vive y haz algo más que estresarte o cómo dice mi hijo, te irás al infierno y ni él con un crucifijo podrá sacarte de ahí.

Giro y me da un golpecito en la frente con los dedos antes de volver a hablar con seriedad.

—Eres un orgullo para la familia y lo fuiste para mamá, no puedo cambiar la manera en la que te sientes al respecto, pero no dudaré en recordarte nunca que todos, incluyéndola, siempre hemos estados impresionados de tus logros. Puedes tomarte un par de respiros, hermano, estás haciendo un trabajo estupendo por tus chicos, ahora haz un trabajo estupendo por ti.

—¿Crees que la felicidad consiste únicamente en llevar una vida en pareja? —Lo desafío y sonríe.

—No, yo no estaba hablando de hacer vida en pareja, yo hablaba de cosas que sean por ti y que te hagan felices, pero que tú asociaras mis palabras con una relación dice mucho...

—Tonterías —desestimo y él ríe dándome otro abrazo y palmeando el hombro.

—Esas palabras también van para ti, Tom... Y dale mis saludos a Cara.

—Con gusto se los haré llegar —asegura mientras se rasca la mejilla con el dedo medio y esta vez soy quien ríe.

Sube el auto y Theo no deja de despedirse con la mano hasta que el auto se pone en marcha, hasta que se pierden de mi campo de vista. Me es inevitable no suspirar y recordar lo maravilloso que es pasar tiempo con mi familia, no es que no lo supiera, es solo que siempre ando corriendo y tardo mucho en detenerme para vivir y apreciar estos momentos.

—Recordatorio para Max: no tardes en volverlos a ver, puedes vivir más allá del trabajo —Me susurro.

***

—Le falta sal.

Levanto momentáneamente la vista del teléfono para enarcar una ceja hacia Ethan que tiene el entrecejo fruncido, cuando su mirada se encuentra con la mía, se encoge de hombros, no le importa que otros podrían escucharlo.

—Es la verdad, la mayoría de los bocadillos están un poco mediocres y se supone es una chef de alta gama quien cocinó. Estoy decepcionado.

— ¿Recuérdame por qué te uniste a mí cuando no te lo pedí?

—Fui seleccionado para ser tu cita esta noche, no queríamos que te vieras miserable asistiendo una vez más solo a un evento público —Asiente hacia la izquierda—. Mira a Robbie, él consiguió una cita y se ve bien, tiene una vida.

No me pierdo la ironía de que el miembro de BG.5 que solo tenía encuentros y relaciones de carácter sexual, esté insinuando o hablando de la falta de mi vida amorosa cómo si hasta hace poco no tuviese una presencia solitaria igual o más destacada que la mía. Sin embargo, siguiendo sus palabras, veo hacia el hijo del dueño de la compañía discográfica, el empresario y el hombre al que envío a estos tormentos cuando quiero castigarlos: Robbie, quien cómo siempre lleva un vestuario llamativo; esta vez se trata de un traje fucsia demasiado ajustado para su cuerpo musculoso, pero se ve en confianza y a gusto, además parece pasarla bien con su cita, una guapa rubia que no conozco.

Este es un evento privado destinado a hacer conexiones o pescar ofertas, puedo visualizar a disqueras, productores, representantes y cazatalentos. Se hace cuatro veces al año y digamos que aquí consigues grandes propuestas si eres lo suficiente inteligente, soy bueno en ello, consigo de lo mejor, pero ahora tengo pegado a mí a Ethan quien se cree mi cita y que se está quejando de todo.

Le doy una larga mirada al mencionado y simplemente me alejo de él, pero cómo un cachorrito perdido camina detrás de mí mientras me acerco a un fotógrafo bastante importante que sé que quiere volver a trabajar con BG.5. Aunque Robbie me pidió – lloriqueó – que hoy le dejara conseguir propuestas para BG.5, es imposible que no viniera y que no socialice un poco tanteando el terreno para él, no confío en que otro haga mi trabajo.

Por suerte para mí,  Ethan puede ser molesto, pero cada vez que me detengo a hablar con alguien importante se comporta y se vuelve encantador, lo que hace que todos queden encantados, eso hace que no proteste demasiado por su presencia y la manera en la que no se separa de mí.

—Buena estrategia la de traer a Ethan, Max  —Me felicita Robbie.

—Yo no lo traje —respondo viendo algo rápidamente en uno de los teléfonos.

—La idea brillante fue de nosotros —escucho a Ethan.

—Y estoy seguro que más que una idea brillante, el plan inicial era molestarme o fastidiarme.

—Qué poca fe nos tienes, Maximiliano Greene —dice fingiendo indignación.

— ¿Herí tus sentimientos, Ethan? —guardo el teléfono y sonrío hacia él.

De nuevo se encoge de hombros y toma una copa de champagne cuando un mesero pasa con una bandeja llena, rechazo la que me ofrece. no me apetece beber. Teniendo en cuenta las pocas horas de sueño que he tenido entre ir a la madrugada al apartamento de Allen, volver y quedarme pensando durante horas y luego despedir a mi familia, no he tenido mucho tiempo para descansar. Planeo irme pronto, pero aun me queda un par de horas para socializar e impulsar a Robbie.

—No hieres mis sentimientos porque sé que me amas —termina por decir Ethan con una sonrisa.

— ¿Sabes, Robbie? Creo que Ethan estaría necesitando pasar un tiempo especial y contigo con las diapositivas de Patty —comento y el mencionado se ahoga con la bebida mientras me da una mirada de reproche.

—Oh, ¿Qué quieres que prepare para nuestro talentoso Ethan?

—Tal vez una charla sobre ser positivo, creo que nuestro Ethan lo merece —Le paso un brazo por el hombro a Ethan—. Ahora que trabajaremos en el nuevo álbum parece ser  un momento perfecto para ello.

Veo el brillo de diversión en la mirada de Robbie porque él sabe que este es mi desquite y me ayuda a hacerlo mejor cada vez que le envío a los chicos, además él se divierte haciendo eternas charlas preparadas por su asistente o secretaria – siempre olvido lo que es – Patty. Supongo que somos un equipo cuando se trata de devolverles las bromitas a BG.5. Así que Robbie no pierde el tiempo organizando con Ethan un encuentro para mañana, Ethan es lo suficiente educado y agradable con Robbie para al igual que lo demás, aceptar incluso si se quejan, ir a las charlas de Robbie cuando se los ordeno, más si los comprometo frente a él. No está feliz por la manera en la que frunce el ceño y su tono de voz, pero acuerda con Robbie la hora mientras éste le dice los temas de los que cree que podría hablarle el día de mañana. Mientras ellos están en la conversación yo paseo la mirada por el lugar, saludando con una sonrisa o asentimiento a un par de personas a las que conozco, que son la mayoría.

Estoy relajado hasta que mi mirada se detiene en Allen y luego pasa a su lado en donde se encuentra a quien ubico cómo Loraine, su representante. No me sorprende su presencia, pero en la misma manera lo hace mientras la veo hablar con unos importantes fotógrafos editoriales de una revista francesa en tendencia y prestigiosa. No tengo ni idea de cuándo ha llegado porque en las dos horas que llevo aquí, puedo prometer que no estaba ni ella o Loraine, lo hubiese notado.

En serio, me hubiese dado cuenta incluso si no quisiera.

Va vestida con un pantalón rojo ajustado y una camisa de seda blanca, se ve mucho más alta por los tacones y trae el cabello recogido; luce muy cómo la modelo reconocida que es, muy diferente a la mujer con la que estuve en la madrugada que me robó un pequeño beso y a la que yo le robé uno. Pero ambas versiones son magníficas... Es un problema, porque ambas versiones me gustan.

¿Qué sentido tiene negar que me gusta? El poder está en no actuar sobre ello o al menos intentarlo tanto cómo pueda, tal vez ella se irá antes de que yo pierda mis fuerzas, pero el que se vaya de Londres no es que me haga saltar de felicidad. 

Estoy consciente que debo dejar de verla, pero cuando estoy a instantes de hacerlo, su mirada conecta con la mía y se detiene en lo que sea que esté diciendo, pero se recupera rápido cuando Loraine le da un toque en el brazo y vuelve a hablar hacia  los fotógrafos que se ven un poco embelesados por sus palabras.

— ¿Qué ves? —Me pregunta Ethan.

—Nada —respondo de inmediato poniéndome frente a él—. ¿Hay alguien en particular con quien quieras hablar para conseguir alguna oportunidad? —intento despistarlo.

—No, solo estoy aquí cómo tu cita... —Se va callando a medida que desplaza su mirada por el lugar y luego enarca una ceja—. Uhmm, ya veo.

—¿Qué cosa? —pregunto.

—Nada, solo veo cosas —responde terminándose su bebida y dándome una larga mirada—. La vida y sus casualidades ¿No, Max?

—No sé de qué hablas.

—No lo sabes —repite.

—Ven, vayamos hablar con aquel productor ¿No has pensado aun en lo bien que te iría intentando ser actor? —pruebo con endulzarlo mientras lo insto a caminar hacia el lado contrario de Allen—. Volvemos en un momento, Robbie.

Ethan ríe por lo bajo mientras lo arrastro a otro lugar y lo hago hablar con un productor que no le interesa, pero que sí se interesa en él. Me concentro en la conversación, obligándome a no ver atrás ni alrededor porque Ethan tiene su mirada puesta en mí cómo si vigilara mis movimientos, pero cuando el productor debe darle su atención a otro grupo interesado, él entrecierra una vez más los ojos hacia mí.

— ¿Quieres salir a tomar aire? —pregunto antes de que pueda hablar.

Pero antes de que me responda, lo tomo del brazo y lo guío hacia la terraza de grandes columnas con vista al jardín, esto hace que me vea con mayor sospecha y diversión.

—Te ves nervioso, cómo los infieles cuando están a instantes de ser atrapados —Me dice sacando una caja de cigarrillos y tomando uno antes de sacar el encendedor—. ¿Puedo fumar aquí?

—Sí, aire libre y todo eso, pero ¿Por qué fumas ahora? ¿Estás estresado?

—Un poco —responde encogiéndose de hombros—. He estado pensando mucho y a veces eso no es bueno porque ya sabemos cómo soy.

»Le pedí a Grace que viviera conmigo, es algo importante viniendo de mí, pero dijo que no —Da una larga calada—. Dijo que mi casa era mía y era incómodo simplemente vivir en algo que yo me había ganado, le dije que me parecía un argumento estúpido.

—Lo que fue un comentario desconsiderado —Le hago saber—. Que no estés de acuerdo no significa que debas ser condescendiente, tal vez ella no se expresó bien.

—Pasamos juntos mucho tiempo, ella pasa más tiempo en mi casa que en la suya y me gusta su presencia, me gusta empezar el día con ella o irme a dormir con ella. No se lo pedí con intenciones de hacerla sentir menos o arrimarla, tal vez debí pensarlo mejor...

»Está enfadada y yo estoy enfadado —Se encoge de hombros—. No entiende mi punto y yo no le encuentro sentido al suyo. Así que fue cómo "bien, quédate en tu lugar y yo en el mío cómo estábamos", pero hay un aire incómodo y tenso a nuestro alrededor.

— ¿Realmente hablaron? —pregunto con desconfianza y él expulsa el humo por la boca antes de sonreírme.

—Bueno, ella habló un montón, yo me quejé, ella se desesperó y habló todavía más y yo me quejé de nuevo.

Ahora, eso tiene sentido en el asunto del aire incómodo y tenso, en conclusión: fue cómo no hablar.

—Solo deben sentarse hablar, explícale que no será una arrimada ni se sentirá cómo una invasora, dale las razones por las se lo pides y pídele que te explique mejor sus argumentos.

—Había tardado mucho en cagar esto ¿Verdad? Estaba siendo demasiado bueno en esto de ser un novio y por supuesto que lo iba a arruinar.

—No lo arruinaste, es normal tener desacuerdos en las relaciones.

— ¿Qué sabes tú? Tienes cómo un siglo sin novia.

Bueno, puedo entender a Grace, no es que Ethan sea la persona más dulce en el momento de soltar sus pensamientos o ponerse a la defensiva, pero todos sabemos que no lo hace adrede. Él es difícil y no todos logran entenderlo de inmediato.

—Lo que trato de decir —ignoro sus palabras—, es que todas las relaciones tienen sus desacuerdos y la solución es conversarlo para aclararlo todo. Estoy muy seguro de que ella sí quiere vivir contigo, básicamente ya lo hacen. Tal vez fue la manera en la que lo planteaste o lo entendió mal.

—No lo sé... —suspira— Creo que fui odioso porque me sentí mal por el rechazo —admite— y la verdad es que no quiero pedirlo de nuevo y que me rechace una vez más o que se sienta presionada a decir que sí si no es lo que quiere. Tal vez solo deba dejarlo estar.

—Créeme, dejarlo estar no es la solución. Conversar es lo mejor —No parece convencido de mis palabras—. Confía en mí ¿Cuándo te han defraudado mis consejos o palabras?

—Nunca —Da la última calada a cigarrillo—. Entonces voy a obedecerte.

—No lo digas así —Me rio—, como si te estuviese dando una orden, hazlo porque quieres hacerlo.

—Lo haré porque quiero, no hago cosas que no deseo y ella lo sabe.

—Bueno, tal vez deberías decir eso "Grace, te pido esto porque así lo quiero, no hago cosas que no deseo" —intento imitar su acento y ríe.

—Quizá debo escribirlo, soy músico, consigo las mejores palabras al escribirlas...

—Y al cantarlas.

—Me expreso mejor así —parece pensativo—. Sí, hablaré con ella.

»Iba a hablarlo con Andrew o Harry, pero resulta que cómo siempre me salvas la vida, eres un buen padre —Me halaga y ruedo los ojos.

—Ya que soy un buen padre ¿Qué tal buscarme alguna bebida que no sea alcohólica? Creo que en una hora podremos irnos.

—Que conste que no sigo órdenes de nadie, pero te mereces tu trago. Ahora vuelvo, papi Max.

Lo veo irse y sacudo la cabeza. No es que le haya dado un gran consejo, solo le di las palabras que en el fondo él ya muy bien sabía, pero que necesitaba que alguien más le dijera; estoy seguro de que Andrew o Harry le hubiesen dicho básicamente lo mismo y también estoy seguro de que Grace quiere mudarse con él, pero que tal vez la pregunta no fue planteada de una mejor manera o el mensaje se desvió en el camino.

Representante, amigo, familia, confidente, consejero, salvador de última hora, padre y casi abuelo, es increíble la cantidad de funciones que me delegan, ni pensar que yo solamente firmé un contrato para guiar a una banda con potencial de convertirse en un algo.

Riendo por lo bajo camino hacia la esquina de la terraza y me recargo de la columna antes de ver la hora en el reloj alrededor de mi muñeca. Sí, debería irme en una hora, pero...

¿Pero qué, Max? Me rio por lo bajo. No soy estúpido, juego con fuego y pareciera que estuviese encantado de quemarme, lo que no suelo ser yo, pero es que esta situación con Allen ha crecido a niveles inesperados.

—Buenas noches, Maximiliano.

Me mantuve alejado del fuego, pero el fuego vino a mí.

Alzando la vista me encuentro con Meredith Allen Lynch luciendo una sonrisa en la que se supone al principio, cuando todo inició, no debía fijarme, pero mira hasta donde hemos llegado en un par de meses con algunos encuentros.

—Buenas noches, Allen, es bueno verte.

Acorta la distancia entre nosotros y su mano se posa en mi brazo cuando me da un beso en la mejilla, los tacones hace que sea apenas unos pocos centímetros más baja que yo, por lo que no tiene necesidad de pararse de puntillas.

—Hueles increíble —susurra antes de alejarse un poco, pero no demasiado.

Estamos frente a frente con una distancia bastante ligera entre nosotros, pero ninguno retrocede. Inclinándome hacia adelante acerco lo suficiente la nariz a su cuello cómo para rozarlo y la escucho exhalar con lentitud.

—Creo que hueles mucho mejor que yo —murmuro antes de retroceder un poco y recargarme aún más de la columna.

Una larga mirada pasa entre nosotros y no es que sea un lector de mentes, pero creo que ella está pensando al igual que yo, que hace menos de veinticuatro horas teníamos conversaciones profundas, la vi de una manera vulnerable y me permití bajar muchos de mis muros, tal vez también recuerda la manera descarada en la que presionó su boca de la mía o cómo de una manera inesperada me despedí con un beso sobre sus labios.

Cada vez que nos vemos no sé qué esperar, pero no resulta algo malo. Siendo un hombre acostumbrado a llevar el control de todo lo que sucede, hay algo refrescante en esperar siempre lo inesperado cuando se trata de ella.

—Cuando dijiste que tenías planes y un compromiso no pensé que fuera el mismo —dice subiendo con lentitud la vista desde mi pecho a mis ojos—. Podríamos haber venido juntos, en plan cita inesperada ¿Qué te parece?

— ¿Y aparecer en todos los portales de chismes?

—No le debemos explicaciones a nadie. Dos amigos yendo juntos a un evento no tiene nada de malo —El tipo de sonrisa que me da me habla de picardías.

—Ethan se hubiese sentido ofendido, es mi cita y es bastante dramático cuando lo rechazan.

»Es sorprendente verte en este evento, no suelen venir muchos representados. Ethan solo vino porque creyó que me veía tonto estando solo y por molestar ¿Por qué viniste con Loraine?

—¿Recuerdas que te dije que tuve un día de mierda y descuidé mis obligaciones laborales? Bueno, vine a ser encantadora y aduladora con otros fotógrafos de la revista cuya reunión no aparecí. Pica un poco en mi orgullo, pero puedo reconocer que fue mi falta.

Asiento, no pienso contradecirla. Es cierto que tuvo un día horrible, pero también es muy cierto que no se ve bien que no cancelara o se reportara poco después con alguna excusa creíble, porque su mundo puede estarse cayendo, pero esta industria nunca se detiene. Aunque yo podría ser un poco entrometido y preguntarle por qué rayos Loraine no le cubrió la espalda de inmediato una vez que vio que ella no iba a aparecer.

—¿Por qué Loraine...?

—Loraine no me cubrió porque me desaparecí, teléfono apagado y luego estaba más preocupada por verificar que estaba bien que hacerse cargo de mi desastre laboral. Quiso comprobarme primero, no la juzgues.

—De acuerdo, eso tiene sentido.

Estoy acostumbrado a que con BG.5 somos muchos, son cinco chicos, pero también novias, esposas, familiares y de alguna manera son más fáciles de localizar, debo recordarme que en el caso de Allen, se trata de un equipo de trabajo bastante pequeño y un espacio vacío en cuanto a familiares.

— ¿Y lo conseguiste? ¿Endulzarlos? —pregunto.

Baja la vista al suelo y luego la sube viéndome a través de sus pestañas que hoy lucen más oscuras y rizadas. Veo la manera en la que lleva una mano al centro de mi pecho e inclina el cuerpo hacia mí.

—Soy persuasiva, tengo encanto, no todos se resisten —Sonríe mientras deja caer su indirecta—. Cuando deseo algo, trabajo duro para que vean cuánto lo merezco y lo bueno que puede ser el resultado.

—Y eres una de las modelos del momento, todos quieren trabajar contigo.

—Sí, pero no soy la única, no soy imprescindible, lo que yo rechazo fácilmente alguien más lo aceptará, me pueden reemplazar porque hay mejores que yo, por eso tenía que hacer este control de daño rápido.

»No conseguí la portada editorial que se planeó en un principio, pero estoy segura de que después de hoy me contactarán para la siguiente. Me siento aliviada, antes de verdad me sentía muy culpable y no quería que pensaran mal de mí, soy una profesional en mi trabajo, odio que piensen que soy una diva o irrespetuosa sobre el tiempo de los demás.

—Eso me gusta, el respeto que tienes por tu trabajo y el de los demás.

—Al principio pensaste que era una joven modelo caprichosa ¿Verdad?

—No, no me haga prejuicios.

Sí pensé que su vida era más sencilla que todo el pasado que me contó, pero tildarla de caprichosa o diva, no me pasó por la cabeza.

— ¿Qué pensaste de mí? —Cree que no me doy cuenta de que desliza la mano por mi pecho por debajo de la chaqueta—. Quiero decir, la primera vez que me viste.

— ¿La primera vez que te vi? —repito y asiente—. Que estabas loca. Subiste a la camioneta ladrando órdenes, luego me llamaste hijo de perra y lucías muy extravagante con un maquillaje feo.

—Tengo que aceptar que era un maquillaje feo, pero sobre lo otro ¡Pensé que estaba en la camioneta acertada!

No puedo evitar reír porque es la viva imagen de la indignación y espera que me defienda, pero simplemente me encojo de hombros.

— ¿Y después?

— ¿Qué pasa con después? —pregunto.

—Después cuando me disculpé —Su ceño se frunce—. Eras un insensible, te dije que tenía hambre y lo ignorabas, un poco de empatía no estaba mal.

—Me habías llamado hijo de perra, insultado y yo tenía mucho trabajo, todo lo que quería era que todo estuviese claro y que bajaras de la camioneta para seguir en lo mío.

—Podría argumentar al respecto, pero mejor te pregunto ¿Qué pensaste después? —No respondo y rueda los ojos—. Cuando se me rasgó todo y quedé con los pechos al aire.

—Ah, eso.

—Sí, eso.

— ¿Por qué tan curiosa?

—Porque siento que ahora estás más abierto a conversar de cosas sobre nosotros y aprovecho la oportunidad.

— ¿Cuál es la respuesta que quieres, Allen?

—La verdad.

—Fueron seis segundos.

—Qué preciso.

—Los conté y eso dice mucho.

—Demasiado —Sonríe.

Por supuesto que actúe rápido dándole mi chaqueta, pero también es cierto que en los primeros segundos no pude evitar ver y que se quedó grabado en mi memoria antes de reaccionar.

Sé la razón por la que ella se toma la libertad de hablarme de esta manera, de tocarme y acercarse tanto cuando podría vernos cualquier persona que se adentre lo suficiente a la terraza: este es un evento privado, libre de fotógrafos e incluso si alguien nos viera, dudo que la información fuese filtrada. Es una burbuja de la que se está aprovechando y yo, sorprendentemente, no estoy retrocediendo.

Me digo que esto no puede ir muy lejos, por mis razones más que válidas, pero aquí me encuentro de pie, con una actitud muy similar a la de los cincos chicos a los que no juzgué, pero de quienes dije "Cómo pueden siquiera comportarse así", que horrible es sentir que en cualquier momento me podría atragantar con mis palabras y tener que digerirlas.

— ¿En qué piensas?

Parece que he durado demasiado tiempo en silencio. Conecto de nuevo con su mirada, ojos encantadores y atrapantes.

—En que tu mano hoy es bastante amistosa —Me escudo en ello y ella baja la mirada hacia la misma.

—Perdona —dice alejándola e intenta retroceder.

Pero la detengo.

¡Mierda! ¿Por qué la estoy deteniendo? ¿En qué momento mi mano fue en busca de su cintura para atraerla al ras de mi cuerpo? Está tan sorprendida cómo yo, pero antes de que pueda liberarla, una de sus manos se envuelven entorno a mi cuello ¿Cuándo mi rostro se acercó tanto al suyo? Porque ahora estamos a nada de rozarnos los labios.

—¿Tu familia llegó bien a casa, Maximiliano? —susurra con la vista clavada en mi boca.

—Lo hizo, hace muchas horas.

—Me alegra.

—Sí... —murmuro de forma distraída.

Hay un denso silencio que dura por interminables segundos antes de que ella exhale y sienta el calor de su respiración contra mis labios.

—Solo un beso —susurra—. Solo una suma y una resta, no puede hacer daño ¿Verdad?

Esto último me hace reír por lo bajo y ella sonríe antes de presionar un beso en mi labio inferior midiendo mi reacción, no me alejo, en lugar de ello atrapo uno de sus labios entre los míos comenzando a besarla. No tenía ningún plan en mente, pero el beso claramente no es inocente por la manera en la que la aprieto contra mi cuerpo y la forma en la que nuestros labios se mueven. Pronto mi lengua se adentra a su boca rozándose con la suya, sus manos están en mi cabello y las mías en su espalda baja, tan bajas que casi le acuno el trasero con ellas. Se siente caluroso, el corazón se me acelera y las ganas de más incrementan con el paso de los segundos en la que el beso húmedo se vuelve insistente. Sus dientes tiran de mi labio inferior y luego lame el lugar, ese breve instante nos permite respirar antes de que le demos continuidad a lo que iniciamos y que al parecer no sabemos parar.

Si bien nadie nos fotografiaría, es algo bueno estar en una de la esquinas de la terraza y contra una columna, porque cualquiera podría entrar y romper la burbuja, de esta manera estamos algo ocultos.

—Mary Alena —susurro contra sus labios y eso hace algo por ella porque su beso se vuelve más codicioso.

Para ser un hombre que siempre mantiene el control sobre todo a su alrededor, en este momento lo estoy perdiendo demasiado rápido porque no sé cuándo carajos decido que es una buena idea alzarla o tal vez es ella la que se impulsa y termina con las piernas enredadas entorno a mi cintura. Giro ¡Mierda! Giro, presionando su espalda de la columna y ella me aprieta lo suficiente para ser capaz de percibir mi dureza contra su lugar más cálido. Ella me acerca, yo empujo, ella gime y yo dejo ir un sonido ronco. Y sé que ella está enloqueciendo: yo también.

Encuentro un poquito de mi voluntad cuando deja ir mi boca y presiono mi frente contra su cuello. Calma, necesito calmarme, no soy un adolescente hormonado o uno que no pueda pensar, necesito controlarme o lo último que pasará es que me montaré una fiesta en un lugar público, pero es difícil alejarse y lo es aun más cuando acuna mi erección entre sus piernas, prometiéndome que se sentiría infinitamente mejor si no lleváramos ropa.

—Ehm... —dice con la respiración agitada tras un minuto o algo así—. Creo que deberías bajarme.

Saco mi rostro de su cuello para verla. Tiene la boca hinchada y los ojos brillosos, pero ve detrás de mí y tengo este ligero presentimiento o llámalo sexto sentido del representante de BG.5 que he desarrollado a lo largo de los años.

Con lentitud la dejo sobre sus pies y ella se alisa la camisa mientras me paso el pulgar por los labios para retirar la pintura que siento que dejó en mí. Quisiera rezar para que este sexto sentido no sea real, pero cuando giro, encuentro a Ethan con un vaso en cada mano mientras nos observa.

Abro la boca con la clara intención de voltear esto o darle algún sentido más allá de "sí, nos besamos" y  acercarlo más a un "no es lo que parece" aunque sí lo sea.

— ¿Es cierto que has salido con muchísimas modelos? —Rompe Allen el silencio y él abre los ojos con sorpresa antes de fruncir el ceño—. Aunque lo entiendo con solo verte, eres todo un bombón ¿Quién no caería por ti?

»Es una linda noche —Ríe comenzando a alejarse y pasando por su lado, no le da ninguna oportunidad a hablar sobre lo que podría haber visto—. Iré con Loraine.

—Sí, finjamos que aún no nos conocemos, esto no cuenta —dice Ethan en voz alta a su espalda.

Ella entra en la fiesta dejándome a la deriva, lo bueno es que toda esta situación bajó la situación llamada erección que tenía anteriormente. Ethan no habla, solo se acerca y me entrega uno de los vasos que resulta ser un coctel sin licor que me tomo de un solo trago bajo su atenta mirada.

Luego él se está mordiendo el labio inferior cómo si se contuviera de sonreír, eso solo me pone más ansioso porque mientras que Doug y Dexter lo gritarían, él es más silencioso y analítico al respecto.

—No pude conocerla —termina por decir—, pero tal vez haya otra oportunidad.

No respondo, tomo su vaso y también me lo bebo, solo que este sí tiene mucho licor, pero no me importa. Le devuelvo ambos vasos  vacíos y le palmeo el hombro antes de pasar de él.

—Papi Max —Me llama, haciendo que me detenga y me gire a verlo—Te quejaste mucho de nosotros, pero ¿Ella? creo que está loca —Sonríe con diversión—, pero bueno ¿Quién mejor que tú para lidiar con la locura?

Mi falta de respuesta lo hace reír mientras vuelvo a la reunión y en un intento de incorporarme me uno a Robbie y su acompañante, pero mi mirada busca y encuentra a Allen que me sonríe a la distancia mientras se lleva una copa a los labios.

¿Por qué es que sumar y restar sería tan malo? Poco a poco se me hace más difícil tener claras las razones.


Holisss, espero pronto volver con otro capítulo (cuando termine de escribirlo y tenga el tiempo de editarlo)

Redes: Instagram: DarlisStefany / Twitter: Darlis_Steff / Páginas de facebook: Darlis Stefany y "Saga BG.5 de Darlis Stefany" /En vivos en YouNow: DarlisStefany

Espero les guste.

Un beso.

واصل القراءة

ستعجبك أيضاً

108K 14.2K 173
Entra para obtener más información de la historia 💗
129K 4.4K 71
Cuatro mejores amigas abogadas dueñas de su propio bufet y 4 mafiosos dispuestos a todo por tenerlas. Que pasará cuando unas vacaciones tranquilas en...
99.2K 12.4K 35
Blair es un alfa que juega con los corazones de los omegas tratándolos como simples juguetes, sin embargo, cuando decide convertir al omega y ceo de...
47.2K 9.4K 17
Las votaciones del año 2036 son algo que no me emociona, ya que los candidatos, a mi parecer, no valen la pena, en especial Alejandro Villanueva, aqu...