Capítulo Diez

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Capítulo diez.

Maximiliano.

Los brazos de Allen se encuentran envueltos en mi cuello, su cuerpo pegado al mío y su mejilla recargada en mi hombro luego de que me diera un beso corto, húmedo e inesperado en la boca.

— ¿Por qué no la abraza? —escucho a papá preguntar—. ¡Abraza a tu muchacha!

Doy un respingo y casi de inmediato mis brazos se encuentran envolviendo a Allen. Cómo es posible que solo huela un poco a tequila, pero más a perfume cuando claramente va bastante ebria, es algo que no me explico, tampoco se tambalea. Además de sus ojos chispeantes y el arrastre leve de sus palabras, no hay evidencia de que seguramente está bastante ebria o tal vez no está tan borracha porque tiene uso de razón.

—Hueles tan bien —susurra contra mi cuello y me tenso en el momento en el que siento la humedad de su lengua—. También sabes divino y te sientes aún mejor.

¡Por favor! No me digan que es una borracha caliente y seductora, porque eso haría las cosas muy difíciles. Gracias al cielo al menos su voz se mantiene en un tono en el que solo yo la escucho.

— ¡Vaya! Parece que ella tenía pega y no se puede despegar de tío M, papá. Qué curioso.

—Muy curioso, hijo —Le responde mi hermano.

Ante el sonido de las voces, Allen retrocede y mantiene una sonrisa mientras pasa de mí y se acerca a mi pequeña familia. Papá la mira con una gran sonrisa de satisfacción, Thomas está demasiado sorprendido que de hecho mi supuesta novia imaginaria sea ésta increíble mujer (pese a que he dicho mil veces que es mi amiga y no mi novia) y Theo parece curioso, pero en gran parte decepcionado de que ella sea real y no un espíritu del mal.

— ¡Hola, familia Greene! Estoy lista para la fiesta —Alza los brazos.

Se hace un largo silencio en el que ella nos ve a cada uno de nosotros y ellos la ven a ella. Theo es quien acorta la distancia y la rodea hasta detenerse frente a ella y luego tomarle la mano.

—Ah, sí eres real. Soy Theo, un supero dotado jugador, futuro conquistador del mundo y papá me comprará un crucifijo para cazar demonios.

— ¡Qué genial! Me compraré uno para que cacemos juntos.

— ¿De verdad? Me gusta el plan.

—Yo no te compraré ningún crucifijo —habla mi hermano adelantándose y dándole una larga mirada a Theo antes de extender la mano hacia Allen—. Un gusto conocerte, soy Thomas.

—Meredith Allen Lynch —Le estrecha la mano—. ¡Qué sorprendente! Eres cómo una versión de Max con pocas diferencias. Tus ojos otro color y tu cabello más lacio, apuesto a que fueron bebés muy, muy lindos.

—Hubiesen sido más lindos si se hubiesen parecido a su hermosa madre.

— ¡Mierda! Señor, volvió a nacer en sus hijos, creo que Thomas se parece más —ríe caminando hacia él y dándole un abrazo—. Gracias por hacer que Max ganara la carrera.

—La carrera... —repite papá desconcertado dejándose abrazar.

— ¿Qué carrera? —pregunta Theo a su papá.

—La de los espermato... —Comienza a responder Allen y acorto la distancia atrayéndola a mi cuerpo, pegando su espalda de mi pecho—. Me gusta esto, Max.

—Tío M está rojo.

—No estoy rojo.

—Estás sonrojado, Max —Se ríe Thomas.

Una Novia Para Max (BG.5 libro #5.5)Where stories live. Discover now