Capítulo Treinta y Uno

110K 17.2K 13.2K
                                    


Capítulo treinta y uno.

Meredith Allen.


1 octubre, 2016.

—No voy a renovar nuestro contrato —repito—, te estoy avisando con los meses de antelación que se estipula en nuestro acuerdo, tía Rochelle.

»El siete de enero de 2017 mi contrato contigo expira.

—No puedes hacer eso.

—El contrato...

—¡Sé lo que dice el contrato! —Me grita y me sobresalto— Te hablo de tu deber moral, de tu agradecimiento ¿Cómo le haces esto a la única persona que dio la cara por ti?

Me mordisqueo el labio inferior en tanto la veo y siento que tengo un paseo por mis recuerdos. Abro la puerta de cada año de mi vida desde que nuestros caminos se cruzaron y dejo que ese dolor arda cómo lo hizo siempre, también me permito abrazar la ira y poco a poco soltar esa enfermiza sensación de agradecimiento en el que le doy todo cuando ella me ha dado poco más que un nada.

—Eres más que un poco cínica, tía Rochelle. La únicas veces que has dado la cara por mí ha sido tu conveniencia ni siquiera mereces que te llame tía —Me rio de manera seca—. Hiciste explotación infantil cuando me trajiste a casa, me robaste durante años cuando inicié en esta industria y has cobrado cuando no haces nada por mí. Si alguna vez te debí, eso quedó pago desde hace muchos años.

»Nuestra relación familiar es un chiste, nunca te has interesado por mí y todo lo que he hecho ha sido huir de ti y estoy cansada de hacerlo, no he hecho nada malo para tener que correr. He sido mucho más de lo que mereces. No me mereces.

—¡¿Pero de qué hablas?! Eres igual de malagradecida con María Alejandra, te salvé, más allá del dinero que te di, te di una vida nueva, oportunidades, riqueza y fama.

—¡Y te lo he pagado! —grito— Estoy harta de que me saques en cara algo que no te pedí. Me entregaste a esta industria, pero soy quien la ha trabajado ¡Basta de tus manipulaciones!

»Has vivido de mí durante años, pero ya no más. No te dejaré seguir absorbiéndome ni dañando mi salud mental. Me desligo, te suelto y me libero porque ya pasé demasiados años de mi vida viviendo esto y no te daré más, Rochelle, ya no quiero hacerlo.

»Ni siquiera quiero ser tu sobrina, ¿Pero de qué hablo? Nunca me has tratado cómo a una sobrina, solo lo haces cuando las cámaras se encienden. En mi rostro ves un cheque y de pequeña viste a una criada.

—Meredith, hablemos con calma —intenta apaciguarme viendo que sus cadenas sobre mí se han roto.

—Ya no quiero hablar, no quiero escucharte. Quiero alejarte.

»Te quiero fuera de mi lista de nómina, de mi relación familiar o falta de ella, te quiero fuera de mi vida. Tuvimos años para hablar y tú nunca quisiste, es curioso cómo siempre valoramos lo que tenemos en cuanto lo perdernos.

—No te he perdido.

»¿Es por Alfredo? ¿Él te ha llenado la cabeza de tonterías? No puedes creer en las mentiras de un asesino.

No me he reunido con mi papá, hablé con él por teléfono una vez, solo dos minutos con unos silencios extensos y lágrimas por parte de ambos, no fue una conversación real más allá de un "¿Cómo estás?" "lo siento tanto, Mary Alena". No soy estúpida, sé que ella se guarda cosas de papá, cosas que no me dirá y de las cuáles podría mentir, pero asiento.

—Hablé con Alfredo y me lo dijo todo, no puedo creer que hicieras eso ¡Confié en ti!

—¡¿Qué querías que hiciera?! ¿Qué te dejará pudrirte en Puerto Rico con tus abuelos paternos hasta que ese miserable saliera de la cárcel? ¿Qué le hablara a una niña sobre el cargo de su papá? Puede que no le dieran cadena perpetua o lo culparan de haberlo planeado, pero estaría en la cárcel unos años.

Una Novia Para Max (BG.5 libro #5.5)जहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें