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Elena miró sorprendida a Snape por lo que le acababa de decir, encontrando cierta lógica en que Tom Riddle fuera quien ahora el mundo mágico conocía como Lord Voldemort o aquel que no debe ser nombrado.
--¿Estás diciéndome que la profesora Bloom se casó con quien-ustedes-saben?-- los presentes asintieron --De acuerdo, eso es un poco extraño...
Sus palabras se vieron interrumpidas cuando la reja del sótano se abrió, dejando pasar a Narcissa, quien no pudo esconder la sorpresa en su rostro al ver a Elena recostada en el suelo con vendas que tenían pequeñas manchas rojas cubriendo su cuerpo, así que tragó saliva y desvió su mirada a Eris.
--El Señor Tenebroso los quiere afuera, Eris-- dijo avanzando hasta ella, tomándola de las manos cuando la pelinegra se las ofreció, al parecer eran amigas por muy difícil que fuera de creer para Elena.
--No puede venir a torturarla tan pronto, se está reponiendo Cissy, no podemos dejarla aquí sola-- repuso su madre con preocupación.
--No, no, tranquila...-- Narcissa miró a Elena de reojo, quien no le quitaba la mirada de encima desde que llegó, lo que le ponía los pelos de punta a la señora Malfoy --Jasper se queda, será él quien la vigile por estas horas hasta que el Señor Tenebroso diga lo contrario.
--¿Cuándo bajará de nuevo?-- preguntó Eris refiriéndose a Voldemort, por lo que Snape, Victoire y Jasper, quienes se habían mantenido al margen de la conversación, dirigieron su mirada a la rubia bruja en espera de una respuesta.
--No lo sé, Eris, sabes bien que él no pide permiso para hacer las cosas, simplemente las hace sin avisar. Aunque por el bien de tu hija, espero que no lo haga en un largo tiempo, pero deben de irse antes de que se enoje, porque me sorprende que la dejara con vida-- añadió por lo bajo, y Elena pudo distinguir un sollozo por parte de su madre --Todo va a estar bien, tranquila-- Narcissa la abrazó mientras Victoire y Severus se acercaban a Elena.
--Estaremos afuera ¿Sí?, no permitiré que te pase nada malo-- le dijo Victoire mientras acariciaba su cabello, y su hermana asintió, para que después la bruja depositara un beso en su frente.
--No intentes ningún movimiento complicado, trataré de regresar en unas horas para comprobar que los efectos de la raíz hayan pasado, y así dejará de doler, lo prometo-- informó Snape tomando su mano.
--Gracias, Quejicus-- Snape forzó una sonrisa que tuvo más bien la apariencia de una mueca, y tomó a Victoire por el brazo para después salir del sótano.
--Mi amor, estarás bien, lo prometo, encontraremos la forma de sacarte de aquí-- dijo su madre por lo bajo, imitando el gesto de su sobrina al depositar un beso en su frente, sin poder evitar contener una lágrima cuando se separó de su hija --Te amo, Elena.
--También te amo mamá-- Eris acarició la mejilla de Japer y les sonrió a sus hijos, tomando las fuerzas necesarias para dirigirse hasta la puerta, dedicándole una última mirada a sus mellizos antes de subir las escaleras para salir, y Elena pudo notar como más lágrimas se escurrían por el rostro de su madre --Es muy fuerte.
--Es fuerte porque tú lo eres-- la corrigió su hermano, acomodándola en su regazo, tomando su mano con las suyas, sosteniéndolas fuertemente --¿Quieren que sueltes la sopa, verdad?-- ella asintió.
--Morirán esperando si creen que traicionaré a mis amigos y familia-- soltó con una sonrisa de orgullo, acariciando el dorso de la mano de su hermano.
--Por supuesto que sí... Te prometo que te sacaré de aquí, sólo necesito un poco de tiempo más. Ya sé lo que Quien-tu-sabes verdaderamente quiere, sé lo que hizo para ser tan invencible, y sé cómo detenerlo...
--¿Jass, qué estás diciendo?-- preguntó tragando saliva con dificultad, apretando el agarre de la mano de Jasper.
--Que te sacaré de aquí.
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--Ya te lo dije, Jasper, no me iré de aquí si eso implica que uno de ustedes paguen las consecuencias-- repuso frunciendo el ceño y estando segura de lo que decía, pues sabía que encontraría la manera de salir de ahí por su cuenta sin que nadie fuera lastimado por ello, sólo necesitaba unos días más para recuperarse y poder escapar exitosamente.
--Sé lo que estás pensando, Elena-- dijo su hermano para su sorpresa --Te conozco más de lo que crees-- añadió para explicarle indirectamente que no se refería a que pudiera leer su mente --Y déjame decirte que te equivocas si crees que podrás escapar de aquí tan fácilmente.
--Me recuperaré y me iré-- explicó de mala gana, pero el mago negó parándose del suelo, dirigiéndose a la estantería del fondo del sótano, sacando de un cajón un collar con aspecto de correa --Alguien tiene extraños fetiches.
--No seas boba-- la regañó su hermano, hincándose junto a ella, mostrándole el collar nuevamente --Tú sabes lo que es...
--Sólo una mojigata no lo sabe-- se burló riendo, abrazando su abdomen en el momento que éste le empezó a doler por aquella acción, y su hermano puso los ojos en blanco, estresado por su comportamiento, el cual era el mismo de siempre.
--Velo más de cerca, y presta atención-- Elena tomó el collar/correa que su hermano le ofrecía, y trató el asunto con mayor seriedad.
--Un aislante...-- murmuró más bien para sus adentros al notar el tipo del material con el que el artefacto estaba hecho.
--Y sabes lo que eso hará-- afirmó el pelinegro --Te privará de tus poderes y tu magia natural no servirá de nada-- la castaña mordió su labio contrariada, dejando el objeto de lado sin ganas de imaginar lo que le harían con este --No podrás hacer nada, no te lo podrás quitar porque sabes que es parte de su función ya que...
--Los ocupan con los prisioneros de alta seguridad en Azkaban, no soy idiota-- lo interrumpió --Dijiste que sabes cómo vencerlo y por qué es tan fuerte, dime ¿Qué es lo que hace a quien-tu-sabes un mago tan poderoso e invencible?.
--Estás demente si crees que te voy a dar ese tipo de información que me fue confiada y exponerte al peligro al cual ahora yo estoy expuesto por saber lo que sé...
--Te lo dijo la profesora Bloom ¿Verdad?-- lo volvió a interrumpir, y su hermano asintió confundido al no saber cómo lo sabía --Dijiste que tú también hablaste con ella hace un momento-- explicó.
--De cualquier modo, no te lo diré, Elena, no te pondré en tal peligro, pues el saber más de lo necesario fue lo que te metió en éste problema en primer lugar-- su hermana suspiró y desvió la mirada, se sentía culpable y tenía razón en hacerlo, pues si hubiera hecho caso no estaría en esa situación en la cual no ayuda a nadie, sino todo lo contrario --Pero te sacaré de aquí antes de que El Señor Tenebroso te haga más daño.
--Jasper, la profesora Bloom... Riddle... Me dijo algo muy extraño y confuso cuando hablé con ella, y no me gusta lo que entendí de ello-- repuso, haciendo que el pelinegro se sentara a su lado para prestar más atención a lo que su hermana le tenía que decir.
--¿Y qué fue eso que te perturbó?.
--Ella conoció a nuestro padre, lo sabes-- él asinitó --Y lo quería, me dijo que intentó protegerlo, supongo que de la muerte, pero ambos sabemos que no dio resultado...-- Jasper desvió la mirada con una mueca --... Porque eso que le dio la profesora para brindarle protección, él nos lo entregó a nosotros-- su mellizo arqueó una ceja, mirándolo sorprendido --Creo que por eso fue que Bellatrix me culpó de asesina.
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Su hermano tragó saliva al recordar que eso era lo que su hermana tenía grabado en la piel --Fue eso lo que escribió ¿No es cierto?-- preguntó con la voz entrecortada al recordar el doloroso momento en el que Bellatrix enterraba el cuchillo en su pecho.
--Elena, no debes de hacerle caso a una demente como ella...
--Sólo dilo-- pidió llevando su mano al lugar donde esa cicatriz estaba, y sin ganas, el pelinegro asintió --Necesito saber, Jasper, y tú dijiste que lo sabías todo, así que dime ¿Por qué me dijeron que Tom Riddle es el causante de la muerte de nuestro padre?.
--¿T-Te dijeron qué?-- preguntó pasmado, perdiendo el color de su rostro.
--Piénsalo, Jasper, tendría sentido, pues a nuestro padre la profesora Bloom le otorgó una protección-- dijo, y el foco de ideas en su cabeza empezó a maquinar más que nunca --Y ella me dijo que quien-tú-sabes quería algo de mí que consideraba le había sido robado, pero me había sido entregado por herencia ¿Qué tal si lo que la profesora Riddle le otorgó a nuestro padre como protección es lo que quien-tú-sabes considera como robado, y para recuperarlo lo asesinó poniendo en riesgo el estatuto internacional del secreto mágico para poner a los muggles en contra de papá con tal de recuperar lo que quería?... "Sin importar los problemas que cause ni las vidas que tome"-- repitió lo que la rubia le había dicho --Pero él no sabía que "eso" que quería nuestro padre ya nos lo había dado.
--¿De qué estás hablando?-- volvió a preguntar, sin poder creer lo que estaba diciéndole su hermana, así que llevó su mano a su frente --Estás ardiendo.
--Jasper, escúchame-- repuso seria tomando la muñeca de su hermano fuertemente --Ella me dijo algo, y creo que ya entendí de lo que se trata, lo que le dio a nuestro padre y Voldemort quiere es...
Guardó silencio tan pronto escuchó como alguien bajaba las escaleras, para que después la puerta se abriera, y por esta entrara Bellatrix Lestrange, quien sonreía maliciosamente al ver a Elena despierta y envuelta en vendas, siendo seguida por aquel pelinegro de mirada asesina.
--Veo que ya no te mueres-- Elena frunció el ceño, y creyendo que sus suposiciones sobre el asesinato de su padre eran ciertas, soltó sin miedo.
--¿Es cierto, verdad?... ¡Tú asesinaste a mi padre!-- exclamó con enojo, y el mago la miró divertido con la ceja arqueada.
--Yo no fui quien enterró una pala en su pecho-- se burló, provocando que Jasper apretara sus puños enojado de que se burlara de la muerte de su padre --Pero, técnicamente... Sí, lo hice ¿Qué harás al respecto?.
--Maldito infeliz...-- exclamó el joven mago, parándose antes de que su hermana pudiera detenerlo, andando hasta Voldemort de manera amenazadora, estando a punto de golpearlo de no ser porque Bellatrix apuntó su varita hacia él y lo impulsó varios metros atrás, causando que éste se golpeara la cabeza contra la pared, terminando inconsciente en el suelo.
--¡Jasper!-- exclamó Elena, tratando de pararse de su lugar por instinto para ir hasta donde su hermano había acabado, pero Voldemort la obligó a permanecer acostada cuando la empujó con su pie, haciéndola soltar un quejido.
--No exageremos, sólo está desmayado-- repuso él, arrodillándose para estar más cerca de ella y así poder apuntar su varita a su cuello --Más sin embargo me gustaría saber, "pequeña", quien fue la persona que te dio tal información.
--Uno de tus tontos seguidores lo mencionó.. Pero quien me lo dijo, técnicamente, fue Neela-- respondió, y Tom abrió los ojos como platos al escuchar el nombre de su mujer.
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--¿¡Cómo te atreves a mencionar su nombre!?-- exclamó furioso, posando su mano en su cuello haciéndola soltar un quejido cuando hizo contacto con su cicatriz recién cosida, formando una mueca de dolor cuando el pelinegro la empezó a ahorcar --Te he tenido la suficiente tolerancia hasta ahora, pero eso cambiará dentro de pronto si continúas siendo igual de descarada, porque sino acabarás como tu tonto y débil padre.
--N-No tienes d-derecho a hablar d-de él. . .-- repuso llevando su mano hasta el brazo de Voldemort que la ahorcaba y la dejaba poco a poco sin aire --... Tom.
El brillo rojo en sus ojos se intensificó cuando escuchó a la castaña llamarlo por el nombre que se le había dado al nacer, y no lo había escuchado desde que Neela quedó sumergida en aquel sueño profundo.
--Alguien ha estado haciendo su tarea-- se burló él, retirando su mano del cuello de Elena para levantarla y sostenerla en el aire, indicándole así a Bellatrix que permaneciera donde estaba, ya que al parecer había empezado a avanzar hacia ella con el propósito de defender a su señor --Sería lo justo que yo también hiciera la mía.
La castaña lo miró confundida, observándolo caminar hasta la puerta del sótano con la esperanza de que la cruzara y saliera, pero sólo la cerró completamente haciendo que con su varita apareciera una cadena que la mantuviera así, formando una sonrisa en el rostro de Bellatrix, que ya sabía lo que se venía.
--No me has dejado otra opción... Bellatrix-- la llamó, y esta volteó de inmediato atenta a lo que él quisiera, y éste se quitó la túnica y esperó a que la bruja terminara de retirarla de sus brazos para sostenerla ella, viéndola como si tuviera en sus manos las reliquias de la muerte --No cortaré tu piel, pero te desgarraré por dentro y obtendré lo que quiero, y después jugaré con tu mente de tal manera que desearás estar muerta, y no será hasta que me supliques que te asesine, que lo haré-- le explicó mientras se recogía las mangas de su camisa blanca --Como el bondadoso mago que soy. A menos que ya quieras colaborar...
--Púdrete-- Voldemort suspiró molesto, observando divertido como Elena hacía el esfuerzo para retroceder mientras se arrastraba en el suelo soportando el dolor de sus heridas tan bien como podía.
--Como quieras-- sacó su varita de su bolsillo y apuntó a la castaña antes de decir --¡Crucio!-- y Elena se retorció de dolor en el suelo sintiendo como si sus huesos se rompieran uno a uno mientras su sangre hervía y quemaba su piel, le dolía más de lo que le había dolido aquella ve en San Mungo cuando su madre se lo lanzó, quizá porque ella no tenía verdaderamente el deseo de torturarla --No te resistas.
Elena cerró los ojos fuertemente como si de esa manera pudiera aplacar el dolor que sentía, y podía jurar que las heridas que Snape le acababa de coser, se habían vuelto a abrir por el movimiento, lo que hacía que los efectos de la maldición imperdonable fueran aún peores, soltando quejidos y gritos por el increíble dolor que sentía, que era algo que no había sentido nunca.
--Sí que eres terca-- repuso el mago, retirando el hechizo de la castaña, quien soltó un suspiro de alivio cuando el dolor pasó, pero de reojo podía ver cómo alguna de sus vendas se empezaban a manchar de sangre, y tan pronto como una lágrima de agonía salió de sus ojos, la limpió tan rápido como pudo, como si no quisiera que vieran su dolor --Ahora veamos lo que hay en tu grande cabezota...
--¡Alto!-- exclamó Jasper, quien se ponía de pie nuevamente, y tan pronto como Bellatrix llevó su manoa su varita, él, siendo excelente duelista, hizo volar aquel pedazo de madera lejos de ella --No te atrevas a tocarla-- le dijo a Voldemort aún con la varita apuntando a la bruja, quien estaba de cuclillas frente a ella, a punto de tocar su frente.
--¿Y por qué habría de hacerte caso?-- preguntó orgulloso, parándose para estar al mismo nivel que el mago.
--Porque sé que es lo que quieres, y yo lo poseo, así que si vuelves a tocarle un solo pelo a mi hermana, jamás lo tendrás.
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