Nos cambiamos y sin decir una palabra. Temía que estuviese enojado. No me atreví a decirle nada. Al terminar de cambiarse, observó cada uno de mis movimientos. Terminé de abrocharme el pantalón y me arreglé el pelo. Lo miré de arriba abajo y giré a buscar mis cosas.
-Amelia... - Se acercó - ¿Tan mal estuvo? ¿No te gustó? – Me tomó el brazo con cuidado, acercándome a él.
-No es eso, Matt. – Suspiré – No usamos protección...
Él frunció el ceño y luego suspiró calmado.
-Amy – Me acarició la mejilla – Eso es lo de menos. – Soltó una risita – Mañana vamos a donde una amiga, es ginecóloga, te dará anticonceptivos. Aunque, tomate la pastilla del día siguiente. Llamaré a la farmacia que está cerca de tu casa y la recoges. ¿Vale? –Asentí mirándolo a los ojos. Me tomó de la barbilla y me dio un beso. Sonreímos y nos despedimos con otro beso.
Llegué a casa. Subí a mi habitación tirando todo a un lado. Saqué mi ropa y entré a la ducha. Luego de unos minutos, salí y pasé por el espejo. Al darme cuenta de algo me devolví a verme. « ¡Mierda, Bomer! » Pensé al ver la marca en mi cuello y gruñí entre dientes. Rodeé mis ojos y busqué mi ropa interior. Tomé mi celular y tomé una foto a la marca visible.
SMS a: Bomer♥
Yo: Mira lo que me has dejado, Bomer. *attachment * ¬¬
Bomer♥: Demonios, no pensé que se fuera a notar tanto. Lo lamento.
Yo: Mi padre me matará si ve esto, ¿qué le diré?
Bomer♥: Tápalo con maquillaje.
Bomer♥: No es tan grande.
Yo: ¿Crees que esto es fácil de tapar?
Bomer♥: No, pero es fácil de hacer... - Por más enojada que estuviese con esto, sonreí negando al leer el mensaje.
Bomer♥: ;)
Yo: Esta me la pagarás, Bomer.
Bomer♥: Ya lo veremos, Ramos. ;)
Bomer♥: Por cierto, ponte ropa antes de tomar una foto. Puedo ver que estás en ropa interior desde el espejo que hay atrás. Muy buena vista. – Revisé la foto para ver si era cierto, si le das zoom se puede ver casi a la perfección.
Yo: No me había dado cuenta que se veía.
Yo: Además, tú eres quien anda de pervertido viendo que más hubieses podido encontrar en la foto.
Bomer♥: Me gusta ver cada detalle sobre ti, Ramos.
Yo: Creo que ya has visto todo lo que tengo.
Yo: Literalmente...
Bomer♥: Y me ha encantado. – Sonreí.
Bomer♥: Tengo que irme, preciosa. Gracias por lo de hoy, fue grandioso. Duerme bien.
Yo: Vale, a mí también me ha encantado. Buenas noches.
Bomer♥: Buenas noches, no olvides pasar por la pastilla... Descansa.
Al terminar de testear con él, leí la conversación sonriendo hasta que llegué a la palabra "Preciosa". Una corriente de felicidad invadió mi cuerpo. Mi sonrisa era más que amplia. Juro que leí y leí varias veces ese fragmento pequeño del texto. Justo cuando estaba por escribirle, "¿Me has dicho preciosa?", una llamada entró. No dudé en contestar.
LLAMADA ENTRANTE
Ian :)
-¿Ian?
-Hola, Amelia – Su voz me produjo un nudo en el estómago.
-¿Cómo estás? ¿Dónde te has metido todos estos días?
-Fui a visitar a mi mamá, tenía que pensar todo lo que pasó. – Soltó un gran suspiro al otro lado del teléfono celular. - ¿Y tú? ¿Cómo van las cosas con... Él? – Pude sentir lo difícil que le había resultado preguntar por eso.
-Pues, todo igual de bien. – Arreglé mi voz – ¿Cuándo vuelves? – Pregunté en un tono un poco bajo.
-Estoy en camino hacia allá. – No sé si eso era bueno o malo, pero sentía como me invadió una felicidad a escuchar aquello. Nos quedamos callados unos momentos, escuchando la respiración del uno al otro en él teléfono. – Amelia...
-¿Sí?
-Quiero que hablemos, hablemos bien, en persona. No quiero perder tu amistad. Significas mucho para mí y aunque lo hayas elegido a él, yo apoyaré tus decisiones. Pero... Siento la necesidad de entender lo que está pasando entre ustedes.
-Vale ¿Quieres hablar mañana?
-¿Estás ocupada en este momento? – Pensé unos momentos. Necesitaba hablar con él, también tengo que buscar la pastilla.
-No, pero debo pasar por la farmacia antes. ¿Dónde te veo?
-Yo te paso a buscar, te llevo a la farmacia y vamos por unas cervezas, ¿te parece bien? – No creo que sea cómodo que él me lleve a la farmacia a recoger esa pastilla.
-No te preocupes, yo puedo ir. Dame la dirección.
-Amelia, estoy en frente de tu casa. – Me sorprendí y me asomé por la ventana para confirmar. Ahí estaba su auto. Suspiré resignada.
-Vale, espera unos minutos.
-Vale.
Colgué.
Me puse unos jeans, mis converses y un suéter. Peiné mi cabello en un moño y tomé mi bolso. Al salir de mi habitación, me devolví al recordar la marca en mi cuello. Tomé una de mis bufandas y la enrollé en mi cuello. Bajé las escaleras corriendo y salí. Estaba apoyado en su auto mirando su celular. No hesité en ir corriendo a abrazarlo. Le tomó por sorpresa y luego de unos segundos respondió a mi abrazo.
-Te extrañé – Me dijo dando un beso en mi cabeza.
-Yo también – Le dije alejándome para mirarlo y sonreír.
-¿Nos vamos? – Asentí rodeando el auto para entrar.
El subió, nos pusimos los cinturones y nos fuimos.
-¿Cómo te fue con tu mamá? – Pregunté unos minutos después de un incómodo silencio.
-Pues, bien. Estaba pensando quedarme allá. Pero la ya casi termino la universidad, entonces no creo que valga la pena transferirme. – Dijo sin mirarme y yo sólo asentía con mi cabeza. - ¿Entonces a cual farmacia quieres ir?
-A la que queda en el bloque siguiente. – Asintió.
Llegamos a la farmacia y lo vi desabrocharse el cinturón.
-Ey, no tienes que ir conmigo. Si quieres espérame aquí. – Dije evitando que viera a que vine.
-Ya estamos aquí los dos, así que vamos. – Salió del auto y yo mordí mi labio de nervios. Salí del auto y caminé delante de él hacia donde se recogían las pastillas.
-¿En qué puedo ayudarla, señorita? – Preguntó una señora con una bata blanca que hacían resaltar sus grandes ojos verdes.
-Vengo a recoger algo a nombre de Amelia Ramos. – Dije nerviosa. Todo lo que tenía que ver con medicina u hospitales me ponían así y ahora más con Ian detrás de mí, pendiente a lo que tenía que buscar.
-Un momento por favor. – asentí sonriendo con amabilidad y ella buscó algo en la computadora. – No, señorita. No hay nada a su nombre. – Fruncí mi ceño y miré de reojo a Ian.
Suspiré y me atreví a preguntar – ¿Y de Matt Bomer? - Escuché el gran suspiro que soltó Ian tratando de calmarse. Lo vi dándose la vuelta enfocándose en otra cosa.
-Sí, espere un momento por favor. – Asentí y me di la vuelta para verlo. Tenía sus brazos cruzados y su mandíbula apretada.
-¿Estás embarazada? – Preguntó entre dientes, ahora dirigiéndome la mirada.
-¿Qué? Claro que no, Dios. – Respondí rápidamente. Me miró dudando unos segundos y luego suspiró una vez más.
-¿Entonces, qué hacemos aquí buscando algo para él?
-Em, es para mí.
-¿Te sientes mal? – Negué con la cabeza y miré hacia otro lado. - ¿Entonces?
-Señorita, aquí está su pedido. – Me pasó un frasco con pastillas. Lo tomé y la miré a la cara, la señora me miraba con una cara de madre regañando a su hija. Me alejé sintiéndome incomoda.
Entré al auto y puse el cinturón. Él hizo lo mismo y me miró antes de arrancar.
-¿Qué es ese frasco? – Dijo mirándome.
-No es nada...
-Amelia, quiero que haya la mayor sinceridad posible en nuestra amistad.
-Son anticonceptivos. – No me atreví a mirarlo a la cara.
-Entonces, sí se han acostado. – El nudo en mi estómago volvió a aparecer. No sé porque se me hacía tan difícil esto. Asentí. - ¿Desde hace cuánto?
-Desde que... Desde que comenzamos. – Tartamudeé un poco.
Él soltó una risa pequeña de rabia y negó con la cabeza. Puso el auto en marcha. Llegamos a un parque muy lindo. Nunca había visto ese parqué. Las luces iluminaban los caminos y los bancos. Estacionó el auto y salió. Yo hice lo mismo. Se sentó en una de las bancas, lo imité. Me miró y negó llevando sus manos a su cara.
-Quiero que me cuentes todo, Amelia. – Suspiré y sin previo aviso, le conté todo lo que había pasado. Él negaba, apretaba puños y maldecía entre dientes mientras le contaba. Obvio no contaba con detalles lo que había pasado. Pero la imaginación puede dar mala jugadas. – Dime que él no fue el primero, Amelia...– Dijo con la mirada perdida. Me quedé callada.
-Él fue el primero... - Dije con un nudo en la garganta. Volvió a maldecir entre dientes.
-Amelia, ¿cómo pudiste entregarte a él? Te desconozco. No pensé que fueras de esas que se dejan llevar por palabras inútiles. Sólo porque quería probar con una virgen y tu caíste como boba.
-Él tampoco lo sabía – Lo interrumpí. Él me miró abriendo los ojos. Suspiré llevando mis manos a mi cara.
-¿Qué?
-Lo que oíste, él no tenía idea de que era mi primera vez. Él tampoco quería que yo me hubiese entregado a él de esa forma. Él sabe que no es el indicado para mí, yo también lo sé.
-¿Por qué carajos lo hiciste entonces? ¿Por qué sigues con él?
Cerré mis ojos y dejé que ese nudo que sentía saliera a través de lágrimas – Porque me he enamorado como tonta de él.
***************************************************************************
Sé que me quieren matar por no haber subido. Me disculpo sin excusas. Estoy haciendo los capítulos más largos. Espero que no pierdan la paciencia conmigo, ya saben en la situación que estoy con mis estudios.
Espero que les guste el nuevo capitulo♥
No olviden sus comentarios y sus votos♥
Gracias por leer♥
Besos♥ :*