Capitulo 26

21.6K 828 12
                                    

Llegué a casa antes de que Ian llegara a casa de Matt. Ese día nunca lo olvidaría. Llevaba una gran sonrisa en mi rostro. Entré a casa y me di una ducha larga y fría. Al salir, tuve una llamada entrante en mi celular, "Matt". 

*Llamada*

-¿Hola? 

-Nos hemos separado un momento y ya te quiero de nuevo conmigo. - Su voz hizo que los pelos de mis brazos erizaran y mi sonrisa fuera más amplia. 

-Ay, Matt. ¿Qué haces? 

-Estoy recogiendo el gran desastre que dejamos, no quiero que cuando Ian llegue esté todo asi. - Solté una carcajada. 

-Por cierto, tengo uno de tus boxers. 

-¿Si? ¿Cuales? 

-Los pequeños, fueron los únicos que me quedaron. - Comenté riendo. 

-No sabes lo feliz que estoy, Amelia. 

-Yo también, Matt. 

-¿Qué tal si mañana te paso a  buscar y nos vamos a la playa? 

-No lo sé, Matt. No puedo faltar de nuevo a mis clases... 

-¿Después de clases? 

-No lo sé, Matt. ¿Qué pretexto le digo a mi padre? No puedo decirle siempre que estaré con Nicole. - Se quedó callado unos segundos.

-Es cierto, lo que menos nos conviene es que sospeche de algo. -No niego que sentí una pequeña punzada de decepción, quería que siguiera insistiendo. Pero él tenía razón. - Bueno, ¿nos vemos mañana en la oficina?

-S-si 

-Mmm vale. Que tengas buenas noches. 

-Tu igual...

-Adiós, Amelia. 

-Matt...

-¿Pasa algo?  

-T-te quiero... - su silencio dolió. - Adiós. - Colgué. 

*Fin de llamada*

Un nudo en mi garganta apareció. ¿Cómo pude hacer eso? Aunque, bueno, me entregué a él. No creo que decir "te quiero" sea algo malo. Puse mi mente a pensar en lo sucedido, por un rato me sentí sólo como un objeto con hoyos de desahogo. Traté de dormir y no pude. ¿Tanto cuesta decir "Te quiero también" después de lo que habíamos hecho? Soy tan tonta. Pero tengo que ser realista, la noche que "esto" empezó el me dejó muy claro que no me hiciera ilusiones. Así que me tengo que adherir a esto si de verdad lo quiero. En tanto pensar, me quedé dormida sin darme cuenta. La alarma de mi celular me hizo despertar. Lo tomé y lo revisé esperando tener al menos un mensaje de  él. Nada, no había nada. Suspiré decepcionada. Me puse de pie y empecé mi día.

Llegué a la universidad, Nicole me espera en la puerta. Fui hasta ella y la abracé como nunca lo había hecho.

-Am... Amelia déjame respirar... - Bromeó. La solté sonriendo a medias. Me miró con los ojos entrecerrados. –Te ves diferente, ¿Qué pasó?

-¿De qué hablas? – Pregunté haciéndome la desentendida.

-¿Con que una tarea de anatomía conmigo?

-¿Cómo carajos lo sabes?

-Tu padre me llamó.

-¿Qué? ¿Cómo?

-Estaba al lado de Ian cuando él le llamó a preguntarle mi número, porque no respondías en tu teléfono.

-Mierda. ¿Ian que dijo?

-Estaba enojado, pensó que te habías ido con un chico y le mentiste a tu padre. – Me miró con una ceja levantada. - ¿Me contarás? – La miré y luego miré a todos los lados. Baje mi cabeza y mordí mi labio.

-Es que... Matt & yo...

-Oh mi Dios, Amelia. – Me abrazó antes de que pudiera decir otra palabra. La abracé con fuerza y suspiré.

-Gracias...

-No me des las gracias, Amelia. Si no quieres hablar sobre esto lo entiendo.

-Necesito hablarlo con alguien, me he guardado para "el chico perfecto" y acabé dándoselo a alguien que apenas conozco y no me quiere como yo a él. – Me alejé y respiré profundo. – Lo peor es que no me arrepiento de nada. – No sabría cómo describir la cara de Nicole en palabras, digamos que creo que me veía con lastima.

-¿Vamos por un café cuando terminen las clases? – La miré sonriendo y asentí.

-¿Por qué carajos no fuiste mi hermana? – Bromeé.

-Estábamos destinadas a ser buenas amigas.

Entré a mi primera clase, me tocaba con Ian. Esta vez no se sentó a mi lado. Lo miré y él ni siquiera volteaba la mirada. Parecía un paralitico mirando al frente. Sentí como mi estómago se revolvía. Unas ganas de llorar y culpabilidad llegaron a mí. No sé porque carajos me siento así, no hice nada malo o bueno eso creía yo.  Al acabarse la clase traté de acercarme a él.

-Ian... - caminé hasta ponerme frente a él mientras arreglaba sus cosas para irse. Me miró y se volvió a girar.

-¿Cómo te fue ayer con tu tarea de anatomía? – Me habló en tono de burla. Comenzó a caminar hacia la puerta.

-Ian, no es lo que crees. – Lo tomé por el brazo.

-Amelia, no debes darme explicaciones. – Me miró negando.

-Lamento mucho lo que pasó...

-Ya pasó... - Se soltó de mi agarre. – Yo soy quien debe pedirte disculpas por aquello.

-¿Por qué estás enojado conmigo, entonces?

-No estoy enojado contigo, Amelia. Contigo no puedo enojarme. – No dije nada. Bajé mi cabeza. – Ey, ey, Amy... - Me tomó de la barbilla y me alzó el rostro hasta verlo. – Mírame... Jamás, jamás bajes la cabeza delante de mí o cualquier hombre. ¿Me entiendes? – Acarició mi mejilla. Yo asentí mirándolo. Se acercó a mí y me dio un beso en la frente. –Llegamos tarde, es mejor que nos apuremos. – Sonrió y tomó mi mano. Salimos del salón. ¿Por qué no pude enamorarme de él? De un chico de mi edad, de un chico al que parecer de verdad se preocupa por mí. ¿Por qué tuve que caer rendida a los pies de alguien como Matt? ¿Por qué es así el amor? Nos enamoramos de lo imposible y lo menos convenientes. Entre más trato de no quererlo, sólo hace que lo quiera más. ¿Si sus hijos no me quieren? ¿Cuándo crezcan que les dirá? ¿Qué hiciera papá si se entera? ¿Qué haría Ian si se entera? ¿Cómo nos verían nuestros conocidos? Tantas preguntas que no puedo responderme por mi misma. La verdad no lo niego, tengo miedo de lo que pueda pasar luego. 

**********************************************

¡FELIZ NAVIDAD!

Espero que hayan pasado una gran navidad♥ 

Aquí un capitulo♥ ¿Cuantas están despiertas para más? 

Espero que les guste, no olviden comentar que les pareció. 

Muchas gracias por leer♥ 

EL SOCIO DE PAPÁDonde viven las historias. Descúbrelo ahora