Capitulo 1

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Capítulo 1

Amelia Ramos, una chica extrovertida, a veces tímida y algunas veces muy rebelde. Hija de una pareja de negocios que vive viajando de un lugar a otro por todo el mundo. Sabe 5 idiomas, más hablarlos que escribirlos o leerlos. Nunca se ha considerado ser la más guapa, pero sabía que llamaba a la atención a cualquier lugar que iba. Con sus curvas caribeñas, su pelo ondulado y sus hermosos y llamativos ojos. En sus 19 años, no ha encontrado a alguien que le haya robado su corazón. Nunca se entrega al cien por ciento a las personas. – Ya basta de hablar de mí en 3ra persona. – Ya harta de cambiar de universidad nuevamente aquí estoy, esto ya me está hartando. La misma pesadez de siempre. Conocer nueva gente, acoplarme a la vida de mis padres, no acostumbrarme porque al final terminaremos mudándonos de nuevo. Mis padres dicen que esta vez no será así, esta vez vinimos para quedarnos. No creo eso. No es que odie a mis padres, entiendo que deban viajar y moverse por sus negocios, pero no entiendo ¿Por qué carajos tengo yo que acompañarlos? Luego dicen que la asocial soy yo porque no tengo amigos, digo ¿Qué esperan? Si no duramos más de medio año en una ciudad. Ahora nos encontramos en Nueva York, Estados Unidos. Están pensando en abrir un nuevo hotel aquí. Mis padres poseen una de las cadenas más conocidas de hoteles y resorts por el mundo, especialmente del caribe. Muchos preguntan, ¿qué tiene eso de malo? Pues te puedo hacer una lista:

-Falsos amigos

-No novios (ya que no puedes confiar en las intenciones de nadie).

-Poca diversión

-Demasiado viaje

-No tener tiempo para ti

Aunque no sea de todo horrible, muchas veces desearía que mis padres tuvieran empleos que no implicarían mudarse y viajar a cada rato. No es que sea mal agradecida, estoy muy satisfecha por esta vida que me han dado con sus esfuerzos y hasta espero en un futuro ser tan buen negociantes como ellos.

Septiembre, el mes para comenzar el penúltimo semestre de mi carrera. Puse el cepillo en mi cama y entré lo que me faltaba a mi cartera. Revisé que mi celular estuviera cargado y mi laptop también. Me miré al espejo una vez más. Camisa larga y blanca, shorts cafés y botas, cómodo y perfecto. – Bienvenida a Nueva York – resoplé. Tomé mis cosas y bajé las escaleras. Escuché como mis padres charlaban desde el comedor.

-Buen día mamá, papá. – Les di un beso a cada uno.

-Buen día pequeña. – Mi papá me abrazó. Javier Ramos, hombre de negocios. Serio, educado y para su edad muy guapo. Puede que tenga un porte de hombre amargado pero simplemente no lo es. – ¿Lista para tu nuevo día? – Preguntó y bajó sus lentes mirando mi ropa.

-Sí, estoy lista capitán. – Dije con un hermoso tono de sarcasmo. Me senté y me serví un poco de café.

- ¿No crees que esa ropa está... muy provocativa? – Dijo alzando una de sus cejas. Mi papá, celoso hasta no más poder.

-Si hija, el día está un poco frío. – Lo apoyó mi mamá. Yo puse mis ojos en blanco. – Vuelve a ponerme los ojos en blanco señorita y verás cómo te los dejo así con un zape. – Dijo bromeando, pero sé que lo haría si yo lo volviera hacer delante de ella. Reí y negué. Fabiola Macucci, una mujer de 45 años que parece de 30, muy guapa y fina. Mi madre y yo tenemos una rara relación. Las dos somos muy inexpresivas, pero muy sensibles a la vez. Sin duda que mi madre tiene a su hija favorita, pero nunca nos mostró favoritismo a ninguna de las dos. Pero sé quién es, no yo.

EL SOCIO DE PAPÁWhere stories live. Discover now