Capitulo 20

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Me desperté con las sabanas pegadas a la cara gracias a mis lágrimas. Me levanté y fui directamente a darme un baño. Salí, no sequé mi pelo, no tenía ganas de nada. Me hice una cola de caballo. Tomé unos leggins negros y un suéter blanco. Me puse mis converses y arreglé mi cartera. Salí de mi habitación lo más rápido posible. Busqué mis llaves y salí de esa casa. Llegué a la universidad. Hoy no estaban Nicole ni Ian esperándome. Esto es una señal de que las cosas cambiarán. Salí del auto y no había absolutamente nadie afuera. Me extrañé, miré mi celular y salí corriendo. Era una hora tarde. Tenía varias llamadas perdidas, pero no hice caso. Llegué a la puerta de mi salón. Toqué varias veces, el profesor me abrió la puerta.

-Llega bastante tarde, señorita Ramos. Lamento decirle que no podrá entrar a mi clase. – Luego de eso, me cerró la puerta en la cara.

Gruñí y salí del edificio. Entré una vez más a mi auto y revisé mi celular. Dos llamadas pérdidas de Nicole. Apuesto que estuvo hasta tarde esperándome y no llegué. Suspiré pesada y encendí el auto. Me dirigí a la oficina. Cuando llegué, iba directamente a la oficina de Matt. Pero papá pasó justo al frente mío con él. Papá se paró y dio la vuelta para mirarme. Matt hizo lo mismo, pero con una pequeña sonrisa en sus labios.

-¿Qué haces aquí? ¿No deberías estar en la universidad? – Me dijo en tono muy seco.

-Llegué tarde y no me dejaron entrar. – Hablé en tono bajo y con mi cabeza agachada.

-Ves lo que te pasa por haragana. – Se dio la vuelta y siguió caminando. Matt se quedó allí parado, mirándome sin entender lo que había sucedido.

-¿Quieres hablar? – Me preguntó mirándome con sus ojos llenos de compasión. Asentí. Caminó hacia su oficina y yo detrás de él. Entré y cerró la puerta con seguro. Me apoyé en su escritorio sin dejarlo de mirar. Se acercó a mí y me agarró la mano. Al mirar mi mano, frunció el ceño. -¿Qué carajos te ha pasado?

-Ayer peleé con Alicia. – Dije en tono bajo. Trate de quitar mi mano de su vista, pero el no me dejó.

-¿Qué pasó? – Apretó su mandíbula.

-Me llamó puta por causar lo de ayer. – Me mordí el labio para no llorar. Suspiré. – Le di una cachetada, luego ella a mí. Me dijo que como no me ponías caso por eso le abro las piernas a Ian. La agarré de los cabellos. Papá se molestó. Ella le dijo lo que pasó y papá...

-¿Te pegó? – Me interrumpió enojado.

-No, no llegó a hacerlo.

-Mas le vale que no te ponga un dedo encima... – Llevó mis manos a sus labios y besó cada uno de los rasguños. Sonreí apenada. Luego subio sus manos acariciandome los brazos, hombros, el cuello y  luego mi cabeza. Me acerqué a sus labios. Me besó. Un beso suave y gustoso. Con mis manos, acaricié su pecho y luego su cabeza. Él llevó su mano a mi cola de caballo y la desató. Desarregló mi cabello, soltándolo y luego lo acarició. Sonreí sin dejarlo de besar.

EL SOCIO DE PAPÁWhere stories live. Discover now