Salimos de clases. Nicole me esperaba en la puerta con Ian. La miré extrañada, ya que pensé que íbamos a hablar sobre aquello.
-¿Lista? – Me pregunto sonriendo nerviosa.
-Em, sí. – Respondí extraña.
-Vale, vamos. – Ian se dio la vuelta y comenzó a caminar. Nicole me tomo el brazo y me susurró “Lo siento vino hacia mí y no supe cómo negarme a que nos acompañara”. Asentí haciéndole entender que estaba bien. Cada quien entró en su auto. Comencé a seguir a Nicole, que seguía a Ian. Pasamos tres Starbucks y ellos no paraban. Vi cómo nos alejábamos. Conocía este camino, es la playa que vine con Matt aquella noche. Recibí una llamada de Nicole contesté a mano libres.
*LLAMADA*
-Lamento no haberte dicho que veníamos acá. Él quería venir a compartir tiempo con nosotras y como sabe que te gusta la playa, nos trajo aquí.
-Hm, vale
-¿Pasa algo?
-Vine a esta playa con Matt…
-¿Aquí lo hicieron?
-¿Qué? ¡No! – Las dos reímos – La noche que vinimos a la playa, esa que te conté, pues aquí fue.
-¡No mames! ¿Quieres irte? Podemos inventar alguna excusa.
-No, no te preocupes. Quiero divertirme. Pero no traje bañador.
-Aquella noche tampoco trajiste – Se burló.
-Tonta – Reí con ella.
-Ni modo nos tenemos que bañar en ropa interior.
-Ni loca – Volvimos a reír.
-Ya llegamos.
*FIN DE LLAMADA*
Nos estacionamos uno al lado del otro. Ian se acercó a mí y me abrazó la cintura.
-Sé cuánto te gusta la playa, por eso te traje aquí. – Dio un beso en mi frente y me sonrió.
-Gracias, Ian. – Nicole nos miraba sonriendo.
-¿Vamos? – Nos preguntó impaciente.
-Vale – Caminamos hasta estar cerca de la orilla.
Salpiqué a Nicole con mi pie. Ella me miró sonriendo y me devolvió la salpicada. Comenzamos a jugar los tres con el agua hasta quedar completamente empapados. Ian me alzó abrazándome y me tiró al agua. Nicole se subió encima de nosotros y también cayó. Comenzó a anochecer y nos sentamos en la arena. Ian me tomó la mano y con la otra tomó a Nicole. Nos quedamos viendo el atardecer. Se acercó más a mí.
-Lindo, ¿No?
-Bastante – contesté sonriendo.
-Me alegro que te haya gustado. – Dio un beso en mi cabeza.
Llegué a casa y mi padre estaba con Matt en la sala de estar. ¿Algo no podría ir peor? Al escuchar la puerta me miraron. La cara de Matt cambio de una sonrisa a ninguna emoción.
-Hija, ¿qué pasó? – Dijo papá acercándose.
-F…Fui a la, a la playa con Ian y Nicole – Más que explicarle a mi papá, se lo expliqué a él. Lo vi apretar su mandíbula y giró su cabeza hacia otro lado.
-¿Con Ian? Amelia, recuerda lo que pasó…
-Papá, ya pasó. Ian estaba tomado, se disculpó.
-Más le vale que se haya disculpado ese muchachito.
-Bueno, iré a darme un baño para quitarme toda la arena. – Le di un beso en la mejilla a mi papá. Me di la vuelta para subir las escaleras.
-Amelia, no seas mal educada y saluda a nuestra visita. – Oh lo que faltaba.
-Papá, estoy mojada. No creo que sea buena educación saludarlo en este estado. – Mi padre me miró con la mirada “haz lo que te digo”. Gruñí entre dientes y caminé hacia donde él estaba. No me atreví a mirarlo a los ojos. –Hola, Sr. Bomer – Le di la mano.
-¿Cómo estás, Amelia? – Ignoró mi mano y puso su intensa mirada sobre mí.
-Pues, ya ve. ¿Usted?
-Bien, bien…
-Vale, me iré ahora.
-Hm vale. – Siguió haciendo lo que hacía hace unos segundos.
Subí hacia mi habitación con lágrimas en los ojos. - ¿Por qué carajos lloro ahora? - Limpié mis lágrimas y quité mi ropa. Entré a la ducha y me di un largo y relajante baño. Salí de la ducha y sequé mi cuerpo para luego salir hacia mi habitación. Salí y me encontré a Matt sentado en mi cama. Me quedé plantada en donde estaba sin decir ni una palabra. Él sólo miró y tampoco habló.
KAMU SEDANG MEMBACA
EL SOCIO DE PAPÁ
RomansaEl socio de papá ¿Qué pasaría si a tu corta edad de 19, te enamoras de un hombre 17 años mayor que tú? No cualquier hombre, sino el socio de tu padre... Amelía Ramos, joven de 19 años. Extrovertida, inteligente y perseverante. Gracias a que sus p...