Capitulo 21 |Sᴇɢᴜɴᴅᴀ Tᴇᴍᴘᴏʀᴀᴅᴀ|

16.1K 689 123
                                    

Al siguiente día salí con Nicole. Fuimos a comer a su restaurante favorito, o más bien una pizzería. Ella pidió pizza de sólo queso, cosa que nunca he entendido, nunca le encuentro el mismo sabor. Yo pedí una de jamón y pollo, mi cuerpo pedía comerla rápido. Nuestra relación se ha distanciado, por razones obvias. Ella no estaba a favor de Matt y yo aún vernos a escondidas. Aún no le he dicho a nadie más sobre el embarazo, no pienso hacerlo aun. Aunque Nicole es mi mejor amiga, no sabía si decirle.

-Así que saliste con Matt a desayunar – Dijo sacándome de mis pensamientos. Asentí con mi cabeza mientras comía mi pedazo de pizza. – No te vi muy contenta con la noticia de la boda. ¿Qué has pensado hacer, Amelia?

-No lo sé, Nicole. No hablemos de eso ahora y disfrutamos de la comida, por favor. – Dije mirándola con el ceño fruncido.

-Es que no es justo lo que le estás haciendo a Siwon, Amelia. Ese hombre te ama y tú mira como le pagas. – No respondí. Seguí comiendo, ella me miró y frunció el ceño. – Vaya que tienes hambre.

-¿Acaso no puedo comer tampoco? – Dije fuera de mi quicio.

-Lo siento. Sólo que podrías engordar comiendo todo eso. Pues, ya sabes, todas las novias tienen que estar perfectas para la boda. – Puse mis ojos en blanco. Como si no fuera a crecer de todos modos. – Oh mierda, no – Dijo abriendo sus ojos.

-¿Qué pasó? – Pregunté alarmada.

-¿Recuerdas al profesor? – La miré extrañada y asentí. – Ahí viene. No voltees.

-Srta. Ramos, Srta. Queen, que sorpresa volver a verlas. – Lo miré. Miraba fijamente a Nicole. Ella había dejado la clase de él desde aquel pequeño incidente.

-Lo mismo digo, Profesor. – Dije mirando a Nicole, quien ahora lo ignoraba completamente.

-Pues, vine con mis hijos a comprarles pizza, ya saben cómo son los niños.

-¿Tiene hijos? – La voz avergonzada de Nicole se escuchó.

-Sí, 2.

-Papá – Escuché unas voces infantiles acercarse. Al mirarlos, recordé el día que había corrido hasta mi casa. Uno de los niños me sonrió. -Es la señorita que golpeamos con la pelota sin querer, papá.

-¿Oh si? – Nicole me miró sin entender – Espero que no te haya molestado aquel inconveniente, Srta. Ramos.

-No, no se preocupe. Cómo molestarme con esos hermosos niños. – Dije mirándolos. Él me miró sonriendo y luego a los niños.

-Ellos son Thomas y Christopher. – Abrí mis ojos y como no pude fijarme antes, es el hijo de Matt! De mi boca no volvió a salir una palabra.

-Bueno, tenemos que irnos, antes de que mamá se enoje. Un gusto volver a verlas, señoritas. – Se despidieron y los vi alejarse. Miré de nuevo a Nicole. Ella aún seguía mirando el camino por donde se fue.

-¿Estás bien? – susurré. Ella salió de su trance y me miró. Sonrió de lado y asintió. El hambre se me había quitado.

Entonces, la ex esposa de Matt lo había engañado con el profesor. Vaya sorpresa de este mundo inesperado.

-Ellos son los hijos de Matt. – dije abrazando mi vientre.

-¿Qué? – Dijo Nicole abriendo sus ojos.

-Sí...

-¿Cómo carajos sabes eso?

-Pues, Matt me dijo que tenía 3 hijos y uno más que no es de él. Los más grandes se llamaban Christopher y Thomas. No sé si te fijaste que Christopher tenía los ojos de Matt...

-No, no puse asunto. – Dijo negando. Alcé mis cejas y reí negando.

-Ya ves cómo se siente...

-¿Ah? – Preguntó sin entender.

-No poder estar con la persona que quieres – Dije mirándola. Su cara, figurativamente, cayó al piso. Tal vez ahora si entendía todo lo que estaba pasando en vez de juzgarme.

Llegamos a su casa. Tenía unas ganas de vomitar horribles. Pero no quería que sospechara. Entramos a su habitación y comenzamos a hablar de las cosas que pasamos en la universidad.

-¿Y has sabido algo de Gissella? – Pregunté riendo.

-Pues supe que estuvo embarazada no hace mucho.

-Oh. – Fue lo único que salió de mi boca.

-Sí, no entiendo como habiendo tantos métodos para cuidarse, no los usan. Que estúpida. – dijo riendo. Yo sólo asentí con una falsa sonrisa.

-¿Quieres nachos con queso? – Preguntó poniéndose de pie.

-Em, si. – Dije aunque sabía que si comia algo, lo vomitaría. Abrió la nevera pequeña de su habitación y sacó los nachos y queso. Los abrió y el olor me pareció repugnante, cosa rara porque soy amante del queso. No aguanté más y corrí hacia el baño.

-¡Amelia! – Nicole se acercó y me sostuvo el pelo. Todo lo que había comido antes había salido. 

------------------------------------------------------------------

Espero que les haya gustado el capitulo♥ 

No olviden comentar :) 

Gracias por leer♥ 

EL SOCIO DE PAPÁWhere stories live. Discover now