Pepe y sus amigos, viven en la indigencia, limpiando los vidrios de los automóviles e intentando sobrevivir. Pero todo cambiará cuándo por azahares del destino, Pepe encuentra un boleto de lotería que hará girar su vida.
Doña Evangelina es una mujer...
—Ay, pero que retrasada es la gentuza cómo tu. Te lo voy a explicar lentamente y con manzanas, para que entiendas. Puedes tener más dinero, más de lo que Pepe te debe. Claro, tendrás que servirme a mi.
—¿Y a usted cómo para qué?.
—Dime una cosa... ¿Qué estarías dispuesto a hacer por dinero?.— Preguntó doña Evangelina.
—No se asuste, pero, por dinero yo, soy capaz de matar.— Susurró el hombre.
—Eso es todo lo que necesito saber. Dame tu teléfono.
—Pues... ¿Me está asaltado?.— Se asustó el Chucky.
—¡Qué me des tu numero de teléfono, imbécil!
—Ah, eso sí.— El Chucky extendió un papel arrugado.— Esta es mi tarjeta. Puede llamarme a la hora que usted guste y mande.— Doña Evangelina lo tomó con algo de asco.
—Quiero que estés pendiente, porque en cualquier momento puedo llamarte. Por ahora, deja en paz a ese muerto de hambre ¿Entendido?.
—A la orden... "Jefa". — Dijo el hombre ese, para luego retirarse.
Mientras tanto...
Brandon y Pepe estaban en el auto, y había demasiada tensión para disgusto de ambos.
—¿Entonces... Yo te gusto?. — Preguntó así sin más el sobrino de doña Evangelina.
Pepe se sonrojó y no sabía que responder.
—Yo... Pues... Ah... Es que tu...
—Puedes decírmelo sin pena.— Sonrió Brandon. Y precisamente, esa sonrisa es lo que hacía que Pepe se enamorara cada vez más.
—Es que, no sabía que tu eras gay. — Respondió Pepe.
—Bueno, lo soy. O sea, parezco heterosexual y así. Pero sí, me gustan los... Ah... Los... Tu sabes.
—Sí, pero me refiero a que sí te gusta dar o recibir. — Insistió Pepe.
—¿Recibir que?.— Pepe se acercó y le susurró al oído. — Ah... Eso... Ah... Pues yo creo que, soy mejor dando. ¿Y tú?.
—Pues... Recibiendo.
—Vaya, entonces encajamos bien. O sea... Quiero decir, encajamos de personalidad y eso, no encajar de que yo te... Ya sabes.
—Ah sí... No te preocupes... Yo entendí.
—Ok, ok.
—¡Niños, ya vine!.— Exclamó doña Evangelina mientras entraba al auto.
—Espero que el Chucky no haya sido grosero con usted.— Dijo Pepe.
—Ay no querido, para nada. Al contrario, le dije muy amablemente, que no volviera a acercarse a ti, o llamaría a la policía. Y él dijo que no quería problemas. Por cierto, pagué la deuda que tenías con ese tipo.
—¿En serio? No sabes cómo se lo agradezco doña Evangelina. Jamás terminaré de pagarle todo lo que hace por mi.
—Tranquilo querido. No tienes nada que agradecerme. Yo todo lo hago pensando en ti, y en tu bienestar.— Sonrió hipócritamente aquella malvada mujer.
El auto emprendió marcha y se retiraron de ahí. Listos para cobrar el dinero de la lotería.
Desafortunadamente, el infierno de Pepe estaba por empezar.
Continuará...
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Pepe
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El Chacal
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Brandon
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Doña Evangelina 👿💀👹👻👺
Jajaja ahora conocen la cara del mal. Esta semana estaré subiendo otro capítulo, pendientes ❤ gracias por seguir conmigo. Les mando un abrazo bien fuerte a cada una de las lindas personas que leen esto ✌😊
