DELÍRIUM

Capitulo 35

Pepe llegó dónde el licenciado, y llamó a la puerta.
No pasó más de un minuto para que este abriera y lo recibiera.

—Que bueno que veniste.— El licenciado Rodriguez se encontraba semidesnudo y feliz por recibir al chico.

—Vine porque dijiste que era muy urgente.— Respondió Pepe.

—Demasiado, pero pasa por favor.

Pepe entró y se sentó en el sofá de la sala, mientras el licenciado se sentaba frente a él.

—¿Y bien?.

—Bueno ¿Recuerdas que en el vídeo de la panadería, se mostraba a una mujer rubia?.

—Si, lo recuerdo.

—Pues revisando los vídeos de las cámaras de seguridad, encontré que quién me disparó, fue la misma mujer que secuestró a la pelos. Y casi estoy seguro que fue ella quién asesinó al sacerdote Francisco.

—Ajá ¿Pero sabes bien quién es?.— Preguntó Pepe.

—Si, es nada más y nada menos, que doña Evangelina viuda de Saavedra. — Confesó el licenciado.

—¡¿Qué?!. — Preguntó con sorpresa el moreno.

—Si, así cómo lo oyes. Ella fue quién planeó todo, además de asesinar a su esposo, a su cuñado y a los padres de Brandon. Esa mujer es una psicópata.

—Mira, tu me gustas y yo sé que te gusto. También sabes que voy a casarme con Brandon. Pero definitivamente no tienes porque hacer todo esto. No tienes porque inventar tantas estupideces solamente para evitar que me case. Quizás doña Evangelina tiene sus defectos y sus secretos, pero dudo que sea ese monstruo que describes ¿Por qué una persona de la alta sociedad se expondría de esa manera?.

—Por dinero.— Respondió el licenciado. — Ella quiere tu dinero Pepe, y lo va a tomar a cualquier costo. Y antes que nada, es cierto que no deseo que te cases con Brandon. Sería el hombre más feliz en la tierra si no te casaras con él, porque deseo que seas mio.— El licenciado se levantó del sofá y abrazó a Pepe.— Quiero amarte y protegerte, pero jamás inventaría algo así. Yo no recurriría nunca a hacer esto. Pero hay algunas evidencias, y pronto habrá más y podré desenmascarar a esa mujer, solamente no quiero que sea demasiado tarde cuándo lo haga.

—Disculpame... En serio, disculpame, pero no puedo creerte.— Pepe comenzó a llorar y el licenciado lo consoló.

—Bien, haré todo lo que sea y te daré todas las pruebas para demostrar lo que te estoy diciendo. También desearía pedirte que no te cases con él, porque deseo ser yo quién sea tu esposo, pero no así, no a la mala. Muy pronto voy a demostrar lo loca que está esa anciana. Lo único que te pido, es que no le firmes nada por favor. Quizás el día de la boda o en la luna de miel, Brandon o ella misma te darán un papel para firmarlo. Eso en realidad es un poder, es un poder que le dará todo el derecho a Brandon de manejar todo tu dinero a su antojo. Promete que no vas a firmar otra cosa. Y también, pide que el acta de matrimonio especifique que te casas con él por bienes separados.

—Está bien, no creo mucho en esas cosas que me dices de doña Evangelina, pero haré lo que me dices. Y si doña Evangelina es ese monstruo que dices, entonces, la echaré de mi casa. Pero si no puedes demostrarlo y resulta ser falso, no me vuelvas a buscar nunca.— Pepe se soltó del agarre del licenciado y salió de ahí, muy confundido y sin poder creer nada de lo que el licenciado decía, o más bien, negándose a creer que esa mujer que ha estado bajo el mismo techo que él, es una loca psicópata.

Mientras tanto...

La ex-novia de Brandon(Brenda) estaba furiosa y buscaba a su novio para pedirle una explicación, tras enterarse que este se iba a casar con un hombre.