Capítulo 31 "Retame"

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Scarlett

Estar con Blake era como una bocanada de aire fresco. Era como una dosis de anestesia para mí dolor. Blake era adrenalina pura y me encantaba.

Sentía sus caricias calentando mi alma, que sus besos profanaban mi corazón. Era tan abrumante, como delicioso. Blake era adictivo, tan adictivo como la heroína, tan embriagante como el alcohol y tan alucinante como la cocaína.

—Blake...—gimoteé cuando dos de sus dedos entraron en mi interior.

Calló mis sonidos con un beso.

Shhh—susurró en mis labios—No querrás que nos descubran ¿O sí?

—¡Ah!—gemí cuando su palma tocó mí punto—No...

Estaba a punto de llegar al orgasmo por segunda vez, cuando un celular timbró. Blake dejo de besar mis pechos.

—Apágalo, no quiero distracciones cuando te follo.

—No es el mío—dije apartandome de él.

El ojiazul torció los labios y rebuscó entre los bolsillos de su ropa, sacó su celular y de reojo ví el nombre de quién marcaba

Cheryl...

Solté un suspiro enfadoso y me acomodé las bragas, junto con mis jeans, pusé mi sostén en su sitio y bajé la blusa que había elegido hoy.

—¿Quién es?—pregunté para saber qué es lo que me diría.

Cobra—su tono casual casi me lo creo, en serio, lo hubiera hecho, sino fuese porque yo sabía quien era. Dejó que el celular siguiera sonando.

—Deberías contestar—dije irritada

—Luego le llamó—guardó su celular y me tomó de las caderas—¿En que estábamos?—metió su cara en el hueco de mi cuello.

Me alejé y tomé mí mochila

—Ya me voy, tengo clases—La voz me sonó más enojada de lo que creí.

Abrí la puerta del armario del conserje y salí. Los alumnos iban de un lado a otro, tan apresurados e inmersos en lo suyo que ni me notaron.

Tiraron de mi brazo y como fue de esperar, era Blake.

—¿Qué demonios acaba de pasar?—preguntó hastiado.

—Nada—me solté de su mano.

Él volvió a tomarme, ahora más fuerte.

—Me cabrea que hagas esto, así que dime qué pasa.

—¿Quién te llamó?

—Ya te dije que fue Cobra

—¡Claro que no!—alcé la voz—¡Era una chica!

—Bueno sí ¿Y?— admitió con la cara evidentemente molesta.

—¿Por qué te llama?

—¿Qué te importa? Mierda Scarlett, no eres mi novia, no tienes que hacer esto.

Tenía razón, yo no era su novia, solo era la chica con la que cogía cuando estaba caliente.

—De acuerdo. Ve a coger con ella—dije perdiendo la compostura—. Iré a buscar a Colton y me lo follaré—me dí la vuelta hirviendo en ira. 

Blake me interceptó y me dió un empujón contra los casilleros, me acorraló con sus dos brazos a cada lado de mi cuerpo.

—Si otro hijo de puta te toca, lo mató Scarlett. Me importa una mierda quien sea, lo mataré, juro que lo haré.

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