Y me destruyó de la manera más maravillosa y aterradora de todas, porque beso mi alma, llevándose las alegrías, las motivaciones y esperanzas. Porque desnudo mí interior, convirtiéndose en una necesidad...tan fácil me arrancó el corazón. Destruyó mí...
Encendí mí celular para llamarle a mi madre e informarle que la quimioterapia de Leigthon había terminado, por hoy. Pero no pude hacerlo, ya qué una llamada entro, apenas el dispositivo estuvo encendido.
Era Colton.
—Hola—dije casual.
—Scar, necesito hablar contigo—fue directamente al punto.
—Colton, no puedo...—desde mi plática de hace un tiempo con Alinor, dónde me había dicho que uno de los errores de Blake había sido involucrarse con Colton, ya que él, no era tan bueno como pensaba y como se veía, comencé a desconfiar de él.
Yo tampoco quería involucrarme con el rubio.
—Por favor, no te quitaré mucho tiempo ¿Dónde estás Scarlett?—y entonces lo caché, seguramente Blake en un impulso posesivo le había pedido a Colton que averiguara dónde estaba.
—¿Vas a decirle a Blake? Porque no quiero verlo—le dejé claro.
—No Cher, no le diré a Blake, es urgente que te vea.
—Okay...—accedí—Estoy en el hospital Cambridge.
—¿Hospital...?—su tono de voz era ahora preocupado—¿Estás bien?
—Sí, todo bien, te veo en la entrada del hospital, frente al estacionamiento—yo misma colgué antes de arrepentirme de haberle dicho dónde estaba.
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Hace ya media hora que estaba esperando a Colton y él no se dignaba en aparecer, ya empezaba a desesperarme.
No fue hasta después que el rubio llegó en su auto vintage, color negro, salió desesperado del auto.
—Cher—dijo y la mención del mote que me había puesto Blake, no me provocó la misma sensación de cuando lo hacía el ojiazul.
—¿Qué es lo que pasa Colton?
—Yo...—evadió mi mirada—Blake me llamó, por alguna razón él creía que estabas conmigo.
Recordé lo que le había dicho hoy en la mañana y todo cobro sentido.
—¿Y qué pasó?
—Nada, él está furioso contigo y conmigo.
—Es estúpido, le dijiste que yo no estaba contigo...—le miré a los ojos, pero una vez más, él esquivo la mía—¿Se lo dijiste, verdad?
Colton no dijo nada.
—No...—Blake creía que yo estaba follando en estos momentos con Colton.
—¿Por qué no le dijiste—le dí un empujón con la mano—¿¡Por qué dejaste qué lo creyera!?—con mis manos apreté los costados de su chamarra de mezclilla—¿¡Por qué!?
