Capítulo 27 "No con Blake"

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Scarlett

—Creo que no puedo extrañar algo que no recuerdo—respondí ante la pregunta que Lidia me había hecho—Mi infancia en Irlanda fue corta. No puedo decir que fue buena, porque estoy segura de que no fue así. Lo único lúcido en mi mente, son las discusiones de mis padres.

Lidia se mantuvo inexpresiva.

—¿Y tú padre dónde está ahora?—preguntó con cautela.

—En Dublín, después de que mi mamá se fue, él la busco, pero ella ya había puesto una demanda y una orden de restricción. Cuando el divorcio fue efectivo mi madre llegó a Estados Unidos y él se quedó tratando de lidiar con su alcoholismo y problemas de ira. Fue uno de los requisitos del juez para que pudiera vernos.

—Entonces...¿Sí hablan con él?—preguntó Alinor.


—No, nunca volvió a comunicarse con nosotros.

—¿Nunca trataron de buscarlo?—preguntó la madre de Blake.

—Yo aún era pequeña, al igual que mi hermano, no sabíamos muy bien que hacer. No fue hasta que los dos tuvimos plena conciencia de lo que pasaba y decidimos dejarlo así.

—¿Te arrepientes?—el tono de intriga en Alinor, me hizo saber que ella realmente quería saberlo.

—No—respondí con sinceridad.

—Pareces una chica que ha pasado por muchas cosas a tan corta edad—ví una mirada de lastima en Lidia.

—No, solo soy espectadora. Me ha tocado ver la enfermedad de mi hermano desde afuera—recordé a Leigthon—. El dolor de mi madre a solo unos pasos de mí, sin saber muy bien como ayudarla. Mi única prueba es poder ser fuerte para los míos.

—¿Te gusta mi hermano Scarlett?—La pregunta de Alinor me cachó con la guardia baja. Casí me atragantó con el pedazo de pollo en especias que había preparado Lidia. Comencé a toser hasta el alma y sentí mí cara cosquillear de pura incomodidad.

—¡Alinor!—la madre de Blake escupió el sorbo de vino que se había llevado a la boca segundos antes.

—Y-yo...—me aclaré la garganta incapaz de poder hablar.


Que giró tan inesperado.

Si no hubiese sido yo la de esta situación, podría haberme reído de la reacción de Lidia y mía.

—Lo siento—soltó una risita Alinor—Esta bien si no quieres responder Scarlett. Fuí muy indiscreta. Simplemente me parece que eres muy genial y...no sé. Serías una cuñada estupenda.

No te pongas roja—me reñí internamente.

Demasiado tarde, mí cara ya estaba ardiendo.

—Me encantaría tenerte de nuera—habló ahora Lidia y yo solo podía sentir que en cualquier momento iba a desmayarme—. Claro, si tuviera otro hijo. No con Blake.

El comentario de Lidia me pareció muy triste. Aunque Blake y yo no tuviéramos la mejor comunicación de todas, no parecía ser un mal tipo. Sí,  era gruñón y frío, pero no algo más grave que eso. Me preguntaba qué era lo qué hizo Blake para que su madre hubiese perdido la confianza en él.

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