Traducciones Dazatsu

Objetos Perdidos. Parte III.

— Dazai —

Esta es una muy mala idea.

Dazai paseaba por el lago cerca de su edificio. Había escapado por poco de otro sermón de Kunikida, quien se enfureció al escuchar que Dazai, además de estar atrasado en sus informes, también había perdido su identificación esta vez, pero su placa no importaba.

Consultó su reloj 'Atsushi vendrá en cualquier momento.'

La comprensión le provocó una oleada de adrenalina.

'Esta es una muy mala idea, pero lo estoy haciendo de todos modos.'

Por el rabillo del ojo, vio una mancha de cabello plateado saltando hacia él desde el otro lado del lago. Sintió el característico corte de su respiración cuando se atascó en su garganta y su corazón comenzó a latir rápido, como siempre lo hacía cuando veía a Atsushi.

En las semanas que se conocieron, entre poner trampas - Dazai admitió que son trampas para el alma gemela del chico- y compartir café, el hombre había intentado reprimir la prisa que sentía cada vez que Atsushi estaba a su lado.

Trató de empujar hacia abajo el calor que se extendía en su pecho cada vez que veía los ojos dorado púrpura, y dominó el arte de limpiarse discretamente las palmas sudorosas en sus pantalones cada vez que los dedos de Atsushi rozaban accidentalmente los suyos mientras caminaban uno al lado del otro por el campus.

Se había dicho a sí mismo que sería fácil ignorar sus sentimientos, pero estaba equivocado, y Atsushi no se lo había facilitado exactamente. Con la forma en que se acercó para tomar su mano cuando compartió su pasado como estudiante de literatura y lo animó a reanudar las clases con la promesa de estar allí para él.

En esas ocasiones, había tenido la expresión más adorable en su rostro, como si la felicidad de Dazai estuviera ligada de alguna manera a la suya. Dazai negó con la cabeza ante el recuerdo, una sonrisa apareció en sus labios.

Intentar reprimir sus sentimientos no tenía sentido. La verdad era que se había enamorado de Atsushi hacía mucho tiempo.

Y aquí vino, la mejor parte del día de Dazai. Observó el momento en que Atsushi lo vio, una cálida sonrisa floreció en su rostro, el sol se reflejaba en esos ojos de oro púrpura, y el flequillo plateado rebotaba contra su frente pálida cuando Atsushi se acercó al árbol bajo el que estaba Dazai. Una mano pasó de agarrar la correa de su mochila a saludar amistosamente.

'El es hermoso.'

El afecto se apoderó de Dazai, pero decidió concentrarse en esa astilla de desesperada frustración en su pecho.

'¿Por qué me hace sentir así?'

Era Osamu Dazai, inteligente, astuto y un coqueto descarado, a pesar de su hábito de descuidar su papeleo, era un miembro valioso del equipo de apoyo del campus; incluso Kunikida admitiría a regañadientes que había apagado más de unos pocos incendios en la oficina con su rapidez de pensamiento e ingenio.

No se rindió a sentimientos descarriados. Se enorgullecía de estar tranquilo en cada situación y siempre en control, entonces, ¿qué tenía este chico de cabello plateado de primer año que ponía nervioso a Dazai cada vez que llamaba su atención? ¿Por qué pensaba en él cada vez que pasaba por la pastelería del café camino al trabajo? ¿Por qué volvió a revisar libros que había leído años atrás solo para poder tener algo de qué hablar cuando estaban juntos?

Atsushi lo había alcanzado ahora, un poco sin aliento de correr. Dazai notó la mirada llena de energía en sus ojos, la forma en que parecía estar rebotando sobre las puntas de sus pies. Probablemente estaba emocionado de intentar encontrar a su alma gemela nuevamente.