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La niña bajó del camión con rapidez, detrás de los demás del grupo, emocionada.
Ya quería poder ver a su hermano. Ver a Beth y a Carol. Finalmente ser el grupo completo y unido.
El lugar afuera del hospital parecía haber sido un campamento en algún momento, unos pocos caminantes salían de las tiendas de acampar, intentando llegar a ellos, pero el grupo los mataba con facilidad.
Cameron disparó una de sus flechas a uno de los caminantes que estaba intentando llegar hasta ella, y se dirigió a quitar la flecha del cráneo.
Volvió a caminar hacia el grupo, dirigiéndose al hospital.
Pero, antes de poder acercarse lo suficientemente al edificio, un fuerte grito, proveniente de Maggie, se escuchó.
Cameron aceleró un poco más el paso, intentando ver qué pasaba. Se empezó a acercar al frente del grupo.
Y ahí lo vio todo.
Daryl iba saliendo del hospital, con el cuerdo de Beth entre brazos.
Los demás estaban junto a ellos, Carol caminaba con ayuda de Tyresee.
Maggie estaba tirada en el suelo, Glenn la sostenía.
Daryl caminó hacia la mayor, y ahora única, de los Greene, colocando el pequeño cuerpo de Beth en el suelo con cuidado. Maggie de inmediato abrazó el cuerpo.
El arquero observó, con sus azules y llorosos, a sus dos hermanos,acercándose a ellos lentamente.
Cameron lo abrazó de inmediato, sintiendo los sollozosos de su hermano en su hombro, mientras que el mayor de los tres los abrazaba a ambos.
El llanto de Maggie resonaba en el lugar, junto a los sollozos de las personas que habían presenciado lo sucedido.
La suave y rota voz de Rick resonó en el lugar a los pocos segundos.
-Debemos irnos...
(...)
-No seas asqueroso, Daryl. No me voy a comer eso. Ten decencia. -pidió la menor, viendo la forma en que su hermano observaba los gusanos en su mano, mientras el mayor de todos buscaba más en la tierra.
Cameron se encontraba recostada a un árbol, viendo a sus dos hermanos buscar gusanos en el suelo, cual perro de la calle, mientras ella le daba otra calada al cigarrillo entre sus labios.
Habían pasado un par de semanas. Tal vez un mes. O algunos, desde lo ocurrido en el hospital. La noción del tiempo se había perdido.
Maggie lloraba casi todos los días, sola entre el bosque, cuando decía que iría a buscar comida. Cameron la había visto un par de veces, así que se aseguraba de que nadie fuera a molestarla. Debía ser difícil perder a tu hermana menor. A la única familia que te quedaba.
